sábado, 3 de febrero de 2018

Club Lectura Anabel Segura. Coordinadora: Maribel Orgaz - Alcobendas


Maribel Orgaz-info@leerenmadrid.com
El Club de Lectura de la Biblioteca Anabel Segura ha comenzado de nuevo en febrero y me incorporo a él como coordinadora, al igual que en su anterior temporada, antes de la Navidad. Si tienes interés en nuestras anteriores lecturas, puedes leer un resumen de las reuniones aquí. 

Y si lo deseas, puedes leer mi libro, Cómo organizar un club de lectura, aquí. 

Las lecturas de esta nueva temporada dedicadas al Relato se han estructurado así:
Mediateca Anabel Segura, 19h.

1 Febrero
Los maestros recomiendan
 La Pata de Mono, W.W. Jacobs
8 Febrero
Relatos sobre lo que odiamos
 Las cosas que llevaban, Tim O´Brian
15 Febrero
Relatos sobre lo que amamos
Intentando impresionarte, Chris Baker.
Eliezer y Rebeca, Pedro Gómez Valderrama (*)
22 Febrero
Microrrelatos e Historias Mínimas
El espejo chino, Jean Claude Carriere
La montaña, Enrique Anderson Imbert
1 Marzo
Prosa poética o poema en prosa
Cómo se salvó Wang-Fo , Marguerite Yourcenar


(*) Se solicitará a los asistentes que traigan, si es posible, a la reunión, un ejemplar de la Biblia y se propondrá una visita de al Museo del Prado para ver Eliezer y Rebeca de Murillo. 

El grupo está completo con lista de espera. Según parece nuestro grupo de lectores tiene de nuevo gran interés y se llenó completamente en apenas dos horas tras abrirse el plazo de inscripción con lista de espera. De nuevo este grupo de lectura es el más rápido en agotar sus plazas en Alcobendas.

Hemos comenzado nuestra reunión con algunas indicaciones sobre sus características: un club de lectura no son clases de literatura, hablaremos sobre el texto, dialogaremos entre nosotros y aprenderemos cosas nuevas pero lo importante para nuestras reuniones es la "cantidad de vida que un libro puede atraer. Lo importante es convertirnos en lectores con un criterio propio, curiosos y apasionados". Eso significa dejarnos cautivar por la belleza y complejidad de las palabras que un escritor puede desplegar sobre todo lo que nos rodea.

1 de Marzo. Prosa poética o poema en prosa.
Cómo se salvó Wang-Fo, Marguerite Yourcenar y Ezra Pound

En nuestra última sesión sobre relatos del Club de Lectura, invertimos el orden de lectura habitual. En primer lugar abordamos algunos poemas de Ezra Pound que son más narrativos que líricos y planteamos si podría desarrollarse un relato a partir de lo que interpretemos de ellos.

Proponemos que como ejercicio de escritura puede contarse una historia desde estos versos y conservar alguno o una combinación de palabras, a la manera en que se versionan piezas clásicas de música. Que el eco del poema permanezca o inspire nuestro relato.

Hablamos también sobre las distinciones entre poema en prosa y prosa poética y cuál podría ser para un lector que no es filólogo, la aportación de esta distinción. 

Un objeto
Esta cosa, que tuvo un nombre y no un corazón
ha adquirido familiaridad donde pudo haber afecto,
y nada ahora
                       disturba sus reflexiones.


A Madame Lullin
Te sorprenderá que un hombre de ochenta años
pueda seguir escribiéndote versos...
¡El pasto brota debajo de la nieve
los pájaros cantan hasta la última época del año!
Y Tibullus pudo decir de su muerte, en su latín:
“Delia, aún agonizando te miraría.”
Y Delia misma desvaneciéndose
olvidando incluso su belleza.


Antigua sabiduría, más bien cósmica
So-Shu soñó
y habiendo soñado que era un ave, una abeja, y una
    mariposa,
dudaba de por qué debería intentar sentirse como cualquiera
    otra cosa,
de ahí su contento.


La buhardilla
Ven, apiadémonos de aquello cuya situación es mejor
                              que la nuestra.
Ven, amiga mía, y recuerda
                              que los ricos tienen sirvientes y
                                  no amigos,
y nosotros tenemos amigos y no sirvientes.
Ven, apiadémonos de los casados y de los solteros.

La madrugada entra de puntillas
                               como una dorada Pavlova,
y yo estoy cercano a mi deseo.
Ninguna cosa en la vida es mejor
que esta hora de clara frescura,
                               la hora en que despertamos

                                  juntos.





Después de esta lectura abordamos el relato de la escritora Marguerite Yourcenar, Cómo se salvó Wang-Fog cuya prosa poética nos parece muy bella. Comparamos la habilidad de la escritora para hacer la transición entre el mundo real y el mundo de ficción de la pintura. Este tipo de costuras son un reto para cualquier escritor y mencionamos algunas muy bien resueltas en otras obras literarias de otros autores.



22 de Marzo. Microrrelatos e Historias Mínimas. Poemas de Almudena Guzmán y Lisel Mueller.

En nuestro penúltimo encuentro de este ciclo de relatos leemos sobre microrrelatos e historias mínimas. La distinción entre ambos no está muy clara a veces y no es un aspecto que nos detenga en la selección de lecturas de  Enrique Anderson Imbert y Jean Claude Carriere.

De Imbert tenemos una buena selección en el extraordinario portal dedicado al cuento, Ciudad Seva  y elegimos Espiral y La montaña. Ambos nos gustan y comentamos cómo el autor trabaja a partir de algo muy sencillo, un niño trepando por su padre hasta el significado real, la soledad de cuando se es adulto.

El segundo cuento, Espiral nos recuerda a los juegos de Julio Cortázar con el lenguaje y también al dibujante Escher .

De Jean Claude Carriere leemos cuatro historias mínimas de su volumen El círculo de los mentirosos. Cuentos filosóficos.

Después de todas estas lecturas hacemos un resumen acerca de lo que sucesivos autores nos han aportado para escribir nuestros propios relatos, leer como escritores o simplemente disfrutar de un segundo nivel de profundidad al leer un buen cuento: cómo transmitir sensaciones físicas e incluso un color, cómo hacer una pregunta a un relato y fabular sobre ella hasta hacer una nueva historia, cómo engarzar cuentos hasta construir una novela, cómo adoptar la extrañeza (poniéndonos en el lugar de un niño, de un habitante de otra época o de un lugar sin industrializar) para narrar sobre lo que nos rodea.

Para finalizar leemos un texto sobre cómo escribir un buen cuento en nuestro viaje inverso a como habitualmente se elabora el proceso de aprendizaje. Desde diferentes ejemplos particulares hemos llegado a lo que podría ser una norma, que es un proceso mucho más laborioso pero de resultados más sólidos a la hora de consolidar un conocimiento nuevo. 

Poemas de Almudena Guzmán y Lisel Mueller.

Cogí el vestido que tanto le gusta...

Cogí el vestido que tanto le gusta 
a mi amigo
cogí el vestido y volaron mariposas
y lo enredé en mi pecho
con tres deseos de hiedra.

(A las velas del barco blanco
que no me olviden,
al pájaro que no me cante en la rama
de la flor del dolor
y al agua que mi amigo me llame
cuando lo lave.)

Almudena Guzmán. Madrid, 1964.
Licenciada en Filología Hispánica, obtuvo su Doctorado con una tesis sobre Francisco de Quevedo. Colabora habitualmente con artículos de opinión en el diario ABC.

El amor, como la sal

Yace cristalino en nuestras manos
demasiado intrincado para descifrar.

Entra en la sartén
sin pensárselo.

Se derrama sobre el piso, tan delicado
que todos pasamos por encima.

Llevamos un pellizco en cada pupila.

Nos sale en la frente.

Lo guardamos en nuestros cuerpos
en secretos odres.

En la cena, lo pasamos por toda la mesa
hablando de vacaciones junto al mar.

Lisel Mueller - Hamburgo, Alemania, en 1924, Lisel Mueller obtuvo el reconocimiento con el Pullitzer de 1996 por su libro Alive Together: New & Selected Poems.



15 Febrero. Relatos sobre lo que amamos... y poemas a quienes amamos
Intentando impresionarte, Chris Baker.
Eliezer y Rebeca, Pedro Gómez Valderrama 

Acudimos a esta reunión con un ejemplar de la Biblia porque comenzamos la propuesta de lectura de esta semana con un bellísimo relato del escritor colombiano Pedro Gómez Valderrama basado en un pasaje bíblico del Génesis: Abraham envía a su criado Eliezer a buscar esposa para su hijo Isaac a otra región porque las cananeas no son creyentes. Eliezer llega a una fuente, ve a varias muchachas y pide de beber a la que más le gusta. Después, pide permiso a la familia para llevarse a la chica... y finalmente, le pregunta a ella si está dispuesta.


Para empezar nuestro encuentro contamos en lenguaje moderno este hecho que se narra en la Biblia y caemos en la cuenta de que algo así es para un habitante occidental del siglo XXI una situación extraña. Lo comparamos  con algunas referencias actuales porque nuestra libertad como lectores nos permite traer lo narrado a presente y hacernos preguntas: ¿tiene algún valor literario? ¿los hechos son posibles hoy en día? ¿podríamos escribir acerca de un hombre que envía a un criado a por una mujer que más o menos le parezca bien de algún lugar remoto porque así la esposa tendrá la misma religión?

El escritor también ha tenido la habilidad de olvidar la trama y fabular acerca de un enamoramiento entre ambos. Eliezer comienza a dar vueltas con la caravana de la novia para prolongar el viaje y poder estar más tiempo juntos; y ella le pide a él que no la entregue al casamiento pero fiel a su amo, la da a Isaac. Eliezer abandona la casa de Abraham para continuar el resto de su vida, errante.



Nuestro segundo relato es una carta, una historia real de un soldado y una joven que se cartean durante la II Guerra Mundial. Las cartas de Chris Baker están llenas de humor y ternura y son divertidas y amenas de leer. Forman parte del ensayo algo nostálgico de Simon Garfield, Postdata en la Editorial Taurus, sobre el fin de la correspondencia a mano con la llegada de las nuevas tecnologías.

A partir de este modelo, nos proponemos participar en un concurso de Cartas de Amor de la ciudad de Torrelavega. y leemos un simpático artículo de Luigi Landeira, Así debe empezar a ligar un hombre.


Dedicatoria
Luis García Montero

Si alguna vez la vida te maltrata,
acuérdate de mí,
que no puede cansarse de esperar
aquel que no se cansa de mirarte.


Que ondulen las cortinas de mi lecho

Wang Sung

Que ondulen las cortinas de mi lecho
y se curven para ocultar la lámpara encendida.
Una vez las llevé conmigo;
ahora regreso con ellas.
Encerradas en su caja,
¿cuándo volverán a abrirse?

Wang Sung era la esposa del comandante en jefe Liu Hsün. Veinte años después de haberse casado con ella, Hsün se enamoró de una hija del clan Ssu-ma de Shanyang, y como Wang Sung no le había dado hijos se divorció de ella. Cuando volvía a la casa de sus padres, compuso este poema.


8 Febrero. Relatos sobre lo que odiamos. 
Las cosas que llevaban de Tim O´Brien y la poesía popular de las mujeres pastún.
Esta nueva convocatoria sobre lectura de relatos tiene un doble desafío, ¿cómo escribir sobre lo que aborrecemos? y si podemos escribir sobre lo que no hemos vivido. El texto elegido para ello es un cuento de guerra, Las cosas que llevaban de Tim O´Brien que es el relato que da título a la colección de historias breves editada por Anagrama.

Alrededor del texto desplegamos en esta ocasión, una información abundante: artículos, datos sobre el costo de los equipamientos de los soldados, qué ocurre con las mujeres soldado, la denominada cuarta generación de la guerra. Esta abundancia de referencias es necesaria porque en realidad, un conflicto armado es para nosotros, por suerte, un hecho del que no tenemos vivencia directa. Hay que acudir a fuentes escritas o medios de comunicación para dotar a Las cosas que llevaban de profundidad y contexto.

Para tener un punto del que partir, se entrega una copia de un artículo del extraordinario suplemento cultural del periódico argentino Clarín. ¿Hace falta haber ido a la guerra para escribir una buena novela bélica?  y otro de Ramón Nieto, Los motivos de las guerras. 

En nuestra puesta en común de la lectura hay varias opiniones acerca de la capacidad de los artistas a través de su sensibilidad para reproducir una experiencia que no han vivido pero también algunas dudas de si todo lo escrito sobre guerra afirmando que es fruto de entrar en combate es así. Quizá algunos que afirmaron estar allí, nunca estuvieron. Parece que sin embargo, el consenso es unánime cuando se opina que haber ido a la guerra no significa que se pueda escribir apropiadamente de ella.


Confrontamos nuestra pregunta original con el texto para ver qué nos puede aportar. En primer lugar, los soldados son a veces hombres endurecidos, otras capaces de barbaridades (mutilar cadáveres), a veces sólo jóvenes desorientados, también hombres enamorados que se sienten culpables por pensar en las cartas de una mujer en lugar de darlo todo en el combate. Este relato propone que una persona no es una pieza y un escritor debería permitir por tanto que su personaje sea al margen de la simpatía personal
Continuamos nuestra pregunta, poniendo como ejemplo un hecho actual, cómo escribir sobre este acontecimiento aborrecible y el texto vuelve a darnos una posible solución: abrir el foco. En Los hombres que llevaban no hay descripción de combate siendo un relato sobre guerra, O´Brien ha ampliado la mirada para describir la carga física y de emociones que cada soldado soporta porque la guerra aplasta a cada hombre como individuo, como grupo. Personal y socialmente. Abordemos más allá del individuo, en su entorno, en sus relaciones, en su sociedad.

Poesía popular de las mujeres pastún 
Para cerrar la sesión leemos los poemas que las mujeres afganas componen en su vida cotidiana exigiendo a los hombres comportarse con valentía y ferocidad en el combate.
El suicidio y el canto poesía popular de las mujeres pastún de Afganistán. Sayd Bahodin Majruh. Ediciones del Oriente y del Mediterráneo. شعر  -  شعر -

¡Que puedas morir en el campo del honor mi bienamado
para que las chicas canten tu gloria cada vez que vayan a buscar agua a la fuente.

                                     **

¡Oh, amor mío! Si tiemblas tanto en mis brazos,
¿qué harás cuando el entrechocar de las espadas se convierta en mil relámpagos?

                                    **

Hoy, durante la batalla, mi amante ha vuelto la espalda al enemigo.
Me siento humillada por haberlo besado anoche.

                                              **

Amor mío, ve primero a vengar la sangre de los mártires
antes de merecer el refugio de mis senos.



1 de Febrero. Los maestros recomiendan y Nicanor Parra.
La pata de mono, W.W. Jacobs.



El primer relato de esta temporada es uno de los considerados ejemplo perfecto de cómo ha de ser un buen cuento. Gabriel García Márquez y Jorge Luis Borges han escrito acerca de él con admiración y en la reunión leemos uno de los artículos para poder comentar si encontramos los rasgos que según ellos definen la estructura perfecta de un cuento -que estaría más cerca de un poema que una novela-. A pesar de que la opinión popular cree lo contrario.

Estamos de acuerdo en que es una narración impactante, que crea no sólo una atmósfera de misterio y casi sensorial: viento, frío, oscuridad; también es capaz de crear en la imaginación del lector un color. 

Jacobs concentra en algunos detalles una gran tensión y el resultado es inolvidable. Este cuento es tan conocido que ha sido llevado a la pantalla varias veces.


Cuando pasen los años - Nicanor Parra
El poeta chileno Nicarno Parra había fallecido hacía unas semanas y cerramos nuestra reunión con dos de sus poemas.

Foto: La Voz de Tarija
Cuando pasen los años 

Cuando pasen los años
y el aire haya cavado un foso
entre tu alma y la mía; cuando pasen los años
y yo sólo sea un hombre que amó,
un ser que se detuvo un instante frente a tus labios,
un pobre hombre cansado de andar por los jardines,
¿dónde estarás tú? ¡Dónde
estarás, oh hija de mis besos!
                                                 

Epitafio

                              De estatura mediana,
Con una voz ni delgada ni gruesa
Hijo mayor de un profesor primario
Y de una modista de trastienda;
Flaco de nacimiento
Aunque devoto de la buena mesa;
De mejillas escuálidas
Y de más bien abundantes orejas;
Con un rostro cuadrado
En que los ojos se abren apenas
Y una nariz de boxeador mulato
Baja a la boca del ídolo azteca
-Todo esto bañado
Por una luz entre irónica y pérfida-
Ni muy listo ni tonto de remate
Fui lo que fui: una mezcla
De vinagre y aceite de comer
¡Un embutido de ángel y bestia!

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