jueves, 22 de marzo de 2018

La poesía es observar la vida desde otra óptica - Conrado Castilla Rubio, poeta. Cuadernos del Laberinto


A veces, saturado de exámenes, otras disfrutando del silencio que las vacaciones de su profesión, docente de secundaria, le regalan. Conrado Castilla publica un nuevo poemario, Cuando no tenga presente, en esta ocasión, en Cuadernos del Laberinto. Necesita escribir poesía porque es, sencillamente, otra forma de ver la vida.

Este es su tercer poemario además de los poemas publicados en diferentes antologías y colaboraciones. Cuál es la evolución de su trayectoria, qué aspectos nuevos encontrará un lector en Cuando no tenga presente. 

Conrado Castilla Rubio, poeta - Mi primer libro viene a ser algo así como una antología de lo escrito durante mi juventud, esos poemas muestran influencias de las muy diversas lecturas que llevé a cabo en aquellos años,  de mi propia formación académica, de mis recuerdos, de la vida en la ciudad, de la música de la época e incluso de las conversaciones que muchas veces escuchaba en la calle. Ya aquellos poemas, nacieron en buena medida, de mi vida cotidiana. Son temas que con un lenguaje sencillo y a través de versos libres fui desarrollando y que luego he ido reproduciendo con posterioridad.

Cuando bastante años después publico mi segundo poemario estos temas van  a estar presentes pero de forma más limitada pues va a tener un hilo conductor más concreto basado en una serie de reflexiones sobre el tiempo y la distancia; se trata no tanto del tiempo pasado o presente, sino más bien de un tiempo intuido y del por llegar. Los poemas recogidos en él muestran desde mi punto de vista una cierta evolución aunque manteniendo una línea estilística similar.

 Esa línea yo creo que se consolida en Cuando no tenga presente poemario que supone un salto cualitativo con respecto a los poemas escritos anteriormente, al profundizar más en determinados temas con un tratamiento formal quizá más maduro y elaborado. Aquí el lector va a encontrar sobre todo una reflexión más profunda sobre mi vida cotidiana, una búsqueda de la esperanza que nos lleve a no perder la visión del futuro que nos puede esperar más adelante. Es quizá la más autobiográfica de mis obras pues en ella llevo a cabo una indagación de como me va afectando el paso del tiempo.

Es profesor de Historia, qué supone la poesía en su vida. Qué le aporta, en qué enriquece al resto de su quehacer cotidiano.

Más que la poesía en sí, la literatura en general está presente en mi vida desde el momento que aprendí con 5 años a leer y desde entonces mi afición a la lectura fue incrementándose hasta hoy. Quizá la literatura contribuye a que no sea un mero observador de lo que pasa a mi alrededor sin más, sino que hace que tenga una cierta actitud crítica ante lo que ocurre.

En mi quehacer cotidiano, en mi trabajo, la literatura está siempre presente por ejemplo cuando con frecuencia utilizo obras literarias para contextualizar determinados hechos históricos aportando así diversos puntos de vista a mis alumnos. De hecho, escribo con cierta frecuencia algunos textos relacionados con mi trabajo o dedicado a mis alumnos y compañeros, por ejemplo en la serie de microrrelatos que he titulado episodios del insti y que recojo en mi blog e incluso en algunos poemas.

La posibilidad de leer a poetas amigos, a los clásicos españoles y a otros muchos escritores creo que me enriquece intelectualmente y como persona en tanto que puedo conocer diversas vertientes de la vida y las ideas que sobre ella tienen y para mi eso es muy importante.



Cuál cree que es el principal desafío para la labor poética.

Por supuesto que el mundo actual supone un gran desafío para la labor poética pero también creo yo que ese desafío se puede convertir en algo positivo pues nos puede aportar formas poéticas y temáticas novedosas que nos sirvan para entender mejor la situación que vivimos; si sabemos romper con ese exceso de información que recibimos continuamente y somos capaces de parar un poco ese mundo acelerado, o esa falta de tiempo para dedicárnoslo a nosotros mismos, sin duda habremos vencido ese desafío, pero desde luego no es nada fácil.

En Madrid, los recitales de poesía llenan e incluso se paga entrada en el teatro por escuchar a algunos autores. 

En las ciudades pequeñas como en la que yo resido no se puede decir que los recitales de poesía se llenen, pero si que hay una cierta efervescencia en cuanto a la afición a la poesía y prueba de ello es por ejemplo el desarrollo de asociaciones como Naufragio, a la que yo pertenezco, que realiza numerosas actividades relacionadas con la poesía e incluso publica su propia revista.

Ese auge de la poesía en parte creo yo que se produce ante la posibilidad de observar la vida  desde una óptica diferente que nos viene dado por el gran desarrollo de los medios de comunicación propiciado por las nuevas tecnologías y las redes sociales. Y si esto es así en cualquier aspecto de la vida, también lo es en la literatura y en especial en la poesía.



Si la poesía es intensidad, ritmo y voz. En su opinión qué es la voz.

Pienso que la voz de un poeta viene dada por el desarrollo de unas características que lo hacen peculiar frente a otros, es algo que hace que sus versos sean reconocibles y peculiares y sin duda creo que tener una voz propia es uno de los objetivos fundamentales de cualquier poeta pues es a través de esa voz como va a recorrer el camino que le lleve a los lectores que son en definitiva quienes la ha de reconocer y valorar.

Podría recomendar otros poetas que en su opinión sean interesantes.

Son muchos los poetas que podría recomendar pero me voy a ceñir solo a algunos bastante conocidos como Jesús Aguado, Juana Castro o Ángeles Mora, pero también a otros que aunque quizá lo son menos, como Francisco Onieva o Manuel Guerrero,  desde mi punto de vista están llamados a desempeñar un papel, importante en la poesía española actual.

Del tiempo que va y viene

Conrado Castilla Rubio

Ayer llovía
y la calle estaba
gris y llena de personas
que seguían a las líneas invisibles
que les llevaban a casa.
Bajo el paraguas,
oscuro como el cielo
pensaba en otros días de lluvia,
y en otros lugares
donde el olor a tierra húmeda
y leña humeante
marcaba al otoño brumoso.
Y mientras la lluvia,
alegre a esa hora,
me lleva a otras calles
vividas sin prisa,
en la memoria de un tiempo
que nunca se olvida.
Y aunque hoy ya no llueve
las huellas de ayer
en el suelo
se mantienen vivas.

1 comentario:

  1. Poesía recomendada para los amantes de lo cotidiano. Textos con una gran profundidad llenos de emociones y de cercanía. Para mí, Conrado es un gran poeta lleno de humildad y sencillez. Mí enhorabuena.

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