jueves, 30 de enero de 2020

En Trabensol con Benito Pérez Galdós


Hace unos días, me llamaron de Trabensol para que fuese a hablarles de Benito Pérez Galdós. La bibliotecaria de Torrelaguna, el pueblo de al lado, les había dado mi nombre y tras explicarme telefónicamente las condiciones, acepté.

Trabensol es una rareza en España: un grupo de amigos ya jubilados decidió construirse un lugar en el que vivir juntos. Cada uno tendría su casa, en este caso apartamentos y compartirían el comedor, el huerto, los cuidados médicos y todo lo que a una edad se va necesitando para seguir haciendo una vida activa. Ellos lo han denominado centro social convivencial porque en español no tenemos una traducción del inglés cohousing. 

La invitación incluía la comida y enseñarme el centro. Fue una tarde maravillosa. Hubo helado y muchas risas y momentos de gran ternura. La mayoría de quienes viven en Trabensol se han venido aquí en pareja y para muchos forma parte de la alegría de su día a día el poder continuar juntos. En mi mesa un abogado, una enfermera, una diseñadora de joyas, una madre de seis hijos... "Esta chica...", le sonreía el encargado de la biblioteca a su esposa que con 80 años y un pelo blanco precioso miraba su plato con disgusto: la dietista le había prescrito más proteínas y a ella sólo le apetecía fruta y más fruta.

Después de comer y el paseo por las zonas que comparten a cubierto y las exteriores: el huerto y los jardines; hubo café con pastas en el precioso apartamento de Dolores que como los rosales del jardín están de invierno, había llenado la terraza de macetas con pensamientos amarillos y azules. Esas flores sorprendentes que en el invierno más gélido y pese a parecer frágiles aguantan impertérritas nuestras heladas.

Me dejaron en la biblioteca mientras llegaba la hora de mi charla para que curioseara un rato. Todo estaba muy bien catalogado y con muchos libros interesantes que me gustaría haber leído en ese momento, "pues vente cuando quieras", me invitaron divertidos.

A las 18h. dispusieron el comedor, que se ha convertido en la sala preferida para hacer saber novedades, ofrecer un coche compartido, disfrutar de las conferencias y hasta pequeños conciertos. Y eso que hay pequeñas salas en las que disfrutar juntos del fútbol o sentarse un rato a charlar, que jueguen los nietos cuando vienen a verles e incluso una dedicada a estar en silencio. Trabensol es en muchos pequeños detalles, aún más singular.

Me presentó Carmen, con quien había compartido mesa. Les contó que estaba dando clases de literatura, este trimestre de Benito Pérez Galdós en la Universidad Popular de Alcobendas, y que hablaría sobre quién era Galdós y sus obras.

Fue un público numeroso y atento que al finalizar mi presentación, exclamó con entusiasmo: ¡Dan ganas de ponerse a leer a Galdós!, y es que ese era el objetivo de mi charla así que di las gracias y me despedí hasta otra próxima ocasión.


Hablaré de nuevo sobre Galdós en Miraflores de la Sierra, en el Salón de Plenos del Ayuntamiento el próximo 19 de febrero, a las 19h. A mis queridos compañeros de la Tertulia Ágora. La asistencia es libre y gratuita.  







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