viernes, 25 de junio de 2021

Escrito por mujeres - Colección Museo del Escritor - Centro Cultural Soto del Real - Visita guiada

 


Los próximos 8 y 10 de julio haré las visitas guiadas en la exposición Escrito por Mujeres. Rastros del mundo literario femenino en español del siglo XX que estará abierta en el Centro Cultural Pedro Lorenzo de Soto del Real (Madrid) hasta el próximo 12 julio.

Libros, cartas, plumas, tinteros, fotografías y decenas de objetos procedentes del Museo del Escritor se exponen a lo largo de las diferentes vitrinas construyendo un gran mundo de escritura en lengua española. 

Desde Gabriela Mistral, la única escritora en lengua española que ha obtenido un Premio Nobel a María Zambrano, la primera mujer en obtener el Premio Cervantes, Dulce María Loynaz, primera mujer hispanomaericana en obtener el premio Cervantes o Carmen Conde que fue la primera en ser admitida en la RAE; hasta 26 literatas llenan las vitrinas y la sala de esta muestra tan cuidada.

Zenobia Camprubí y Carmen Laforet, Alfonsina Storni y Claribel Alegría, María Mercedes Carranza y la valerosa María Teresa León. Mujeres de vidas fascinantes, pioneras en lo personal y profesional de las que quizá aún podría decirse que no conocemos de manera adecuada, el alcance de su obra.

Muchas de estas mujeres están incluidas en mi libro, Mujeres en la Historia de Madrid, Editorial Sargantana, al haber sido Madrid un antes y un después en sus vidas. 

       Escrito por Mujeres. Rastros del mundo literario femenino en español del siglo XX

Visitas guiadas - gratuitas, previa inscripción

centrocultural@ayto-sotoreal.es - 91 848 01 14

Dos grupos

8 julio, 19h.

10 de julio, 11.30h.








martes, 8 de junio de 2021

Desde la luz, la vida que habla - Gerardo Vielba en la Sala Canal de Isabel lI

 




El Arte sale de la vida. Si la vida fracasa, fracasa el Arte".

Antonio López 

"Creo que el artista", reflexionaba Antonio López  en una entrevista, "está encantando con la desolación porque tiene mucho prestigio. Habría que romper con eso, con sinceridad, a ver si hay otras cosas".

En la Sala Canal de Isabel II y hasta el 25 de julio, tiene lugar estos días una exposición de fotografía que ha descubierto para los madrileños otra mirada. La ciudad celebra una edición más de PhotoEspaña y propone una enorme oferta expositiva fotográfica pero es probable que el descubrimiento para el gran público sea la muestra de Gerardo Vielba. Y hay que elegir bien la hora si no se quiere hacer colas por las reducciones de aforo que aún tenemos estos días. 

"Tengo un especial gusto en aquello que late en mí, me enamora y, en un momento dado, muchas veces fugitivo, me invita, me convida a captarlo y dejarlo en imagen fija (...)", Vielba. 

La vida que resuena en este fotógrafo, "un gran renovador de la fotografía española en los años cincuenta y sesenta, no solo a nivel teórico, sino también a través de la práctica", es la de una sensibilidad que capta "la belleza de los aspectos cotidianos".


"¿Qué fotografía hago?
", puede leerse en una cartela de la exposición, Paisajes, ensayos sobre actitudes humanas en su ambiente, los diseños del mar, los niños... Una parcela que me encanta: retratos con aire y tiempo". 

La profunda simpatía, dignidad y elegancia con la que Vielba retrata una florista callejera, un anciano leyendo en un paisaje desolador, unos niños flacos y sucios jugando en la calle configuran una manera de ver el mundo al que, en general la actitud del artista español nos tiene poco acostumbrados.  

"La ternura", reflexionaba el Premio Nobel de Literatura Vicente Aleixandre, "ese insólito sentimiento de nuestras letras". 

Los motivos para que el gran público descubra de manera tardía a Gerardo Vielba quizá tengan que ver con su propia trayectoria vital, y no sólo con la confusión acerca de que lo serio ha de ser oscuro; fue en 2009 cuando el Museo de la Ilustración de Valencia le dedicó una gran muestra y Madrid lo hace espléndidamente en 2021. A este conocimiento reducido de su obra puede también haber contribuido un artista entregado a modernizar y promover una nueva fotografía en España y al apoyo que siempre brindó a los talentos más jóvenes para que se abrieran camino. 

"En lugar de promocionar su propia obra, con una gran generosidad y amplitud de miras", explica la fotógrafa Mari-Loup Sougez, "se dedicó como presidente de la Real Sociedad Fotográfica al desarrollo futuro de la fotografía española, a promocionarla en un momento de gran dificultad".  

Nacido en la calle Alameda, muy cerca del Museo del Prado, recorría la ciudad, "amaba Madrid", explican sus hijas, fotografiándola. Era un gran lector, un hombre de amplia cultura que se interesó por la fotografía de manera casual, gracias a un vecino. 

"Era un poeta. Su fotografía es cálida y elegante, no hay artificio en ella",Cristina García Rodero, Premio Nacional de Fotografía.






 

viernes, 4 de junio de 2021

Un testimonio del fin de un mundo - De José Rizal a Jesús Balmori - Literatura en español en Filipinas - Na linia secreto del horizonte. Instituto Cervantes Madrid (España)

 


Como ocurría con la mayoría de los cartógrafos, Juan González de Mendoza, que sí viajó entre México y España, fue con respecto a la obra que le dio celebridad, hombre de gabinete que jamás estuvo en Asia. Su fascinación por estas tierras le llevó a recopilar crónicas y testimonios de cuantos viajeros, mercaderes y evangelizadores llegaron a China. 

González Mendoza publicó, en 1585, Historia de las cosas más notables, ritos y costumbres del gran reyno de la China que fascinó a todos los hombres de su tiempo. Se hicieron 38 ediciones, se tradujo a siete lenguas y "determinó el inicio de la sinología moderna. Toda la historiografía sobre China hasta el siglo XVIII tuvo como referencia a Gónzalez Mendoza".

En el Instituto Cervantes y hasta el 20 de junio continúa abierta al público una exposición singular, Na linia secreto del horizonte. El legado de Filipinas al mundo hispánico: la literatura hispanofilipina.

Desde el siglo XVI, cuando comenzó la presencia de españoles en Filipinas y hasta lograr su independencia, en el siglo XIX, la lengua española introdujo un nuevo canon humanístico, la imprenta, la ciencia occidental y el sistema universitario "que entró en simbiosis con este nuevo mundo"  y que desembocaría en una clase Ilustrada que absorbió desde el Romanticismo europeo, ideas liberales y republicanas. Era frecuente que se apelara a los poetas para que respaldaran con su pluma, el nacionalismo filipino y su independencia. 

Desde José Rizal a Jesús Balmori, desde los primeros intentos de independencia hasta la II Guerra Mundial, Filipinas sufrió un tiempo convulso. Rizal, médico, escritor y poeta, fue ejecutado en uno de los episodios más negros de nuestra historia bajo la acusación falsa de sedición. Nos legó, entre otras obras, dos novelas, algunos poemas y una obra de teatro y está considerado un héroe de la patria.

Jesús Balmori (1886-1948), escritor y periodista, fue el puente hacia la modernidad en las letras filipinas y escribió entre otras obras, Pájaros de fuego "desde un punto de vista histórico-lingüístico, una autentica rara avis, ya que se trata de la única obra escrita en español por un asiático sobre la Guerra del Pacífico en contemporaneidad al conflicto", Toni Tena.

Balmori que había viajado a Japón, volvió rendido a un país y sus gentes y escribió poemas y textos sobre la extraordinaria cultura japonesa. En 1945, esos japoneses que idealizaba, invadieron Manila y desataron el horror: "uno de los mayores crímenes de guerra cometidos por el Ejército Imperial Japonés". El escritor vivió aquel infierno en primera persona y dejó testimonio de todo ello. 

"Durante cuatro años, el gobierno de ocupación japonés mantuvo a la población en un terror continúo, mataron a los intelectuales, convirtieron a las mujeres en esclavas sexuales", explica la cartela de la exposición. Y mientras, Jesús Balmori escribía, en un ejercicio de coraje extremo, su novela Pájaros de fuego: "el ejército japonés buscaba su máquina de escribir y él ocultaba el manuscrito en frascos de cristal bajo tierra, en su jardín".

Para liberar Filipinas de los japoneses, el ejército estadounidense arrasó la capital. Según algunos historiadores, Manila sería la segunda ciudad más destruida por los Aliados después de Dresde. 

"La última parte de la novela la finalizó Balmori tras la liberación de Manila. Arruinado y desahuciado, malvendió la obra al gobierno filipino con la promesa de que éste la publicaría. Tal promesa no se cumplió y la novela se perdió en algún archivo durante más de cincuenta años. Casualidades del destino quisieron que la obra volviera a aparecer para ser publicada por el Instituto Cervantes de Manila en 2011 en el marco de su colección Clásicos hispanofilipinosToni Tena.

Pájaros de fuego, se detalla en la exposición, es por tanto y tras la catástrofe de la guerra, el testimonio del fin de un mundo. 


¡Señor de los poetas, de los desventurados,

de todos los ausentes de libertad turbados,

de los que han hambre y sed de justicia en la tierra!

Señor de los esclavos, señor de las zagalas (...)

Jesús Balmori