lunes, 11 de marzo de 2013

Los paraísos de los escritores

https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj5OsW-STYBLWxfojdkGrRsGUz_o6yU_dLWlzggrdmfBNkEmzONNvJc145boUlqPky6RAbG8-WUA0N98bm1mFQz4EwXyt4T9nr_Gff0KfGkL5ZOMU5SdLKge3RH-X0C6GMjwMeMmIXZulU/s1600/702996_reading_by_candle_light.jpg

Maribel Orgaz – info@leerenmadrid.com
Marguerite Yourcenar, la autora de Memorias de Adriano, cerraba su autobiografía con una reflexión acerca de lo afortunada que era por no haber tenido nunca que trabajar. Quizá al leer el paraíso con el que algunos escritores fantasean se comprende mejor hasta qué punto tenía razón y cuán afortunados son todos aquellos que han podido dedicarse a sus vocaciones.

Isaac Asimov, uno de los autores más prolíficos de la historia, explicaba en su autobiografía que su paraíso sería un lugar en el que hubiera una máquina de escribir:
 “así que me comprenderán cuando digo que mi tipo de día favorito es un día frío, triste, borrascoso y con aguanieve en el que me pueda sentar frente a la máquina de escribir en paz y tranquilidad”. Autobiografía, Asimov. Ediciones B

y el imaginado por Nabokov, el autor de Lolita: 
“un lugar en donde un vecino insomne lee un libro inacabable a luz de una vela eterna”.






No hay comentarios:

Publicar un comentario