lunes, 3 de febrero de 2020

En la puerta del Sol, mi amor te espero - Joaquín Lera, músico y poeta



Maribel Orgaz - info@leerenmadrid.com
Joaquín Lera no necesita presentaciones, tan sólo decir que publica su octavo poemario, Sin red en la red en Cuadernos del Laberinto. Compositor de centenares de canciones, músico, poeta. Además de conductor de drones y yogui... y excepcional cronista de nuestra preciosa Madrid: "en la puerta del Sol, kilómetro cero mi amor te espero". 

Nuevo poemario y ya van ocho, ¿cómo es tú evolución como poeta?

Mi relación con la poesía va unida a la música. De hecho, ya desde muy pequeño, cuando empecé a leer poesía, percibía que detrás de algunos versos, se escondían silenciosas melodías y ritmos como mantras, que me invitaban a afinar la guitarra y trasladarlos de las olas de papel a las ondas del pentagrama sin darme cuenta...

Esa magia invisible, interior y transformadora, provocó una explosión de luz en mi vida..., el más bello juguete que un niño de apenas nueve años pueda recibir y que aún hoy sigue siendo inmensamente útil a la hora de escribir o componer una nueva obra. La evolución desde entonces ha sido constante... pienso que, actualmente, la poesía baila el vals de los tiempos abrazándose vertiginosamente a las nuevas tecnologías. Esto es maravilloso, pero puede convertirse en un calvario, si nos olvidamos de la esencia que cohabita en el océano interior de cada uno de nosotros.
Ahora tenemos la retina inundada de píxeles y matices, empapada de colores alucinantes, pero también de millones de tonos grises que nos alejan de la realidad. Tengo, o tenemos, la obligación de estar alerta para no caer en la más absoluta oscuridad con tanta  información falsa, mediocre e instantánea viajando a la velocidad de la luz a través de los ríos de nuestro cerebro.

Me encanta el surrealismo que no cae en la idiotez y me empuja al abismo de imaginar situaciones oníricas como si fueran cuadros de Picasso o Daly. Y con ese toque, desde un lienzo en blanco, discernir lo que es real de lo que no, o lo que te gustaría que fuera real coloreándolo con palabras. Ese reto me apasiona, unir imágenes, música y poesía... y que la gente al verlas, escucharlas o leerlas, se sienta identificada o por lo menos, le haga pasar un buen rato.



Has compuesto cientos de canciones, musicado poemas y escrito poemarios; ¿cuál es el secreto de que la creatividad nunca deje de fluir?

Creer en lo que haces y divertirte creando, sin aspavientos y con mucha dedicación. Ese es el secreto. Un secreto a voces. Todo forma parte del infinito lienzo donde confluyen las autopistas del arte.
Si comparara fluir con el trafico, diría que me gustan las carreteras secundarias, porque te ayudan a reflexionar y escapar del caos de los atascos interminables de las grandes urbes en las que sobrevivimos... aunque también de esas situaciones extremas salen citas y estribillos memorables.
Cuando se alcanza a ver belleza hasta en la oscuridad, se es capaz de crear en cualquier parte y las musas aparecen en los sitios más recónditos, hermosos e inesperados, pero también en los más tristes, inhóspitos e inoportunos.

Tener la capacidad de ir tomando apuntes para desarrollarlos después, a solas, en nuestra isla interior, se va convirtiendo en un círculo vicioso que te atrapa para siempre. En el cosmos de la poesía al igual que en el de la música, hay miles de universos paralelos y asombrosos que hacen que todo fluya como una cascada. Tener el privilegio de expresar el nacimiento o muerte de cualquier tipo de emoción con una palabra, nota, frase, poema, canción o estribillo; y compartirlo, es como mínimo... fascinante. Personalmente, meditar y practicar yoga me ayudó a apaciguar mis impulsos y ordenar mis prioridades. Y esas no son otras que seguir creando y fluir hasta que el cuerpo aguante. Y trabajar duro, como si fuera un juego.



Has musicado a muchos poetas, de todos ellos cuál ha sido el más singular o especial.

Todos son o han sido singulares. Los primeros poetas a los que puse música fueron Antonio Machado, Miguel Hernández, Evgueni Evtuchenko, (Евгéний Алекса́ндрович Евтушéнко, Manuel Pacheco y mi querido Alfredo Buxán.

Después vinieron Balbina Prior, Luisa Castro, Blanca Andreu, Francisca Aguirre, Guadalupe Grande, Carmen Siguënza, Ana Romani, Balbina Prior, Chema Gómez Hontoria, Luisa Castro, Félix Grande, Chus Molina, Claudio Rodríguez y otros, no menos importantes.

Recientemente puse música a unos versos de la excelente poeta panameña Giovanna Benedetti, que ha escrito uno de los prólogos del libro. El otro prólogo; hay dos, lo ha escrito otro grandísimo escritor. Me refiero al asturiano Ignacio del Valle. Gracias a la poesía empecé a escribir canciones.

Pero quizás, los cuatro trabajos discográficos que compuse con poemas de José Hierro, Luis Alberto de Cuenca, Luz Pichel y Chantal Maillard; por la intensidad, el esfuerzo y la dedicación en los arreglos musicales, sean los que se llevan la guinda de momento.

Por qué el auge de la poesía en tiempos no precisamente poéticos.

Es un bálsamo que la poesía se abra paso entre la gente de a pie y vuelva a entrar en el metro, los cafetines, las tertulias, los centros culturales, las radios, los parques, las televisiones, los teatros, y demás medios de comunicación. En el imaginario colectivo. Y si es acompañada de buena música o cualquier otra expresión artística, mejor que mejor.

No sabría decirte porque ese auge y tampoco lo tengo claro, pero ojalá sea así. Me encanta ese optimismo. Quizás se estén dando cuenta que escribir y leer poesía es el deporte que el alma necesita para sobrevivir y llegar hasta donde uno desea. Además no contamina. El poderío creativo de este país es enorme y se merece mejor trato. Vivir de la poesía es una utopía en general, pero la riqueza del verdadero poeta, bajo mi humilde opinión, no se compra con billetes de ida y vuelta... sino dejándole viajar a su aire y expresar los sentimientos más profundos. Ese es el tesoro del poeta. Una necesidad casi biológica, íntima, como respirar.


Si la poesía es intensidad, ritmo y voz. En tu opinión que es la Voz.

En principio es la voz interior la que marca el ritmo de quien lee. Hay poetas que son músicos sin saberlo. La voz es el instrumento esencial a la hora de compartirlo con el público. Un poema recitado con una bonita voz, profunda e intensa, que sepa interpretar los tiempos, ritmos y espacios que necesita cada verso es un deleite escucharlo. Por el contrario, una voz que no transmita, puede convertir un hermoso soneto en la lista de la compra de un zumbado.

Es un lujo tener al alcance de la mano las voces de grandes poetas y cantantes como Leonard Cohen o Antonio Vega y tantos otros. La fusión de un buen poema con una voz bien trabajada, es capaz de quedarse en el corazón del mundo entero para siempre. Si conseguimos que esa voz interior nos emocione, imagínate lo maravilloso que sería poder hacérselo sentir a los demás. Sin duda recitar bien poesía no es tarea fácil, son muy pocos los elegidos. Quizás por eso prefiero cantarlos. La voz es esencial en un recital, en silencio todos somos grandes tenores y sopranos. El reto es superar el miedo escénico a la hora de expresarse en público y conseguir emocionar.

Qué te han dicho tus lectores y seguidores que más satisfacción te haya producido o conmovido.

A lo largo de mi carrera han sido muchas las personas que me han conmovido, a veces sin palabras, como la viejecita que venía con una sillita plegable a verme todos los días en la calle Preciados. Se sentaba a escucharme cantar y al terminar se alejaba silenciosamente. También me conmovió una niña preciosa que estaba muy malita cuando decía que mis canciones la ayudaban a conciliar el sueño.Y recientemente, fue conmovedor que una señora me enviara una deliciosa empanada gallega como agradecimiento. Antes me había escrito diciendo que mis canciones fueron un bálsamo durante meses para superar un grave y doloroso accidente. Me han conmovido tantas veces los silencios y los aplausos de la gente que no tengo papel suficiente para expresar tanto aprecio.
Me conmueve que tarareen mis canciones.
Me conmueve que inmensos poetas y músicos a los que admiro me alienten.
Me conmueve que me hagan recordar que algo he hecho bien.
Me conmueven y sonrojan los elogios en las redes de personas anónimas a las que no conozco.

Me conmueve casi todo.

Debo estar haciéndome mayor. Me satisface poder contarlo sin tapujos. Con el corazón en la mano. Sin bobadas. Me conmueve la buena gente. La que te quiere bien y la que no, también.


Sin red en la red
Joaquín Lera
Editorial Cuadernos del Laberinto

Te siento
tan dentro…
que no cabe un átomo de asombro.

Y es tanto el gozo…
que la duda se sonroja ante mí
como el más puro amor ante un claro de luna.


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