"Qué magnífico sería abarcar todo Madrid", exclamó Benito Pérez Galdós subido a la torre de la Iglesia de Santa Cruz, considerada en su tiempo la más alta de la ciudad. Con apenas veinte años ya tenía trazado su proyecto de vida: retratar en la mayor amplitud posible toda la vida madrileña y a ello se dedicaría hasta su muerte.
Al igual que Cervantes, Galdós no tuvo intención de escribir novelas. Ambos escribieron poemas y tuvieron la lucidez de saber que eran malos poetas. Intentaron triunfar en el teatro pero no fueron capaces de abrirse un hueco. En el teatro se hacía dinero cuando ni el cine ni la televisión existían pero muy pocos vivían con desahogo de su dramaturgia.
Ambos estuvieron en el lugar y el momento oportunos. Ambos fueron longevos y afortunados. Uno inauguró un género, el otro perteneció a un tiempo en el que Occidente esgrimía la ciencia, y no la verdad caída de los cielos, como método de conocimiento. Salir para ver, medir, experimentar, comprobar; mientras la religión se retiraba a sus dominios naturales: el misterio. Galdós observa y anota el mundo que le rodea. Eran los tiempos de Balzac, de Víctor Hugo, de Dickens, de la grandes novelistas rusos; del llamado Gran Realismo.
Hombres cuyo mérito visto desde el siglo XXI no es ya su ambición totalizadora, contarlo todo de todos, ni su capacidad de trabajo (Galdós además de artículos periodísticos entregaba 100 cuartillas mensuales corregidas para imprimir).
Hoy en día, envidiamos la sencillez de un mundo en el que era admisible la perspectiva única de un único hombre. Un Galdós o un Tolstoi acometían con total seguridad narrar vidas desde su condición individual y hacerlo en una determinada estructura mental, la ficción.
Nosotros, por el contrario, asistimos a la agonía de lo ficticio en la literatura y especialmente de su forma más popular: la novela, que pierde cada vez más páginas y su tirada es cada vez más reducida. Experiencias lineales son ahora denominadas las novelas por los expertos en nuevas tecnologías. Los hombres y mujeres de hoy en día estamos a otra cosa, las bibliotecas se cierran y el lector tiene la sensación de que la narrativa contemporánea apenas va más allá del contarse algo a uno mismo. Es la consecuencia de las calles vacías y los individuos atomizados. Apenas hay experiencias colectivas.
Sabemos demasiado de demasiadas cosas, hemos de trazar cada palabra con un cuidado extremo: ¿conquista o descubrimiento? ¿no sería mejor, genocidio? ¿guerra mundial o gran guerra? ¿Quién se siente legitimado, capaz de arrogarse la potestad de escribir sobre la vida al completo de una ciudad entera? De ser voz de las mujeres, de los megarricos, de los excluidos de barrios marginales, de los llegados en pateras. De escribir Fortunata y Jacinta y Miau, y la Desheredada y la historia Completa de España en Episodios Nacionales.
En este sentido, la exposición sobre Benito Pérez Galdós en la Biblioteca Nacional no va más allá de una mera descripción: aquí el montón de cuartillas que escribía, aquí una foto con su perro, aquí el Madrid del XIX, aquí su amante, aquí la siguiente.
El otro curso que impartiré en la Universidad Popular Miguel Delibes de Alcobendas será precisamente, sobre Miguel Delibes. Un escritor que tiene una nueva vigencia: la voz, el canario en la mina, de la España vacia. Tras la guerra civil, el régimen franquista hubo de reconocer su fracaso en mejorar la situación económica de España y optó por lo único que permitía un salto colosal hacia la prosperidad por encima de una imposible industrialización del país: el turismo de sol y playa.
Esto significó la sentencia de muerte para el interior, para el campesinado. Y allí, en provincias, en un periódico de una ciudad pequeña con una familia numerosa de muchos hijos, Delibes se obstina y escribe sobre lo rural. Esto solo era posible asumiendo el riesgo de convertirse en un outsider de la literatura porque entonces, como ahora, Madrid y Barcelona eran los núcleos de la industria editorial. Pero su apuesta le salió bien. Eran los años de Camilo José Cela y su Pascual Duarte. De la mirada desoladora sobre pueblos de los que todos huían para recalar en las corralas de Lavapiés o las chabolas del Somorrostro en Barcelona.
Miguel Delibes, en cambio, toma la pluma y escribe El camino sin ironía, sin miseria moral; repleto del sentimiento más extraño a toda la literatura española: la ternura.
Galdós y Delibes, maestros de la narración
Maribel Orgaz
Comienzo, 13 de enero
Universidad Popular de Alcobendas
Ambos cursos están completos
lunes, 30 de diciembre de 2019
miércoles, 18 de diciembre de 2019
Todas las historias que viven en mí - Care Santos en Alcobendas
Maribel Orgaz - info@leerenmadrid.com
Presentar a una escritora como Care Santos es un privilegio especial y por muchos motivos. Care, Premio Nadal, Premio Ramon Lull, Premio Primavera y un largo etcétera; continúa escribiendo con pasión y entusiasmo después de veinticinco años dedicada a ello: "sé que no me va a dar tiempo a escribir todas las historias que quiero contar"; es generosa con sus influencias y su admiración literaria: "me han influido más los escritores hispanoamericanos que los españoles", "os recomiendo leer el ensayo de Murakami De qué hablo cuando hablo de correr"; y habla con naturalidad de su maternidad, sus hijos, sus anécdotas de vida doméstica.
Doce novelas, decenas de cuentos, una obra de teatro e incluso poemarios. Una obra amplia, de diferentes registros que atrae a todo tipo de lectores. Y cuando me refiero a variedad es en todo el sentido de la palabra: un lector encandilado de 8 años acudió a la presentación de la tarde para preguntar de dónde sacaba sus ideas para tantos personajes; muchos jóvenes llevaron libros para firmar y los adultos se interesaron por su opinión acerca de la adaptación televisiva de Habitaciones cerradas o cuándo empezó su vocación literaria, en qué estaba trabajando ahora.
Escribe por las mañanas, "me he dado cuenta de que mi cabeza funciona mejor", "no siento vacío al terminar una novela porque ya tengo la idea para la siguiente", "escribo un primer borrador del tirón y así no tengo bloqueo, tardo unos tres meses pero en corregirlo tardo más que en escribirlo". "¿Y si no sabes por dónde continuar con un personaje", le preguntó uno de sus lectores quinceañeros. "Si me bloqueo me hago un café, o me doy una ducha o si es un poco más largo, me doy un paseo por la playa porque tengo la suerte de que está muy cerca de mi casa".
Despoblación
Care Santos
Igual que de esos pueblos de los que huye la gente
el día en que se vienen abajo los tejados,
entiendo que te escapes de mi vida.
Aquí no queda nada: escombros y cascotes
y madera podrida que ni siquiera arde.
Autorretrato
Care Santos
Tengo treinta y seis años.
Sólo soy un estorbo para la evolución.
He parido tres hijos, pero hace varios meses
que desteté al pequeño.
Nunca fabriqué nada con las manos.
No tallo, no modelo.
Nunca hice una escudilla. O una mesa.
No domaron mis manos la madera ni el barro
ni ninguna otra cosa.
No sé curar enchufes ni comprendo los grifos.
Ni siquiera soy buena devolviendo un botón
a su lugar.
Fui un año presidenta de la comunidad
de propietarios
mas yo siento que no fue suficiente.
No soy capaz siquiera de matar a un cangrejo.
Incluso me conmueve ver colorear un pez fuera del agua.
No conozco de trucos ni pócimas capaces de sanar;
nunca he matado a nadie.
Nada entiendo de arados ni de recolecciones.
Desconozco el placer de ver crecer aquello
cuya semilla deposité en un surco.
Durante muchos años me he sentido orgullosa
de saber ejercer un oficio antiquísimo:
proporcionar placer
(y a la vez ser capaz de recibirlo).
Mas ahora he aprendido que tampoco en la cama
soy insustituible
aunque tengo muy alto el umbral del dolor
y grandes aptitudes para ser humillada.
De amor, mejor ni hablar:
no hay nada más inútil en la tierra
que lo que no podemos retener.
De modo que lo único que tengo
es mi tenacidad para unir noche y día
una palabra a otra.
Con ellas formo frases
que a su vez forman párrafos
que a su vez son historias,
pero es algo que muchos son capaces de hacer,
tal vez mejor que yo.
O con más éxito.
De modo que aquí estoy.
Tengo treinta y seis años.
No sirvo para nada.
Presentar a una escritora como Care Santos es un privilegio especial y por muchos motivos. Care, Premio Nadal, Premio Ramon Lull, Premio Primavera y un largo etcétera; continúa escribiendo con pasión y entusiasmo después de veinticinco años dedicada a ello: "sé que no me va a dar tiempo a escribir todas las historias que quiero contar"; es generosa con sus influencias y su admiración literaria: "me han influido más los escritores hispanoamericanos que los españoles", "os recomiendo leer el ensayo de Murakami De qué hablo cuando hablo de correr"; y habla con naturalidad de su maternidad, sus hijos, sus anécdotas de vida doméstica.
Doce novelas, decenas de cuentos, una obra de teatro e incluso poemarios. Una obra amplia, de diferentes registros que atrae a todo tipo de lectores. Y cuando me refiero a variedad es en todo el sentido de la palabra: un lector encandilado de 8 años acudió a la presentación de la tarde para preguntar de dónde sacaba sus ideas para tantos personajes; muchos jóvenes llevaron libros para firmar y los adultos se interesaron por su opinión acerca de la adaptación televisiva de Habitaciones cerradas o cuándo empezó su vocación literaria, en qué estaba trabajando ahora.
Escribe por las mañanas, "me he dado cuenta de que mi cabeza funciona mejor", "no siento vacío al terminar una novela porque ya tengo la idea para la siguiente", "escribo un primer borrador del tirón y así no tengo bloqueo, tardo unos tres meses pero en corregirlo tardo más que en escribirlo". "¿Y si no sabes por dónde continuar con un personaje", le preguntó uno de sus lectores quinceañeros. "Si me bloqueo me hago un café, o me doy una ducha o si es un poco más largo, me doy un paseo por la playa porque tengo la suerte de que está muy cerca de mi casa".
Despoblación
Care Santos
Igual que de esos pueblos de los que huye la gente
el día en que se vienen abajo los tejados,
entiendo que te escapes de mi vida.
Aquí no queda nada: escombros y cascotes
y madera podrida que ni siquiera arde.
Autorretrato
Care Santos
Tengo treinta y seis años.
Sólo soy un estorbo para la evolución.
He parido tres hijos, pero hace varios meses
que desteté al pequeño.
Nunca fabriqué nada con las manos.
No tallo, no modelo.
Nunca hice una escudilla. O una mesa.
No domaron mis manos la madera ni el barro
ni ninguna otra cosa.
No sé curar enchufes ni comprendo los grifos.
Ni siquiera soy buena devolviendo un botón
a su lugar.
Fui un año presidenta de la comunidad
de propietarios
mas yo siento que no fue suficiente.
No soy capaz siquiera de matar a un cangrejo.
Incluso me conmueve ver colorear un pez fuera del agua.
No conozco de trucos ni pócimas capaces de sanar;
nunca he matado a nadie.
Nada entiendo de arados ni de recolecciones.
Desconozco el placer de ver crecer aquello
cuya semilla deposité en un surco.
Durante muchos años me he sentido orgullosa
de saber ejercer un oficio antiquísimo:
proporcionar placer
(y a la vez ser capaz de recibirlo).
Mas ahora he aprendido que tampoco en la cama
soy insustituible
aunque tengo muy alto el umbral del dolor
y grandes aptitudes para ser humillada.
De amor, mejor ni hablar:
no hay nada más inútil en la tierra
que lo que no podemos retener.
De modo que lo único que tengo
es mi tenacidad para unir noche y día
una palabra a otra.
Con ellas formo frases
que a su vez forman párrafos
que a su vez son historias,
pero es algo que muchos son capaces de hacer,
tal vez mejor que yo.
O con más éxito.
De modo que aquí estoy.
Tengo treinta y seis años.
No sirvo para nada.
lunes, 9 de diciembre de 2019
La poesía fue creada para ser recitada en público - Juan Carlos Tejero, poeta
Juan Carlos Tejero presenta el próximo 13 de diciembre en el Centro Cultural Casa de la Cadena en Pinto a las 18h. su tercer poemario, El eco de las voces. Antes, había publicado El disfraz de los paisajes (Amargord, 2012) y Anónimos también en Cuadernos del Laberinto, además de dos obras de teatro para público juvenil. Tejero ha ejercido como profesor de lengua y literatura y su poética, en sus propias palabras, son también un reflejo de lo que sueña y de lo que lee y no sólo de lo que vive.
La dedicatoria de El eco de las voces es muy hermosa, A todos mis amigos que deseaban que siguiera escribiendo.
El libro, en un principio, carecía de dedicatoria y fue propuesta de mi editora Alicia Arés para que incluyera una.
Recordé algunos consejos de varios amigos que al publicar El disfraz de los paisajes y Anónimos me sugirieron que siguiera escribiendo poemas. Ello no solo es un halago, sino una conexión cordial con todos ellos y una invitación a la reflexión y al trabajo poético.
Este nuevo poemario qué significa en su trayectoria de escritura.
El eco de las voces es mi tercer poemario y creo que supone un mayor grado de madurez respecto de los anteriores. El primero fue una iniciativa de mi amigo Jesús Urceloy y agrupé unos poemas de temática heterogénea. En Anónimos quise que tuviera la unidad de la que carecía el primero tomando como motivo central el homenaje a determinadas personas que desinteresadamente ofrecen todo su saber. En El eco de las voces el criterio es también uniforme, pero creo que los versos han ganado en profundidad y en intención, pues son el reflejo de una idea común: quise que algunas de mis lecturas literarias se convirtieran en materia poética; si bien, al volver a ver la película de Adolfo Aristarain, Un lugar en el mundo, las palabras de José Sacristán sobre la “lectura” de un simple objeto como una piedra me hicieron modificar mi propósito: no solo lo literario sería mi referencia, sino también mi interpretación poética de algunas películas o de algunos acontecimientos recientes de nuestra realidad social o de cualesquiera signos. Me parece que el poemario ha ganado en solidez en las ideas que quiero transmitir y en los temas que más me preocupan: aparte de los literarios, la injusticia con los más débiles y la falta de solidaridad con los problemas de los demás. Si no somos capaces de hacer nuestras esas dificultades y carencias, no podremos resolver las propias.
A qué cree que se debe el auge de la poesía en estos tiempos no precisamente poéticos.
La poesía es un género que, a pesar de tener unos escasos y devotos lectores, es el que concentra sin duda las emociones de una manera más evidente, por eso precisamente en estos tiempos de depresión y constante crisis, que supone pobreza para muchos y riqueza para unos pocos, la poesía es un medio ideal para proyectar los problemas individuales a modo de catarsis. El acceso a las nuevas tecnologías y el consumo compulsivo, propiciado por los medios de comunicación a través de la publicidad, no favorecen esas dificultades, bien al contrario, el deseo se aleja de la realidad, como suscribiría Luis Cernuda.
Hace unos meses apareció una noticia que contaba que el número de suicidios había aumentado un 30 por ciento en España, especialmente en las personas cuyo intervalo de edad es de 20 a 35 años, lo que da pie a pensar en la insatisfacción de nuestra vida actual. Una adecuada educación es fundamental para reconducir determinadas conductas y la poesía puede contribuir a una posible, llamemos, redención.
Si la poesía es intensidad, ritmo y voz. Qué es, en su opinión La Voz.
En la perspectiva de mi poemario llamo voz a los orígenes literarios o no que me han permitido crear cada uno de mis poemas, de ahí que yo me convierta en eco de esas voces. El poeta, como dice Osip Maldelstam, “es el maestro del eco”, por cuanto la obra escrita se genera a partir de otras anteriores que se manifiestan como referencias, es decir, surgen de lecturas y de convertir deseos, ideas y emociones en imágenes a veces con cierta y relativa originalidad. Contradiciendo a Larra, con todos los respetos, se escribe porque se lee y se lee porque se escribe.
Ajeno a esa interpretación, considero que la poesía fue creada para ser recitada en público, independientemente de convertirse en literatura escrita. Es un placer del poeta convertirse en rapsoda. Los recitales, las tertulias, las llamadas jam session poéticas promueven este tipo de actos y son excelentes muestras de ese vestigio inicial de la poesía, tan cercana a la música.
Colabora en la Sociedad Española de Estudios Literarios de Cultura Popular.
La colaboración con SELICUP (Sociedad Española de Estudios Literarios de Cultura Popular) viene de lejos, concretamente de los años 90, en que mi mujer Isabel Gutiérrez y yo recogíamos materiales de literatura popular de algunos informantes de la comarca de la Axarquía malagueña. Se inició con unos cursos de doctorado dirigidos por el profesor José Fradejas Lebrero en que recopilábamos materiales de literatura oral. El entusiasmo fue extraordinario por el hallazgo tan natural de encontrar informantes de muy escasa instrucción educativa y, sin embargo, conservaban en su memoria romances, coplas, cuentos… que nos remitían en muchas ocasiones a periodos medievales de nuestra Literatura.
SELICUP organiza encuentros cada dos años, aproximadamente, en distintas universidades de España. Hasta ahora hemos colaborado en cuatro ocasiones con distintos temas como cuentos anticlericales, nanas o canciones de columpio. Aún seguimos recopilando materiales para posteriores congresos y nuestros informantes de distintos pueblos malagueños ya se han convertido en amigos que nos localizan a otras personas que atesoran esa sabiduría literaria.
Se ha dedicado a la enseñanza, qué aportaría la poesía (y no el estudio de su historia) al aula.
La poesía, como decía más arriba, es un texto literario ideal para ser expresado en voz alta y el centro educativo es un lugar inmejorable para que los alumnos se acerquen a la literatura de autores clásicos o modernos. No importa que a veces no entiendan el significado de los poemas, basta con que se acerquen a la musicalidad de las palabras y se dejen seducir por ellas. Se pueden adaptar los textos al nivel de cada grupo de alumnos y esa es tarea del profesor, pues debe conocerlos y recopilar los poemas adecuados.
Las actividades que permite la poesía –y que he podido realizar con mis alumnos– coinciden con otros géneros literarios, pero el aprendizaje memorístico de fragmentos o poemas enteros es más propio de ella, al igual que la posibilidad de verla interpretada por cantautores o la de imitar obras aparentemente sencillas, como las odas elementales de Pablo Neruda, también los caligramas, los poemas surrealistas, romances y haikus. Los propios alumnos pueden recoger materiales de literatura oral acercándose a sus abuelos, especialmente si proceden de zonas rurales. Los encuentros de los alumnos con escritores consagrados es un importante estímulo que acerca al creador con un público infantil o adolescente, etapas favorables para los comienzos de los primeros acercamientos a la poesía.
La dedicatoria de El eco de las voces es muy hermosa, A todos mis amigos que deseaban que siguiera escribiendo.
El libro, en un principio, carecía de dedicatoria y fue propuesta de mi editora Alicia Arés para que incluyera una.
Recordé algunos consejos de varios amigos que al publicar El disfraz de los paisajes y Anónimos me sugirieron que siguiera escribiendo poemas. Ello no solo es un halago, sino una conexión cordial con todos ellos y una invitación a la reflexión y al trabajo poético.
Este nuevo poemario qué significa en su trayectoria de escritura.
El eco de las voces es mi tercer poemario y creo que supone un mayor grado de madurez respecto de los anteriores. El primero fue una iniciativa de mi amigo Jesús Urceloy y agrupé unos poemas de temática heterogénea. En Anónimos quise que tuviera la unidad de la que carecía el primero tomando como motivo central el homenaje a determinadas personas que desinteresadamente ofrecen todo su saber. En El eco de las voces el criterio es también uniforme, pero creo que los versos han ganado en profundidad y en intención, pues son el reflejo de una idea común: quise que algunas de mis lecturas literarias se convirtieran en materia poética; si bien, al volver a ver la película de Adolfo Aristarain, Un lugar en el mundo, las palabras de José Sacristán sobre la “lectura” de un simple objeto como una piedra me hicieron modificar mi propósito: no solo lo literario sería mi referencia, sino también mi interpretación poética de algunas películas o de algunos acontecimientos recientes de nuestra realidad social o de cualesquiera signos. Me parece que el poemario ha ganado en solidez en las ideas que quiero transmitir y en los temas que más me preocupan: aparte de los literarios, la injusticia con los más débiles y la falta de solidaridad con los problemas de los demás. Si no somos capaces de hacer nuestras esas dificultades y carencias, no podremos resolver las propias.
A qué cree que se debe el auge de la poesía en estos tiempos no precisamente poéticos.
La poesía es un género que, a pesar de tener unos escasos y devotos lectores, es el que concentra sin duda las emociones de una manera más evidente, por eso precisamente en estos tiempos de depresión y constante crisis, que supone pobreza para muchos y riqueza para unos pocos, la poesía es un medio ideal para proyectar los problemas individuales a modo de catarsis. El acceso a las nuevas tecnologías y el consumo compulsivo, propiciado por los medios de comunicación a través de la publicidad, no favorecen esas dificultades, bien al contrario, el deseo se aleja de la realidad, como suscribiría Luis Cernuda.
Hace unos meses apareció una noticia que contaba que el número de suicidios había aumentado un 30 por ciento en España, especialmente en las personas cuyo intervalo de edad es de 20 a 35 años, lo que da pie a pensar en la insatisfacción de nuestra vida actual. Una adecuada educación es fundamental para reconducir determinadas conductas y la poesía puede contribuir a una posible, llamemos, redención.
Si la poesía es intensidad, ritmo y voz. Qué es, en su opinión La Voz.
En la perspectiva de mi poemario llamo voz a los orígenes literarios o no que me han permitido crear cada uno de mis poemas, de ahí que yo me convierta en eco de esas voces. El poeta, como dice Osip Maldelstam, “es el maestro del eco”, por cuanto la obra escrita se genera a partir de otras anteriores que se manifiestan como referencias, es decir, surgen de lecturas y de convertir deseos, ideas y emociones en imágenes a veces con cierta y relativa originalidad. Contradiciendo a Larra, con todos los respetos, se escribe porque se lee y se lee porque se escribe.
Ajeno a esa interpretación, considero que la poesía fue creada para ser recitada en público, independientemente de convertirse en literatura escrita. Es un placer del poeta convertirse en rapsoda. Los recitales, las tertulias, las llamadas jam session poéticas promueven este tipo de actos y son excelentes muestras de ese vestigio inicial de la poesía, tan cercana a la música.
Colabora en la Sociedad Española de Estudios Literarios de Cultura Popular.
La colaboración con SELICUP (Sociedad Española de Estudios Literarios de Cultura Popular) viene de lejos, concretamente de los años 90, en que mi mujer Isabel Gutiérrez y yo recogíamos materiales de literatura popular de algunos informantes de la comarca de la Axarquía malagueña. Se inició con unos cursos de doctorado dirigidos por el profesor José Fradejas Lebrero en que recopilábamos materiales de literatura oral. El entusiasmo fue extraordinario por el hallazgo tan natural de encontrar informantes de muy escasa instrucción educativa y, sin embargo, conservaban en su memoria romances, coplas, cuentos… que nos remitían en muchas ocasiones a periodos medievales de nuestra Literatura.
SELICUP organiza encuentros cada dos años, aproximadamente, en distintas universidades de España. Hasta ahora hemos colaborado en cuatro ocasiones con distintos temas como cuentos anticlericales, nanas o canciones de columpio. Aún seguimos recopilando materiales para posteriores congresos y nuestros informantes de distintos pueblos malagueños ya se han convertido en amigos que nos localizan a otras personas que atesoran esa sabiduría literaria.
Se ha dedicado a la enseñanza, qué aportaría la poesía (y no el estudio de su historia) al aula.
La poesía, como decía más arriba, es un texto literario ideal para ser expresado en voz alta y el centro educativo es un lugar inmejorable para que los alumnos se acerquen a la literatura de autores clásicos o modernos. No importa que a veces no entiendan el significado de los poemas, basta con que se acerquen a la musicalidad de las palabras y se dejen seducir por ellas. Se pueden adaptar los textos al nivel de cada grupo de alumnos y esa es tarea del profesor, pues debe conocerlos y recopilar los poemas adecuados.
Las actividades que permite la poesía –y que he podido realizar con mis alumnos– coinciden con otros géneros literarios, pero el aprendizaje memorístico de fragmentos o poemas enteros es más propio de ella, al igual que la posibilidad de verla interpretada por cantautores o la de imitar obras aparentemente sencillas, como las odas elementales de Pablo Neruda, también los caligramas, los poemas surrealistas, romances y haikus. Los propios alumnos pueden recoger materiales de literatura oral acercándose a sus abuelos, especialmente si proceden de zonas rurales. Los encuentros de los alumnos con escritores consagrados es un importante estímulo que acerca al creador con un público infantil o adolescente, etapas favorables para los comienzos de los primeros acercamientos a la poesía.
Solo la palabra nos salva del espejismo,
convierte la lucha en remanso,
fruto de inigualable savia.
La palabra es nuestra religión,
la inercia con que se rechaza
la liturgia del dios del sufrimiento,
de la lágrima avergonzada,
del camuflado perdón
que evoca la causa del poder.
La palabra anuncia lo desconocido
y transforma la obediencia
en la ansiada libertad.
miércoles, 4 de diciembre de 2019
En un relato, cada elemento tiene que encajar a la perfección - Alberto Martínez, escritor
Maribel Orgaz - info@leerenmadrid.com
Alberto Martínez es un multipremiado escritor de relatos y también de novela: Las ruinas blancas fue galardonada en el XVI certamen «Santa Isabel de Aragón, reina de Portugal» y Trovas de fierro mereció el «Alfonso Sancho Sáez». De todos los elogios que ha recibido, el que más le ha gustado fue el de una lectora: "escribes como un ángel". Estos días presenta Un ciervo en la carretera, veinte relatos de épocas y personajes muy distintos. [11 de diciembre a las 19.30h en la librería Letras a la Taza de Tudela y el 16 de diciembre, a las 19.30h en Librería General de Zaragoza]
Un ciervo en la carretera es tu nuevo volumen de cuentos. ¿Qué tiene el cuento frente a la novela?
He de reconocer que en esta respuesta no puedo ser objetivo. Aunque ahora esté presentando Un ciervo en la carretera, una antología de relatos, yo siempre me he reconocido como novelista. Tengo dos novelas editadas y otras dos a media acabar. Eso no quiere decir que reniegue de los relatos. Al contrario, escribir obras más breves, de ocho o diez páginas (e incluso últimamente bastante menos) me ha permitido probar recursos estilísticos que luego he desarrollado en las novelas. Para mí los relatos han sido una especie de laboratorio de ideas.
No soy de los que creen que escribir dos páginas sea más difícil que doscientas, y más difícil todavía escribir dos líneas. Para mí, las ventajas con respecto a una obra de mayor aliento son evidentes. Eso sí, el relato tiene una dificultad evidente, y es que todo ha de estar en su sitio; cada elemento, cada rueda y engranaje, tienen que encajar para que el mecanismo funcione. La novela, en cambio, es más bien un cajón de sastre. Te da mayor libertad a la hora de crear ambientes y tramas, y desarrollar los personajes. Podría decirse que las novelas te permiten ser aprendiz de mago, puedes ser Harry Potter si quieres. En los relatos desde la primera línea tienes que ser Dumbledore.
Lo presentas el próximo 11 de diciembre a las 19.30h en la librería Letras a la Taza de Tudela y el 16 de diciembre, a las 19.30h en Librería General de Zaragoza, pero ya estás trabajando en una saga de la Edad Media. ¿Qué consejo darías a un escritor bloqueado?
A todos nos pasa alguna vez el quedarnos a medias, saber lo que quieres decir o tener una idea aproximada pero no conseguir avanzar, quedarte atascado y darle vueltas y más vueltas sin que te sirva nada. En mi caso, yo solía escribir a mano. Los primeros relatos de esta antología, de hecho, los escribí así, pero el resto he acabado escribiéndolos con el ordenador. He descubierto que trabajo más rápido y no suelo atascarme. A eso añade que, como generalmente tengo tan poco tiempo (por las obligaciones cotidianas, mis hijos, etc.), creo que me he concienciado para aprovechar al máximo el tiempo que me queda.
Lo peor es obsesionarse. Mi consejo es que te relajes. Date una vuelta, lee un libro, vete al cine o haz deporte, lo que le sirva a cada uno para relajarse. Si ves que has llegado a un callejón sin salida, dale tiempo al texto. Escribe otra cosa… o no escribas nada. Un día, de repente, cuando menos te lo esperes, duchándote o sacando a pasear al perro, se te va a ocurrir la solución y seguirás sin problemas desde donde lo habías dejado.
Si alguien quiere empezar a leer tu obra, qué cuento o por dónde le recomendarías empezar.
Como en el caso de Rayuela, salvando las distancias con Julio Cortázar, Un ciervo en la carretera tiene un orden. Son veinte relatos a los que yo, como autor, les he dado una estructura. Dice Alberto Montaner en el prólogo que él, contra su costumbre, empezó a leer el libro «al azar y por el medio», por uno de los relatos breves. Es otra opción. Puedes empezar leyendo los relatos más breves, que son los que están a mitad del libro, y luego seguir hasta los más largos. Hay relatos de cuatro líneas y los hay de treinta y pico páginas. Otra opción es por orden cronológico. Muchos de los cuentos están ambientados en momentos puntuales de la historia. Puedes empezar por la Iberia prerromana e ir avanzando hasta llegar a la actualidad. ¿Mi consejo? Es tu libro, ¡haz lo que quieras! Léelo y disfrútalo, es de lo que se trata. Leer tiene que ser ante todo algo lúdico, no puedes acabar con dolor de cabeza y bostezando. Si quieres que te deje mi hilo de Ariadna para que luego tú te aventures en el laberinto, ahí va mi consejo: puedes empezar por «La gota que colma el vaso», un relato breve, de apenas una página. El resto ya es cosa tuya.
Hoy en día el autor tiene que ocuparse mucho de su propia promoción.
Me viene a la cabeza una secuencia de Fama, esa serie mítica que todos los que fuimos a EGB vimos en su momento, en la que la actriz Debbie Allen, que hace de profesora de danza, les dice a sus alumnos: «Tenéis muchos sueños. Buscáis la fama, pero la fama cuesta, pues aquí es donde vais a empezar a pagar… ¡con sudor!». La promoción viene a ser el sudor de la escritura. A todos nos encanta escribir, por eso nos dedicamos a esto, pero luego viene el trabajo duro, lo verdaderamente pesado, que es tener que vender tu obra. No sé cómo será en el caso de los escritores consagrados. En mi caso tengo claro que, en cuanto termino un libro, voy a tener que convertirme en un vendedor puerta a puerta de enciclopedias, o en un testigo de Jehová que va haciendo proselitismo e intentando convertir a todo bicho viviente. Tengo un libro, un gran libro, producto de muchas horas de esfuerzo, de muchísimo trabajo, y tengo que mostrárselo a la gente y lograr que confíen a mí y me lo compren. No es agradable ni divertido, pero como decía Debbie Allen, la fama cuesta; y después de escribir un libro es cuando vas a tener que pagar… ¡con sudor! Y a veces de tu bolsillo.
¿Cuáles son tus maestros literarios?
Como decía al principio, yo me considero novelista, y mis maestros han sido forzosamente novelistas, sobre todo los grandes autores franceses y rusos del XIX, la edad de oro de la novela. Gente como Zola o Balzac, Gógol, Gorki, Bulgákov. Queda muy bien decir esto, que por otra parte es cierto, y añadir que eso no quita para que me encante leer relatos o poesía, para que tenga a Mishima y a Conrad en el mismo pedestal en el que pongo la Celestina o los cantares de gesta. Como digo, queda muy bien, muy profesional, pero tengo que reconocer que yo no empecé mi vida lectora con las grandes novelas, sino con tebeos, Astérix, Mortadelo. Nunca fui de los superhéroes de la Marvel. A mí me hacía más gracia Superlópez, lo veía más real, más incisivo. De los tebeos pasé al pirata Garrapata y Fray Perico y su borrico, y de aquí, ahora sí, ya empecé con la novela.
Lo importante es leer. Da igual si empiezas con los prospectos de los medicamentos. Leer y disfrutar con la lectura. El que quiera leer a Homero, que lo haga, y el que no, que lea Canción de fuego y hielo o la prensa deportiva. Hay cosas peores que el Marca para pasar el rato. Se me ocurre leer a De Prada.
Qué opinión, de un lector/a, te ha gustado especialmente.
Hace tiempo, una amiga mía me dijo (creo yo que sin haber bebido en exceso) que escribía como los ángeles. Es uno de esos comentarios que salen así, espontáneamente, y que reflejan lo que uno siente de verdad, sin componendas, y que a mí me hizo sentirme casi, casi, como Valle-Inclán… con menos barba, eso sí, y sin agujeros en los zapatos. Paz Olivares, de la editorial niños gratis *, también me hizo una crítica muy bonita hace unos meses, precisamente sobre esta obra, Un ciervo en la carretera, pero sería muy largo reproducirla aquí. En mi bitácora «La hoguera de los libros», la gente suele ser muy atenta y respetuosa. Claudia Lipovesky, traductora argentina, leyó allí alguno de mis relatos más largos y me mandó unas palabras que me gustaron mucho. Decía sobre mi forma de escribir que «tiene pasión. Incomoda, sorprende, golpea y, a la vez, resulta placentera».
Alberto Martínez es un multipremiado escritor de relatos y también de novela: Las ruinas blancas fue galardonada en el XVI certamen «Santa Isabel de Aragón, reina de Portugal» y Trovas de fierro mereció el «Alfonso Sancho Sáez». De todos los elogios que ha recibido, el que más le ha gustado fue el de una lectora: "escribes como un ángel". Estos días presenta Un ciervo en la carretera, veinte relatos de épocas y personajes muy distintos. [11 de diciembre a las 19.30h en la librería Letras a la Taza de Tudela y el 16 de diciembre, a las 19.30h en Librería General de Zaragoza]
Un ciervo en la carretera es tu nuevo volumen de cuentos. ¿Qué tiene el cuento frente a la novela?
He de reconocer que en esta respuesta no puedo ser objetivo. Aunque ahora esté presentando Un ciervo en la carretera, una antología de relatos, yo siempre me he reconocido como novelista. Tengo dos novelas editadas y otras dos a media acabar. Eso no quiere decir que reniegue de los relatos. Al contrario, escribir obras más breves, de ocho o diez páginas (e incluso últimamente bastante menos) me ha permitido probar recursos estilísticos que luego he desarrollado en las novelas. Para mí los relatos han sido una especie de laboratorio de ideas.
No soy de los que creen que escribir dos páginas sea más difícil que doscientas, y más difícil todavía escribir dos líneas. Para mí, las ventajas con respecto a una obra de mayor aliento son evidentes. Eso sí, el relato tiene una dificultad evidente, y es que todo ha de estar en su sitio; cada elemento, cada rueda y engranaje, tienen que encajar para que el mecanismo funcione. La novela, en cambio, es más bien un cajón de sastre. Te da mayor libertad a la hora de crear ambientes y tramas, y desarrollar los personajes. Podría decirse que las novelas te permiten ser aprendiz de mago, puedes ser Harry Potter si quieres. En los relatos desde la primera línea tienes que ser Dumbledore.
Lo presentas el próximo 11 de diciembre a las 19.30h en la librería Letras a la Taza de Tudela y el 16 de diciembre, a las 19.30h en Librería General de Zaragoza, pero ya estás trabajando en una saga de la Edad Media. ¿Qué consejo darías a un escritor bloqueado?
A todos nos pasa alguna vez el quedarnos a medias, saber lo que quieres decir o tener una idea aproximada pero no conseguir avanzar, quedarte atascado y darle vueltas y más vueltas sin que te sirva nada. En mi caso, yo solía escribir a mano. Los primeros relatos de esta antología, de hecho, los escribí así, pero el resto he acabado escribiéndolos con el ordenador. He descubierto que trabajo más rápido y no suelo atascarme. A eso añade que, como generalmente tengo tan poco tiempo (por las obligaciones cotidianas, mis hijos, etc.), creo que me he concienciado para aprovechar al máximo el tiempo que me queda.
Lo peor es obsesionarse. Mi consejo es que te relajes. Date una vuelta, lee un libro, vete al cine o haz deporte, lo que le sirva a cada uno para relajarse. Si ves que has llegado a un callejón sin salida, dale tiempo al texto. Escribe otra cosa… o no escribas nada. Un día, de repente, cuando menos te lo esperes, duchándote o sacando a pasear al perro, se te va a ocurrir la solución y seguirás sin problemas desde donde lo habías dejado.
Si alguien quiere empezar a leer tu obra, qué cuento o por dónde le recomendarías empezar.
Como en el caso de Rayuela, salvando las distancias con Julio Cortázar, Un ciervo en la carretera tiene un orden. Son veinte relatos a los que yo, como autor, les he dado una estructura. Dice Alberto Montaner en el prólogo que él, contra su costumbre, empezó a leer el libro «al azar y por el medio», por uno de los relatos breves. Es otra opción. Puedes empezar leyendo los relatos más breves, que son los que están a mitad del libro, y luego seguir hasta los más largos. Hay relatos de cuatro líneas y los hay de treinta y pico páginas. Otra opción es por orden cronológico. Muchos de los cuentos están ambientados en momentos puntuales de la historia. Puedes empezar por la Iberia prerromana e ir avanzando hasta llegar a la actualidad. ¿Mi consejo? Es tu libro, ¡haz lo que quieras! Léelo y disfrútalo, es de lo que se trata. Leer tiene que ser ante todo algo lúdico, no puedes acabar con dolor de cabeza y bostezando. Si quieres que te deje mi hilo de Ariadna para que luego tú te aventures en el laberinto, ahí va mi consejo: puedes empezar por «La gota que colma el vaso», un relato breve, de apenas una página. El resto ya es cosa tuya.
Hoy en día el autor tiene que ocuparse mucho de su propia promoción.
Me viene a la cabeza una secuencia de Fama, esa serie mítica que todos los que fuimos a EGB vimos en su momento, en la que la actriz Debbie Allen, que hace de profesora de danza, les dice a sus alumnos: «Tenéis muchos sueños. Buscáis la fama, pero la fama cuesta, pues aquí es donde vais a empezar a pagar… ¡con sudor!». La promoción viene a ser el sudor de la escritura. A todos nos encanta escribir, por eso nos dedicamos a esto, pero luego viene el trabajo duro, lo verdaderamente pesado, que es tener que vender tu obra. No sé cómo será en el caso de los escritores consagrados. En mi caso tengo claro que, en cuanto termino un libro, voy a tener que convertirme en un vendedor puerta a puerta de enciclopedias, o en un testigo de Jehová que va haciendo proselitismo e intentando convertir a todo bicho viviente. Tengo un libro, un gran libro, producto de muchas horas de esfuerzo, de muchísimo trabajo, y tengo que mostrárselo a la gente y lograr que confíen a mí y me lo compren. No es agradable ni divertido, pero como decía Debbie Allen, la fama cuesta; y después de escribir un libro es cuando vas a tener que pagar… ¡con sudor! Y a veces de tu bolsillo.
Como decía al principio, yo me considero novelista, y mis maestros han sido forzosamente novelistas, sobre todo los grandes autores franceses y rusos del XIX, la edad de oro de la novela. Gente como Zola o Balzac, Gógol, Gorki, Bulgákov. Queda muy bien decir esto, que por otra parte es cierto, y añadir que eso no quita para que me encante leer relatos o poesía, para que tenga a Mishima y a Conrad en el mismo pedestal en el que pongo la Celestina o los cantares de gesta. Como digo, queda muy bien, muy profesional, pero tengo que reconocer que yo no empecé mi vida lectora con las grandes novelas, sino con tebeos, Astérix, Mortadelo. Nunca fui de los superhéroes de la Marvel. A mí me hacía más gracia Superlópez, lo veía más real, más incisivo. De los tebeos pasé al pirata Garrapata y Fray Perico y su borrico, y de aquí, ahora sí, ya empecé con la novela.
Lo importante es leer. Da igual si empiezas con los prospectos de los medicamentos. Leer y disfrutar con la lectura. El que quiera leer a Homero, que lo haga, y el que no, que lea Canción de fuego y hielo o la prensa deportiva. Hay cosas peores que el Marca para pasar el rato. Se me ocurre leer a De Prada.
Qué opinión, de un lector/a, te ha gustado especialmente.
Hace tiempo, una amiga mía me dijo (creo yo que sin haber bebido en exceso) que escribía como los ángeles. Es uno de esos comentarios que salen así, espontáneamente, y que reflejan lo que uno siente de verdad, sin componendas, y que a mí me hizo sentirme casi, casi, como Valle-Inclán… con menos barba, eso sí, y sin agujeros en los zapatos. Paz Olivares, de la editorial niños gratis *, también me hizo una crítica muy bonita hace unos meses, precisamente sobre esta obra, Un ciervo en la carretera, pero sería muy largo reproducirla aquí. En mi bitácora «La hoguera de los libros», la gente suele ser muy atenta y respetuosa. Claudia Lipovesky, traductora argentina, leyó allí alguno de mis relatos más largos y me mandó unas palabras que me gustaron mucho. Decía sobre mi forma de escribir que «tiene pasión. Incomoda, sorprende, golpea y, a la vez, resulta placentera».
viernes, 29 de noviembre de 2019
El humor y la ironía son necesarios para vivir - Joaquín Álvarez Barrientos, escritor
Maribel Orgaz - info@leerenmadrid.com
Joaquín Álvarez Barrientos ha publicado Una historia de impostores en Cuadernos del Laberinto. En cierta forma, una continuación de su fascinación por la impostura. Investigador del CSIC, distinguido con los Premios Leandro Fernández de Moratín y Menéndez Pelayo, cree que "nos apasiona la figura de los impostores porque son capaces de construir un mundo, una realidad paralela y hacérnosla creer".
En Una historia de impostores, un grupo de ciudadanos se unen para mejorar el mundo, ¿en estos tiempos individualistas, qué es más difícil, creer que se puede mejorar el mundo o asociarse para ello?
No sé cuándo no ha habido épocas individualistas. Creo que siempre se han dado las dos tendencias, la asociacionista, por así decir, y la individualista. De hecho, una parte de las luchas sociales muestran la dinámica para defender la intimidad y la privacidad de los intereses gremiales, generales o políticos que quieren controlar a las personas diciendo qué deben pensar y hacer. Mejorar el mundo es una aspiración antigua y seguramente se toman iniciativas para ello, aunque se vean pocos resultados, quizá porque haga falta antes ponerse de acuerdo en qué significa mejorar el mundo y una vez que se llegara a un acuerdo (cosa seguramente imposible, dados los intereses diversos), se podrían elegir los mejores mecanismos y estrategias para hacer realidad esa mejora. Pero creo que esto es imposible.
Una historia de impostores se abre con una descripción de reliquias, esos despieces a los que se atribuían propiedades mágicas. ¿El hombre moderno se ha librado, realmente, de la creencia en los talismanes?
Creo que no. El pensamiento mágico o como se lo quiera llamar no ha desaparecido ni creo que desaparezca porque la ciencia ni la religión dan respuestas a las preguntas de los individuos. Mientras no las haya, mientras sigamos con miedo al futuro y a la incertidumbre, mientras seamos conscientes de que no controlamos el entorno, imagino que seguiremos depositando en cualquier cosa la esperanza de que eso nos salve. Pero las reliquias no tenían poderes mágicos. Magia y religión son cosas distintas.
De todos los que forman esa Sociedad para la Mejora de la Sociedad, qué personaje le gusta más.
Conozco mejor a Constantino Simonidis y a Menéndez Pelayo, pero también me cae bien Paul Lafargue.
Una historia de impostores está llena de sentido del humor y de ironía, ¿es un imprescindible para los escritores en nuestro tiempo?
No lo sé. Pero creo que en la actualidad son más las novelas que no tienen humor ni ironía que al contrario. En todo caso, tanto uno como otra me parecen necesarios para vivir, para no aburrirse y para percibir mejor el entorno.
Su especialización es el siglo XVIII, qué oportunidades sociales permitió este tiempo que continuaron fructificando después.
A la Ilustración le debemos mucho de lo que somos, para lo bueno y para lo malo. Nuestro lenguaje emocional, nuestro lenguaje político, la idea del progreso como referencia. Muchas estructuras e instituciones económicas y culturales se ponen en marcha entonces; el tiempo posterior dialoga con ese periodo y no con los anteriores. Heredamos de entonces la forma que tenemos hoy de entender al Hombre.
Ha publicado un trabajo acerca de los escritores del XVIII que en realidad eran políticos. Qué forma o en qué lugar se situaría hoy en día alguien que también persiguiera los mismos fines.
La vinculación entre escritura y política se establece muy claramente en el XVIII. Los intelectuales necesitan justificar su existencia y emplean diferentes mecanismos. Uno es hacerse necesarios a los políticos; otro, serlo a los ciudadanos escribiendo para ellos en periódicos y creando opinión pública. Pero para medrar en política creo que lo mejor es adoptar los discursos dominantes de cada momento, se crea o no en ellos, y apoyarse en un partido. Esos discursos hoy son ecologistas, animalistas y feministas sobre todo.
Joaquín Álvarez Barrientos ha publicado Una historia de impostores en Cuadernos del Laberinto. En cierta forma, una continuación de su fascinación por la impostura. Investigador del CSIC, distinguido con los Premios Leandro Fernández de Moratín y Menéndez Pelayo, cree que "nos apasiona la figura de los impostores porque son capaces de construir un mundo, una realidad paralela y hacérnosla creer".
En Una historia de impostores, un grupo de ciudadanos se unen para mejorar el mundo, ¿en estos tiempos individualistas, qué es más difícil, creer que se puede mejorar el mundo o asociarse para ello?
No sé cuándo no ha habido épocas individualistas. Creo que siempre se han dado las dos tendencias, la asociacionista, por así decir, y la individualista. De hecho, una parte de las luchas sociales muestran la dinámica para defender la intimidad y la privacidad de los intereses gremiales, generales o políticos que quieren controlar a las personas diciendo qué deben pensar y hacer. Mejorar el mundo es una aspiración antigua y seguramente se toman iniciativas para ello, aunque se vean pocos resultados, quizá porque haga falta antes ponerse de acuerdo en qué significa mejorar el mundo y una vez que se llegara a un acuerdo (cosa seguramente imposible, dados los intereses diversos), se podrían elegir los mejores mecanismos y estrategias para hacer realidad esa mejora. Pero creo que esto es imposible.
Una historia de impostores se abre con una descripción de reliquias, esos despieces a los que se atribuían propiedades mágicas. ¿El hombre moderno se ha librado, realmente, de la creencia en los talismanes?
Creo que no. El pensamiento mágico o como se lo quiera llamar no ha desaparecido ni creo que desaparezca porque la ciencia ni la religión dan respuestas a las preguntas de los individuos. Mientras no las haya, mientras sigamos con miedo al futuro y a la incertidumbre, mientras seamos conscientes de que no controlamos el entorno, imagino que seguiremos depositando en cualquier cosa la esperanza de que eso nos salve. Pero las reliquias no tenían poderes mágicos. Magia y religión son cosas distintas.
De todos los que forman esa Sociedad para la Mejora de la Sociedad, qué personaje le gusta más.
Conozco mejor a Constantino Simonidis y a Menéndez Pelayo, pero también me cae bien Paul Lafargue.
Una historia de impostores está llena de sentido del humor y de ironía, ¿es un imprescindible para los escritores en nuestro tiempo?
No lo sé. Pero creo que en la actualidad son más las novelas que no tienen humor ni ironía que al contrario. En todo caso, tanto uno como otra me parecen necesarios para vivir, para no aburrirse y para percibir mejor el entorno.
Su especialización es el siglo XVIII, qué oportunidades sociales permitió este tiempo que continuaron fructificando después.
A la Ilustración le debemos mucho de lo que somos, para lo bueno y para lo malo. Nuestro lenguaje emocional, nuestro lenguaje político, la idea del progreso como referencia. Muchas estructuras e instituciones económicas y culturales se ponen en marcha entonces; el tiempo posterior dialoga con ese periodo y no con los anteriores. Heredamos de entonces la forma que tenemos hoy de entender al Hombre.
Ha publicado un trabajo acerca de los escritores del XVIII que en realidad eran políticos. Qué forma o en qué lugar se situaría hoy en día alguien que también persiguiera los mismos fines.
La vinculación entre escritura y política se establece muy claramente en el XVIII. Los intelectuales necesitan justificar su existencia y emplean diferentes mecanismos. Uno es hacerse necesarios a los políticos; otro, serlo a los ciudadanos escribiendo para ellos en periódicos y creando opinión pública. Pero para medrar en política creo que lo mejor es adoptar los discursos dominantes de cada momento, se crea o no en ellos, y apoyarse en un partido. Esos discursos hoy son ecologistas, animalistas y feministas sobre todo.
martes, 26 de noviembre de 2019
Guadarrama, montaña de pintores y poetas - III Encuentro Turismo de Observación de la Naturaleza
Maribel Orgaz - info@leerenmadrid.com
"Es un reflejo de la historia de España en el paisaje", explicó Pablo Sanjuanbenito, codirector del Parque Nacional Sierra de Guadarrama. "Desde Rousseau, la Naturaleza se ha convertido en un lugar en donde el hombre se encuentra a sí mismo, en donde aprender a amar la belleza".
"El Parque Nacional de Guadarrama fue el lugar en el que la Institución Libre de Enseñanza llevó a cabo buena parte de su renovación pedagógica. En 1921, el escritor y pedagogo Bernaldo de Quirós, colaborador de la Institución, ya alertaba de la masificación que podía acabar con Guadarrama", continuó.
"Es el segundo Parque Nacional más visitado en España, el del Teide tiene 4 millones pero Guadarrama tiene 2,5 millones. Aunque los suyos son turistas, los nuestros son usuarios y eso es una tipología totalmente diferente".
Durante su intervención, Sanjuanbenito habló acerca de la necesidad de los madrileños de ir a estos parajes serranos para salir del cemento, respirar, hacer deporte, pasear y disfrutar de la Naturaleza. "¿Qué otra ciudad europea tiene a menos de una hora un espacio natural como éste?, solo Madrid".
El reto, explicó que se plantea ahora, es atraer turismo para que las poblaciones puedan beneficiarse económicamente, a través de guías de montaña, servicios y productos: "es algo que aún no sabemos hacer, porque nosotros somos conservadores y gestores del parque pero no nos dedicamos a atraer más visitantes. Ya tiene bastantes".
En Guadarrama curaron su tuberculosis el poeta Rafael Alberti o el escritor y Premio Nobel Camilo José Cela. Al álamo de Miraflores de la Sierra le cantó uno de sus vecinos más singulares, el también Premio Nobel Vicente Aleixandre que llegó allí para fortalecer sus pulmones. Otro Premio Nobel aunque de Medicina, Santiago Ramón y Cajal dejaba el ardiente verano madrileño para disfrutar en familia, de las suaves temperaturas serranas.
En Manzanares el Real ha tenido lugar este fin de semana el III Encuentro Nacional de Turismo de Observación de la Naturaleza que se celebra cada año en una Comunidad Autónoma diferente. En 2020 lo hará en las Islas Baleares, en Palma de Mallorca.
"Es un reflejo de la historia de España en el paisaje", explicó Pablo Sanjuanbenito, codirector del Parque Nacional Sierra de Guadarrama. "Desde Rousseau, la Naturaleza se ha convertido en un lugar en donde el hombre se encuentra a sí mismo, en donde aprender a amar la belleza".
"El Parque Nacional de Guadarrama fue el lugar en el que la Institución Libre de Enseñanza llevó a cabo buena parte de su renovación pedagógica. En 1921, el escritor y pedagogo Bernaldo de Quirós, colaborador de la Institución, ya alertaba de la masificación que podía acabar con Guadarrama", continuó.
"Es el segundo Parque Nacional más visitado en España, el del Teide tiene 4 millones pero Guadarrama tiene 2,5 millones. Aunque los suyos son turistas, los nuestros son usuarios y eso es una tipología totalmente diferente".
Durante su intervención, Sanjuanbenito habló acerca de la necesidad de los madrileños de ir a estos parajes serranos para salir del cemento, respirar, hacer deporte, pasear y disfrutar de la Naturaleza. "¿Qué otra ciudad europea tiene a menos de una hora un espacio natural como éste?, solo Madrid".
El reto, explicó que se plantea ahora, es atraer turismo para que las poblaciones puedan beneficiarse económicamente, a través de guías de montaña, servicios y productos: "es algo que aún no sabemos hacer, porque nosotros somos conservadores y gestores del parque pero no nos dedicamos a atraer más visitantes. Ya tiene bastantes".
En Guadarrama curaron su tuberculosis el poeta Rafael Alberti o el escritor y Premio Nobel Camilo José Cela. Al álamo de Miraflores de la Sierra le cantó uno de sus vecinos más singulares, el también Premio Nobel Vicente Aleixandre que llegó allí para fortalecer sus pulmones. Otro Premio Nobel aunque de Medicina, Santiago Ramón y Cajal dejaba el ardiente verano madrileño para disfrutar en familia, de las suaves temperaturas serranas.
En Manzanares el Real ha tenido lugar este fin de semana el III Encuentro Nacional de Turismo de Observación de la Naturaleza que se celebra cada año en una Comunidad Autónoma diferente. En 2020 lo hará en las Islas Baleares, en Palma de Mallorca.
miércoles, 20 de noviembre de 2019
La España arrasada tras la guerra civil, cuatro exposiciones en Madrid
Maribel Orgaz - info@leerenmadrid.com
Durante estos días tienen lugar en Madrid cuatro exposiciones, todas ellas de acceso gratuito, sobre la España arrasada de 1939. En primer lugar, El exilio republicano del que en 2019 se cumplen 80 años y que se celebra en la Biblioteca Nacional de España. Para perplejidad del visitante no ocupa la sala principal, está en la de las Musas, en los sótanos. Se articula en torno La Retirada, los Campos de Concentración, Cartas, Barcos a América, la España Peregrina y México como país de acogida.
Por su parte el Instituto Francés ha organizado la muestra de fotografía, Los Últimos, retratos y testimonios de la guerra civil : "Entre 2015 y 2017, Luis Areñas ha viajado por las aldeas y los pueblos de España tratando de responder a las preguntas generadas por el deseo de rendir homenaje a su abuelo materno y a todos los que murieron durante la Guerra Civil Española (1936-1939)".
En Conde Duque, Los Tebeos de la posguerra hablan de un tiempo en el que tras una guerra civil que dejó un país arruinado, la censura férrea y la escasez de papel dio lugar a una reinvención del tebeo español. Cerrados a cualquier importación, con censores dibujando sobrefaldas en las heroínas, dibujantes e historietistas trabajaban con denuedo para lograr publicar sus maravillosas historias. Más de un millón de niños españoles leía semanalmente Cuto, héroe del aire; Florita y ya a finales de los cincuenta, Capitán Trueno.
La cuarta y quizá la que sería más curiosa es la que tiene lugar en el Museo Casa de la Moneda, El DNI y los españoles. En 1944, el dictador Francisco Franco firmaba una orden para expedir el Documento Nacional de Identidad en primer lugar a quienes estaban en la cárcel, después a los hombres que cambiaran de residencia por su profesión; hasta llegar a hoy en día cuando no es obligatorio llevarlo pero sí mostrarlo a la Autoridad o sus agentes si lo requirieran.
Durante estos días tienen lugar en Madrid cuatro exposiciones, todas ellas de acceso gratuito, sobre la España arrasada de 1939. En primer lugar, El exilio republicano del que en 2019 se cumplen 80 años y que se celebra en la Biblioteca Nacional de España. Para perplejidad del visitante no ocupa la sala principal, está en la de las Musas, en los sótanos. Se articula en torno La Retirada, los Campos de Concentración, Cartas, Barcos a América, la España Peregrina y México como país de acogida.
Por su parte el Instituto Francés ha organizado la muestra de fotografía, Los Últimos, retratos y testimonios de la guerra civil : "Entre 2015 y 2017, Luis Areñas ha viajado por las aldeas y los pueblos de España tratando de responder a las preguntas generadas por el deseo de rendir homenaje a su abuelo materno y a todos los que murieron durante la Guerra Civil Española (1936-1939)".
En Conde Duque, Los Tebeos de la posguerra hablan de un tiempo en el que tras una guerra civil que dejó un país arruinado, la censura férrea y la escasez de papel dio lugar a una reinvención del tebeo español. Cerrados a cualquier importación, con censores dibujando sobrefaldas en las heroínas, dibujantes e historietistas trabajaban con denuedo para lograr publicar sus maravillosas historias. Más de un millón de niños españoles leía semanalmente Cuto, héroe del aire; Florita y ya a finales de los cincuenta, Capitán Trueno.
La cuarta y quizá la que sería más curiosa es la que tiene lugar en el Museo Casa de la Moneda, El DNI y los españoles. En 1944, el dictador Francisco Franco firmaba una orden para expedir el Documento Nacional de Identidad en primer lugar a quienes estaban en la cárcel, después a los hombres que cambiaran de residencia por su profesión; hasta llegar a hoy en día cuando no es obligatorio llevarlo pero sí mostrarlo a la Autoridad o sus agentes si lo requirieran.
viernes, 8 de noviembre de 2019
Escribir es la vida misma pero amable y benevolente - Ernesto Uría, escritor
Maribel Orgaz - info@leerenmadrid.com
En una entrevista anterior. Ernesto Uría dijo, soy un escritor de poesía que he ido haciendo relatos. Cree que la poesía intenta aclarar no en el sentido de entender sino de poner más claro un mundo que en muchas ocasiones es demasiado duro; en ese sentido la poesía es un territorio, afirma, "en donde estoy mejor". Ha publicado el libro de poemas Brincando en el paladar (2008), el libro de relatos Ficciones y aflicciones (2011), y ha formado parte del libro Tú por tus sueños (2012), con el relato Isla Negra, Primer Premio de la XIX edición del Concurso de Relatos «Meliano Peraile». Ateneo Cultural 1º de Mayo (Madrid 2011). En 2013, publicó Caricia y cruz; y en 2017 su tercer poemario Cuatro tintas del aire, y ahora vuelve al relato con Las islas sin tierra editado por Cuadernos del Laberinto.
Ha publicado poemarios y ahora una obra prosa. Cuál es la diferencia, en el sentido creativo por así decir.
Ya había publicado en 2011 un libro, Ficciones y aflicciones, que agrupaba 25 relatos referidos a una u otra de las dos nociones recogidas en el título. Ambos libros, aquel y éste, Las islas sin tierra, están escritos en una suerte de lenguaje poético- poesía en prosa o prosa poética- si bien ello no obsta para que algunos incorporen una pátina de humor o ironía que no considero incompatibles con la voluntad de escribir historias que deambulen por el plano de aire, el propio de la poesía y el amor, levemente suspendidas, para establecer una distancia que no pase inadvertida respecto a la realidad ríspida y decepcionante en la que discurre nuestra vida. Una mirada poética propia, o eso pretendo, que tiña los textos que escriba y publique.
Para un lector que no le conozca y quiera conocer su obra, por dónde empezar, qué le recomendaría.
No sabría responder. La lectura, como la escritura, es un viaje que solo concluye cuando dejamos de existir. Pensemos en París, pongamos por caso. No es la misma ciudad de los años setenta, cuando la visité y recorrí a pie, arriba y abajo, ambas orillas del Sena. Tampoco yo soy exactamente aquel joven que todo intentaba conocer y absorber. Dicho esto, mis libros están ahí, no sé si todavía todos a disposición de los lectores. En términos paradójicos, la mejor elección tal vez sería comenzar por el próximo libro, pero obviamente, aún no es posible.
En el prólogo de Las islas sin tierra hay una referencia a la Voz del narrador. En su opinión, qué sería la Voz.
El prólogo lo escribió Ángel Álvaro Martín del Burgo, joven y virtuoso poeta y músico, pianista y compositor, un honor.
La voz del narrador de mis relatos varía, diría yo, el alma de los relatos quizás no tanto. Y trascendiendo el hecho literario, para mí, persona ciega hace ya mucho tiempo, la voz, las voces de los demás, son probablemente el mayor regalo de la vida, aunque a menudo las palabras y el tono nos lleven a confundirnos, extraviarnos, distanciarnos. Pero, añadiría que por favor, no falten.
Actor, poeta y escritor. Que habría común en estas facetas.
Actor, no soy. He participado durante años en maravillosos cursos impartidos por una maestra sin parangón, Irina Kouberskaia, en la sala Tribueñe de Madrid. He disfrutado enormemente, he aprendido y explorado recovecos mágicos, he compartido la escena con actrices de hondo calado, pero lo cierto es que nunca fui elegido para formar parte del elenco de alguna de las obras del repertorio. Mencionar, eso sí un recital teatralizado de una selección de mis poemas. Una experiencia, en todo caso, fascinante.
En cuanto a la escritura, más que de desdoblamiento, diría como ya apuntaba en la respuesta precedente, me anima la intención de deambular por un territorio más armonioso y amable, donde el fracaso, la decepción, la perplejidad, el paso del tiempo, las limitaciones, etc. no pesen ni abrumen tanto. La misma vida, idéntico sentir, pero reparado y benevolente.
Los lectores de Las islas sin tierra qué le comentan, qué opiniones le están llegando.
El libro se publicó en plena Feria del Libro de Madrid. Vino luego el verano. Entiendo que no han sido muchos aún sus lectores, que tal vez no lo sean nunca, tengo ya costumbre al respecto. Los fieles, los amigos, tampoco tantos me temo, me han dispensado como siempre, generosas opiniones y palabras de gozo y aliento. Me faltan las opiniones de los lectores nuevos o no, desconocidos. Y también la consideración de la crítica, aunque tras media docena de libros digamos que ignorados, comienzo a perder toda esperanza.
En su opinión, cuál es el mayor inconveniente o las mayores dificultades para un poeta o para un escritor.
A mí el hecho físico de escribir me cuesta mucho, teclear, presentar más o menos bien los sucesivos borradores a las queridas y benévolas personas que me ayudan a seguir adelante en este empeño. Tanta dificultad y el posterior recorrido casi clandestino de los libros, invisibles, como su autor en buena medida, las aflicciones que arrastro y las que incorporo con el paso ineluctable del tiempo, van tejiendo un manto de desesperanza cada vez más extenso y tupido, que recubre no solo el paisaje inmediato, también el horizonte. De ahí que te agradezca mucho, Maribel, esta entrevista, probablemente una de las últimas que me soliciten.
Las islas sin tierra
Ernesto Uría
Ediciones, Cuadernos del Laberinto
jueves, 7 de noviembre de 2019
Ir a la vida lleno de alegría - Javier Cercas y Manuel Vilas, Premio Planeta 2019
Maribel Orgaz - info@leerenmadrid.com
"Sigo vivo gracias a la literatura", afirmó el escritor Manuel Vilas, "pero no como escritor, sino como lector". Vilas, finalista del Premio Planeta 2019 contó divertido cómo un alumno le reprochó en una ocasión que él no era un escritor porque no había ganado el Premio Planeta. "Bueno, pues ya está, soy escritor", dijo entre risas.
En cambio, a Javier Cercas nadie le había reprochado no ganar el premio mejor dotado en lengua española del mundo, al contrario, sus vecinos le consolaban afectuosos: "no se preocupe, Javier, al año que viene lo ganará". Y este año, con Terra Alta por fin lo ha conseguido.
Las dos novelas, según explicaron sus autores, tienen en común a un personaje principal que atormentado y perdido busca la alegría.
"En mi novela hay una bomba, explicó Vilas, porque hay un hombre que cree que existe un sentimiento superior a cualquier otro: la alegría; y busca el vínculo entre la alegría y la belleza. Este hombre lucha por evitar la desolación y usa todo lo que está en el ámbito del amor para lograrlo: sus hijos, una relación sentimental".
"El narrador tiene una obsesión que es no enfrentarse a su propia identidad y por eso viaja tanto. En cada hotel se refunda, ese es el poder de los hoteles".
"En Terra Alta", explicó por su parte Cercas, "el protagonista es un bestia y cuando es encarcelado un bibliotecario le da a leer Los miserables y ese libro se convierte en su tabla de salvación, encuentra en esta novela el hacha con la que pelear".
A propósito de los libros como salvación, los dos escritores estuvieron de acuerdo en que esta era una afirmación veraz: "cuando un libro se te mete en el corazón vas a la vida lleno de alegría", asintió Vilas.
Para finalizar el acto se pidió a cada uno que comentara la novela del otro. De Alegría, Javier Cercas dijo: "es un poema en prosa, con humor y emoción. Es una alegría muy concreta, la adhesión a los real sin resquicios. La realidad es terrible pero estamos vivos y esto es fugaz y esto ha de ser una celebración".
"Estás dentro de ella en las primeras diez líneas", comentó Vilas de Terra Alta, "y eso sólo lo hace un maestro".
"Sigo vivo gracias a la literatura", afirmó el escritor Manuel Vilas, "pero no como escritor, sino como lector". Vilas, finalista del Premio Planeta 2019 contó divertido cómo un alumno le reprochó en una ocasión que él no era un escritor porque no había ganado el Premio Planeta. "Bueno, pues ya está, soy escritor", dijo entre risas.
En cambio, a Javier Cercas nadie le había reprochado no ganar el premio mejor dotado en lengua española del mundo, al contrario, sus vecinos le consolaban afectuosos: "no se preocupe, Javier, al año que viene lo ganará". Y este año, con Terra Alta por fin lo ha conseguido.
Las dos novelas, según explicaron sus autores, tienen en común a un personaje principal que atormentado y perdido busca la alegría.
"En mi novela hay una bomba, explicó Vilas, porque hay un hombre que cree que existe un sentimiento superior a cualquier otro: la alegría; y busca el vínculo entre la alegría y la belleza. Este hombre lucha por evitar la desolación y usa todo lo que está en el ámbito del amor para lograrlo: sus hijos, una relación sentimental".
"El narrador tiene una obsesión que es no enfrentarse a su propia identidad y por eso viaja tanto. En cada hotel se refunda, ese es el poder de los hoteles".
"En Terra Alta", explicó por su parte Cercas, "el protagonista es un bestia y cuando es encarcelado un bibliotecario le da a leer Los miserables y ese libro se convierte en su tabla de salvación, encuentra en esta novela el hacha con la que pelear".
A propósito de los libros como salvación, los dos escritores estuvieron de acuerdo en que esta era una afirmación veraz: "cuando un libro se te mete en el corazón vas a la vida lleno de alegría", asintió Vilas.
Para finalizar el acto se pidió a cada uno que comentara la novela del otro. De Alegría, Javier Cercas dijo: "es un poema en prosa, con humor y emoción. Es una alegría muy concreta, la adhesión a los real sin resquicios. La realidad es terrible pero estamos vivos y esto es fugaz y esto ha de ser una celebración".
"Estás dentro de ella en las primeras diez líneas", comentó Vilas de Terra Alta, "y eso sólo lo hace un maestro".
miércoles, 30 de octubre de 2019
Un hombre lleva dentro de si, más de un poeta - Marta Eloy en Poemad, Conde Duque
Los hombres que están de vuelta
de muchas cosas
no han ido a ninguna parte.
Maribel Orgaz - info@leerenmadrid.com
La poeta polaca Marta Eloy Cichocka leyó en el Festival Poema de Conde Duque varios poemas que compuso tras su residencia en Soria y Segovia.
Marta Eloy obtuvo la I Beca-residencia internacional SxS Antonio Machado convocada por las dos ciudades machadianas de Castilla y León, Segovia y Soria, con su proyecto de creación poética y participación ciudadana Encrucijada de cien caminos. Revisitando a Antonio Machado.
Ayer, en Poemad, acompañada de la música oscura y brusca del chelo, recitó en polaco y español una buena muestra de ellos. Una poesía irónica, seca y de contenida emoción.
¿En serio piensas
que un hombre
no puede llevar, dentro de sí,
más de un poeta?
martes, 29 de octubre de 2019
La poesía en prosa está reservada a unos pocos privilegiados - Antonio Perán Elvira, poeta
Maribel Orgaz - info@leerenmadrid.com
Antonio Perán publica un nuevo poemario, Vía Crucis. Perán ha sido galardonado con el Premio Tiflos de Poesía, convocado por la ONCE; y con el Premio de Poesía de la Asociación El Arka de Colombia. Ambos de carácter internacional. Además tiene dos libros publicados sobre dominó: Una partida de dominó y Escuela de dominó. En este tercer poemario describe en 53 poemas, la agonía de un hombre.
Acaba de publicar un nuevo poemario, Vía Crucis. Ahora que tiene una cierta perspectiva sobre su obra, cuál es su evolución como poeta.
Tengo tres libros escritos:Diálogos con mi perro Sancho, En la Mansión de los Céfiros y Vía crucis, y la gente que ha leído los tres dice que soy perfectamente reconocible, por lo que no debo evolucionar demasiado. No obstante, puedo decir de mí que intento hacer poesía, sin que me condicione la forma, incluida la clásica, a la que recurro frecuentemente por la disciplina que implica.
Cómo es su proceso de escritura. Trabajo disciplinado o inspiración.
Pues las dos cosas: en los libros, tomo disciplinadamente la pluma; en los poemas sueltos espero la inspiración. Considero que la actividad poética, como cualquier actividad artística, precisa de aptitud, formación en sus fundamentos y esfuerzo en su ejecución. Por supuesto que creo en la inspiración, pero creo más en el trabajo; como suelo decir, no conozco ninguna catedral que se haya hecho espontáneamente a golpe de inspiración.
Si la poesía es intensidad, ritmo y Voz. En su opinión, qué es la Voz.
La verdad es que en mi concepción poética, acaso un tanto trasnochada, pero que a mí me sirve para trabajar, la poesía sigue constando de los cuatro elementos de siempre, que por orden de importancia son: el lenguaje poético, el ritmo, la métrica y la rima. De estos cuatro elementos los dos últimos están en franca decadencia y del ritmo se está prescindiendo cada vez más, o se está llamando ritmo a algo que no tiene nada que ver con lo que fue ritmo históricamente. Nos encontramos, por tanto, con que estamos llegando a un tipo de poesía en la que sólo existe lenguaje poético. Soy un convencido de la poesía en prosa, que en definitiva es de lo que hablamos, pero creo que eso es algo reservado a unos pocos privilegiados, que, desde luego, son bastantes menos de los que la practican.
De este poemario, Vía crucis, qué le ha llegado, qué le han dicho sus lectores.
El libro está gustando mucho y, aunque hay opiniones para todos los gustos, coinciden bastante con lo que he pretendido transmitir. Lo que más destacan es que es un libro que conmueve, porque refleja bastante bien las sensaciones de un condenado a muerte en su camino al patíbulo.
Cuáles son sus poetas favoritos.
Desde 2012 llevo haciendo varios programas de poesía en Internet, (La voz del poeta en EIberoAmerica.com y RadioGeneral.com, La música hecha palabra en RadioGeneral.com y Poesía es mucho más en EIberoAmericaLiteraria.com) lo que me ha permitido conocer la obra de un sinfín de autores, sus tendencias, sus estilos, sus poemas… Tendría que hablar de muchos de ellos, según lo que considerásemos, pero me voy a quedar con dos: por encima de todos, desde luego, pongo a Federico García Lorca, porque hace la poesía que a mí me gusta, que es la que ante todo y sobre todo conmueve. Otro autor que me gusta muchísimo, pero que no pondría ni por delante ni por detrás de nadie, es Nicanor Parra, de cuya "anti poesía" dudo sinceramente, ya que lo que pienso es que hizo la poesía de siempre, que se pasó a llamar "anti poesía" por comparación con la que hicieron otros autores en ciertas épocas de su larga vida.
Hay un boom de la poesía y en Madrid se llenan teatros para escucharla. ¿Cuál crees que es el motivo, en tiempos precisamente no poéticos?
Me gustaría creer en lo que dice el enunciado, pero mi experiencia no es esa. Habría que preguntarle a los editores de libros de poesía por las ventas de éstos y llegaríamos a la conclusión de que están muy por debajo de las de libros de casi cualquier otro género; o preguntarle a los autores por la asistencia a la presentación de sus libros y comparar entre ellos; o preguntar en las bibliotecas para comprobar cuáles son los libros más solicitados… Por otra parte, no comparto eso de tiempos no poéticos. Creo que la paz que se vive en la actualidad no tiene igual con ninguna otra época de la historia y eso debiera estimular al consumo de poesía o, por lo menos, no tendría por qué dejar de hacerlo.
Es cierto que posiblemente vivamos también en una época de consumismo y de pérdida de valores, pero tampoco encuentro demasiada relación entre eso y el menor consumo de poesía. Otra cosa que deberíamos tener en cuenta es que, hasta la generalización de la alfabetización, que se produjo en el siblo XVIII, la gente que sabía leer y escribir representaba un porcentaje bajísimo en relación con la población general; por consiguiente, la mayor cantidad de lectores debería traducirse en mayor cantidad de lectura y creo que eso no ocurre así, por lo menos, con la poesía.
Primera estación
De los mismos
(fragmento)
¿Dónde estarán iguales
los diferentes?
¿Dónde los ademanes
de los ausentes?
¿Dónde los mares
anegarán el eco
de los cantares?
Probablemente quedo
por los cristales;
incluso desistiendo
de las señales;
y hasta sospecho
que bajarán al llano
mi fe en su pecho.
La piel es su descargo,
y yo no puedo
subirles a los pájaros
teniendo miedo;
y menos cuando
su piel es un susurro
de barro blando.
Por eso les excuso.
Es tan amargo
ser libres en el humo
Antonio Perán publica un nuevo poemario, Vía Crucis. Perán ha sido galardonado con el Premio Tiflos de Poesía, convocado por la ONCE; y con el Premio de Poesía de la Asociación El Arka de Colombia. Ambos de carácter internacional. Además tiene dos libros publicados sobre dominó: Una partida de dominó y Escuela de dominó. En este tercer poemario describe en 53 poemas, la agonía de un hombre.
Acaba de publicar un nuevo poemario, Vía Crucis. Ahora que tiene una cierta perspectiva sobre su obra, cuál es su evolución como poeta.
Tengo tres libros escritos:Diálogos con mi perro Sancho, En la Mansión de los Céfiros y Vía crucis, y la gente que ha leído los tres dice que soy perfectamente reconocible, por lo que no debo evolucionar demasiado. No obstante, puedo decir de mí que intento hacer poesía, sin que me condicione la forma, incluida la clásica, a la que recurro frecuentemente por la disciplina que implica.
Cómo es su proceso de escritura. Trabajo disciplinado o inspiración.
Pues las dos cosas: en los libros, tomo disciplinadamente la pluma; en los poemas sueltos espero la inspiración. Considero que la actividad poética, como cualquier actividad artística, precisa de aptitud, formación en sus fundamentos y esfuerzo en su ejecución. Por supuesto que creo en la inspiración, pero creo más en el trabajo; como suelo decir, no conozco ninguna catedral que se haya hecho espontáneamente a golpe de inspiración.
Si la poesía es intensidad, ritmo y Voz. En su opinión, qué es la Voz.
La verdad es que en mi concepción poética, acaso un tanto trasnochada, pero que a mí me sirve para trabajar, la poesía sigue constando de los cuatro elementos de siempre, que por orden de importancia son: el lenguaje poético, el ritmo, la métrica y la rima. De estos cuatro elementos los dos últimos están en franca decadencia y del ritmo se está prescindiendo cada vez más, o se está llamando ritmo a algo que no tiene nada que ver con lo que fue ritmo históricamente. Nos encontramos, por tanto, con que estamos llegando a un tipo de poesía en la que sólo existe lenguaje poético. Soy un convencido de la poesía en prosa, que en definitiva es de lo que hablamos, pero creo que eso es algo reservado a unos pocos privilegiados, que, desde luego, son bastantes menos de los que la practican.
De este poemario, Vía crucis, qué le ha llegado, qué le han dicho sus lectores.
El libro está gustando mucho y, aunque hay opiniones para todos los gustos, coinciden bastante con lo que he pretendido transmitir. Lo que más destacan es que es un libro que conmueve, porque refleja bastante bien las sensaciones de un condenado a muerte en su camino al patíbulo.
Cuáles son sus poetas favoritos.
Desde 2012 llevo haciendo varios programas de poesía en Internet, (La voz del poeta en EIberoAmerica.com y RadioGeneral.com, La música hecha palabra en RadioGeneral.com y Poesía es mucho más en EIberoAmericaLiteraria.com) lo que me ha permitido conocer la obra de un sinfín de autores, sus tendencias, sus estilos, sus poemas… Tendría que hablar de muchos de ellos, según lo que considerásemos, pero me voy a quedar con dos: por encima de todos, desde luego, pongo a Federico García Lorca, porque hace la poesía que a mí me gusta, que es la que ante todo y sobre todo conmueve. Otro autor que me gusta muchísimo, pero que no pondría ni por delante ni por detrás de nadie, es Nicanor Parra, de cuya "anti poesía" dudo sinceramente, ya que lo que pienso es que hizo la poesía de siempre, que se pasó a llamar "anti poesía" por comparación con la que hicieron otros autores en ciertas épocas de su larga vida.
Hay un boom de la poesía y en Madrid se llenan teatros para escucharla. ¿Cuál crees que es el motivo, en tiempos precisamente no poéticos?
Me gustaría creer en lo que dice el enunciado, pero mi experiencia no es esa. Habría que preguntarle a los editores de libros de poesía por las ventas de éstos y llegaríamos a la conclusión de que están muy por debajo de las de libros de casi cualquier otro género; o preguntarle a los autores por la asistencia a la presentación de sus libros y comparar entre ellos; o preguntar en las bibliotecas para comprobar cuáles son los libros más solicitados… Por otra parte, no comparto eso de tiempos no poéticos. Creo que la paz que se vive en la actualidad no tiene igual con ninguna otra época de la historia y eso debiera estimular al consumo de poesía o, por lo menos, no tendría por qué dejar de hacerlo.
Es cierto que posiblemente vivamos también en una época de consumismo y de pérdida de valores, pero tampoco encuentro demasiada relación entre eso y el menor consumo de poesía. Otra cosa que deberíamos tener en cuenta es que, hasta la generalización de la alfabetización, que se produjo en el siblo XVIII, la gente que sabía leer y escribir representaba un porcentaje bajísimo en relación con la población general; por consiguiente, la mayor cantidad de lectores debería traducirse en mayor cantidad de lectura y creo que eso no ocurre así, por lo menos, con la poesía.
Primera estación
De los mismos
(fragmento)
¿Dónde estarán iguales
los diferentes?
¿Dónde los ademanes
de los ausentes?
¿Dónde los mares
anegarán el eco
de los cantares?
Probablemente quedo
por los cristales;
incluso desistiendo
de las señales;
y hasta sospecho
que bajarán al llano
mi fe en su pecho.
La piel es su descargo,
y yo no puedo
subirles a los pájaros
teniendo miedo;
y menos cuando
su piel es un susurro
de barro blando.
Por eso les excuso.
Es tan amargo
ser libres en el humo
viernes, 25 de octubre de 2019
Escribo sencillo y entretenido para que cualquier lector me entienda - Yurgen B. González, escritor
Maribel Orgaz - info@leerenmadrid.com
Yurgen B. González ha publicado su primera novela, En busca del secreto divino que forma parte de una trilogía. En la entrevista, Yurgen afirma que la lectura de Edipo Rey y el Señor de los anillos han sido determinantes en su vocación. La experiencia con Círculo Rojo, la editorial que irá publicando su saga, ha sido muy buena y admite que, hoy en día, un autor ha de encargarse también de las tareas de promoción. Le gusta escribir en la Naturaleza y cuando el móvil se queda sin batería, nada mejor que volver al tradicional cuaderno de papel. En la fotografía, con Pato Valdés (a la izquierda) en La Chispa de la Vida Radio.
Es tu primera novela pero forma parte de una trilogía, de qué trata.
En efecto, es mi primera novela de una trilogía, de la saga la princesa y los guerreros celestiales, estos son los que forman la parte principal de la historia narrada en mis libros y habla de seres humanos, dioses y reyes. Alternan junto a ellos seres fantásticos y criaturas mágicas. He tomado muchas referencias sobre dioses y ángeles caídos de varias civilizaciones y culturas. Este proyecto no quiere alterar la creencia de ningún creyente si no, más bien concienciar sobre el bien, ademas de aclarar de alguna forma, bajo mi punto de vista, el origen de la humanidad.
En mi novela ofrezco al lector una trilogía fascinante y entretenida, una luz sobre su mente, ya que a pesar de lo fantástico que pueda ser, no está alejada de la realidad. En busca del secreto divino es una novela entretenida, de narrativa sencilla, Cualquier lector puede leerla y entenderla sin necesidad de entorpecerse con palabras desconocidas que solemos utilizar los escritores. Actualmente estoy terminando de escribir el segundo libro de la saga, El despertar de los antiguos dioses. El Portal oscuro y el diamante púrpura y finalizaré con De regreso a la eternidad. Los secretos de la creación y el Libro de zafiro.
Has publicado en Círculo Rojo, cómo está siendo la experiencia con la editorial.
Como todo escritor novel, uno tiene bastantes expectativas y publicar una novela creo que es algo que se puede lograr a base de esfuerzo y perseverancia.
De la editorial Círculo Rojo, en primer lugar agradecerles por tomarse el tiempo y dedicación con mi novela. En todo el proceso de edición ellos estuvieron acompañándome y asesorándome de manera muy profesional: están al tanto de todo, esperan tu aprobación de acuerdo al trabajo que hacen en base a la novela, y te informan de los pasos que dan, y no siguen adelante sin que les des tu aprobación. Estoy muy contento con el trabajo de la editorial, siempre están disponibles en cualquier momento que los necesite, aclarándome las dudas que me puedan surgir, estoy muy agradecido con ellos, con su profesionalidad, la atención tan personalizada, desde el momento que contactas con ellos es cien por por ciento acogedor, lo recomiendo.
Qué dicen los lectores del libro, qué comentarios te llegan.
Pues los primeros comentarios que he recibido han venido de amistades y antes de publicar mi novela ya recibía buenas críticas, debo decir que fueron ellos quienes me impulsaron a publicar.
De los lectores en general, que les gusta mi narrativa e incluso, algunos de ellos que se identifican con los personajes, y se hacen una imagen de las caracterizaciones de ellos, por esta razón no añadí dibujos a la novela, aunque tengo varios dibujos de ellos, ya que soy amante de la pintura, y obtuve muchos reconocimientos en base a mis dibujos, por eso quise darles a los lectores que pueda crear bajo su imaginación a los personajes de mi novela en base a la descripción que les hago. Incluso me han dicho que les gustaría ¡¡que se lleve a la pantalla grande!! En fin, me llena de satisfacción que esté gustando mi novela, esa es la mayor recompensa que puedo recibir de mis lectores, les mando un saludo y un beso enorme!
Qué autores te han influido a la hora de escribir.
Bueno, hay varios que marcaron en mi etapa de adolescente, entre ellos Pablo Neruda con sus Veinte poemas de amor; el Avaro de Moliere que destaco mucho de mis años como colegial porque fue el inicio de mi etapa como actor. Pero lo que hizo que yo amara la literatura y plantearme alguna vez escribir fue Edipo Rey de Sófocles. Esta obra sin duda marcó mi vida en mi etapa como escritor. También podría citar a mi compatriota Mario Vargas Llosa con La cuidad y los perros. Y en el género fantástico, que es el género al que me dedico, sin duda mi inspiración proviene del Señor de los anillos de J. R. Tolkien.
Escribes en el ordenador, en el móvil, por las mañanas, a mano...
Utilizó varios métodos: el ordenador es mi primera opción, pero como tengo muy poco tiempo, escribo alternado con mi trabajo y por eso utilizo el teléfono móvil mientras viajo por el Metro y a la hora de comer. Algunas ideas las plasmo en algún cuaderno cuando se enciende la chispa de mi imaginación. Con el móvil lo que ocurre es que a veces, te quedas sin batería y buscas un papel y un bolígrafo, para anotar esa idea.
Me gusta un ambiente de calma y relajación para escribir, suelo ir a los campos abiertos de la naturaleza, eso me da más confianza a la hora de escribir ya que el género de literatura que estoy desarrollando como es la fantasía, me abre más la imaginación.
Hoy en día un autor no solo tiene que escribir, tiene que promocionar él mismo su obra.
Pues en esta faceta como escritor te puedo decir que no es tan alejada del mundo del arte, como comenté en el programa de radio La chispa de la vida de Pato Valdez yo he sido actor y a pesar de que estaba acostumbrado a las entrevistas o el público como escritor es todo nuevo.
Cuando publicas una novela crees que la editorial va a encargarse de todo, de la publicidad y del marketing y lo hacen pero es cierto, hay que ocuparse también de promocionar tu propia novela ya que no hay nadie que conozca mejor la propia obra que el autor.
La novela acaba de publicarse y la presentaré en noviembre, de lo que informaré a mis lectores puntualmente. ¡Aún estamos confirmando la fecha y hora!
Web. Yurgen B Gonzalez
Facebook; Baruj adonai elohim
Instagram; baruj adonai elohim
Correo: yurgenbaldeong@gmail.com
sábado, 19 de octubre de 2019
Un café y una ventana - Deli en San Lorenzo de El Escorial
Maribel Orgaz - info@leerenmadrid.com
"Disfrutando en el nuevo oasis".
"Un espacio acogedor con gusto".
Son algunos de los comentarios que en Internet se pueden encontrar de este nuevo café en San Lorenzo de El Escorial, Deli.
El café, las tartas caseras, la iluminación, la música, la atención. Un pequeño paraíso en el que charlar y ojear el libro que acabamos de comprar en alguna de las preciosas librerías de este pueblo tan especial.
Y no hay mejor lectura en este lugar exquisito que la del Handke del que Eustaquio Barjau, catedrático de Alemán del Instituto Cervantes escribió:
"Disfrutando en el nuevo oasis".
"Un espacio acogedor con gusto".
Son algunos de los comentarios que en Internet se pueden encontrar de este nuevo café en San Lorenzo de El Escorial, Deli.
El café, las tartas caseras, la iluminación, la música, la atención. Un pequeño paraíso en el que charlar y ojear el libro que acabamos de comprar en alguna de las preciosas librerías de este pueblo tan especial.
Y no hay mejor lectura en este lugar exquisito que la del Handke del que Eustaquio Barjau, catedrático de Alemán del Instituto Cervantes escribió:
"Handke escribe sobre la búsqueda de lo que cabría llamarse "el paraíso olvidado": un paraíso (terreno, por supuesto) que no es ni el "paraíso perdido" ni el "paraíso recobrado" (Milton) ni el paraíso al que se podría entrar por la puerta trasera (Kleist), sino el paraíso que tenemos al lado mismo de nosotros y que extrañas fuerzas que no sabemos de dónde vienen (Kafka) nos han impedido ver durante siglos".
lunes, 14 de octubre de 2019
Imaginar el colapso - Escritores, libreros y cambio climático
Maribel Orgaz - info@leerenmadrid.com
Hace unos días, Ecologistas en Acción convocó a los periodistas para hacer un recorrido simbólico del colapso que amenaza a una gran ciudad como Madrid en la actual dinámica económica.
Imaginar el colapso de una gran ciudad es en realidad, imaginar el colapso de una civilización. Desde novelas como La carretera de Cormac McCarthy hasta ensayos como La anarquía que viene de Robert D. Kaplan; el lector tiene un buen puñado de obras en las que una dinámica caótica se desencadena al confluir diferentes amenazas. Desde el cambio climático a la explotación de recursos finitos, el acaparamiento de fuentes de energía o la extinción masiva de especies.
El itinerario comenzó con una parada en uno de los grandes depósitos de combustible, las reservas básicas que tiene Madrid en los tanques de Villaverde, Torrejón y Loeches; "que quizá acaben como recintos fortificados militarizados". Después, seguimos con una visita al sofisticado monstruo que es la distribución de alimentos a la población desde Mercamadrid.
En buena medida, el blog The Oil Crash lleva años desarrollando posibles derivas que se darían, o en palabras de uno de los portavoces de Ecologistas en Acción posibles "escenarios de riesgos ecosociales muy graves" que incluyen grandes proyecciones en la geopolítica e impactos en la vida cotidiana de la gente. En el blog se incluyen escenarios a futuro desarrollados como narraciones sobre un mundo en el que se ha agotado su energía más barata, el petróleo.
Desde Margaret Atwood hasta Glenn Beck, los escritores se han ocupado de proyectar mundos hipertecnológicos e hiperexplotados, en el que la vida humana y no la vida en sentido general, se ve amenazada.
"No hay una evolución lineal", afirmaron desde Ecologista en Acción, "en muy poco tiempo, hay grandes cambios. La respuesta no es tecnológica, va de reflexionar, de estilo de vida, de repartir, va de política".
Por su parte, los escritores llamaron a la huelga del clima el pasado 27 de septiembre y los libreros han elaborado un texto: Ante la emergencia climática. Manifiesto librero.
Hace unos días, Ecologistas en Acción convocó a los periodistas para hacer un recorrido simbólico del colapso que amenaza a una gran ciudad como Madrid en la actual dinámica económica.
Imaginar el colapso de una gran ciudad es en realidad, imaginar el colapso de una civilización. Desde novelas como La carretera de Cormac McCarthy hasta ensayos como La anarquía que viene de Robert D. Kaplan; el lector tiene un buen puñado de obras en las que una dinámica caótica se desencadena al confluir diferentes amenazas. Desde el cambio climático a la explotación de recursos finitos, el acaparamiento de fuentes de energía o la extinción masiva de especies.
El itinerario comenzó con una parada en uno de los grandes depósitos de combustible, las reservas básicas que tiene Madrid en los tanques de Villaverde, Torrejón y Loeches; "que quizá acaben como recintos fortificados militarizados". Después, seguimos con una visita al sofisticado monstruo que es la distribución de alimentos a la población desde Mercamadrid.
En buena medida, el blog The Oil Crash lleva años desarrollando posibles derivas que se darían, o en palabras de uno de los portavoces de Ecologistas en Acción posibles "escenarios de riesgos ecosociales muy graves" que incluyen grandes proyecciones en la geopolítica e impactos en la vida cotidiana de la gente. En el blog se incluyen escenarios a futuro desarrollados como narraciones sobre un mundo en el que se ha agotado su energía más barata, el petróleo.
Desde Margaret Atwood hasta Glenn Beck, los escritores se han ocupado de proyectar mundos hipertecnológicos e hiperexplotados, en el que la vida humana y no la vida en sentido general, se ve amenazada.
"No hay una evolución lineal", afirmaron desde Ecologista en Acción, "en muy poco tiempo, hay grandes cambios. La respuesta no es tecnológica, va de reflexionar, de estilo de vida, de repartir, va de política".
Por su parte, los escritores llamaron a la huelga del clima el pasado 27 de septiembre y los libreros han elaborado un texto: Ante la emergencia climática. Manifiesto librero.
"estamos en emergencia climática y ambiental, y tenemos que tomar las medidas necesarias cuanto antes si queremos evitar o al menos atenuar el desastre. Sabemos lo que hay que hacer, el problema no es tanto técnico como social. Necesitamos un cambio cultural profundo, que redefina lo que es la buena vida y que nos impulse colectivamente a afrontar el reto del cambio necesario".
"Las librerías españolas queremos cumplir nuestra parte, y para ello nos comprometemos a crear un grupo de trabajo para estudiar, con el resto de agentes de la industria del libro y en colaboración con las librerías de otros países, qué medidas pueden y deben tomarse en nuestro sector para contribuir en la tarea de disminuir el impacto de nuestra actividad sobre el medio ambiente. Creemos firmemente en el valor de lo que la cultura, los libros y las librerías aportamos a la sociedad, pero también somos conscientes de que es imperativo contribuir a la gran tarea de nuestro tiempo: encontrar el equilibrio de la humanidad con nuestro hermoso planeta".Y una lista de lecturas que puede consultarse aquí. "libros especialmente recomendables sobre asuntos de sostenibilidad, cambio climático, energías limpias o reciclaje".
domingo, 13 de octubre de 2019
Mujeres en la Historia de Madrid - Maribel Orgaz, Editorial Sargantana
Elegir cien mujeres excepcionales en la historia de Madrid no ha sido fácil y es probable que una historia de las mujeres en Madrid ocupase varios tomos. Cada día sabemos de nuevas mujeres que brillaron con luz propia en nuestra hermosa ciudad.
En este libro que he publicado en Ediciones Sargantana y que ya está en las librerías hice una selección de algunas de ellas: cien mujeres excepcionales que lideraron el camino, que
hicieron de Madrid y del mundo, un lugar mejor.
Espero que Mujeres en la historia de Madrid fascine al lector tanto como me fascinó a mí el escribirlo porque el coraje, el tesón y la confianza en el propio destino que todas estas mujeres desplegaron son merecedores de admiración y elogio.
Algunas eran madrileñas de nacimiento pero otras llegaron a esta ciudad
huyendo de malos matrimonios, familias asfixiantes o el convento. Madrid las
acogió a todas con generosidad, confió en ellas y les permitió cumplir su
destino: estudiaron, desarrollaron una
profesión, tejieron alianzas con otras mujeres singulares, lograron sus sueños e
hicieron historia.
Para hablar de ellas, compartiré sus historias en Miraflores de la Sierra el próximo 6 de noviembre a las 19h. en el Salón de Plenos del Ayuntamiento y en Colmenar Viejo, en la Casa de la Cultura, el 15 de noviembre a las 19h.
viernes, 11 de octubre de 2019
Poesía del Este y Poesía del Oeste - Khulood Al Mualla - Sharjah en Liber 2019
Maribel Orgaz - info@leerenmadrid.com
Al visitante de la feria de editores, LIBER 2019 le sorprenderá que este año, el invitado de honor sea el Emirato de Sharjah (Arabia Saudí) porque su literatura traducida al español es una desconocida, excepto figuras como la gran poetisa Khulood Al Mualla.
Desde Sjarkah se ha preparado una intensa agenda de actividades para dar a conocer su cultura:
Las mesas propuestas abordaron los lazos históricos entre España y la cultura árabe, la decisiva labor de las traducciones o la influencia de la caligrafía más allá de la belleza y el arte de sus trazos. El primer día, los actos se centraron en la traducción y la caligrafía.
"La conferencia, Historia común: árabes en España reunió al poeta emiratí Bushra Abdullah, al escritor emiratí Eman Al Yousuf, y a la novelista emiratí Saleha Obeid con el autor español Jerónimo Páez. .
El calígrafo emiratí Khalid Al Jallaf se unió al artista emiratí Abdul Qader Al Rais y al investigador español Juan Castilla Brazales para encabezar una mesa redonda titulada, La estética de la caligrafía árabe en el arte: la presencia de la caligrafía árabe en la arquitectura española y las artes plásticas.
Para cerrar la jornada, se organizó un debate sobre el Premio de Traducción de Sharjah Turjuman, considerado el de mayor dotación del mundo y que se lanzó para fomentar la traducción de obras árabes a otros idiomas, con el fin de mostrar la verdadera imagen y cultura de árabes y musulmanes. Los oradores incluyeron al Dr. Luis Miguel, Salvador Pina Martin y Luis Rafael Hernández".
Los dos últimos días, además de una presentación titulada Viajeros españoles en países árabes que estuvo a cargo del Dr. Hamad Bin Sarai y Gerónimo Báez, moderados por el poeta Shaikha Al Mutairi; la protagonista, sin duda, fue la poesía:
Poesía del Este y del Oeste. Los poetas emiratíes Sheikha Al Mutairi, Abdullah Al Hadiya y Al Hanoof Mohamed, junto con la poeta española Teresa Garolo, recitaron una selección de sus poemas y para cerrar, la gran poeta Khulood Al Mualla junto a Bushra Abdullah, Najat Al Dhahiri y Bahira Abdul Latif dieron a conocer algunos de sus versos.
Por último, tuvo lugar el seminario La poesía andaluza y su impacto en la Poesía Emirati Contemporánea. El novelista Eman Al Yousuf entrevistó al Dr Sultan Al Omaimi sobre la edad de oro de la poesía árabe andalusí, y el impacto de Andalucía en la poesía árabe y emiratí.
Al visitante de la feria de editores, LIBER 2019 le sorprenderá que este año, el invitado de honor sea el Emirato de Sharjah (Arabia Saudí) porque su literatura traducida al español es una desconocida, excepto figuras como la gran poetisa Khulood Al Mualla.
Desde Sjarkah se ha preparado una intensa agenda de actividades para dar a conocer su cultura:
"En el pabellón de Sharjah se exhiben una colección de 70 libros escritos por autores y novelistas emiratíes y árabes, traducidos al español bajo la supervisión de la Autoridad del Libro de Sharjah (SBA)".Para apoyar la difusión de escritores y poetas, se ha optado por ir más allá de la literatura con el afán de mostrar al visitante la caligrafía, la música, el té o los dibujos con henna. Una forma de acercamiento que desemboque en un interés lector.
Las mesas propuestas abordaron los lazos históricos entre España y la cultura árabe, la decisiva labor de las traducciones o la influencia de la caligrafía más allá de la belleza y el arte de sus trazos. El primer día, los actos se centraron en la traducción y la caligrafía.
"La conferencia, Historia común: árabes en España reunió al poeta emiratí Bushra Abdullah, al escritor emiratí Eman Al Yousuf, y a la novelista emiratí Saleha Obeid con el autor español Jerónimo Páez. .
El calígrafo emiratí Khalid Al Jallaf se unió al artista emiratí Abdul Qader Al Rais y al investigador español Juan Castilla Brazales para encabezar una mesa redonda titulada, La estética de la caligrafía árabe en el arte: la presencia de la caligrafía árabe en la arquitectura española y las artes plásticas.
Para cerrar la jornada, se organizó un debate sobre el Premio de Traducción de Sharjah Turjuman, considerado el de mayor dotación del mundo y que se lanzó para fomentar la traducción de obras árabes a otros idiomas, con el fin de mostrar la verdadera imagen y cultura de árabes y musulmanes. Los oradores incluyeron al Dr. Luis Miguel, Salvador Pina Martin y Luis Rafael Hernández".
Los dos últimos días, además de una presentación titulada Viajeros españoles en países árabes que estuvo a cargo del Dr. Hamad Bin Sarai y Gerónimo Báez, moderados por el poeta Shaikha Al Mutairi; la protagonista, sin duda, fue la poesía:
Poesía del Este y del Oeste. Los poetas emiratíes Sheikha Al Mutairi, Abdullah Al Hadiya y Al Hanoof Mohamed, junto con la poeta española Teresa Garolo, recitaron una selección de sus poemas y para cerrar, la gran poeta Khulood Al Mualla junto a Bushra Abdullah, Najat Al Dhahiri y Bahira Abdul Latif dieron a conocer algunos de sus versos.
Por último, tuvo lugar el seminario La poesía andaluza y su impacto en la Poesía Emirati Contemporánea. El novelista Eman Al Yousuf entrevistó al Dr Sultan Al Omaimi sobre la edad de oro de la poesía árabe andalusí, y el impacto de Andalucía en la poesía árabe y emiratí.
Doy vueltas como un pájaro de colores
me atraviesan los días
y me pongo de pie donde la esperanza.
Se abre la puerta
y yo
sin alas.
Khulood Al Mualla
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