lunes, 29 de julio de 2019

Hay que lanzarse con frescura e ilusión - Sergio Artero, Saltatium Teatro

Maribel Orgaz -info@leerenmadrid.com
Sergio Artero es el fundador de Saltatium Teatro, una compañía de teatro y poesía que toma su nombre de las antiguas compañías romanas que entretenían al público con acrobacias y pantomimas. Han estrenado en Almagro, han sido premiados por sus montajes infantiles y haciendo honor a su nombre, están embarcados en una nueva locura, en palabras del propio Artero: "un montaje de títeres de carril sobre un texto chino". En poesía, Sergio Artero es autor de Autopsia de X (Fundación Siglo JCYL, 2011), Trilogía de Alamut (Lck15, 2012) y Antología de imposibles (Dalya, 2015) e Índice de ingrávidos (Baile del Sol, 2017). Su último poemario se ha titulado Manual d Pie  (Ediciones Tigres de Papel) y acaba de estrenar en el género del clown, Muerte accidental de una payasa. 

¿Teatro rural y teatro de ciudad? Qué futuro tiene un teatro rural en una España vacía.

En verdad no existe un teatro rural y otro de ciudad. Es una barrera quimérica pero instrumental para reflexionar sobre las despóticas burbujas culturales. El teatro es una industria (Adorno y Horkheimer) que necesita consumidores. Sin embargo es una industria cultural nómada y, porque su producto se mueve por donde sea, el espacio de creación puede localizarse donde se quiera. Para la creación o la investigación han sido muchos los que buscaron escapar de las urbes: Isadora Duncan, Jacques Copeau, Eugenio Barba, Albert Boadella... Vistos los precios de alquileres, la reducción de espacio y de concentración de las ciudades, vaticino que habrá muchas compañías que busquen su salida en el entorno rural. Y, como cualquier industria, el teatro es un disparador de riqueza. Un ejemplo: ¿cuántos festivales de música se llevan a cabo en poblaciones pequeñas? No tengo el dato pero muchísimos y de todos los niveles. Son atractores de público, de turismo y dinamizadores de la economía local.

Lo rural en un mundo que trata al campo como si fuera una fábrica.

¿Qué no es una fábrica en nuestro modelo económico? No es malo que el campo sea una fábrica si es sostenible, justa y respetada. El teatro es un vocero o, si prefieres, un influencer. Cuanto más agentes culturales se relacionen con el entorno rural más fácil será que sepamos sobre los conflictos de sostenibilidad, sobre los dilemas sociales o morales, de la sociedad no urbana. El campo es una fábrica que sostiene el resto de fábricas. Y considero importante vocear esto.

Saltatium es poesía, teatro, festivales infantiles… Cuál es el el punto de unión entre todas ellas.

El concepto de salto. Esto es, un lanzarse con frescura, ilusión y, sobre todo, riesgo. Saltar de un lado a otro es cambiar tu posición, un vértigo pero también aventura. Cambiamos de formato, de género, de estilo, de disciplina cultural. Somos una compañía difícilmente encasillable aunque reconocible por elementos más sutiles: el amor por la transfusión de lo culto y lo popular, por ejemplo. Además crecer es también ir saltando cada vez menos, así que el salto nos remite a la infancia y, más allá aún, al juego. Nosotros queremos ser jugadores, y no tanto artistas que qué sé yo. Tenemos siempre presente la siguiente máxima de Allan Kaprow: reemplazar "artista" por "jugador", como si se adoptara un pseudónimo, es una manera de alterar una identidad fijada. Y una identidad cambiada es un principio de movilidad, de ir de un lado a otro. Eso mismo. Nosotros perdemos identidad, lo que es muy malo para el marketing, pero ganamos libertad, lo que es perfecto para la creación.


De entre todas las obras de teatro que has escrito y dirigido, cuáles destacarías.

A bote pronto, mi montaje más estético tal vez fuese Lo inesperado de Fabrice Melquiot para la compañía Pajarracos, hace muchos años. La obra que tengo más cariño es El mudejarillo Juan de la Cruz de Jiménez Lozano, también porque es un monólogo que yo mismo interpreto. Un texto mío que fue un montaje que sigue enamorándome es Ana Frank y las estrellas. Y nuestro mayor éxito profesional ha sido estrenar Los imperios de la Luna de Cyrano de Bergerac en el Festival de Almagro, una experiencia fantástica.

La poesía sirve y no sirve de nada… y en Madrid hasta se paga por escucharla.

Hay quien dijo que la poesía sirve para que seamos menos imbéciles. Y creo que tenía razón. Creo que la poesía es el territorio donde se dan los jugadores de Kaprow con mayor fidelidad: el lector es tan jugador como el poeta. El poeta, con permiso de Pessoa, es un jugador que juega tan completamente que hasta juega a que es amor el amor que en verdad siente.

Si la poesía es intensidad, ritmo y voz. Qué es la Voz.

La voz poética es una falacia ensalzada a partir del Romanticismo, en Poesía muchos no se han desprendido aún del Romanticismo, que parece decirnos que existiese una identidad inamovible del artista. Y es cierto que todos tenemos tendencia a campos semánticos, giros de lenguaje, temas recurrentes, etcétera, vinculados a nuestra particular visión del mundo. Analizar esto da de comer a filólogos, lingüistas y estudiosos de la Literatura, pero no debería ser una búsqueda del creador. Es lo contrario a nuestra contemporaneidad proteica y líquida, y muy aburrido. Ahora bien, como decía antes, muchas veces es cuestión de marketing, que funciona por encasillamiento, por reconocimiento: se teme defraudar al editor o al fan. Muchos utilizaron heterónimos. Otros, como yo, al carecer propiamente de «fans», sólo nos preocupamos por reconocernos a nosotros mismos.

DiariodeLeón

del círculo de ambos
hemos hecho una atalaya un búnker un museo donde apilar cenizas 
cenizas que prender felices 
al fuego que se fue 
que es otro fuego 
yo voy de mí a ti y tú a la inversa 
y subrayamos el círculo perpetuos 
siempre del incendio equidistantes 
y vamos dando giros y más giros 
teniendo a lo inefable acorralado 
y el tiempo preocupado por perdernos.
                  Anhelo de miopía (extracto) - Sergio Artero

domingo, 21 de julio de 2019

Escritores, poetas y Alberto Schommer - La Cárcel, Segovia

Maribel Orgaz - info@leerenmadrid.com
Rafael Alberti, Carmen Martín Gaite, Francisco Ayala. De nuevo, una exposición de retratos del fotógrafo Alberto Schommer, esta vez en La Cárcel de Segovia y con el aliciente de su amplitud ya que se exponen 80 de ellos.

En 1972 un periódico le hizo un encargo alimenticio y Schommer optó por ir más allá del pago por pieza. El resultado fue el comienzo de una singular carrera dedicada a la fotografía.

Camarón de la Isla no se dejó retratar pero Antonio López le permitió la misma libertad que él como artista siempre defiende. Poetas y escritores se extienden más allá del límite de la fotografía en primeros planos rebosantes.

Contemporáneos permanecerá abierta hasta el 11 de agosto y forma parte del festival internacional anual PHoEspaña 


miércoles, 17 de julio de 2019

Cien tesoros naturales de la Comunidad de Madrid - Javier Gómez Aoiz

Maribel Orgaz - info@leerenmadrid.com
Orquídeas silvestres y plantas carnívoras, glaciares y zonas mediterráneas. La Comunidad de Madrid con el mayor porcentaje de Red Natura en España es un gran tesoro natural. Javier Gómez, biólogo y viajero, autor de guías de naturaleza, ha publicado Cien tesoros naturales de la Comunidad de Madrid, Ediciones La Librería.
"Exclusivo de estas sierras norteñas es el erizo serrano que enraiza en alta montaña en donde otros, por el viento y la insolación, no se atreven a crecer".
 Cien tesoros naturales de la Comunidad de Madrid se presentó en el marco de las I Jornadas de la Sierra Norte de Madrid ante un público que abarrotó la sala.

Javier Gómez que es autor de las fotografías y el texto, apenas tuvo tiempo para dar un repaso a las joyas naturales de nuestra comunidad que cuenta con más de la mitad de las especies de mariposas españolas, que cobija a ranitas de San Anton y ve crecer orquídeas y azucenas silvestres.
"Quizá Madrid aún guarde algunas sorpresas. En los años 80 se descubrió el geranio del Paular. En todo el mundo sólo hay una extensión de medio campo de fútbol en donde crece y está aquí".  

Cien tesoros naturales de la Comunidad de Madrid
Javier Gómez Aoiz
Ediciones La Librería
Blog



viernes, 12 de julio de 2019

Ya es tiempo de flores - Mujeres Ilustradoras en Quercus y la Biblioteca Digital del Real Jardín Botánico


Maribel Orgaz - info@leerenmadrid.com
Este mes de julio se dan dos felices coincidencias. La revista Quercus ha publicado un artículo extraordinario del biólogo y pintor Juan Valera sobre Mujeres y arte naturalista en los Siglos XVIII y XIX:
"La botánica proporcionó a las mujeres del XVIII una oportunidad de acercarse a la ciencia y, a través de ella, al trabajo como ilustradoras."
           "De hecho, la afición a la botánica en cierto círculos no era considerada una inclinación muy varonil. Esta actitud abrió camino a muchas de las que, gracias a ostentar una cierta posición social, deseaban adquirir conocimiento en un campo que, como la ciencia, les estaba vetado".  
La presentación de Juan Valera puede verse aquí:



Por último, el Real Jardín Botánico ha mejorado el acceso y ampliado los fondos de su Biblioteca Digital que incluye categorías de búsqueda como Expediciones Científicas y de ilustración botánica o todos los números del Semanario de Agricultura y Arte dirigido a los párracos

Miles de documentos que la Biblioteca del Real Jardín Botánico atesora en sus fondos están disponibles de manera sencilla y gratuita en su nueva página web.

"Ya es tiempo de flores", le escribe Juan Bautista Aguiar a Celestino Mutis en una de sus cartas como agregado a la Real Expedición Botánica del Nuevo Reino de Granada  "yo quisiera tener que mandar todos los días, pero es menester buscar y trajinar mucho los montes". Archivo epistolar del sabio naturalista don José Celestino Mutis.






lunes, 8 de julio de 2019

Para hablar con los dioses - Mitopoesía, María Victoria Reyzabal, poeta

Maribel Orgaz - info@leerenmadrid.com
Quizá sólo los poetas piensen en estos tiempos en dirigirse a los dioses y la gran mayoría lo hagamos al asesor fiscal, al coach, a la cirujía plástica, al prozac, al tinder y a las dietas de ayunos extremos. ¿A quién le interesa ya, salvar el alma? Ese estorbo, cuando lo que queremos son experiencias.

Únicamente los poetas desentreñan la Verdad.
Somos aquellos que cultivamos los campos,
los que domesticamos las fieras,
erigimos templos o palacios y socavamos tumbas.  

María Victoria Reyzabal ha publicado un nuevo poemario, Mitopoesía. Para hablar con los dioses. Ed. Visión Libros. Autora de una obra extensísima que incluye novela, cuentos, ensayo, poemas; Reyzabal recupera en este volumen dioses de todo el mundo: por qué los inventamos, qué representan, para qué nos han servido.

Por estas razones y tantas más,
resulta admirable nuestro fervor religioso
sabiéndonos apenas torbellinos, eco de humaredas,
delirio de rumores. 

Está Jesús y está Buda, Brigid y Zaratustra; están los santos menores como Nelson Mandela o San Ero de Armenteira. El catálogo muy pronto intriga al lector: ¿los habremos imaginado a nuestra conveniencia? ¿Es posible acudir a ellos en los tiempos en los que nuestros altares están dedicados al acelerador de partículas, la nanociencia,  los índices de glucosa y la cronobiología?

Reyzabal va y viene entre los siglos de súplicas y llantos ante piedras, trozos de madera, cielos, llamas sagradas.

¿Qué hacer entonces si no te llegan
nuestros rechinantes quejidos,
nuestras impotentes blasfemias,
nuestras temporales claudicaciones?

Para admitir nuestra imposible antigua fe y reconocer los dioses modernos: el endocrino y el politólogo, el economista y el biólogo.


Y ahora es tiempo de una nueva era
donde el mito se haga ciencia.


Mitopoesía
Para hablar con los dioses
María Victoria Reyzabal
Editorial Vision Libros
Blog, Casandra ante el espejo

viernes, 5 de julio de 2019

En viaje de novios por las tierras del Cid - Pidal y Goyri - Biblioteca Nacional de España


Maribel Orgaz -info@leerenmadrid.com
En la España de finales del XIX, Madrid era el lugar en el que una mujer podía estudiar casi puede decirse, el único lugar. Aunque, como se le daban bien los números, en principio se matriculó en Comercio, María Goyri continuó sus estudios en la Facultad de Filosofía y Letras. Fue la primera mujer matriculada en España oficialmente en 1893 y aterrorizados ante lo que pudiera ocurrir, se ideó un sistema para que fuera a clase sin intimidar a sus compañeros: se la mantenía en una antesala, la llevaba el bedel a clase, la sentaba sola en una mesa junto al profesor y vuelta a la antesala acompañada, así día tras día.

A Goyri le había impuesto su madre, desde que era niña, un estricto programa de estudios y de gimnasia por motivos de salud. Esto último era singular. El ejercicio físico para las mujeres de su clase social bajo prescripción médica cuando estaban hartas, aburridas y deprimidas por el control feroz que ejercían sobre ellas, padres, madres, maridos, hermanos, tíos, tenderos, curas... consistía en paginación y progresión en carruaje (pasar las hojas de un libro, darse una vuelta en un coche de caballos). Goyri, según las fuentes, tenía en el Retiro un árbol preferido al que se encaramaba a diario, hacía pesas...

Además de cursar la carrera, tenía tiempo para asistir a las clases de Ramón Menéndez Pidal en la Escuela de Estudios Superiores organizada por el Ateneo de Madrid. Se conocían, habían sido alumnos en la misma Facultad. Pidal estaba ya enfrascado en su tesis sobre don Juan Manuel..., se hicieron novios..., se iban los fines de semana a recopilar romances orales por Segovia.

"Nunca sabrá nadie dónde llegaba la labor de uno y empezaba la del otro. En cualquier caso, tanto la recopilación de romances conservados en la memoria de las gentes de los pueblos castellanos como la organización del archivo Menéndez Pidal fueron básicamente labor de la filóloga", Mujeres en la historia de España, Cándida Martínez, Ed. Planeta.

Ramón Menéndez Pidal y María Goyri se casaron en 1900 y su viaje de novios fue recorrer en burro la ruta del Cid:
"Cuando pararon en El Burgo de Osma se alojaron en una pensión y, a la mañana, estando María Goyri y la asistenta haciendo la cama, empezó a canturrear el romance de «El Conde Sol», y la asistenta le dijo que ella también sabía algunos. Entre los romances que le cantó había uno desconocido hasta entonces: el «Romance de la muerte del Príncipe don Juan»".

Estos días en la Biblioteca Nacional de España tiene lugar una exposición sobre El Cid y Ramón Menéndez Pidal y es posible encontrar un par de pequeñas referencias a María Goyri en lo alto de una vitrina y en una tarjeta manuscrita.

En 1937 la Junta de Defensa Nacional de Franco solicitó un informe sobre el matrimonio. En él se decía que Pidal era una persona buena, de gran cultura pero ¡ella!, también de gran talento y cultura era peligrosísima: "es sin duda una de las raíces más robustas de la revolución".

Por suerte, ahora, se abren nuevos tiempos de posibilidades fascinantes, en los que la imaginación y el entusiasmo impregnarán una nueva forma de mirar más equilibrada a nuestro legado cultural, a lo que han aportado mujeres y hombres, a cómo se difunde y cómo se expone al público.


Dos españoles en la historia: el Cid y Ramón Menéndez Pidal
Biblioteca Nacional de España
Hasta el 22 de septiembre, gratuita.