"Considero que la escritura no se agota en su componente estético: debe ser sostenida por una armazón ética. No hablo de la ideología ni del discurso, sino del espinazo que la sustenta, de las nervaduras que la sensibilizan, de las venas que la irrigan". Rubén Bareiro
A los 11 años, esbirros del gobierno le encarcelaron. La policía, cuenta el gran escritor paraguayo Rubén Bareiro, quiso detener a su padre y como no lo encontraron, se lo llevaron a él. El pánico y también la entereza con la que afrontó aquel terror de soledad en una cárcel de adultos, "no lloré de indignación", permanecieron siempre en su memoria: "creo que ciertos acontecimientos son más definitorios que las fechas, porque los mismos marcan el trayecto de la vida".
En el club online de la Mediateca Anabel Segura comenzamos nueva temporada con Literaturas inesperadas, una serie de cuentos procedentes de países hispanohablantes eclipsados por las grandes potencias literarias México, Colombia y Argentina. Puedes consultar el programa completo aquí.
La literatura paraguaya se volvió universal con Augusto Roa Bastos, Premio Cervantes en 1990 y junto a él, quizá menos conocido por haberse dedicado a la difusión de la lengua guaraní desde su cátedra de literatura hispanoamericana en la Universidad de Vincennes (Francia), los expertos sitúan a Rubén Bareiro Saguier.
Paraguay perdió el mar, explicaba la escritora Renée Ferrer de Arréllaga, Premio Nacional de Literatura 2011, y eso significó quedarse al margen de la llegada de libros que entraban desde España a nuestros puertos. Durante siglos, la literatura apenas pudo desarrollarse.
Las dificultades continuaron en la carencia de imprentas y una clase social ilustrada, "la literatura colonial apenas tiene interés, excepto el teatro", explicaba José Vicente Peiró, profesor de Literatura Hispanoamericana de la UNED y de la Universidad Jaume I de Castellón y nuestro mayor experto en las letras paraguayas. Argentina suplía esta carencia como editor de las lecturas en Paraguay.
Pero en el siglo XIX tuvo lugar un hito, continúa Peiró, el 1 de octubre de 1860 se fundó la primera revista cultural de Paraguay, Aurora y lo hizo un gaditano, Ildefonso Antonio Bermejo. "Una revista que lo revolucionó todo". Bermejo, periodista, dramaturgo e historiador; residió en el país entre 1855 y 1863; en esos años su labor fue extraordinaria: además de Aurora fundó el Teatro Nacional y la Escuela Normal.
"En Aurora publicó por primera vez en la prensa paraguaya, una mujer, la escritora Marcelina Almeida". ABC en el Este.
"Fui un estudiante rutinario de derecho y un abogado sin entusiasmo", reflexionaba Bareiro en unos apuntes autobiográficos. En la universidad francesa completaría su formación en humanidades.
En 1971, con Paraguay sometido bajo la dictadura de Alfredo Stroessner, publica en el exilio francés Ojo por diente ,"la mayor parte de nuestra literatura ha sido escrita en el destierro y la que nace en el país tiene también el signo de un estilo impuesto por el temor"; que recibe el premio Casa de las Américas, una bofetada al régimen dictatorial.
Al año siguiente, en uno de sus frecuentes viajes a Paraguay, se le denegó la renovación del pasaporte, "esa no validez del pedazo de papel, que me vedaba el regreso a la tierra, constituyó un golpe muy duro, desgarrador, porque me convirtió en refugiado, en apátrida legal. Hasta que superé ese complejo injustificado: la arbitrariedad espuria no podría jamás negarme la patria de mi sangre, la comarca de mis sueños, la tierra de mis huesos. Mi reacción se hizo en la palabra, que para un escritor es la acción".
"Los nuevos escritores", continuaba el profesor Peiró en su intervención durante el Encuentro Cultural Paraguay-Valencia en 2012, "han revolucionado por completo el panorama literario, son urbanos, escriben de ciencia-ficción, han dado una vuelta completa al género negro".
La Asociación Literaria Arandú organizó en 2018, unas jornadas en el Centro Cultural de España Juan de Salazar sobre la literatura paraguaya. La radiografía del sector incluyó lectores, bibliotecas, editoriales, nuevos géneros literarios entre los que destaca la crónica y una apuesta de futuro que lo ha cambiado todo: Internet. "La herramienta más valiosa en este momento para proyectarnos más allá de aquí e intercambiar nuestras literaturas", Mónica Bustos, escritora, premio Dr. Jorge Ritter, 2008.
Querido Jean,
que acaba de pasar por mi tierra
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