lunes, 23 de enero de 2023

Club Lectura Mediateca Anabel Segura, Alcobendas (Madrid) 2023 - Coordinadora, Maribel Orgaz




Nueva temporada en el Club de Lectura de la Mediateca Anabel Segura Alcobendas (Madrid) del que soy Coordinadora. 

Nuestro club de lectura comenzó su andadura en 2017 y temporada tras temporada ha estado completo y a menudo, con lista de espera. 

Información Mediateca Anabel Segura, Alcobendas - Tel. 91 484 16 90 y 673 22 05 88

Este club de lectura se dedica al cuento y los materiales se entregan fotocopiados en la biblioteca antes de cada sesión y se envían por correo electrónico. 

¿Quieres coordinar tu propio club de lectura? echa un vistazo a este pequeño manual que publiqué en la editorial Bercimuel en versión digital. Cómo organizar un Club de Lectura.

Reuniones en 2022 aquí 

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                             Temporada 2023 


16 de marzo. La vegetariana de Han Kang - Un poema de Pak Chaesam.

En nuestra última reunión de este primer ciclo anual del club de lectura de la Mediateca Anabel Segura, leemos, extraído como un relato, La vegetariana de Han Kang. En realidad es una novela corta que se compone de tres narraciones de un mismo hecho: las consecuencias que desata la decisión de no comer carne de una joven esposa y cómo su entorno familiar quiere obligarla a que vuelva a comerla.

Comenzamos nuestra reunión con un vistazo a la cultura coreana que en música y cine ha logrado tantos éxitos. El momento en el que este país asiático toma la decisión de convertir su cultura en una industria que sea tan rentable como otras áreas económicas.

Sobre nuestra narración, a todos nos ha causado una gran impresión y creemos que la recordaremos durante bastante tiempo. Aunque el tema parecía en principio, anodino, la autora logra sin tremendismo, que el lector asista al horror de una sociedad que vive en la modernidad pero cuyas estructuras sociales están ancladas en mentalidades tribales. Un clan sobrevive porque se mantiene cohesionado y la individualidad no importa, así que cuando alguno de sus miembros se sale de la norma, como nuestra protagonista, todo su grupo familiar intenta que rectifique aunque esto la lleve incluso al borde de la muerte. 
Ni siquiera cuando se está recuperando en el hospital dejan de intentar que vuelva a comer carne.

También charlamos acerca de la situación de las mujeres en Corea y nos planteamos si es así en general, en la cultura asiática. La sumisión a los dictados de la familia y del marido que no interviene cuando el padre golpea a su esposa en una comida familiar porque se empeña en continuar con su decisión de no comer carne.

Durante la reunión algunos creemos que quizá la protagonista, debido a los malos tratos del padre y un incidente con un perro en su infancia, tenía larvado algún problema mental y que ahora, al querer ser vegetariana, emerge por la presión que todo su entorno ejerce sobre ella. Otros asistentes creen que es la familia quien hace que tenga que refugiarse en la enfermedad mental como único lugar en el que la dejarán en paz.

Nos preguntamos, en situaciones como las que describe Han Kang qué podemos hacer individualmente cuando tenemos todo en contra, desde nuestra propia familia que no duda en aniquilarnos si es necesario hasta la pareja con la que se comparte la vida. Mencionamos los asesinatos por honor de otras culturas y de las obras de Mo Yang con una crítica muy dura sobre algunos aspectos de la cultura tradicional china que no desaparecen a pesar del aspecto de modernidad que tiene la sociedad en general.





Para finalizar leemos un poema de Pak Chaesam.


             El camino de regreso              

Sobre  el helado camino,

la madre vuelve  al amanecer

empapada del rocío nocturno

después de un día de ventas.

 

No hay tarro de miel en la alacena,

sólo el polvo gris acumulado.

Mientras tanto los niños, tan pequeños para el trabajo,

sin culpas, duermen tendidos aquí, allá.

 

Nadie ve, nadie comprende cuando ella sacude

la lluvia de estrellas que trae en la frente.

Cuando de sus mangas

se desprende la luz de la luna. 




2 de Marzo, La historia de Urashima de Osamu Dazai. Un poema de Robert Graves.

En nuestra primera reunión del mes de marzo, leemos un cuento del autor japonés Osamu Dazai que vuelve a ser editado estos días en lengua española. Dazai es un escritor muy apreciado en Japón e influyó poderosamente en otros escritores como Yukio Mishima.

La historia de Urashima es una mezcla de un cuento tradicional japonés, una tortuga que en agradecimiento por haberla librado de una muerte segura a manos de unos chiquillos, lleva a su joven salvador, Urashima, a conocer un lugar de ensueño en el que habita una bella princesa. 

Leemos algunos párrafos casi filosóficos en los que se advierte sobre la amabilidad y cómo tratar bien a los invitados, el concepto de aventura, el valor de la fe y de la imaginación. 

Charlamos acerca de cómo el texto refleja el gran conflicto en el que se vio sumergido el Japón del siglo XX cuando hubo de abandonar su estructura social por así decir, medieval y encaminarse a la modernidad de manera forzada. Dazai compara los cuentos tradicionales japoneses con la mitología griega, los dioses coléricos frente su tortuga irreverente y burlona. 

Destacamos las descripciones casi de cuento de hadas de la comida, la música y la belleza del Palacio del Dragón en donde todo es perfecto pero de lo que el protagonista se cansa muy pronto. Nuestro mundo será imperfecto, unos se criticarán a otros, habrá gente poco amable y también desagradecidos pero, al fin y al cabo, es humano.

Si los dioses griegos premian a Pandora dejando la esperanza como un tesoro que mitigará todas las desgracias que corren a partir de entonces por el mundo, la caja que la princesa de este cuento entrega a Urashima, le envejece 300 años cuando incumple su advertencia y la abre por curiosidad. Entonces, lo que le libera le envejece como un anciano sí, pero le permitirá rememorar su aventura con la tortuga como un lejanísimo y por tanto hermoso recuerdo.

Para finalizar, leemos un poema de Robert Graves.




¿Debiera inquietarme?

«¿Debiera inquietarme?», preguntó ella, «siendo mío su corazón,
si su cuerpo es de otra?—
¿Debo anhelar niños y un cordel de ropa tendida?
Los niños, por supuesto, necesitan madres,
¿pero aún necesitan padres?
Y ahora que el dinero lo gobierna todo
debe un país necesitar un rey?»



16 de Febrero, Inmanejable y Lavandería Ángel de Lucía Berlín. Un poema de Henrik Nordbrandt.

Para cerrar el mes de febrero, leemos dos cuentos de Lucía Berlín, Inmanejable y Lavandería Ángel. 

Durante nuestra reunión charlamos acerca de cómo la vida cotidiana que en principio puede parecer anodina, logra transformarse en una narración interesante. El primero de nuestros cuentos, Inmanejable, describe a una mujer alcohólica, madre de varios niños, que se despierta con síndrome de abstinencia y el segundo, Lavandería Ángel, trata de la colada semanal en una lavandería de un barrio pobre.

Elogiamos que Lucia Berlin no recurra a lo sórdido o la miseria moral, que sería muy fácil en ambos cuentos y que en cambio las narraciones estén salpicadas de toques de humor e instantes de belleza. 

El pelo de una chica joven tan bonito como un cuadro, el color azul turquesa de un barreño, la curiosidad sobre cómo se desarrollan a nuestro lado vidas tan corrientes como la nuestra, a veces en soledad, a veces destruidas por e alcohol o en las que hechos del pasado han dejado huella para siempre. El indio apache que lava la ropa junto a la protagonista de nuestro cuento, en Lavandería Ángel, muerde su chapa de soldado para tranquilizarse. El ama de casa alcoholizada no deja de limpiar su casa y atender a sus hijos. Las manos con manchas y poco cuidadas son toda una biografía. 

Todos tenemos material a diario sobre el que escribir, parece decir Lucia Berlin en estos cuentos, es cuestión de que prestes atención, conserves tu capacidad de asombro y escribas con dedicación. 

Coincidimos en el mérito de su estilo sencillo, en cómo evita la autocompasión y cómo en cualquier circunstancia mantiene la dignidad pese a caminar tambaleante por la calle para lograr un poco de alcohol que le quite los temblores, su ausencia de opinión sobre la vida y los comportamientos de los otros. El indio que no puede ni echar unas monedas en la lavadora por el temblor de sus manos o cómo transmite al lector la pena de un chico de 13 años que tiene que hacer de padre en la familia porque no hay adultos responsables.  

Para finalizar, leemos un poema Henrik Nordbrandt.






Seriedad
Cómo habrías amado este lugar,
las piedras calientes en el límite de la playa
ahora que sol y luna
brillan con la misma fuerza
y la misma dulzura.
Y en verdad lo amarías
-pero más ahora
cuando ya no estás-
porque yo lo amo
con una nueva seriedad: aquella
con la que podría haberte amado
más que a mi propia vida.


 2 de Febrero, Mientras ellas duermen y Lo que dijo el mayordomo de Javier Marías. Un poema de Ounsi el-Hajj. 

En nuestra primera reunión de la nueva temporada del Club de Lectura de la Mediateca Anabel Segura leemos dos cuentos de Javier Marías que ahora, al fallecer, han comenzado una recuperación, por así decir, frente a las novelas. 

El estilo de Javier Marías que en ocasiones abre largas digresiones de varias páginas se ve obligado a ser mucho más contenido en los cuentos que ganan por tanto en concentración conservando el universo del autor.

Nuestro grupo no está muy dividido entre quienes han preferido el primer cuento al segundo cuento, no hay un cuento preferido por así decir, aunque el segundo, una historia inquietante sobre un mayordomo neoyorquino creemos que bordea lo siniestro cuando no el terror. A algunos de los asistentes, este cuento les ha provocado un gran impacto.

Charlamos acerca de si el amante entregado de Mientras ellas duermen bordea la enfermedad mental, es un maltratador e incluso un asesino cuando afirma que antes de que su amada se deteriore por el paso del tiempo, prefiere acabar con ella. Leemos algunos párrafos en los que Marías ha multiplicado en una escena en una piscina de noche, de manera muy hábil, el progresivo oscurecimiento de un personaje que en principio parecía patético, filmando a su joven compañera en la playa obsesivamente, y poco a poco se va convirtiendo en un hombre peligroso. 

A lo largo de nuestra reunión retomamos la idea de que estos cuentos se adscriben a lo que es llamado, postcuento que el escritor Eloy Tizón detalló en un artículo hace algunos años.

Nuestro segundo cuento, Lo que dijo el mayordomo parte de una hecho real. Javier Marías se quedó encerrado en Nueva York con un mayordomo en un ascensor y charlaron esperando que funcionara de nuevo hasta poder salir. Al igual que en nuestro cuento anterior, un hombre que en principio parece un profesional lamentándose de una mala jefa se transforma paso a paso, en la sospecha, en la mente del lector, de que este empleado bordea la locura y de que quizá todo lo que cuenta es producto de su imaginación o de un odio enfermizo. 

En toda esta confesión extraña, hay un bebé gravemente enfermo al que ni su propia madre cuida, una incineración en lo alto de un rascacielos cuando fallece, funeral al que no acuden ni tan siquiera los padres de la niña. Todo ello crea una atmósfera de pesadilla en lo que parecía una vida de ricos en una ciudad glamurosa.

Para finalizar leemos un poema del poeta libanés, Ousin el-Hajj

La luna del reposo de Ounsi el-Hajj 

Como otros tienen un cielo y una casa
yo tengo una mujer.

Tengo una mujer como otros tienen niños.

Como los niños tienen pastores
como los pastores tienen sombra.

Tengo una mujer
como otros tienen un camino en el tiempo
y como las luces lejanas tienen una esperanza.

Vago preguntando
dónde está
como pregunta 
un hombre en los campos al sol:
dónde está.

A solas caigo con el rocío
me levanto solo con el viento
y nunca se acaba la luna de mi reposo.


 

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