En 1980, el pintor Alfredo Arreguín y el escritor Raymond Carver se conocen y comienza una intensa y fértil amistad.
"Como consecuencia de ello, Alfredo dejó de beber", explica Lauro Flores en su libro Alfredo Arreguín, diseños, sueños y naturaleza. Carver y Arreguín se convierten en un mutuo punto de referencia espiritual: "el mutuo norte de lo buenas que podían ser las cosas después de haber sido tan malas".
Arreguín pintó un par de retratos de Raymond Carver y éste escribió un retrato de su amigo en el cuento Menudo incluido en el volumen Tres rosas amarillas. Carver también escribió en el poema "Mi bote" en el que el pintor mexicano y su esposa estarían con él, además de útiles de pintura.
La influencia y el estímulo de la mutua amistad entre ambos supuso una nueva etapa de creatividad e inspiración: una rica segunda siega en que la amistad sigue viva y es aún fértil.
La exposición Alfredo Arreguín, sueños y naturaleza puede verse en el Museo de América hasta el 14 de diciembre. Acceso gratuito.
Museo de América
Alfredo Arreguín
Entrada libre - Hasta el 14 de diciembre
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