Maribel Orgaz - info@leerenmadrid.com
Me incorporo como coordinadora una nueva temporada al Club de Lectura de la Mediateca Centro de Arte Alcobendas y estas son nuestras fechas:
Temporada Otoño 2021
NO ME NECESITAS, NO TE NECESITO.
Jacinto
Murillo Agrumanes
Tú no me
necesitas.
Dulcemente
ocúpate de tu
corazón,
que cuelgue
de todas las cortinas,
que rebose
más allá de la terraza de tu vientre,
que su latido
penda de todas las lámparas,
que suene la
música
atropelladamente
en todas las
habitaciones de mujer única y completa.
Ocúpate de
abrazarte,
de amar las
esquinas afiladas y recónditas de tu sabor femenino,
de amar las
sillas vacías de tus miedos más delicados, más fríos.
Entonces
cuando con
tranquilidad
nuestras
manos se confundan en un mismo desierto
tendrán
también la libertad
de otros
horizontes.
Allí nos
espera el pozo saciado de nuestras pieles.
Yo no te
necesito.
Dulcemente
rasparé mis uñas en el azulejo de mi ser
y, sin buscar
la mejor versión de mi arquitectura,
me ceñiré al
aire
del único
minuto
de hombre
que quiere
amar.
Tengo que
ocuparme de abrazar mis sombras,
de amar las
palabras que tapié con el silencio,
de amar mis
habitaciones de dientes apretados.
Entonces
cuando con
tranquilidad
nuestros
labios se solapen en un mismo océano
tendrán
también la libertad
del mar
abierto.
Allí está la
ola sedienta de nuestras pieles.
Tú no me
necesitas.
Yo no te
necesito.
Entonces es
cuando amar empieza a ser preciso.
Cuando esté muerta, mi amor
Christina Rossetti
Cuando esté muerta, mi amor,
No cantes tristes canciones para mí,
No plantes rosas en mi cabeza
Ni sombríos cipreses:
Sé la hierba verde sobre mí,
Con rocíos y gotas mójame;
Y si te marchitas, recuerda;
Y si te marchitas, olvida.
Ya no veré las sombras,
No sentiré la lluvia,
No escucharé al ruiseñor
Cantando su dolor:
Y soñando a través del crepúsculo
Que no crece ni desciende,
Felizmente podría recordar,
Y felizmente podría olvidar.
Inscripciónes, Centro de Arte.
Puedes leer la anterior temporada aquí.
Calendario
- 22 septiembre – Los girasoles ciegos. Alberto Méndez
- 6 octubre—Cuentos Miguel Delibes: El conejo
- 20
octubre—Señora de rojo sobre fondo gris. Miguel Delibes
- 3 noviembre-Cuentos. J.S.Perelman. Hasta el final y bajando la escalera
- O.Henry. El policía y el himno
- 17
noviembre-El Halcón
maltés. Dashiell Hammett
- 1 diciembre-Cuentos hispanoamericanos. Mónica Lavin. Manual para enamorarse
- 15 diciembre-Palabras del otro lado. Alonso Cueto. II Premio novela Alcobendas
- 22
diciembre-Microrrelatos
navideños
En esta reunión, la penúltima de la temporada, leemos tres cuentos de la escritora mexicana Mónica
Lavín de su libro, Manual para
enamorarse. Coincidimos en que el primero de ellos, la historia de un
anciano en una residencia que se inventa sucesivas vidas a partir de las
iniciales bordadas en su camisa es el que más nos gusta. Los dos siguientes,
acerca de una jubilada que vive sola, a la que le gusta el vino y el tercero,
de un hombre que casi como castigo es condenado a vivir en la ficción del manual
de felicidad que escribe nos parecen de menor interés.
Admiramos el acierto de Lavín al hacer que la historia de
una persona con Alzheimer sea contada desde su mente y no desde un espectador
lo que suscitaría en el lector la sospecha de que quizá no vive tan
despreocupado como el texto da a entender. Nos preguntamos si hay crueldad en
este cuento o la sencilla aceptación de la incapacidad para tender puentes con una persona cuya mente no “funciona”,
por así decir.
Creemos, como tema común, que los tres cuentos abordan el tema de la soledad.
Además, para cerrar nuestra sesión, ponemos en común la novela de Alonso Cueto, Palabras de otro lado que fue segundo premio
novela de Alcobendas. En general, creemos que la propuesta: una mujer que
descubre a la muerte de su madre que su padre no es el biológico y se marcha a
buscarlo a otro continente podría haber dado pie a una mejor narración. El
Madrid que describe nos parece que apenas abandona el tópico y quizá enviar a
la protagonista a Barcelona, en una novela de apenas doscientas páginas es
excesivo. A la vuelta a Perú, le espera la sorpresa de que su tía Avelina conocía el
secreto familiar y la trama se liquida demasiado rápido.
Cueto, reconocemos, es un escritor de oficio y eso se nota. Es capaz de empujar una trama, adornarla con unos personajes y estructurar un final pero ¿está aprisionado en antiguas estructuras de narración, en sacar adelante una trama?
¿Una
propuesta como ésta, en la que el descubrimiento de un padre que no es tal apenas supone un tiempo de reflexión en la vida de la protagonista, no sería más apropiado hoy en día que adoptara la forma de las narraciones de W.G. Sebald o de Olga Tokarczuk?
Para finalizar leemos un poema de una gran poetisa mexicana,
Enriqueta Ochoa.
El hombre
Enriqueta Ochoa (México,1928-2008)
¿Qué ha visto el hombre?
Nada.
Ciego y desnudo llegó,
desnudo y ciego se irá
del polvo al polvo.
Un gesto de ternura podría salvar al mundo,
pero el hombre jamás bajó los ojos
a ese pozo de luz.
—Llorarás, le dijeron,
mas no es fácil llorar.
Llorar es desprenderse,
irse en ríos de uno,
y el hombre sólo sabe
devorar y perderse.
No conoce más muros
que los que cercan su ciudad en sombras
y hasta allí ha bajado a envejecer,
a morir en sí mismo,
a sepultarse testarudo,
mientras la soledad circula por su cuerpo
como el viento por una casa en ruinas.
Yo insisto,
un gesto de ternura podría…, de pronto,
me irrito, tiemblo, río, me quebranto.
Yo soy el hombre.
17 de noviembre. El halcón maltés Dashiell Hammett y dos poemas de Natalia Litvinova .
Morir como las alondras sedientas
en el espejismo.
O como la codorniz
una vez atravesado el mar
en los primeros arbustos
porque de volar
ya no tiene ganas.
Pero no vivir del lamento
como un jilguero cegado.
TRES
HORMIGAS en mi baño,
como todas las mañanas.
¿Serán
las mismas o se turnan?
Tres exploradoras,
a
ver si me ausento o me descuido
o
despierto un poco más tarde,
que
es lo que necesita el hormiguero
para cruzar el baño.
No
me gusta matar hormigas,
sobre
todo las conocidas
y,
mientras cago,
muevo
el pie para asustarlas.
Con eso espero que baste.
El
hormiguero tendrá que esperar.
Condeno a una muchedumbre
a
la inacción y a pasar hambre.
Se morirán muchísimas.
Pero,
¿qué puedo hacer?
En
mi naturaleza está cuidar mi nido,
como
ellas el suyo.
Sentado en el retrete, adormilado,
soy
tan hormiga como todos,
alguien
me observa de seguro
y
ha decidido no pisarme.
Wisława Szymborska
Hora de la noche al día.
Hora de un costado al otro.
Hora para treintañeros.
Hora acicalada para el canto del
gallo.
Hora en que la tierra niega nuestros nombres.
Hora en que el viento sopla desde los astros extintos.
Hora y-si-tras-de-nosotros-no-quedara-nada.
Hora vacía.
Sorda, estéril.
Fondo de todas las horas.
Nadie se siente bien a las cuatro de
la madrugada.
Si las hormigas se sienten bien a las cuatro de la madrugada,
habrá que felicitarlas. Y que lleguen las cinco,
si es que tenemos que seguir viviendo.
En nuestra primera reunión de la temporada otoñal, retomamos una lectura que había quedado pendiente de la temporada anterior. Los girasoles ciegos de Alberto Méndez.
En la reunión, elegimos nuestro relato preferido, debatimos acerca de si es creíble un militar que quiere vencer al enemigo pero no exterminarlo se rinda o del gran sufrimiento que es lo que va quedando tras años de guerra en todas las personas que viven esta desgracia.
Para finalizar leemos un poema de la poetisa holandesa más conocida, Judith Herzberg.
Que si ha nevado aquí
La primera nieve, sí, ¿pero la última?¿Quién pone los ojos en el últimomuñeco de nieve, al derretirse yasus pies, en eso quién se fija?Lo mismo pasa con el dolor.Sientes bien el despiadadocomienzo, mas el desaparecerlo deduces una vez desaparecido.
3 de marzo. La carretera, de Cormac McCarthy
Las reuniones quedaron interrumpidas
Puedes leer la anterior temporada aquí.
También puede leerse mi libro, Cómo organizar un Club de Lectura. Editorial Bercimuel.
Nuestra primera lectura de la nueva temporada es un libro singular, La carretera de Cormac McCarthy, Premio Pulitzer 2007 y que parece llamado a ser, un texto cada vez más actual. En su día, cuando se publicó, dejó desconcertados a la crítica y al público ya que McCarthy era un autor ceñido a un tema: el oeste americano. Un mundo que en la imaginación europea es equivalente a nuestra Edad Media.
Charlamos acerca de cómo surgió esta narración apocalíptica. Según el autor, una noche se alojaba con su hijo de 11 años en un motel de El Paso, Texas y al despertars a las dos de la mañana y mirar por la ventana, el paisaje desolado le impactó de tal manera que quiso escribir sobre él. En un mundo gris, helado y con apenas unos pocos supervivientes; un padre y un hijo se dirigen hacia el Sur en busca de una tierra más benigna y que les permita sobrevivir. En el camino, otros hombres se han entregado a la desesperación, al crimen y al canibalismo.
Destacamos la bondad y compasión del niño, el amor de su padre y las escenas de terrible violencia que salpican el texto. Su prosa tan poética en algunos momentos y los diálogos, escuetos que se ajustan bien a la narración.
Recopilamos todas las pistas acerca de qué ha podido ocurrir para que desaparezca, prácticamente, toda la vida sobre la tierra. Lo que sí parece indudable es que la catástrofe ha sido causa del hombre, no un fenómeno natural.
Desde La carretera el género, o subgénero, de literatura post-apocalíptica ha renovado sus códigos y parece existir un consenso en que, la obra de McCarthy ha roto el cauce por el tradicionalmente discurrían este tipo de novelas.
Hijos de la bonanza de Ben Clark
“Hijos de la Bonanza”, nos llamaban;
los que no conocieron ni la hambruna
ni las agudas larvas de estridencia
chillando en el oído por las bombas.
Y cuando nuestras piernas tan delgadas
caían y sangraban porque el parque
era de un hormigón armado y frío,
se quedaban callados observando
nuestro llanto en un gesto de sorna.
Debíamos vivir y dar las gracias
por la ocre rozadura en la garganta
que provocaba el aire al refugiarse.
Agradecer las flechas de las nubes
y que un fango lechoso a nuestros pies
—en un último gesto agonizante—
le mordiera las botas al progreso.
¿Y cómo agradecerles la alegría?
La misa provocada por los hombres
inocentes del mar
cuando se encaminaban hacia el río
dispuestos a bañarse entre excrementos.
También estaba el tedio
de tener que explicarles a los niños
palabras como pueblo indio, oso
pardo, ballena azul o lince ibérico.
Pero esto eran minucias, sacrificios
en nada comparables al sufrido
por aquellos que ahora nos decían
“hijos de nuestra sangre”, tan severos.
Aunque, a veces, es cierto, no era fácil
simplemente intentamos ir viviendo.
Haciendo caso omiso a los escrúpulos,
al vacío que moraba en nosotros,
‘hijos de la bonanza’;
los hijos de los hijos de la ira,
herederos de todos los despojos.
Segundo Semestre 2019
24 de septiembre. La contadora de películas. Hernán Rivera Letelier
22 octubre. Las hijas de Hanna. Marianne Fredriksson
19 noviembre. El pintor de las batallas. Arturo Pérez Reverte
17 diciembre. Condenados al silencio. Robert Wilson.
En esta primera sesión hemos comenzado presentándonos y comentando algún detalle sobre el motivo de asistir al club de lectura o sobre nuestros gustos lectores.
Como es habitual en las aperturas de los clubes de lectura que coordino he animado a los asistentes a que abandonen el modo de lectura académico y disfruten de las libertades que como lectores tienen con un libro:
1-Abandonar su lectura en cualquier momento: hay más libros que vida. ¿Por qué hay que perder el tiempo en algo que no nos gusta ni disfrutamos cuando otros miles de libros apasionantes nos esperan?
2-No somos filólogos. Nuestras lecturas no pretenden un conocimiento académico. Somos el lector ideal de un escritor: acudimos a sus textos sin prejuicios, abiertos a que nos sorprenda, dispuestos a recomendarle con entusiasmo.
3-Crear nuestra propia biografía lectora. Al margen del canon y de la presión sobre lo que hay que leer.
4-Convertirnos en lectores curiosos y apasionados.
5-Reconsiderar géneros y autores que nos habían estropeado como la poesía.
También puede leerse mi libro, Cómo organizar un Club de Lectura. Editorial Bercimuel.
Al ser la vuelta de las vacaciones de verano, escribimos la que ha sido nuestra lectura favorita de las vacaciones. Éste es el listado:
Stonner - John Edward Williams
Sangre y arena - Vicente Blasco Ibáñez
El nombre de la rosa - Umberto Eco
Las maldiciones - Claudia Piñeiro
Viajes - Henry Melville
Una habitación con vistas - E.M.Forster
Secretos imperfectos - Michael Hjorth
Leyendas de Toledo
La ilustre fregona - Miguel de Cervantes
La vida instrucciones de uso - George Perec
Las siete muertes de Evelyn Hardcastle - Stuart Turton
Historias de la historia - Carlos Fisas
Patria - Fernando Aramburu
El jinete polaco - Antonio Muñoz Molina
Historia universal y cronológica - Isaac Asimov
Un mar violeta oscuro - Ayanta Barilli
La mujer que compra flores - Vanessa Monfort
Yo, Julia - Santiago Posteguillo
Idus de Julio - Felipe Ortín
Lobo gris - A. Williams
Al faro - Virginia Wolf
Samarcanda - Amin Malouf
Señorita - Juan Eslava Galán
El Club de las mentiras - Mary Karr
Telefónica - Ilsa Barea
Todo cuanto amé - Siri Hustuet
El paraguas balcánico - Enrique Criado
Nansen, maestro de la exploración polar - Javier Cacho
El puente sobre el drina - Na Drini ćuprija
Trilogia de Auschwitz - Primo Levi
La mujer que mira a los hombres que miran a las mujeres - Siri Hustwedt
Cuentos - Chejov
La mujer helada - Annie Arnaux
Pura pasión - Annie Arnaux
Trilogía de Eva García Saen
El corazón del mundo - Peter Frankopan
La hija de Cayetana - Carmen Posadas
El último barco - Domingo Villar
Rías de Londres - Ben Aaronovitch
84 Charing Cross Road - Helene Hariff
El dolor de los demás - Miguel Hernández
Formas de estar lejos - Edurne Portela
La muerte del Comendador - Haruki Murakami
Tres caballos - Erri de Luca
Los peces no cierran los ojos - Erri de Luca
Aquí no, ahora no - Erri de Luca
Un chico italiano - Philippe Besson
Deja de decir Mentiras - Philippe Besson
Los perros seguido de las aventuras singulares - Hervé Guibert
El pintor de batallas de Arturo Pérez Reverte y un poema de Anna Admatova
En nuestra penúltima reunión cambiamos el tono de lectura y abordamos una novela, El pintor de batallas, que ha sido una de las obras más polémicas de su autor, el periodista Arturo Pérez Reverte. ¿Hasta qué punto refleja las propias experiencias como reportero del escritor? ¿Hay que dejar de lado algunos aspectos biográficos de Pérez Reverte y leer como si no le conociésemos?
Comenzamos preguntándonos si el soldado que visita a un hombre muy enfermo, aislado en una torre pintando en un mural circular todas las atrocidades de las que ha sido testigo es o no, un fantasma.
También si alguien puede ser testigo, aunque sea ejerciendo un trabajo, de una matanza sin tomar partido y sin verse anímicamente afectado. ¿De qué protege una cámara a un reportero de guerra?
Coincidimos en que la novela transmite muy bien la independencia y el aislamiento de un periodista que ha de asomarse a la violencia más atroz y fotografiarla. También nos gusta el personaje de Olvido, otra fotógrafa con la que el protagonista mantiene una relación sentimental. Admiramos la descripción de cuadros de batallas, la descripción de la perspectiva en la pintura y cómo enlaza un conflicto armado tras otro en la narración.
Charlamos acerca de la guerra de Yugoslavia y el trauma que como europeos supuso el volver a tener países enfrentados en un continente que había puesto un gran esfuerzo y todo tipo de mecanismos de contención para vivir en paz tras la II Guerra Mundial. Para algunos, este conflicto es similar en impacto sobre el imaginario colectivo, a la guerra de Vietnam para los americanos.
Para finalizar leemos un poema extraordinario de la poetisa rusa, Anna Ajmátova.
Julio 1914 de Anna Ajmátova
ha estado ardiendo el pozo seco de la huerta.
Los pájaros ni siquiera han cantado hoy
y el álamo ha dejado de crujir y silbar.
La lluvia no ha rociado los campos desde Semana Santa.
Un forastero con una sola pierna arribó
y solo en el patio declamó:
“Tiempos de terror se acercan. Pronto
frescas tumbas abundarán en todo lado.
Habrá hambre, terremotos, muerte por doquier,
y un eclipse de sol y de luna.
nuestra tierra a voluntad, sólo para él:
la madre de Dios desplegará su blanco manto
sobre toda esta enorme congoja.”
Las hijas de Hanna de Marianne Fredriksson y un poema de Antonio Jiménez Millán
En nuestra reunión de octubre hemos leído uno de los libros de más éxito internacional provenientes de la literatura sueca, Las hijas de Hanna. Para empezar charlamos sobre el boom de la literatura negra y policíaca de los países nórdicos y especialmente Suecia con sus exitosos Henning Mankell y Stieg Larsson. Recordamos también a sus premios Nobel, Tomas Tranströmer y mucho antes, Selma Lagerlöf.
Aunque todos hemos leído el libro, a algunos no nos gusta porque es frío y el estilo literario más bien periodístico, "plano". Esto es, narrando los hechos desnudos sin atención a crear momentos de intensidad o describir con brillatez y pasión algunas vivencias de las protagonistas. Debatimos si la autora por ser sueca nos parece a nosotros latinos, demasiado distante con lo narrado o es un problema de simpleza de lenguaje.
A otros, en cambio, les parece muy interesante cómo ha insertado conocimientos de historia en la novela para contextualizar, sin ahogarnos en datos históricos, el drAMA de tres generaciones de mujeres suecas: Hanna, Johanna y Anna que son abuela, madre e hija respectivamente. También nos gusta especialmente cómo se describen los cambios no sólo de estilo de vida, si no de mentalidad de principios de siglo hasta nuestros días con los que las mujeres no sólo son enjuiciadas socialmente si no cómo se perciben a ellas mismas.
En este sentido, surge la la pregunta sobre los sentimientos. ¿Son construcciones sociales? ¿Qué margen tenemos como individuos de liberarnos y actuar, de tomar nuestro propio camino, de hacer nuestro destino si todo lo que sentimos nos viene impuesto por la época que nos toca vivir?
Leemos en voz alta algunos párrafos en los que el libro propone reflexiones sobre cómo el entorno en el que nos educan o los problemas de hijos e hijas con respecto a sus padres y madres dejan una profunda huella en nuestra vida. Qué se esperaba del matrimonio a principios de siglo y qué se espera en el siglo XX de él. Cómo el estado del bienestar sueco fue un esfuerzo colectivo que perseguía en primer lugar, una sociedad justa y digna tras años de pobreza y guerras.
Otro aspecto en el que nos detenemos a reflexionar en nuestra reunión es por qué esta novela ha sido un éxito internacional traducido a 50 idiomas y con más de 15 millones de ejemplares vendidos.
Por último, cerramos nuestra reunión con un poema de Antonio Jiménez Millán.
Chat de Antonio Jiménez Millán
La contadora de películas. Hernán Rivera Letelier y un poema de Mario Benedetti
En nuestra primera reunión tras el verano nos presentamos diciendo nuestro nombre en voz alta y además, escribimos nuestra lectura veraniega preferida para incluirla en esta entrada.
Para esta reunión, hemos leído una pequeña novela del escritor chileno Hernán Rivera Letelier, La contadora de películas, un autor muy querido en su país. En Francia este libro fue un gran éxito de ventas y se compraron los derechos para hacer una película pero aún estamos esperando a que se decidan a filmarla. Es uno de sus libros más conocidos en español.
Todos los asistentes hemos leído el libro y coincidimos en que es una novela que narra un fondo de pobreza y unos hechos tristes de una manera que no tienes, como lector, en ningún momento, la sensación que debería producir una narración de estos hechos al desnudo.
Rivera Letelier habla sobre un entorno durísimo en el que las personas que lo habitan han formado una comunidad y dentro de sus limitaciones, tienen momentos de felicidad.
Charlamos sobre las palabras que no conocemos y que hemos tenido que buscar en el diccionario: pulpería, pericote o chaucha. Esto nos da pie, una vez más, a referirnos al español neutro y la polémica que siempre conlleva. Por suerte, a nuestro club asisten contertulios de otros continentes y aportan lo que algunas de estas palabras significan en sus países y que en España tienen otra connotación diferente.
Elogiamos cómo el autor ha resuelto una escena terrible que empuja a la protagonista a una madurez, de niña a persona adulta, en apenas dos párrafos.
En general nos ha gustado el libro y nos parece de una gran habilidad cómo mezcla ternura, humor y hasta tragedia en una historia de un desierto chileno en el que miles de personas se ganaron la vida duramente (como el propio autor).
Al finalizar leemos un poema de Mario Benedetti, que es un buen complemento a nuestra lectura.
Sudores de Mario Benedetti
Primer Semestre 2019
5 de marzo. Madame Bovary, Gustave Flaubert
26 de marzo. Toda una vida. Robert Seethaler
30 de abril. El desván. Guanlung Cao
21 de mayo. El esclavo. Isaac B. Singer
21 de mayo. El esclavo de Issac B. Singer y dos poemas de José Luis Rico Martín.
En nuestra última reunión de esta temporada, leemos El esclavo del Premio Nobel Isaac Bashevir Singer. Acudimos al encuentro y todos los participantes hemos leído la novela completa.
Charlamos acerca de la trama, el cierre de la novela, su historia de amor y si su referencia a la religión judía es en ocasiones excesiva. Algunos de los asistentes han descubierto a un gran autor y se proponen leer algo más de su obra. A otros no les parece que El esclavo sea una obra a la altura de un Premio Nobel.
La pregunta que en nuestra reunión nos hacemos continuamente es de qué es esclavo el pobre Jacob. ¿De los campesinos polacos? ¿Del amor-pasión que siente por la alegre y hermosa Wanda? ¿De su religión? Debatimos si una religión, como se ve en el texto, supone en un determinado momento con sus normas sobre saber leer, riguroso comportamiento individual e insistencia en la higiene personal; una diferencia sobre cualquier población con la que el grupo de creyentes hubiera de convivir. El autor describe a un hombre aislado en una montaña entre campesinos brutales y supersticiosos.
Leemos el artículo que se publicó cuando Isaac Bashevis Singer falleció, sobre su hermano y su hermana; también escritores. Los motivos para declararse vegetariano y ateo. Su escritura en yiddish,
En el lugar en el que nos reunimos tiene lugar estos días una exposición que es perfecta para complementar nuestra lectura: HaAretz de Roger Grasas; expresión en arameo (lengua que Singer también dominaba) y que hablaba Jesucristo. HaAretz se refiere a la Tierra Prometida ( el lugar al que nuestro protagonista, el judío polaco Jacob, emigra con su hijo tras la muerte de Wanda-Sara).
En nuestra novela Israel, la Tierra prometida, era el refugio al que un judío podía ir después de las matanzas que padecieron en la, hasta entonces, acogedora Polonia - y en otros lugares- desde el Siglo XVII.
"HaAretz es una reinterpretación de los paisajes bíblicos fotografiados bajo el filtro del turismo, la sociedad del consumo y la devastación de la guerra".A nuestra reunión llevamos la Biblia para buscar los pasajes clave en los que se indica cuáles son los alimentos que ha de comer un judío, entre otros detalles; información sobre los judíos ultra ortodoxos en Israel y un gran reportaje sobre los cosacos. Que en esta novela son un grupo sanguinario y que sin embargo, Tolstoi retrata como señores libres que dominaban las estepas en su relato del mismo nombre, Los cosacos.
Los Caminos del Señor son infinitos y La vida y yo de José Luis Rico Martín.
Para finalizar y como contrapunto, dos poemas sobre la vida y Dios.
30 de abril. El desván. Guanlung Cao y un poema de Shu Ting.
En nuestra reunión de abril abordamos una autobiografía peculiar, la de un escritor chino que fue becado por Estados Unidos a una edad en la que habitualmente, nadie se atreve a emprender un cambio de vida de esta magnitud.
Guanlong Cao 曹冠龙 , Nacido en Shanghai estudió ingeniería y empezó a publicar cuentos con cierto éxito. El desván, hasta el momento lo único traducido al español, es la vivienda de la familia, sin agua corriente ni cuarto de baño, sin habitaciones, sin intimidad.
Charlamos acerca de la gran cantidad de ingenio que la familia despliega para conseguir comer melocotones, para que la madre obtenga algún ingreso extra vendiendo cabezas de cerdo hervidas o simplemente, sobrevivir día a día. A las reubicaciones, a la vigilancia del partido, a las sospechas de los vecinos.
El padre, cuya familia fue represaliada porque tenían una hectárea de tierra, y por eso la novela se subtitula, Memorias de un terrateniente chino, trabaja moldeando botones en una prensa de hierro a base de fuerza bruta.
Lo que el autor cuenta nos parece que es la vida cotidiana de muchas personas que apenas tienen lo justo para sobrevivir al margen de que el motivo sea la imposición de un régimen político concreto. En ese sentido, no nos parece que la narración sea algo tan singular.
Elogiamos los momentos poéticos del libro: cómo describe el cuerpo de su madre cuando era pequeño y dormía abrazado a ella, cómo son atados en el tejado del desván su hermana y él de un pie cuando la familia duerme al aire libre en los sofocantes veranos o cómo la madre se lava el pelo hasta dejarlo brillante y sedoso con una mezcla de ceniza.
Coincidimos en las anécdotas que nos horrorizan: cuando abofetea a su hermana para poder quedarse con el piso que el gobierno cede a la familia o cómo el padre azota con una vara a los hijos de manera brutal para educarlos.
Hablamos sobre la evolución económica de Shanghai, ahora una ciudad de rascacielos, primer puerto del mundo en tránsito de mercancías, de una pujanza económica que según la descripción de Cao en este libro de memorias, parece haber dado un salto de la miseria a la abundancia sin transición.
Después de 30 años en Estados Unidos, Cao regresó a China y ganó en 2014 el Premio de la Feria del Libro de Taipei.
son derribados por el viento;
no todas las semillas
se quedan sin enraizar en la tierra.
erosionan los corazones humanos;
no se fracturan a propósito
las alas de toda ilusión.
es como tú lo dices!
se consumen en su propio fuego,
también iluminan a otros;
no todas las estrellas
señalan la oscuridad en la noche,
también anuncian los primeros rayos del alba.
No todos los cantos
pasan rozando los oídos,
también se alojan en el corazón.
es como tú lo dices!
No todas las pérdidas se quedan sin compensación;
No todos los abismos profundos se extinguen;
No toda la desolación cubre la cabeza de los débiles;
No todo espíritu puede quebrantarse bajo las pisadas en el fango;
son manchas de sangre y lágrimas,
también son una muestra de alegría.
Todo futuro echa raíces en su ayer.
Por favor, coloca este todo sobre tus hombros.
26 de marzo - Toda una vida de Robert Seethaler y un poema de Karmelo Iribarren.
Nuestra siguiente lectura de esta nueva temporada es un libro que compendia la vida de un campesino de las montañas austriacas, Toda una vida de Robert Seethaler.
Este libro lo habíamos leído con anterioridad en el Club de Lectura de Anabel Segura (Alcobendas) y la mayoría de los asistentes opinaban que lo recomendarían a otros lectores, por eso nos animamos con él en este nuevo grupo. Y como era de esperar, siempre hay aspectos nuevos, opiniones sobre detalles de la obra que nuevos lectores aportan y que enriquecen otras perspectivas de esta nouvelle.
Charlamos, en primer lugar, sobre la tendencia actual de la novela a esta extensión, poco más de cien páginas o bien, casi seiscientas. Nos preguntamos acerca de los posibles motivos para esta tendencia y que quizá, en otro tiempo, este texto hubiera sido agrupado con otro de similar extensión hasta completar las habituales trescientas páginas que tradicionalmente ocupaban las novelas.
Tenemos opiniones diferentes acerca de si el protagonista es un hombre que apenas sobrevive en su entorno, o dentro de sus limitaciones, intenta llevar una vida lo más digna posible. Su infancia de maltrato y trabajo brutal que lo deja lisiado de una pierna, su intento de formar una familia... ¿es un hombre de inteligencia límite? ¿tenia más opciones en un lugar así?
Durante la reunión nos preguntamos acerca de si es posible escribir hoy en día sobre la vida campesina, sus ritmos y sus ritos y que un lector urbano la entienda. Cuál es el límite para un autor moderno cuando quiere describir la flora de un lugar, el canto de los pájaros o las costumbres para poder comunicar al lector un paisaje, una situación. ¿Es posible escribir hoy en día como hizo Delibes?
John Berger y su trilogía, De sus fatigas también es mencionado en nuestra reunión como ejemplo del intento de levantar acta de un mundo desaparecido.
También hacemos referencia a varios escritores austriacos que parecen englobarse en grandes tendencias; por ejemplo la sofisticada vida vienesa, de la alta burguesía descrita por Stefan Zweig y los campesinos de las montañas, el tema de esta novela; sin que parezca haber comunicación entre ambos mundos.
Ya está, Karmelo Iribarren
Para finalizar, y al hilo de nuestra charla sobre lo que hoy en día consideramos una vida plena o una vida feliz, leemos un poema de Karmelo Iribarren.
5 de marzo - Madame Bovary y un poema de René Char
Nuestra primera lectura de esta nueva temporada es todo un reto porque este clásico de la literatura universal tiene tal carga de estudios críticos, montañas de opiniones de multitud de expertos, versiones cinematográficas, el entusiasmo ilimitado de otros escritores como Mario Vargas LLosa. En resumen, tal rebozado que es casi imposible llegar al texto original, hacer una lectura desde el desconocimiento. ¿Cómo leer con ojos nuevos un texto así?
Nos serviremos de nuestra libertad como lectores que no persiguen utilidad alguna, que no buscan incrementar conocimientos a través de la literatura, no tienen que hacer un examen de fin de curso ni exhibiciones eruditas. Esta libertad que nos permite plantearnos ¿qué méritos tiene esta novela para que yo, en este siglo XXI, siga leyéndola? ¿merece esta historia de unos valores sociales obsoletos, de una región provinciana francesa de hace dos siglos, que le dedique mi atención y mi tiempo?
El amor romántico que ella idealiza y que sólo le procura desgracias, su incapacidad para amar a su marido Charles, un mediocre médico rural, un hombre simple que sin embargo, tiene devoción por ella. El casi abandono en el que Emma tiene a su única hija.
Sobre el texto admiramos las descripciones, los diálogos, la forma en que Charles se enamora de ella, el humor con el que Flaubert retrata en tantas ocasiones a personajes y situaciones. La contraposición de una sociedad burguesa, de individuos que se comportan en muchas ocasiones como patanes, con sus intereses limitados y la figura de Emma que desea vivir algo más y que no tiene posibilidad alguna en un lugar como éste ni por educación ni por la clase social a la que pertenece.
En cuanto a la forma, coincidimos en que el texto es una obra de arte aunque hay una opinión acerca de si es necesario nombrar personajes que el autor no va a desarrollar después. Leemos algunos párrafos del texto y reparamos en cómo presenta a Emma, detalle a detalle para que el lector quede también cautivado por su belleza y elegancia.
Charlamos acerca de su posible depresión cuando su primer amante la abandona o de su anorexia nerviosa, en un tiempo en el que se carecía de palabras para estas dolencias psíquicas.
¡Ha de vivir! - René Char
Para finalizar y como es costumbre en los clubes de lectura que coordino, leemos un poema.
¡Ha de vivir! Qu'il vive!
Esta tierra no en sino un voto del espíritu, un antisepulcro.
En mi tierra, las tiernas pruebas de la primavera y los pájaros mal vestidos son más estimados que los fines lejanos.
La verdad aguarda a la aurora junto a una vela. No nos cuidamos del cristal de la ventana: qué le importa al atento.
En mi tierra no se interroga a un hombre emocionado.
Sobre la barca zozobrada no hay sombra maligna.
Los buenos días a medias: eso no se conoce en mi tierra.
No se pide en préstamo más que lo que puede devolverse aumentado.
Hay hojas, muchas hojas en los árboles de mi tierra. Y las ramas son libres si no quieren dar fruto.
No creemos en la buena fe del vencedor.
En mi tierra se sabe agradecer.
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