martes, 7 de junio de 2022

Un toque de fuego en la torre más alta - Ávila, ciudad alada - La gloria de Don Ramiro, Enrique Larreta en el Torreón de los Guzmanes

 


En 1902, y por azar, el diplomático Enrique Larreta visita Ávila, desde la habitación de su hotel contempla la catedral en el anochecer "con un toque de fuego todavía en su torre más alta", el flechazo fue instantáneo, abandona todos sus proyectos de escritura y decide fabular sobre las aventuras y desventuras de un noble abulense en el siglo XVI. 

A Larreta le llevó cuatro años escribir La gloria de don Ramiro y cuando se tradujo al francés fue en best-seller en toda Europa. En español, la editorial Austral realizó más de veinte ediciones.

"En La gloria de don Ramiro, la luz ambiental, el rayo del sol o de la luna, los reflejos, destellos, relumbres, rubores y transparencias, son con mucha frecuencia los auténticos protagonistas del momento, y las cosas no son más que la materia necesaria para que los juegos de la luz se manifiesten",  Adelia Lupi, hispanista. 

Hasta el 1 de julio, en el majestuoso Torreón de los Guzmanes, "una de las casas nobles más bellas de la ciudad", se encuentra una exposición exquisita, fruto del empeño personal del pintor José Luis Pajares que es también comisario de la muestra: "esta es la novela más transcendente que ha tenido Ávila y pertenece a la ciudad al igual que la muralla y la catedral".

La Gloria de Don Ramiro, elogiada por Benito Pérez Galdós y admirada por Miguel de Unamuno, "que paradójicamente no captó el humor y la ironía del texto", según detalla Sofía Irene Cardona-Colom de la Universidad de Puerto Rico; se tradujo al ruso, se editó con gran cuidado para los estudiantes de español en Estados Unidos y dio lugar a un proyecto musical, "que podría haber sido la primera ópera en lengua española", según Pajares "pero la colaboración entre Manuel de Falla, Ignacio Zuluaga y el propio Larreta no terminó de cuajar. Sin embargo", puntualiza, "existe otra ópera inédita del compositor Luis de Cobos Almaraz".

"La novela", reflexiona el también coleccionista, José Luis Pajares que donará parte de los fondos expuestos al Archivo Histórico de la Diputación de Ávila, "es un alegato contra la intolerancia y a favor de la convivencia entre razas, Don Ramiro no es cristiano viejo y esa es su tragedia".

Enrique Larreta, uno de los hombres más acaudalados de la Argentina de principios de siglo, fue también pintor y dramaturgo y dado el éxito de su novela, encargó al dibujante ovetense Alejandro Sirio conocido simplemente como Siro, elaborar las ilustraciones para una edición de lujo "he logrado reunir tres ejemplares y uno de ellos, quizá la pieza más sobresaliente para el visitante, se expone en la muestra", Pajares.

Durante un año, Siro se encerró "como un paciente monje" y elaboró más de 200 dibujos, algunos de los cuales se exponen en torno al patio "entre columnas toscanas" del Torreón de los Guzmanes. Larreta pagó generosamente al ilustrador que pudo visitar París y conocer a Picasso o Derain gracias a ello. "La gloria de Don Ramiro ilustrada por Siro marcó un antes y un después en la historia editorial de Argentina". 

"En esta Avila caballeresca y monacal, Enrique Larreta revivió con tanta exactitud histórica y equilibrada nostalgia y sensibilidad el aristocrático, exclusivo, complicado, irracional y sublime Siglo de Oro", Adelia Lupi.

"Ávila es una ciudad inverosímil, sólo la pasión heroica y la pasión divina han podido levantar ciudad semejante. Cíñela una muralla única en Europa por su intacta grandeza (...) Ávila es una ciudad alada", Enrique Larreta.

En una revista de la época, daban cuenta de una nueva visita del argentino a la ciudad, "nuestro país le recibe como propio y con ufanía, no es un viajero más, comprende nuestros sueños y nuestros impulsos, nuestras grandezas" Letras, Artes Ciencias. 




La Gloria de Ávila
Exposición en torno a La Gloria de Don Ramiro
Colección José Luis Pajares - Dibujos Alejandro Sirio
Ciclo de conferencias
Hasta el 1 de julio - Acceso gratuito 



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