martes, 12 de febrero de 2019

De las bestias sobre la Tierra - Juanita Escobar, FNAC Callao

Maribel Orgaz - info@leerenmadrid.com
Cómo es posible, se preguntaba un escritor, que una criatura tan inteligente y bella se deje montar, poner estribo y bocado, se deje domar. Algo maligno, continuaba, hay en el hombre cuando somete a un animal tan soberbio. En FNAC Callao y hasta el 7 de marzo, las fotografías de Juanita Escobar  hablan, sin embargo, de una vida compartida. Un tiempo que parece bíblico en el que ambos, caballo y hombre, consideraron suficiente la vida en la Naturaleza. Un tiempo de vida esforzada, de no someter los acontecimientos celestes, de aceptar el barro y la noche, las inclemencias. Una vida quizá más breve pero más corporal y por ello, quizá más humana. En ese lugar de animalidad se forjó una alianza, el resto ha sido, como decía el escritor, aborrecible dominio.

“Llano” es una historia de amor. El amor tiene su geografía, está enraizado y tallado por la tierra donde nace, por la cultura que lo sueña. Un amor vestido de llano, piel de sabana, ahogada de invierno y resquebrajada de verano. El amor viaja y se funda también en la estirpe de poetas y copleros errantes que están sembrados en este pedazo de la geografía colombo venezolana.
Un amor de a caballo atraviesa los caminos, recorre seis meses de sequía y seis de agua. El viento que lo toca es naranja, rosado o amarillo de pájaros que dejan sus colores en el vuelo. Cada río, león o tigre, venado o chigüire, monte o estero, lluvia o sed, cada detalle de la geografía perfila y le da cuerpo a ese romance, lo alimenta, lo vuelve más grande y épico, los recuerdos brotan de cada espiga, el amor se vuelve ese Llano, al que toca cantarle versos para que olvide o crezca. 
Narrar esta historia de amor es contarme a mí misma, contar una tierra que me hizo sentir su abismo, su abrazo, su adentro. Mi manera de asumir la vida la aprendí a lomo. Mis ojos se anegaron de distancias, esos caminos donde florece el pensamiento. Errar es una trashumancia primigenia donde lo necesario para vivir cabe en un morral y lo realmente indispensable está en la confianza y el carácter de tu propio corazón. 
Uno de los primeros caballos que conocí en el Hato llevaba por nombre ‘’Volví por verte’’, es lo que siempre buscaré, volver por algo que me urge y necesito de esta tierra. El cabestro es un cordón que nos une y nos recuerda cuánta vida con sus tormentas y sus amores vivimos juntos. Yo, aprendí de los llaneros como diría el poeta, a ver florecer la respiración del caballo en la palma de mi mano. Aprendí también que llanero y llano son una sola geografía que quiero seguir recorriendo hasta perderme en sus misterios y lejanía". Juanita Escobar



El trabajo de Juanita centra su investigación fotográfica en dos temas principales: el género y el territorio, para su exploración del comportamiento humano y el medio ambiente.

Esta fotógrafa colombiana autodidacta recibió el Premio Nacional de Fotografía en 2009 por su obra People-Land, y tres años más tarde, la beca Crea Digital, otorgada por el Ministerio de Cultura y Tecnologías de Colombia para la realización del e-Book, El Llano a Ras de Cielo, en 2012.

 Fue seleccionada para la World Press Masterclass América Latina 2015 en México y un año después ganó también el Portfolio Review Prize de la Sociedad Geográfica Nacional en el Festival de Fotografía de San José, Uruguay. Desde 2016 es miembro del colectivo colombiano de fotografía Colectivo+1, creadores del proyecto educativo “20 Fotógrafos”.  



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