viernes, 11 de abril de 2025

La novela negra es el género más dúctil que existe - Amoniaco, Carlos Augusto Casas. Ediciones B

 


Maribel Orgaz - @leerenmadrid
Los lectores de la última novela de Carlos Augusto Casas, Amoniaco (Ediciones B), dudan entre calificar a su protagonista, una asistenta llamada Isabel, de asesina o considerarla una persona corriente que un día decide impartir justicia. Augusto Casas, premio Cartagena Negra 2024 por su anterior novela: La ley del padre, ha sido periodista de investigación en TVE, Antena 3 o la Sexta, entre otras cadenas. Su primer libro, Ya no quedan junglas adonde regresar fue galardonado con algunos de los premios de novela negra más importantes del país: el Premio Wilkie Collins, el Premio Tuber Melanosporum, el Premio Novelpol, el Premio Ciudad de Santa Cruz y el Premio Tormo Negro. Llevada al cine por Luis Gabriel Beristáin fue protagonizada por Ron Perlman. El ministerio de la verdad y Leones en invierno son sus otras dos obras. 


Amoniaco es tu quinta novela, ¿hay un “universo” Carlos Augusto Casas? 

Me parece muy pretencioso decir que existe un universo Carlos Augusto Casas. Creo que eso le corresponde señalarlo a los lectores o a los críticos. Es cierto que en mis novelas se repiten una serie de temas que me interesan y de los que no me puedo desprender, como son la violencia, la venganza, la vejez, la derrota o la crítica social. Mis personajes suelen ser perdedores que se rebelan contra su condición y destino. La rebeldía salvaje frente a una sociedad que les quiere dóciles, mansos, conformistas, resignados. También me interesa reflejar los vasos comunicantes entre las altas esferas y los bajos fondos. Cuento lo que ocurre en la calle, no en Tiktok ni tampoco lo que nos dicen los telediarios.


¿La novela negra es el refugio de la narrativa, ahora que el lector busca alternativas a la ficción tradicional?

La novela negra es el género más dúctil que existe. En ella, si se hace con sentido, cabe todo. 

El lector se puede indignar, aterrar, enamorar, reflexionar, conmover… Es patente que la muerte es el tema central de la literatura, igual que en el género negro.



Isabel, la protagonista de Amoniaco es una robinhood de las asistentas o una psicópata simple y llanamente.

Ambas cosas. El hecho de robar la felicidad a los que más tienen para equilibrar un poco el mundo es la justificación que se da a sí misma para aceptar lo que hace. Pero, en realidad, a ella le encanta matar. Le hace sentirse importante por primera vez en su vida, y no está dispuesta a renunciar a ese placer por nada en el mundo. Ha descubierto quién es en realidad.


Además de escritor eres editor de novela negra. ¿Sobre qué se está escribiendo? ¿Qué les interesa a los escritores?

Lo que viene siendo habitual: muchos thrillers y pocas novelas negras. 

Los escritores que empiezan, lo que más desean es vender y tener éxito. Y los bestseller suelen ser thrillers, no novelas negras. Y es una pena. 

Son dos géneros totalmente distintos. En uno lo que prima es el misterio, la intriga, la sorpresa o el entretenimiento. Mientras que la novela negra pura es más ambiciosa ya que  pretende mostrarnos cómo es el ser humano, cómo es la sociedad donde vivimos, enseñarnos las zonas en penumbra, las que no queremos ver, las que siempre evitamos cuando caminamos por la calle.


Las series sobre true crimen han llevado a espectadores a ser lectores, o son públicos totalmente diferentes?

Es posible que en el subgénero del true crimen algo de eso haya sucedido. Lo cual es una buena noticia porque cuando alguien abre un libro hay un tonto menos en el mundo. Pero creo que los aficionados a las series o el cine negro son distintos a los lectores del género. Si penamos en las cinco mejores series de la historia fácilmente nos salen cuatro del género negro (The Wire, Los Soprano, Breaking Bad, The Shield, Black Bird, The Night Of…) En cambio, entre los lectores hay una predilección por los thrillers antes que por la novela negra, como he dicho antes. Lo que significa que el público que ve series negras no lee novela negra.


Nuestra Costa del Sol, ¿no merece un subgénero propio dentro del género negro?

Creo que sufrimos una epidemia de subgéneros dentro del mundo negrocriminal (domestic noir, rural noir, Euskal noir, Galician noir…) que en realidad, me parece que tienen más que ver con marcas comerciales para monetizar las obras de un grupo de escritores que realmente de géneros en sí mismos. No me extrañaría que aparecieran dos o tres novelas ambientadas en la Costa del Sol y algún iluminado acuñara el término Costa noir. Lo que sí tiene la Costa del Sol son muchas cosas que contar. Por todo lo que se da allí, (tráfico de droga, paro, inmigración, corrupción, violencia) es un marco espectacular para escribir novelas negras.  



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