Le gusta Madrid y la pintura y cuando se jubiló comenzó a escribir novelas. Toda una serie. Luis César Rodríguez Martín ha publicado en la editorial Círculo Rojo, Todo empezó con dos muertos tras El ritual. La trama de esta segunda novela se ambienta en la II República, "cuando los españoles se dan a sí mismos una nueva oportunidad" y un inspector de policía investiga entre los mandos africanistas un doble asesinato. El orden de escritura es un proceso por así decir, interno: esta novela es la número once de la serie pero es la segunda que Rodríguez Martín da a la imprenta. En la configuración de cada libro es fundamental su compañera, lectora y correctora, Ascensión Luengo, "Ascen". La entrevista, de hecho, la gestiona ella, así que también ejerce de agente literaria.
Según indica tu editorial llevas escrita toda una serie novelística pero es ahora cuando decides empezar a publicarlas y no en orden.
En principio escribía solo para mí, tardé en decírselo a Ascen. Ella me animó a publicar la primera y buscó cómo hacerlo, no es fácil tener los medios económicos y una editorial que lo haga.
Nos ayudó un amigo que es corrector y lo autoeditamos, vendimos toda la tirada entre amigos y familiares.
El orden de publicación de los diferentes relatos no necesariamente debe de ser seguidos, dado que lo que pretendo es reflejar unos hechos acaecidos en una época determinada.
La novela negra, según los expertos, es el vehículo perfecto para la crítica social enmascarada de ficción.
Efectivamente, de lo contrario sería una novela policíaca sin más.
Tu primera novela tuvo muy buena acogida, qué dijeron tus lectores.
En el primer libro El ritual reflejé un escenario con situaciones más cercanas a mi persona que en Todo empezó con dos muertos.
Escribí sobre una zona rural que conocía y unos hechos bastante familiares, algunos de los lectores se sintieron agradablemente sorprendidos según me explicaron.
En cierta manera, tus novelas tienen “padre y madre”. La idea original es tuya, un primer texto por así decir en bruto y Ascensión, tu compañera, lo corrige. Cómo es el proceso de trabajo.
Necesito que mi compañera sea mi primer lector y crítico, pues tengo una manera de trabajar con un desarrollo mental muy escueto de la trama, según lo pienso escribo (más bien vomito) sin reparar en reglas ortográficas ni de estilo. Después lo leo y hago el primer cribado, a continuación, se lo paso a ella y muchas veces no estamos de acuerdo en la redacción de frases pues yo quizás sea un poco barroco y ella lo ve de una manera más periodista, o realista.
La II República parece un tiempo excepcional en la historia de España.
La Segunda República fue un tiempo convulso, con grandes contrastes y confrontación de ideas. Para mí fue la última oportunidad en la que la burguesía liberal e ilustrada tuvo de cambiar este país.
Si bien lo intentaron hacer las élites, al estar alejadas de las gentes, ocasionó grandes problemas entre dichas élites, los sindicatos y los partidos obreros. Se podría decir que fue aquello de “Todo para el pueblo” pero, sin la participación del pueblo por un lado, y el “Vivan las cadenas” de siempre.
Qué le has dado a un personaje de rasgo tuyo y que no ha salido como esperabas.
El personaje principal de todas las novelas, efectivamente tiene muchas cosas cercanas.
Me gusta el café, se llama como mi padre, incluso tiene lo que en los pueblos llaman mote o apelativo que identifica a la familia “Moreno”
Me siento identificado con su forma de ser, algo inocente, y a pesar de no ver claro algunas cosas, las acepta por el bien del grupo sin por ello dejar de defender sus ideas.
También le gusta como a mí la ciudad de Madrid, a la que llegué desde la migración rural siendo muy niño y que disfruto paseando por sus calles y museos.