miércoles, 8 de octubre de 2014

Galdós y los animales

Maribel Orgaz - www.leerenmadrid.com
En la exposición el Rostro de las Letras se pueden contemplar varios retratos de Benito Pérez Galdós. 

En uno de ellos, acaricia un enorme perrazo. Las fotografías de Galdós con gatos son frecuentes porque en general, le gustaban todos los animales. Galdós era antitaurino y Gregorio Marañón comentaba que hacia los árboles su amor era casi religión. 

Esta "biofilia" provocó anécdotas como la de la cordera a la que salvó de ser chuleteadaEn una de sus visitas a la finca de un amigo en Toledo, nació una corderita negra a la que iban a sacrificar y el escritor decidió llevársela a casa: a su piso de la calle Alberto Aguilera, en donde la crió. 

Le puso nombre, Mariucha y la cordera le seguía balando por los pasillos hasta que ya crecida hubo de llevarla de nuevo a la finca, contaba Marañón divertido, "en donde cada año, en el tiempo de esquilo le enviaban un mechón negro". Cuando Galdós aparecía para verla, la cordera le seguía a todas partes, llamándole con sus balidos.

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