Escribir y además encontrar la financiación para la edición del libro. Los autores tienen cada vez más trabajo, incluida la promoción. Cómo ha sido el proceso.
A decir verdad ha sido un proceso bastante complicado; como bien indicas es difícil financiación sino imposible y las editoriales no tienden a colaborar con autores que aún no nos hemos dado a conocer. Ya no es sólo tener el tiempo para poder elaborar tu historia que no se limita en escribirla sino sumergirte de cabeza echándole horas que, obviamente, no están remuneradas. Por lo tanto, terminas con el manuscrito pero sin dinero para poder convertirlo en un libro y, gracias a una información, descubrí el crowfunding y un sitio: Libros.com, donde vieron mi idea y arrancó una campaña de unas semanas con un objetivo que fue agotador, conseguir los fondos para convertir el texto en un libro con tapa que poder coger. Ahí me ayudaron muchísimo con lo que es el tema de la edición; tapa; corrección e ideas para añadir mecenas a la campaña pero recuerdo un frenesí que no me daba tiempo ni para disfrutarlo pues era algo que hacía en mis ratos libres y que al final el agotamiento aumenta.
He sido afortunada al conseguir el objetivo que se me asignó y así empezó la edición que ha durado casi un año pero ahora ya puedo emocionarme viendo el libro. Aunque, como digo a todos, todo este trabajo no tiene un objetivo monetario pues las ganancias son muy pocas, es el poder empezar darme a conocer, creando mi círculo de lectores para si, tengo la oportunidad, contar con uno en cara mi segunda publicación.
Pero si es cierto que el trabajo de un escritor no se detiene ahí y ha demostrado ser una ardua tarea hasta la promoción post publicación.
La novela negra se afirma es el refugio de la narrativa, en tu caso por qué este género.
Hay muchos motivos personales que me empujaron a este tipo de novela y algunos de éstos se remontan a mi niñez. Amante de las novelas de Agatha Christie, los misterios del detective Sherlock Holmes o los tétricos cuentos de Poe, estaba siempre inmersa en mi propia imaginario que, a pesar que no se limitaba únicamente a este tipo de narrativa, fue creando pequeños relatos tanto escritos como orales hasta llegar a un punto de plantear mi primera idea que representó un auténtico refugio en una época complicada de mi vida y fue una vía de escape para una realidad desagradable.
Creo que la novela negra permite un amplio abanico de posibilidades y es fácil atarla con otros géneros por lo que la hace deseable. En mi caso es más bien por un amor al lado más tenebroso: libros de miedo, intriga, terror han motivado mucho mi puño. Stephen King se convirtió en uno de mis referentes siendo pequeña cuando todavía no entendía del todo sus libros, pero novelas como Cujo, La Niebla o El Resplandor hicieron mella y, junto a mi pasión por los misterios, se entrelazó mi propia forma de escribir y querer transmitir las historias.
Quién es la inspectora Bërsenecken.
Mercedes Bërsenecken es aquella persona que se atreve a decir lo que a muchos nos gustaría; a actuar cómo no nos atrevemos. Es esa libertad, sinceridad que no busca otra cosa que ser genuina y eso hace de ella alguien especial y difícil de olvidar. Una colaboradora de la Europol por elementos fortuitos, famosa en el continente y que ahora, en este primer caso, deberá ir a Tokio para probar sus habilidades, poco convencionales, contra la mafia japonesa, la yakuza. Esta mujer de madre española y padre alemán es todo lo que nadie espera de un policía que ‘oficialmente’ no lo es y su genio mediterráneo causará más de una escena en a cultura nipona, tan diferente a la suya propia.
Es aquella persona que muchas veces desearíamos que existiese aunque diste de la perfección y creo que eso la hace más cercana. No tiene poderes, linaje ni reino, pero sí intuición, inteligencia y un gran sentido del humor. Alguien más real y fresco, una mujer que no busca ‘buenos’ y ‘malos’ pues sabe que eso no es más que una percepción y por eso tiene más de un debate interior.
Cómo está siendo la recepción de los lectores, algún comentario te ha sorprendido.
La verdad es que aún no tengo muchos comentarios de la novela pero los pocos que me han llegado están siendo positivos, lo cual en sí ya me sorprende dado a qué, en mí caso, siempre dudo de lo que si escribo tiene algún sentido, coherencia o interés general. Es por eso que comentarios como que les resulta súperentretenida o que les ha enganchado de principio a fin resultan tan motivadores como sorprendentes; sin mencionar a gente que aún no lo ha terminado y me está pidiendo una segunda parte. Eso sí que me anima.
Las escritoras de novela negra arrastraban el prejuicio de que no podían ser tan duras como los escritores.
La verdad es que no sé con exactitud la respuesta pero, como historiadora, que la mujer siempre ha tenido más dificultades no es sorprendente. Es cierto que por alguna razón a las mujeres se nos considera más vulnerables delante de elementos más violentos lo cual nunca he terminado de comprender puesto que, como mencioné, ya de pequeña miraba películas de monstruos junto con mi abuela y me encantaban; leía las historias de los Hermanos Grimm una y otra vez y sí que recuerdo sorpresa al ver una niña con preferencias al miedo y misterio, aunque también me encantaban la aventura y fantasía.
Recopilando a algún comentario acerca de que les había sorprendido, que escribieses cosas así, sin miedos ni tapujos tanto en la acción, intriga, escena más sexuales y todo tratado con la misma naturalidad que comerse un helado. Por eso creo que hay como una dualidad en este tema; muchos piensan que tendemos a escribir más novelas románticas, como la gran ola de los noventa de escritoras románticas y, seguramente, ha sido con el tiempo que se ha ido ‘normalizando’ encontrar escritoras que preferimos temas de tintes más oscuros o violetos pues a pesar de contar con autoras como Mary Shelly, Merçè Rodoreda o la propia Christie, personalmente creo que se nos ha asociado más con escritos del estilo de Jane Austen, que en sí no significa algo malo, ella es una increíble escritora pero de un género diferente. De alguna manera, se piensa que tenemos menos tolerancia a la violencia por lo que maquillamos más algunas cuestiones consideradas más tabú en la sociedad.
En novela negra, qué autoras lees o puedes recomendar.
Me surge inmediatamente hablar de Agatha Cristie con obras como Muerte en el Nilo o Asesinato en el Orient Express que a día de hoy me siguen fascinando. Y recomiendo siempre a mujeres y hombres menos conocidos, por ejemplo, la Danesa Inger Wolf, aunque he de decir que no soy gran lectura de su obra pero me encanta el frío que transmite en sus novelas, esa oscuridad en el ambiente que hacen que todo suceda en un tono más lúgubre.
Camilla Läckberg es otra de mis escritoras, por su ambientación en zonas frías y, por algún motivo, estos lugares parecen más misteriosos que una isla tropical.
Läckberg, además, suele centrar sus historias en el lugar en donde nació y me encanta buscarlas en un mapa e imaginarme dónde sucedió el crimen, como por ejemplo Fjällbacka. Este escenario, en su serie de Las hijas del Frío, que en principio parecía fortuito y en realidad, esconde un misterio más profundo de lo que cabía imaginar.
Aunque no estrictamente de novela negra pero pueden tener relación, Isabel Allende tiene varios libros que mezcla la novela negra con la fantasía y no puedo dejar de nombrarla o Merçe Rodoreda y su novela Mirall Trencat que ata, de forma pulida, unos misterios en la Barcelona de hace un siglo, mostrando la sociedad burguesa y aunque, sin policías, sí muestra los misterios familiares de forma excelente.
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