miércoles, 13 de diciembre de 2023

Siempre he preferido el miedo y el misterio - La inspectora Bërsenecken, Marina Nieto Martí.

 


La primera novela de Marina Nieto Martí, La inspectora Bërsenecken le ha supuesto también la búsqueda de financiación para poder publicarla y además, hacerse cargo de la promoción. Nieto Martí, profesora de Historia ha creado un personaje singular, Mercedes Bërsenecken que ha de ir a Japón, sumergirse en la Yakuza y lograr que su carácter peculiar, en palabras de la autora, juegue a su favor en la investigación. 


Escribir y además encontrar la financiación para la edición del libro. Los autores tienen cada vez más trabajo, incluida la promoción. Cómo ha sido el proceso.

A decir verdad ha sido un proceso bastante complicado; como bien indicas es difícil financiación sino imposible y las editoriales no tienden a colaborar con autores que aún no nos hemos dado a conocer. Ya no es sólo tener el tiempo para poder elaborar tu historia que no se limita en escribirla sino sumergirte de cabeza echándole horas que, obviamente, no están remuneradas. Por lo tanto, terminas con el manuscrito pero sin dinero para poder convertirlo en un libro y, gracias a una información, descubrí el crowfunding y un sitio: Libros.com, donde vieron mi idea y arrancó una campaña de unas semanas con un objetivo que fue agotador, conseguir los fondos para convertir el texto en un libro con tapa que poder coger. Ahí me ayudaron muchísimo con lo que es el tema de la edición; tapa; corrección e ideas para añadir mecenas a la campaña pero recuerdo un frenesí que no me daba tiempo ni para disfrutarlo pues era algo que hacía en mis ratos libres y que al final el agotamiento aumenta.

He sido afortunada al conseguir el objetivo que se me asignó y así empezó la edición que ha durado casi un año pero ahora ya puedo emocionarme viendo el libro. Aunque, como digo a todos, todo este trabajo no tiene un objetivo monetario pues las ganancias son muy pocas, es el poder empezar darme a conocer, creando mi círculo de lectores para si, tengo la oportunidad, contar con uno en cara mi segunda publicación.

Pero si es cierto que el trabajo de un escritor no se detiene ahí y ha demostrado ser una ardua tarea hasta la promoción post publicación.


La novela negra se afirma es el refugio de la narrativa, en tu caso por qué este género.

Hay muchos motivos personales que me empujaron a este tipo de novela y algunos de éstos se remontan a mi niñez. Amante de las novelas de Agatha Christie, los misterios del detective Sherlock Holmes o los tétricos cuentos de Poe, estaba siempre inmersa en mi propia imaginario que, a pesar que no se limitaba únicamente a este tipo de narrativa, fue creando pequeños relatos tanto escritos como orales hasta llegar a un punto de plantear mi primera idea que representó un auténtico refugio en una época complicada de mi vida y fue una vía de escape para una realidad desagradable.

Creo que la novela negra permite un amplio abanico de posibilidades y es fácil atarla con otros géneros por lo que la hace deseable. En mi caso es más bien por un amor al lado más tenebroso: libros de miedo, intriga, terror han motivado mucho mi puño. Stephen King se convirtió en uno de mis referentes siendo pequeña cuando todavía no entendía del todo sus libros, pero novelas como Cujo, La Niebla o El Resplandor hicieron mella y, junto a mi pasión por los misterios, se entrelazó mi propia forma de escribir y querer transmitir las historias.


Quién es la inspectora Bërsenecken.

Mercedes Bërsenecken es aquella persona que se atreve a decir lo que a muchos nos gustaría; a actuar cómo no nos atrevemos. Es esa libertad, sinceridad que no busca otra cosa que ser genuina y eso hace de ella alguien especial y difícil de olvidar. Una colaboradora de la Europol por elementos fortuitos, famosa en el continente y que ahora, en este primer caso, deberá ir a Tokio para probar sus habilidades, poco convencionales, contra la mafia japonesa, la yakuza. Esta mujer de madre española y padre alemán es todo lo que nadie espera de un policía que ‘oficialmente’ no lo es y su genio mediterráneo causará más de una escena en a cultura nipona, tan diferente a la suya propia.

Es aquella persona que muchas veces desearíamos que existiese aunque diste de la perfección y creo que eso la hace más cercana. No tiene poderes, linaje ni reino, pero sí intuición, inteligencia y un gran sentido del humor. Alguien más real y fresco, una mujer que no busca ‘buenos’ y ‘malos’ pues sabe que eso no es más que una percepción y por eso tiene más de un debate interior.


Cómo está siendo la recepción de los lectores, algún comentario te ha sorprendido.

La verdad es que aún no tengo muchos comentarios de la novela pero los pocos que me han llegado están siendo positivos, lo cual en sí ya me sorprende dado a qué, en mí caso, siempre dudo de lo que si escribo tiene algún sentido, coherencia o interés general. Es por eso que comentarios como que les resulta súperentretenida o que les ha enganchado de principio a fin resultan tan motivadores como sorprendentes; sin mencionar a gente que aún no lo ha terminado y me está pidiendo una segunda parte. Eso sí que me anima.



Las escritoras de novela negra arrastraban el prejuicio de que no podían ser tan duras como los escritores.

La verdad es que no sé con exactitud la respuesta pero, como historiadora, que la mujer siempre ha tenido más dificultades no es sorprendente. Es cierto que por alguna razón a las mujeres se nos considera más vulnerables delante de elementos más violentos lo cual nunca he terminado de comprender puesto que, como mencioné, ya de pequeña miraba películas de monstruos junto con mi abuela y me encantaban; leía las historias de los Hermanos Grimm una y otra vez y sí que recuerdo sorpresa al ver una niña con preferencias al miedo y misterio, aunque también me encantaban la aventura y fantasía.

Recopilando a algún comentario acerca de que les había sorprendido, que escribieses cosas así, sin miedos ni tapujos tanto en la acción, intriga, escena más sexuales y todo tratado con la misma naturalidad que comerse un helado. Por eso creo que hay como una dualidad en este tema; muchos piensan que tendemos a escribir más novelas románticas, como la gran ola de los noventa de escritoras románticas y, seguramente, ha sido con el tiempo que se ha ido ‘normalizando’ encontrar escritoras que preferimos temas de tintes más oscuros o violetos pues a pesar de contar con autoras como Mary Shelly, Merçè Rodoreda o la propia Christie, personalmente creo que se nos ha asociado más con escritos del estilo de Jane Austen, que en sí no significa algo malo, ella es una increíble escritora pero de un género diferente. De alguna manera, se piensa que tenemos menos tolerancia a la violencia por lo que maquillamos más algunas cuestiones consideradas más tabú en la sociedad.


En novela negra, qué autoras lees o puedes recomendar.

Me surge inmediatamente hablar de Agatha Cristie con obras como Muerte en el Nilo o Asesinato en el Orient Express que a día de hoy me siguen fascinando. Y recomiendo siempre a mujeres y hombres menos conocidos, por ejemplo, la Danesa Inger Wolf,  aunque he de decir que no soy gran lectura de su obra pero me encanta el frío que transmite en sus novelas, esa oscuridad en el ambiente que hacen que todo suceda en un tono más lúgubre. 

Camilla Läckberg es otra de mis escritoras, por su ambientación en zonas frías y, por algún motivo, estos lugares parecen más misteriosos que una isla tropical. 

Läckberg, además, suele centrar sus historias en el lugar en donde nació y me encanta buscarlas en un mapa e imaginarme dónde sucedió el crimen, como por ejemplo Fjällbacka. Este escenario, en su serie de Las hijas del Frío, que en principio parecía fortuito y en realidad, esconde un misterio más profundo de lo que cabía imaginar.

Aunque no estrictamente de novela negra pero pueden tener relación, Isabel Allende tiene varios libros que mezcla la novela negra con la fantasía y no puedo dejar de nombrarla o Merçe Rodoreda y su novela Mirall Trencat que ata, de forma pulida, unos misterios en la Barcelona de hace un siglo, mostrando la sociedad burguesa y aunque, sin policías, sí muestra los misterios familiares de forma excelente.











martes, 12 de diciembre de 2023

Ver con el corazón es amar - La clase de pintura. El viaje del Principito, Anna Lisa Miele y alumnos - Fundación Dalma

 

Anna Lisa Miele y sus alumnos han elaborado un libro basado en El Principito. En el marco del proyecto Contodoarte de la Fundación Dalma. La singularidad es que son alumnos con discapacidad intelectual, es un trabajo colectivo y el resultado un hermoso logro común: La clase de pintura. El viaje del principito que ha sido publicado gracias al apoyo de la Fundación Europamundo


Seguimos amando un cuento tan sencillo como El Principito. ¿Cuál es su secreto?

Probablemente porque es un cuento atemporal que contiene mensajes para todas las edades. Al ser un relato poético y filosófico de tipo existencialista, plantea preguntas sobre el significado de la vida y lo que es verdaderamente importante. 

Tal vez su secreto radica también en sus diálogos aparentemente sencillos, pero llenos de sabiduría, y también en la estructura de la historia, que nos viene desvelada poco a poco por el aviador, con el cual vivimos las aventuras del principito y descubrimos quién es y de dónde viene este niño misterioso.

Hay tantas razones para amar, leer y releer este cuento. Lo amamos porque nos permite ver la vida a través de los ojos curiosos de un niño, dejándonos asombrar por la belleza de una flor o por el esplendor de un cielo estrellado.

Nos permite conectar con nuestro niño interior que nos hace cuestionar el adulto en el que nos hemos convertido. Nos muestra nuestras debilidades, los vicios y las virtudes humanas y nos enfrenta a nuestras creencias limitantes y nos invita a cuestionarlas. 


Lo esencial no es visible a los ojos, en una sociedad en la que la imagen lo es todo. ¿Cómo desarrollar la habilidad de “ver” en la hiperaceleración en la que vivimos?

“No se ve bien, sino con el corazón, lo esencial es invisible a los ojos” es una de las frases más emblemáticas del libro, me gustaría añadir a esta frase una reflexión de mi alumna Chary: "ver con el corazón es amar”.

Para ver con el corazón, hay que parar. Ralentizar, observar, dejarnos sentir, aprender a relacionarnos con las emociones que surgen de nuestras experiencias, sin saltar de una actividad a otra de manera constante. Y esto resulta muy difícil cuando estamos instalados en el ruido frenético de la cotidianeidad.

Vivimos en una sociedad obsesionad por la productividad, y cuando no somos productivos creemos que estamos perdiendo el tiempo. Pero cuando aprendemos a disfrutar de este tiempo se convierte en un regalo, conectamos con los demás y con nosotros mismos. 

Por otro lado, también es difícil ver con el corazón en una sociedad basada en el culto a la imagen. Como dice mi alumna Cristina, “siembre buscan hombres más guapos y mujeres más delgadas”.

Retocamos nuestros perfiles digitales para parecernos a una imagen que queremos conseguir, sometidos por los cánones estereotipados que inundan los medios y las redes sociales. Una sobreestimulación visual que nos vuelve ciegos a los otros sentidos y nos hace olvidar lo más esencial, el ser. Perseguir esa imitación nos aparta de nuestra propia identidad, que es la que realmente nos hace únicos.

Para desarrollar la “habilidad de ver” hay que ir más allá de las apariencias, abrirnos al encuentro con el otro, que no es tan diferente de nosotros. Todos tenemos los mismos miedos y las mismas inquietudes, independientemente de las circunstancias, somos capaces de compartir, amar y buscar lo que de verdad importa.

Nuestros cuerpos, como dice el aviador en el Principito, solo son unas cáscaras.


Al leer la obra y conocer la vida de Saint-Exupéry, lo peculiar es que escribiera El Principito,  ¿a veces, lo mejor que somos o tenemos surge al margen de nosotros mismos?

Aunque esta obra se difiere de otras, por su contenido fantástico, sigue teniendo algo de autobiográfico. El escritor nos muestra a través de los ojos de un niño su manera de ver o de interpretar la naturaleza humana. Al principio del libro parece redactar relatos de su infancia. El narrador y personaje principal del libro, al igual que el escritor, es un aviador que tuvo una avería en el desierto del Sahara. Curiosamente, Antoine de Saint-Exupéry desapareció durante uno de sus vuelos un año después de la publicación del libro El Principito.

El autor parece enviar, a través de su obra, un mensaje a la humanidad ciega: “los ojos están ciegos, es necesario buscar con el corazón”.

Según su relato no todo está perdido, nos invita a despertar, a rescatar la ilusión y el amor por la vida, recordándonos que nuestro niño interior todavía tiene ganas de soñar. Y es ese niño interior, cuando despierta, es el que tiene la capacidad de guiarnos en nuestra búsqueda.



¿Conocían tus alumnos, tus autores, El Principito o se encontraron con la obra por primera vez?

La mayoría de ellos no conocían la obra. Así que, para muchos, fue un descubrimiento, un viaje, una aventura que nos brindó la oportunidad de hablar de temas relevantes, abriendo un nuevo espacio para el debate y la creatividad.  


De una gran obra se dice que deja espacio a la imaginación, ¿este libro es una prueba de que El Principito da alas?

Diría que sí, no solo ha dejado espacio a la imaginación, donde los resultados son claramente visible en las ilustraciones de mis alumnos, sino que también nos ha brindado la oportunidad de tratar temas universales. En un solo libro nos hemos movido entre una gran variedad de argumentos, que nos han llevado a encontrar nuevas respuestas y sobre todo generar nuevas preguntas. El resultado es un ensayo escrito e ilustrado sobre una obra tan emblemática.

Cada alumno ha imaginado un principito, un cordero, un zorro distintos.

Cada uno ha visto en esta historia un mensaje, un significado, una declaración de intenciones que, más allá de lo habitual, nos ha trasladado a un mundo fantástico, hecho de imágenes evocadoras, y de mensajes importantes. Hemos viajado y crecido junto al principito.

Hemos volado de un planeta a otro, observando y discutiendo sobre las debilidades humanas, pero también sobre el amor, la amistad, la generosidad, la empatía y el cuidado. 

Nos ha dado alas, alas hacia la inclusión. Mis alumnos son personas en riesgo de exclusión social, personas que muy difícilmente tienen la oportunidad de hacer públicas sus opiniones. En La clase de pintura. El viaje del principito, no solo se hace visible su punto de vista, sino que también se muestra su talento y creatividad. Además, las personas con discapacidad intelectual tienen dificultad en participar en la vida cultural. Mis alumnos no solo quieren participar, sino que también quieren ser creadores de contenido, convencidos de que la inclusión no favorece solo a los colectivos excluidos, sino que enriquece a toda una sociedad.



Entramos en el tiempo de volver a nacer, la Navidad.  

Este libro nos acerca a las enseñanzas del principito, nos conecta con nuestro niño interior, igual que la Navidad, con nuestra infancia. Y a la vez es un ejemplo de superación, de mirar más allá de nuestros límites. Explorar nuestras limitaciones nos ayuda a evolucionar, a florecer.

La Navidad también es encuentro, es dedicar tiempo a las personas más cercanas. Parafraseando a mi alumna Esther, para entender a los demás hay que compartir. En este trabajo colectivo hemos querido reflejar que el tiempo que dedicamos a las cosas, o las personas que amamos hace que estas sean importantes. Muestra una realidad que para muchos es desconocida. Entramos en un nuevo universo para ver más allá de las etiquetas y reconocer en otras voces nuestros mismos sueños e inquietudes.
Nos invita a ver la belleza en los colores del atardecer y a buscar en el cielo nocturno estrellas que saben reír.


Anna Lisa Miele y alumnos.
Editorial Cuadernos del Laberinto






lunes, 4 de diciembre de 2023

Ybernia - Una nueva editorial para la Literatura española e irlandesa - María Correas y Enda Kenneally



El pasado 23 de noviembre se presentó en la Librería La Independiente, una nueva editorial: Ybernia. María Correas y Enda Kenneally, en la fotografía, son los editores responsables de este nuevo proyecto.

Ybernia, antiguo nombre romano de Irlanda, es una editorial bilingüe cuyo catálogo se repartirá entre autores irlandeses y españoles.

Durante el acto, Correas y Kenneally presentaron su último libro, escrito por ambos, La vida en el cráter acerca de un angloparlante que se gana la vida en Madrid dando clases de inglés. Un día visita el Planetario y se queda fascinado con los nombres de los cráteres lunares dedicados a personalidades de todo el mundo.


Ybernia publicará bajo demanda y ofrecerá a los autores, servicios de edición, revisión y traducción de las obras.

En su página web además de las habituales redes sociales, cuentan con un espacio dedicado a sus podcast.