Maribel Orgaz- info@leerenmadrid.com
Comenzamos una nueva temporada en el Club de Lectura de la Biblioteca Anabel Segura, Alcobendas (Madrid).
TEMPORADA Otoño 2021
Cuentos, 2019 - Abril-Junio, 2018 - Cuentos, 2018 - Octubre-Noviembre,2017 - Mayo-Junio, 2017
Somos
los carpinteros de una catedral invisible
¿Nuestro taller?
Cañaveral.
¿Nuestros carpinteros?
Los astronautas y todos los que construyen para
enviarlos a tejer
una telaraña de luz, sonido y vida entre el
tiempo y el espacio.
No sabemos por qué construimos y aun así
construimos.
¿Tendré que explicarte por qué?
Nuestro último medio de transporte, el cohete.
Nuestro último destino,
la Luna. Marte. El Universo.
¿Nuestro mejor escenario?
Cabo Kennedy. El edificio de ensamblaje de vehículos
espaciales.
Tan grande o más que la
catedral de San Pedro de Roma.
Donde el Big Ben pudiera dar la hora de los
sistemas estelares y de las nebulosas.
¿Por qué deberíamos ir al
Espacio?
¿Por qué posarnos en la Luna para visitar Marte
y soñar con Alfa Centauri?
Déjame explicarte las razones.
Déjame mostrarte por qué.
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Cuentos, 2019 - Abril-Junio, 2018 - Cuentos, 2018 - Octubre-Noviembre,2017 - Mayo-Junio, 2017
PRIMERA TEMPORADA 2021
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Para inscribirse, Mediateca Anabel Segura. Teléfono: 914 84 16 85
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En nuestra última reunión de la temporada abordamos la
primera novela, Entre cielo y tierra,
de la llamada trilogía del muchacho de Jon Kalman Stefansson.
Es la historia de un chico que sale a pescar bacalao en una
barca de remos en la Islandia de finales del siglo XIX. Es un relato muy duro
pero escrito de una manera muy bella, casi en prosa poética.
El autor, Stefansson ha obtenido fama internacional con
estas novelas que él dice que quizá sean cuentos más que novelas entendidas
como grandes narraciones con multitud de personajes principales y secundarios.
Para empezar, charlamos acerca de cómo es la literatura
islandesa, el motivo por el que se subvenciona escritores para que no se pierda
la lengua al ser un país tan pequeño (poco más de 300.000 habitantes) ya que,
según parece, la gente joven lee en inglés casi prioritariamente. También
comentamos cuáles serían los temas de los novelistas islandeses y hablamos del
Premio Nobel, Halldor Laxness y su gran obra, Gente independiente.
Las ovejas, la pesca del bacalao y el ser independiente quizá sean algunos de sus temas recurrentes.
Stefansson tiene párrafos muy hermosos acerca del clima tan duro y cómo esto
condiciona la vida de la gente. Debido a la oscuridad y el frío compensan tanta
privación con un gran amor a la lectura y con las pequeñas cosas. En nuestra
novela se bebe con verdadero placer el café o se hace hincapié en unas buenas
botas para salir a pescar.
Distinguimos dos partes en el libro, la primera que es el
motor de la historia, lo que ocurre cuando uno de los hombres por memorizar un
poema de El paraíso perdido de Milton
se olvida su chaquetón para embarcarse. En la segunda parte, el muchacho
afronta la vida sin su amigo y es el motivo para describir las vidas de sus
vecinos. Cómo se casan, cómo crecen sus hijos, cómo abren tiendas o beben
cerveza para alegrarse.
Para finalizar leemos un poema de Steinunn Sigurðardóttir tomado de aquí.
En el cuento, el niño es muy inteligente y lee libros acerca de casos clínicos psiquiátricos, llega a decir que envidia a la gente que está en un manicomio porque es libre.
Durante nuestro encuentro, charlamos acerca de los rasgos propios que la autora ha dado al personaje: ella tuvo toda su vida un trato conflictivo con su propia madre, afirmó que escribía para no volverse loca y en general, el dibujo que hace de su infancia es tan oscuro como el de este cuento.
Charlamos acerca de la novela negra y la atmósfera que Highsmith es capaz de reflejar en sus obras: perturbadora, malsana, oscura. Nos preguntamos si su obra hubiera sido una buena lectura durante el encierro. También nos preguntamos cómo podía escribir de esta manera con la vida tan extraña que llevaba, bebiendo mucho, mudándose de Estados Unidos a Inglaterra, Francia y finalmente Suiza.
Nos fijamos en la habilidad técnica del cuento, en el que cuando leemos el final, nos damos cuenta de que había indicios de que el niño era capaz de cualquier cosa. Este comportamiento lo desencadena la crueldad con la que la madre mata a una tortuga para hacer un guiso. Según parece, Highsmith llevaba un año dándole vueltas a la idea de un niño asfixiado por su madre y cuando leyó una receta de un guiso de tortuga, se dio cuenta de que era el detonante para que el niño se revelara.
Para finalizar leemos un poema de Nicanor Parra.
Nos hemos reunido esta semana para compartir la lectura de
uno de los gigantes del cuento en lengua española: Horacio Quiroga. Él marcó un
antes y un después en la narración corta, sacó al cuento del anticuado molde
del XIX y abrió nuevos caminos temáticos.
Empezamos charlando del momento literario que le tocó vivir,
el modernismo y cómo un viaje a la salvaje le transformó: de un dandy
intelectual y culto pasó a intentar vivir a la manera primitiva, con más
instinto que razón, en una naturaleza que no tenía nada de romántica ni
idílica. En algunos momentos, nos horrorizamos de cómo pudo escribir rodeado de
tanta desgracia.
El cuento que hemos elegido, que está incluido en los Cuentos de la selva, solicita en primer
lugar del lector la llamada “suspensión de incredulidad”, los animales hablan y
se enfrentan a los humanos e incluso, les vencen. El cuento avanza con la
capacidad expresiva de Quiroga que sacrifica sin dudar una frase bella para
envolver al lector en una trama que atrapa de inmediato la atención.
Nos gustan sus toques de humor, nos sorprende la crueldad
del cuento supuestamente para niños y comentamos que tras la corriente
denominada realismo mágico, este cuento ha abandonado la clasificación para
niños y va ganando cada vez más lectores entre público adulto.
Durante la reunión, leemos el decálogo de Quiroga del perfecto cuentista, hablamos de su fundación y la muy probable recuperación de este autor en nuestros días debido a la manera en la que abordó la naturaleza y el hombre.
Él creía que en el medio natural, la razón del hombre apenas valía
y que si se empeñaba en domar animales y plantas, sería aniquilado de manera
inevitable o incluso azarosa: en su ceguera y soberbia sucumbiría por hechos
accidentales (deshidratado porque infravaloró la dureza del desierto,
envenenado por una víbora porque se quedó dormido en cualquier lugar, etc.)
Para finalizar leemos un poema de Francisco Brines, Premio Cervantes 2020.
Una flor
naciente entre las ruinas
me hizo
preguntarme:
¿Por qué los
hombres dicen que en medio de tanta desolación
ninguna flor
puede crecer?
Los muros de
la pequeña casa estaban rotos,
el tejado se
había derruido.
Llegó a ser
el lugar de residencia
de feroces
vientos y nieve invernal.
Los vientos
indomables habían echado a perder
el querido
confort de este hogar, alguna vez amado.
Y habían
traspasado a los transeúntes
con un
lamento melancólico.
Las
cortinas, tan amorosamente bordadas y cosidas
por suaves
manos de mujeres,
colgaban
harapientas como trozos de conchas desgarradas
sobre la
desolación de la ciudad.
En medio de
un montón de piedras y guijarros
brotó la
hermosa flor.
Y esa flor
llenó todos mis pensamientos
con una
cuestión crucial.
Me pregunté:
¿qué jardinero te plantó y nutrió
aquí,
delicada flor?
Cuéntame tu
historia, el cuento persa de tu vida,
y te
escucharé.
Quizás, a
pesar de que este lugar no vibre más
con la
canción del ruiseñor,
abandonada
por pájaros, ¿aun así fuiste llamada
a ser
por el
primer hálito de la primavera?
“Soy la voz
de la Tierra”,
contestó la
flor con lengua humana.
“Soy esa
Vida más Grande
que siempre debe triunfar sobre la Muerte”.
Nigar Xudadat qızı Rəfibəyli
Cuando
voy a trabajar es de noche...
después
amanece poco a poco,
hace
mucho frío aún.
A
menudo en el cine
me
parece oír lluvia azotando el tejado,
como
si no hubiese lugar
donde
guarecerse.
Hoy
alguien en un sueño dijo:
ten,
en esta garrafa
hay
agua limpia, por si toma moho
la
del corazón.
Estas son nuestras fechas de reunión:
27 febrero - La princesa y el granuja, Galdós.
5 marzo - ¡Adiós Cordera!, Clarín y ¿Dónde está mi cabeza?, Galdós.
Quedó interrumpido
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Si tienes interés, puedes leer mi libro Cómo organizar un club de lectura.
En nuestra primera reunión y aunque algunos asistentes son veteranos, comentamos de nuevo que un Club de Lectura no son clases de literatura y que nosotros no somos filólogos. Nuestro objetivo es disfrutar de la lectura y convertirnos en lectores curiosos y apasionados; conocer a otros lectores, descubrir autores y géneros y disfrutar de una charla amena aprendiendo a mejorar nuestras habilidades lectoras. En resumen, "se trata de la cantidad de vida que un libro puede atraer".
Para ampliar estas ideas, escribí un pequeño manual Cómo coordinar un club de lectura.
5 de marzo. ¡Adiós cordera! de Clarín y ¿Dónde está mi cabeza? de Galdós. Un poema de Wislawa Szymborska
En esta segunda reunión, leemos en primer lugar, ¡Adiós cordera! de Leopoldos Alas Clarín. Un cuento que todos conocíamos con anterioridad por haber sido una lectura de nuestra formación como escolares. Al releerlo, nos conmueve de nuevo su ternura.
Cordera es mucho más que una vaca, es una madre sustituta de dos niños huérfanos y pobres, una diosa de bondad. Sin embargo, el padre se ve obligada a venderla para carne si no quieren ser desahuciados de la casucha en la que viven por impago.
El telégrafo y el tren, que atraviesan los pastos simbolizan una modernidad que en lugar de traer prosperidad, arruina aún más a la familia. El tren se lleva a la vaca y también al chico a las guerras carlistas. El cuento se transforma así en una denuncia social y en una obra maestra.
Destacamos algunas frases de gran belleza o cómo la palabra porrazo, que resume cómo será sacrificada la vaca, sacude al lector en el texto. Charlamos sobre los métodos de sacrificio aquel tiempo en los mataderos. En la actualidad, Joaquín Barrero, otro gran cronista de nuestra ciudad. ha entrevistado a los últimos matarifes del antiguo Matadero de Madrid para documentar, entre otras, su novela, La niebla herida.
Nuestra segunda lectura de esta tarde es ¿Dónde está mi cabeza? de Benito Pérez Galdós. Este cuento, que se publicó en dos entregas y quedó para siempre inacabado, a la espera de que Galdós escribiera la tercera y última parte; nos recuerda a Kafka pero con una gran diferencia: su humor.
Absurdo, sarcástico e incluso castizo en algunas expresiones; estos cuentos fantásticos de Galdós son una sorpresa para todos nosotros. Él que se impuso como objetivo reflejar la vida, también abordó pequeñas piezas llenas de situaciones grotescas.
Charlamos acerca de cómo un lector de nuestros días está, probablemente, mejor preparado para leer este cuento: admite un final que quizá en su día exigía un cierre adecuado por parte del lector; tiene en su memoria las obras de Kafka, el surrealismo y hasta los cuadros de Magritte.
Para finalizar leemos un poema de la Premio Nobel polaca, Wislawa Szymborska. De la que comentamos algunos fragmentos de su libro, impregnado de su peculiar humor, Correo literario.
En elogio de mi hermana, Wislawa Szymborska
27 febrero. La princesa y el granuja, Benito Pérez Galdós y un poema de Ángel González.
En nuestra primera reunión tras las navidades, comenzamos el ciclo de cuentos del Club de Lectura de esta mediateca, Anabel Segura.
Durante este año se celebra el centenario de la muerte de Benito Pérez Galdós y Alcobendas se ha volcado en un programa de conferencias, lecturas, cine-forum, presentaciones y eventos en torno a su figura. Todos los meses tanto las asociaciones como las áreas de cultura del Ayuntamiento, convocan diferentes actos para todas las edades y todos los públicos.
Nuestro club de lectura se ha celebrado, en esta primera reunión en abierto, con un cuento conmovedor sobre un niño abandonado en las calles de Madrid del Siglo XIX, La princesa y el granuja.
Además de su ingente obra literaria, Galdós publicaba piezas menores: cuentos y artículos periodísticos. Así que, en este primer encuentro, hemos leído, La princesa y el granuja.
La princesa y el granuja (1877) es la historia de Pacorrito, un niño que se gana el sustento voceando periódicos y vendiendo cerillas y otras cosas pequeñas por las calles madrileñas. El cuento forma parte de una docena de narraciones que Galdós publicó entre 1865 y 1897 y es denominado por los galdosistas como inverosímil.
¿Se duerme Pacorrito o ha muerto? Es uno de los temas de nuestra reunión. Aunque el título dice, el granuja, el texto no insinúa en el niño (7 años) comportamientos propios de un adulto, pícaros o doble intención en su conducta. Es un niño miserable tratado con la dignidad habitual con la que el escritor aborda la pobreza y a los más desfavorecidos.
Destacamos el humor galdosiano, la transición de la realidad al sueño o la profunda compasión que siente el lector ante el destino, convertirse en una figura de adorno, del protagonista.
Para finalizar, leemos un poema de Ángel González.
Quédate quieto - Ángel González
3 octubre. 84, Charing Cross Road, Helene Hanff
17 octubre. El callejón de los milagros, Naguib Mahfuz
7 noviembre. Barrio de maravillas, Rosa Chacel
21 noviembre. La ciudad de la alegría, Dominique Lapierre
12 diciembre. El dios de las pequeñas cosas, Arundhati Roy
12 diciembre. El dios de las pequeñas cosas, Arundhati Roy y un poema de R. Tagore.
En esta última reunión del año, continuamos en la India pero con una lectura muy diferente. Se trata de la novela El dios de las pequeñas cosas de la escritora Arundhati Roy. Arquitecta de formación, Roy ha dedicado buena parte de su actividad a escribir ensayos, rodar películas y ser activista social. La escritura de novelas no es su dedicación principal y durante nuestro encuentro comentamos que es una pena por la calidad de su escritura.
El dios de las pequeñas cosas es la historia de dos gemelos en el marco de una familia de tocables de la nueva burguesía medio-alta que se formó en la India desde su industrialización o desigual desindustrialización. La madre de los niños, divorciada, ha de regresar al entorno familiar para poder seguir adelante. Sus planes de independencia económica junto a sus hijos son apenas una fantasía y una relación con un intocable desencadena los mecanismo de represión sutiles o brutales hasta acabar con quien se atreve, en la India de finales de los setenta, a romper con prejuicios de casta o una estructura fuertemente patriarcal.
Leemos en voz alta varios párrafos de la novela que a veces son poemas más que prosa, admiramos cómo es capaz de comprimir ideas o reflexiones en apenas diez líneas: desde el papel del comunismo que no cuestiona en la India el sistema de castas, la sumisión feudal de los situados en las escalas más bajas de su sociedad a los considerados superiores e incluso una reflexión sobre los clásicos en literatura.
El dios de las pequeñas cosas vendió más de 6 millones de ejemplares y fue traducido a decenas de idiomas, además de recibir diferentes premios. Coincidimos en que la novela lo merece. Roy, que acaba de publicar su segunda novel después de más de veinte años, introdujo algunos elementos en esta, según parece biográficos como la madre de los gemelos que tendría rasgos de su propia madre.
Nuestra anterior lectura, La ciudad de la alegría es en opinión de algunos asistentes una lectura preferida a esta, refiriéndose al mismo país, por su estilo ágil y la variedad de situaciones y personajes.
Por último leemos dos poemas de Tagore, el gran poeta y Premio Nobel nacido en Calcuta.
Juguetes y Las flores de primavera salen. Rabindranath Tagore
En esta ocasión, leemos un libro que a pesar de los años transcurridos desde que se editó, nos impresiona como si hablara de hechos ocurridos hoy en día. La ciudad de alegría de Dominique Lapierre ha vendido millones de ejemplares, ha sido llevado al cine y traducido a decenas de lenguas.
Coincidimos en que hemos podido leer este libro sobre la pobreza más absoluta de los suburbios miserables de Calculta porque junto a ella existe la solidaridad y la compasión, ayudar al otro y consolarlo. Incluso, a veces, belleza.
Nos conmueve y nos horroriza a partes iguales las historias de Hasari y su familia, un campesino que emigra junto a su mujer y sus hijos buscando alguna oportunidad en Calcuta en donde encuentra al menos, el poder tirar de un rickshaw. Las descripciones del olor pestilente de las miles de chabolas de La Ciudad de la Alegría, los insectos, las ratas y las inmundicias en las que viven estos desheredados de la tierra nos lleva a preguntarnos por qué las autoridades de su país no hacen algo por ellos.
¿Sería posible sumergirse en este lugar si no fuera con la fe del sacerdote Paul Lambert o del médico americano que por su profesión, ayuda a leprosos, niños desnutridos y hombres y mujeres atacados por la tuberculosis. ¿Si no es con una ideología o una fe o el sentido de una misión, puede soportarse ver cómo cientos de personas mueren sin salir nunca de una existencia en la más absoluta de las miserias?
A la reunión llevamos recortes de prensa, que denuncian hoy en día que hay más de tres millones de eunucos, que la pobreza de los suburbios sigue siendo terrible, que las mujeres continúan en una discriminación inimaginable.
Para finalizar leemos un poema de Javier Bozalongo.
Mundo vegetal de Javier Bozalongo
cuenta cómo robaban nidos
al salir de la escuela,
nunca pienso en los pájaros
sino en mi propia infancia,
niño en ninguna parte satisfecho:
ajeno a la ciudad de los inviernos
y ajeno a los veranos en el pueblo.
no custodian un río,
están en una plaza dando sombra,
hacen de portería en el colegio,
esconden los primeros besos.
confundimos sus nombres,
no hablen al conductor,
no escupan, no blasfemen,
rezaban los carteles de aquellos autobuses.
En esta ocasión, leemos y para muchos de nosotros es una relectura que no ha perdido con el tiempo, al gran novelista egipcio y Premio Nobel Naguib Mahfuz. El callejón de los milagros es una de sus novelas más reconocidas que fue incluso, llevada al cine.
Esta callejuela en donde conviven el dueño del café, los panaderos, un hacedor de mendigos, un joven aprendiz de barbero y un buen puñado de personajes, se presentan ante el lector con la habitual simpatía con que Mahfuz trata las vidas minúsculas, insignificantes de la gente. Sus conflictos, sus amores, su lucha por sobrevivir se despliegan ante el lector con los atributos que le dieron fama: extraordinaria precisión psicológica, un lenguaje a menudo poético, unos diálogos vivos y un profundo lamento acerca de la incapacidad del moderno Egipto para ofrecer vidas más dignas a sus empobrecidos habitantes.
En nuestra reunión elegimos nuestro personaje preferido: el bueno de Abbas o la ambiciosa Hamida, el doctor Bushi o Zaita el deformador, la coqueta señora Afifi, el botarate Housaini.
Leemos en voz alta algunos párrafos en donde Mahfuz explica el estado psicológico por el que el enamorado Abbas finalmente, desea vengarse de su amada o las esperanzas de la señora Afifi al volver a casarse con 50 años, el viejo Salim Alwan que tras un infarto se vuelve un amargado que rechaza a los hijos y a su esposa.
Destacamos el humor bondadoso y también la ternura con la que Mahfuz describe a un niño de 14 años alcoholizado.
Sólo la guerra y los soldados ingleses representan una posibilidad de ganar algo más de dinero, tener agua corriente y electricidad. El barrio que es un microcosmos de Egipto, parece por contraste anclado en un tiempo sin tiempo en el que las vidas de sus habitantes apenas pueden ir más allá de sobrevivir al día a día, quizá casarse y sacar adelante a sus hijos.
¿Azar o destino? Nos preguntamos durante nuestra tertulia. Es decir, ¿una visión del mundo moderna, racional, en la que somos hacedores de nuestro destino o religiosa en la que todo está escrito y sólo cabe exponernos a lo que nos deparen los cielos? ¿Comparte Mahfuz-autor, la creencia de que ambicionar algo más que la pobre callejuela en donde uno nace es tentar a los dioses, salir del destino prefijado y por tanto, habitar un infierno?
Para finalizar, como es habitual en nuestros clubes de lectura, leemos un poema del jerezano Juan Bonilla que cierra en esta idea, nuestra lectura.
No volverás a ser joven de Juan Bonilla
No volverás a ser joven (ni falta que te hace) - Juan Bonilla
Imitación de Gil de Biedma
Que la vida no va en serio
lo empezamos a comprender muy pronto.
Como todos los jóvenes vinimos
fundamentalmente a hacer el tonto.
Ni dejar huella ni
domar el lento potro
del miedo a envejecer, morir. Morirse
una fea costumbre de los otros.
Pero ha pasado el tiempo
y no nos divertimos en la feria
del mundo. Sólo aprendimos esto:
que la vida no es seria.
De todos los que pudimos ser
en el espejo no nos queda nadie.
Eso es envejecer:
cualquier futuro ya nos viene grande.
84, Charing Cross Road, Helene Hanff y un poema de Ángela Vallvey
Empezamos la temporada otoñal con un libro pequeño que narra los pedidos que una escritora de guiones americana hace a una librería londinense de segunda mano en 1950. 84 Charing cross Road se reedita año tras año y en diferente formatos lo que da idea de su popularidad.
Ha sido lleva al cine y al teatro en versiones que también han sido muy bien acogidas por los lectores, que tampoco es muy habitual. Helene Hanff, su autora, parece que acertó cuando se le ocurrió dar a su editor parte de la correspondencia que mantuvo durante más de veinte años con su librero londinense.
En general, nos ha gustado el libro y nuestra primera pregunta surge cuando especulamos hasta qué punto, las cartas se han retocado literariamente. Desde luego, se hizo un trabajo de selección pero ¿se las pulió después? y, entonces ¿lo que hemos leído es también ficción?
Charlamos acerca de si hay una historia de amor o sólo afecto entre Helene y Frank, el empleado de la librería que la atiende y de la sorpresa que nos ha producido el racionamiento draconiano que sufrió Gran Bretaña tras la II Guerra Mundial.
Helene al saber que tienen tantas carencias de alimentos y aunque no gana mucho dinero como guionista, envía a los empleados de la librería desde un jamón de tres kilos a unas medias de nylon. A todos les conmueven su generosidad.
Intercambiamos opiniones acerca de qué es lo que hace que funcione tan bien este libro: la personalidad llena de humor y simpatía de Helene frente a la contención de Frank, su lenguaje sencillo, ser una historia real. Leemos en voz alta algunos párrafos e incluso algunas cartas completas para apoyar nuestras opiniones.
A la reunión llevamos el poema Miniver Cheevy de Edwin Arlington Robinson porque Helene dice, en una de sus últimas cartas que se siente una mini Cheevy, alguien fuera de la época en la que le ha tocado vivir.
Para finalizar, el próximo 25 de octubre, La Asociación Literaria Paréntesis celebra su cineforum a las 1830h. en Casa de las Asociaciones, calle Cáceres, 18 con la versión para el cine de este precioso libro.
Finalizamos la reunión, como es habitual, con un poema, en esta ocasión de Ángela Vallvey.
Campesina europea en tiempos de guerra, Ángela Vallvey
Campesina europea en tiempos de guerra
(mediados del siglo XX)
Sé cultivar la tierra como un hombre.
He criado cinco hijos,
y todos fueron a la escuela
para aprender lo que está bien y mal.
Al mediodía, tengo la comida preparada,
hago ganchillo y vuelvo a los campos
tirando de la vaca,
con un cántaro de leche vacío
y un fardo de jaras secas a la espalda.
En la casa, cuido de los críos
cada atardecer.
Remiendo la ropa y doy
de comer a cerdos y gallinas,
cocino la cena, lavo los platos,
meto a los niños en la cama,
pongo un poco de orden.
Cuando él estaba,
esperaba a mi marido junto al fuego y,
si era necesario,
en el lecho saciaba su sed.
Ahora, él lucha lejos y,
si la guerra termina y sólo yo quedo con vida,
seré el caballo, si hace falta,
seré el buey y la esposa,
el hombre de la casa
y el cielo azul tras la ventana.
11 de abril. La muerte de Ivan Illich. Lev Tolstoi
23 de abril. El guardián entre el centeno. La reunión tiene lugar en Centro de Arte, Alcobendas.
16 de mayo. Farándula. Marta Sanz
30 de mayo. Un jardín en brujas. Charles Bertin
Junio. Salida
Si tienes interés, puedes leer mi libro Cómo organizar un club de lectura.
Un jardín en brujas de Charles Bertin y un poema de Anne Sexton
En nuestra última sesión de esta temporada, leemos una miniatura: Un jardín en brujas de Charles Bertin editada por Errata Naturae. Un hombre en su vejez años rememora los veranos felices junto a su estrambótica abuela. De los 5 a los diez años, el autor pasó los meses estivales entre el frescor del jardín y su benevolente atención.
Bertin es un autor belga desconocido en España y este libro se ha traducido recientemente. Según parece, Charles Bertin tuvo una vida anodina como alto funcionario en el aparato del Estado francés pero es autor de una obra rara y exquisita.
En algunos momentos, a algunos de nosotros nos cuesta seguir las descripciones tan nostálgicas y poéticas del frescor del jardín, de la luz sobre la escalera, del olor del desván. Sin embargo, a todos nos parece conmovedora la relación entre la abuela y su nieto.
Al hilo de la lectura, señalamos cómo esta pequeña historia nos puede enseñar a escribir sobre nuestra biografía o marrar hechos que se han vivido en nuestra familia y que queremos rememorar.
En primer lugar, el libro comienza con su abuela tocando una trompeta subida a un taburete en el jardín para anunciar que es el cumpleaños de su nieto. Capta la atención del lector con mucho sentido del humor. Una constante en toda la obra.
Los pequeños hechos cotidianos como el traslado del abuelo, un ferroviario, son descritos con un enorme cariño pero utiliza palabras que dan a estas pequeñas zozobras cotidianas, la dimensión de una aventura épica. Y quizá sea así. ¿Acaso en la vida de la mayoría de nosotros no es un gran acontecimiento vivir en un lugar o en otro, tener un hijo o disfrutar junto a un nieto?
En una vida cotidiana que transcurre plácida, los momentos en que la rutina se rompe han de ser descritos con la significación que tienen. La abuela de Charles Bertin añadía en muchos casos, algo de teatralidad para intensificar algunos momentos. El mejor ejemplo es la excursión en bicicleta.
También charlamos acerca del estilo de su escritura. A pesar de que Bertín ha fallecido en 2002, parece escribir en una cadencia propia del Siglo XIX. Es un logro, puesto que el tiempo vivido con su abuela fue, efectivamente, antes de la II Guerra Mundial y ha sabido recrear muy bien la atmósfera de aquella época.
Nadando al desnudo, Anne Sexton
Para finalizar leemos un poema en prosa de Manuel Vilas y otro de Anne Sexton.
encontramos una pequeña gruta desconocida
donde no había nadie y
la penetramos completamente
y dejamos que nuestros cuerpos perdieran toda
su soledad.
Todo lo que hay de pez en nosotros
escapó por un minuto.
A los peces reales no les importó.
No perturbamos su vida personal.
Nos deslizamos tranquilamente sobre ellos
y debajo de ellos, soltando
burbujas de aire, pequeños
globos blancos que ascendían
hasta el sol junto al bote
donde el botero italiano dormía
con el sombrero sobre la cara.
leer un libro a través de ella.
Un agua tan viva y tan densa que se podía
flotar apoyando el codo en ella.
Me tendí allí como en un diván.
la Odalisca roja de Matisse.
Hay que imaginarse una mujer
sin toga ni faja
tendida sobre un sofá profundo
como una tumba.
Las paredes de esa gruta
eran de todos los azules y
dijiste: “¡Mira! Tus ojos son color mar. ¡Mira! Tus ojos
son color cielo”. Y mis ojos se cerraron como si sintieran
una súbita vergüenza.
Farándula de Marta Sanz y un poema de Juan Manuel Romero
Nuestra lectura de Farándula no nos ha dejado indiferentes. Algunos de los asistentes no han podido terminarlo, otros han terminado la novela sólo por debatir conociendo a fondo el texto. A una minoría les ha entusiasmado.
Es habitual que cuando planteamos textos premiados y que hayan causado impacto cuando los recibieron los lectores, Farándula es junto a Clavícula lo más leído de Marta Sanz; si no conseguimos conectar con el texto nos preguntemos el motivo.
En primer lugar está su manera de utilizar el lenguaje, amontonando descripciones, sinónimos, adjetivos... y que, sin embargo, no terminan de definir lo que se quiere decir. Es tarea del lector hacerlo. En algunas ocasiones, este exceso nos satura. Leemos en voz alta cuándo estas descripciones tumultuosas son un acierto.
Nos preguntamos si el acierto del texto es haber retratado de manera correcta el mundo del teatro y en concreto de los actores que apenas sobreviven en España ejerciendo su profesión. Aportamos algunos textos al respecto, el estudio de AISGE y el realizado por Comess Group. La situación, concluimos, para los actores desde que Marta Sanz publicó Farándula es aún peor. En este sentido, la novela es fiel a la realidad.
En esta ocasión, celebramos nuestra reunión sobre El guardián entre el centeno en el Centro de Arte, en su sala de exposiciones, repleta de obras de arte y con una luz natural extraordinaria porque la pared en donde están nuestras sillas es de cristal. Es un lugar precioso y lo comentamos antes de empezar.
Esta lectura, en abierto, a la que acuden otros lectores que no pertenecen al club de lectura, se incluyó en la programación de la Semana del Libro de Alcobendas.
Como es habitual, se ha preparado en fotocopias para los asistentes una entrevista del autor y algunos datos en torno a la novela, además de los versos del poeta romántico escocés Robert Burns del que J.D. Salinger toma el título.
Para empezar comentamos de manera breve la biografía del autor y la fecha de la publicación del libro. También algunas anécdotas en torno a este texto que es prácticamente una leyenda en la que hay lectores que afirmaron asesinar por él, negativas a que se lleve al cine, más de 60 millones de copias vendidas al año y unas 250.000 al mes hoy en día.
En cuanto a las cifras de ventas, surge la pregunta de si no seguirás siendo tan altas porque es texto obligatorio en muchos institutos de Estados Unidos. Algunos de los asistentes comentan que también aquí, en algunos centros de secundaria o bien es lectura obligatoria o, al menos recomendada.
Nos planteamos si el libro también tiene como mérito haber captado por primera vez la voz de un adolescente. Si la infancia es visible a partir del Siglo XVIII -antes los niños en el Arte eran adultitos y no niños-, la Sociología considera que la adolescencia es una etapa vital nueva de experiencias compartidas comunes después de la II Guerra Mundial por tres razones: la educación secundaria masiva, la legislación laboral que deja fuera a esta edad del trabajo nocturno y las jornadas extenuantes; y las nuevas leyes penales que los separan de los adultos.
Otros aspectos del libro nos llevan a valorar la calidad del texto: cómo refleja la pérdida de la inocencia, las repeticiones del lenguaje de Holden que son las de cualquier adolescente, su comportamiento a ratos infantil y a ratos como un adulto, el encuentro con su hermana pequeña, su deseo de salir al mundo y volver a casa, su relación ambivalente con sus profesores.
Comentamos también, los diferentes títulos que tuvo la obra antes del definitivo y cuál nos parece más apropiado.
Intentamos separar si este libro es para nosotros, adultos y lectores, un texto sin interés pero con mérito para merecer la pena su lectura o consideramos que, finalmente, está sobrevalorado.
Salinger, puede afirmarse, es autor de un solo libro de cuyos derechos vivió toda su vida. Su comportamiento excéntrico, aislado en una zona apartada, ¿fue por que no tenía nada más que decir? o ¿ese encierro le apartó de la posibilidad de la escritura sumiéndole en una auto-contemplación estéril hasta su fallecimiento?
A lo largo de la reunión, charlamos sobre cómo es posible escribir un texto como éste, con su ternura y sus imágenes poéticas, mientras se lucha en una guerra tan atroz como la II Guerra Mundial, una participación que le supuso al soldado J.D. Salinger estrés postraumático del que nunca, según sus biógrafos, se recuperó. Una paradoja que, apreciemos o no el texto, es digna de mencionar.
A través del centeno, Robert Burns
Para finalizar, leemos el poema del que J.D. Salinger extrae el título de su novela, aunque el episodio al que se refiere, no es una interpretación literal del texto.
A través del centeno,
Arrastraba las enaguas.
A través del centeno.
A través del centeno,
Si dos personas se besan.
¿Tiene alguien que llorar?
A través de la cañada;
Si dos personas se besan,
¿Tiene el mundo que saberlo?
Jenny casi nunca esta seca;
Arrastraba las enaguas,
A través del centeno.
Esta primera reunión de nuestro club de lectura es toda una prueba para un lector ya que nos enfrentaremos a uno de los más angustiosos textos que ha dado la literatura: un hombre moribundo es consciente de que su vida, entregada a lo que la sociedad espera de él, es una impostura.
El protagonista nos inspira a veces compasión y otras, nos resulta antipático por su única preocupación vital: ser miembro de éxito de los altos funcionarios del estado.
Nos preguntamos acerca del motivo de Tolstoi para comenzar la narración anticipando que el protagonista ha fallecido. Comentamos que nos recuerda a Crónica de una muerte anunciada de Gabriel García Márquez y que quizá, de esta manera, al invertir el orden lógico de los hechos, el lector queda atrapado en la lectura porque quiere saber el motivo del fastidio que la muerte de un hombre provoca en su familia y sus amigos sin que, al menos uno de ellos tenga un pensamiento caritativo.
Reparamos en la habilidad de Tolstoi para presentar en apenas un comentario y nada más comenzar el texto, a la única persona que le trató con humanidad en su agonía, un criado. Este siervo tendrá después, en la narración gran importancia.
Intercambiamos opiniones sobre la enfermedad que causa la muerte de Illich, según parece, una pancreatitis causada por el golpe que se da al caerse, mientras cuelga las cortinas nuevas. Este salón y su mobiliario son su gran orgullo y los cuida con esmero.
Algunos de nosotros habíamos leído con anterioridad, Toda una vida de Robert Seethaler, una pequeña novela en la que un campesino pobre austriaco, tras una infancia de maltrato y una vida durísima, muere tranquilamente y con agradecimiento. El contraste con el relato de Tolstoi no puede ser mayor.
En nuestra reunión, hablamos sobre los problemas de la traducción de la literatura rusa al español, de Emilia Pardo Bazán que fue la introductora de la literatura rusa en España con sus artículos y su conferencia en el Ateno sobre los grandes novelistas rusos del Siglo XIX. Charlamos sobre la labor de Selma Ancira, una de las mejores traductoras de Tolstoi al español y repasamos de manera somera algunos de los datos de la biografía de Tolstoi.
Poemas de Anna Ajmátova y Marina Tsvetáyeva
Finalizamos nuestra reunión con dos poemas de dos grandes autoras rusas.
Cuando escuches el trueno me recordarás...
Marina Tsvetáyeva
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