Jose Félix Valdivieso ha publicado su primer poemario, La Geografía del erizo después de un par de volúmenes de cuentos: Cosas y murciélagos (Incipit Editores, 2010) y Dibugrafías (Libros.com, 2017). En realidad, confiesa en esta entrevista, estos poemas comenzaron siendo relatos y se metamorfosearon en poemas. Políglota, de una erudición casi inconcebible en estos tiempos, tiene la bonhomía de compartirla con levedad, esto es, sentido del humor.
Quizá ahora nos hayamos vuelto todos erizos: acercarse físicamente, no guardar distancia, es delito…
El caso es que, independientemente de lo que estamos viviendo, mantener una adecuada distancia debería ser considerado como una de las bellas artes, porque es fundamental para la ecuanimidad, la justicia, el buen trato con los demás, tanto en la amistad, como en la pareja…
En el poema La Distancia de La Geografía del erizo se dice:
Hay un punto,
del que equidistan,
el dolor y la alegría,
pasado el cual,
duelen más que alegran,
las tuyas, las mías,
las espinas…
Has comentado en una entrevista que este poemario fue escrito en un arrebato. ¿Es esta la diferencia en tu escritura con los cuentos?
Tengo que decir que estos poemas iban a ser cuentos, pero en un momento incierto, que realmente no recuerdo, se transformaron en poemas. En cualquier caso, creo que un arrebato creativo puede darse tanto en el cuento, la poesía, o en cualquiera de las artes. A lo que me refería con que La Geografía del erizo fue escrita en un arrebato, es a que las ideas para dar vida en verso a estos erizos me fluían, sin prácticamente hacer esfuerzo. Ojalá estuviera así siempre, como en arrebato!!!
Escribes tu poesía en español, a pesar de ser políglota. De estos idiomas que dominas, crees que alguno está especialmente indicado para la poesía y para finalizar esta pregunta, recomiéndanos, por favor, algún poeta.
Toda lengua es un conjunto de palabras en música, con su propio ritmo y melodía, pero música al fin y al cabo. Por ello, se trata de saber escuchar y descifrar la música de cada lengua. Así que, en principio, no hay ninguna más apta que otra, para hacer poesía. Es más, cada una es la más apta para hacer de sí misma su propia poesía. Lo que sí hay es gustos, que llevan a que a uno le guste más la poesía de una lengua que la de otra. ¿Dónde está el gusto, en la manzana, o en quien la degusta? -se preguntaba Berkeley.
Recomendaría, por ejemplo, al enigmático poeta de la dinastía Tang, Han Shan, que en uno de sus poemas dice que los humanos vivimos en la ceguera del polvo, como insectos en un cuenco, que dan vueltas y vueltas, y nunca consiguen salir del cuenco (人生在塵蒙 恰似盆中蟲 终日行繞繞 不離其盆中).
Si la poesía es intensidad, ritmo y voz. Qué es, en tu opinión, la Voz.
La voz es nuestra entraña, o lo que se hace eco de la misma. El poema Elección dice:
No puedo
haber elegido
esta voz.
—no puedo
haber elegido
este fuego—
La poesía parece vivir un auge en estos días, en estos tiempos que no parecen precisamente poéticos.
Creo que la poesía puede ser más popular en unas épocas que en otras, pero siempre estará ahí, porque trata de las cosas del corazón, y el corazón ha de latir siempre, si es que ha de haber vida.
En IE University, donde trabajo, se le da gran importancia a las humanidades, y entre los diferentes premios que hay en ese área, hay uno de poesía, en el que participan muchos alumnos que estudian gestión empresarial.
El ejercicio de tu profesión está ligado a China y hay una referencia a Matteo Ricci en la presentación de este poemario. En un vuelo de la imaginación, qué hubiera ocurrido si Ricci hubiera logrado la conversión del emperador Wanli al cristianismo.
Lo primero que habría que decir es que Matteo Ricci es uno de los casos más singulares de la historia en cuanto a asimilación cultural se refiere, pues pocos se han mimetizado tan bien con su país de acogida, como lo hizo él, que era un convencido de la existencia de principios comunes entre el Este y el Oeste.
Por otra parte, si esa conversión al cristianismo del Emperador Wanli se hubiese producido, creo que el peso y la especificidad cultural de China, no hubiese dejado que se desnaturalizase su propio ser, o sabor, chino. Quizás prueba de ello, pudiera ser que otra religión de gran peso, como es el budismo, se expandió por toda China entre los siglos I y II de nuestra era, pero siempre se mantuvo, digamos, dentro de los muros de la Gran Muralla, por decir, que no ha hecho a China budista.
Una realidad
Que todos hemos venido a lo mismo,
uno tarda mucho en comprenderlo.
Se trata de querer y ser querido,
en grados y distancias particulares,
que no son dimensiones de ninguna clase,
ni argumento para convencer a nadie,
sino una púa de realidad inusual,
aunque nos demos el gusto de llevar la contraria.
La geografía del erizo
José Félix Valdivieso
Editorial, Cuadernos del Laberinto
@iefelix