En nuestras bibliotecas se echa de menos, cada vez más, a los lectores que acuden a ellas a leer in situ sus fondos y esto no sólo ocurre en España, es un hecho general. Por eso, hay cada vez más iniciativas para convocar momentos de lectura en común.
Al margen de clubes de lectura, talleres de escritura, presentaciones de libros y las actividades habituales bibliotecarias, acudir a leer a nuestra biblioteca más cercana es tan sencillo como emocionante.
En Sídney, Australia, es frecuente, me cuenta mi amiga Isabel que vive allí desde hace muchos años y usuaria de su biblioteca, señalar una hora simultánea en todas las bibliotecas de la ciudad para acudir a leer en sala. Es una forma maravillosa de lectura en compañía, quizá descubrir nuevos libros y conocer a otros lectores.
En la Biblioteca de Soto del Real (Madrid) Juan Sobrino, su bibliotecario, ha convocado una fiesta de la lectura en el marco de la semana de las bibliotecas. Sólo hay que apuntarse, acudir y estar abierto a la sorpresa. Si quieres, puedes llevar tu libro favorito, si no, qué mejor lugar para prestártelo.
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