"El género negro, explicaba el escritor Ricardo Piglia, no va a tener nunca reconocimiento porque la literatura llamada seria busca originalidad y en cambio, la llamada popular o marginal repite un patrón". Esta apreciación sobre la novela de crímenes es extensible a otros subgéneros literarios: la novela romántica, una historia de amor con final feliz y la de ciencia-ficción, una exploración de las posibilidades de la ciencia y la tecnología.
El próximo lunes, 15 de febrero comienza el curso que impartiré en la UP Miguel Delibes (Alcobendas) sobre cómo estas literaturas reflejan y proyectan los grandes cambios sociales en nuestras relaciones personales, las expectativas y miedos sobre la evolución tecnológica y la mirada desde el crimen a nuestra sociedad.
"Debido a que el romance es un género dominado por mujeres, se le considera más vulgar que cualquier otro género", afirmaba Lauren Cameron en un análisis para la industria editorial en 2020. En España, la autora por antonomasia del género, Corín Tellado tuvo la fortuna de que, al menos, el Premio Nobel de Literatura, Mario Vargas LLosa le rindiera homenaje a su fallecimiento calificándola de fenómeno social y cultural. El silencio sobre esta narrativa apenas tiene en cuenta que se ha adaptado a la perfección al ebook e Internet o que el asistente personal de Google, Now analiza la novela romántica para saber cómo se habla en la calle. En la lista de los 25 escritores que más dinero han ganado en la última década según Forbes, Daniel Steel o Nora Roberts encabezan los primeros puestos.
La literatura de ciencia-ficción que arranca oficialmente con Frankenstein o el moderno Prometeo de Mary Shelley en 1818 ha encontrado en los autores chinos una revitalización. El gobierno, al igual que anteriormente la Rusia soviética, ve con simpatía estas novelas y los escritores enmascaran sus críticas en planetas lejanos y civilizaciones extraterrestres. El resultado es una generación de escritores asiáticos que arrasa en los premios y ranking de ventas. El peor futuro, concluían en una mesa celebrada en la Biblioteca Nacional Mariano Moreno (Argentina) es idéntico a éste. Uno en el que se ha profundizando en su lógica subjetiva. El crítico Harold Bloom cerraba su último canon sobre la novela con un reconocimiento a Úrsula K. Le Guin, una de las autoras emblemáticas del género. Las escritoras han sido la gran renovación de la ficción especulativa.
La novela negra se ha convertido en el refugio de la verdad en nuestras sociedades. Periódicos y televisiones incapaces de adaptar su negocio a Internet, están atrapados en el clickbait unos y en el morbo y el amarillismo otros. El periodismo de investigación carece de los recursos económicos que los antaño saneados balances de negocio de los medios permitían sostener a profesionales prestigiosos y hacer frente a las posibles demandas que sus investigaciones provocaban. Los periodistas se han pasado a la ficción como único lugar en el que proyectar luz sobre las zonas desconocidas del sistema. La crítica al capitalismo y la denuncia de la anomia social completan los desafíos a los que se enfrenta el género.
Escribiendo en el centro del margen
Los subgéneros hoy - Maribel Orgaz Vigón
UP Miguel Delibes (15/2/2021 al 14/6/2021)
El curso está completo con lista de espera.
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