lunes, 10 de abril de 2017

Club de Lectura Biblioteca Anabel Segura, Alcobendas - Coordinadora: Maribel Orgaz

Nuestras reuniones: 6 de abril, 20 de abril, 4 de mayo, 18 de mayo y 1 de junio -  Jueves, 19h.
Infórmate aquí.  - Maribel Orgaz - info@leerenmadrid.com - 630 27 98 98






Al comenzar nuestra temporada como Club de Lectura he comenzado explicando que nuestras reuniones no son clases de literatura, hablaremos sobre el texto, dialogaremos entre nosotros y aprenderemos cosas nuevas pero lo importante para nuestras reuniones es la "cantidad de vida que un libro puede atraerLo importante es convertirnos en lectores con un criterio propio, curiosos y apasionados". Eso significa dejarnos cautivar por la belleza y complejidad de las palabras que un escritor puede desplegar sobre todo lo que nos rodea.

Y si lo deseas, puedes leer mi libro, Cómo organizar un club de lectura, aquí. 


Sinuhé, Pantaleón y el buen poeta
Reuniones - 18 de mayo y 1 de junio

En esta ocasión, he unido el resumen de las dos reuniones porque debido a la extensión de nuestra lectura del 18 de mayo, Sinuhé el egipcio, algunos asistentes no pudieron terminarlo y se lo llevaron de nuevo en préstamo junto a la siguiente propuesta de lectura, Pantaleón y las visitadoras del Premio Nobel Mario Vargas LLosa.

Pantaleón y el buen poeta

Maribel Orgaz - info@leerenmadrid.com
Nuestra última reunión, del 1 de junio, comenzó por finalizar algunos temas que aún quedaron abiertos sobre Sinuhé el egipcio y que se resumen un poco más abajo. Una vez que consideramos finalizada esta lectura, abordamos la a ratos divertida, a ratos delirante novela de Vargas LLosa: Pantaleón y las visitadoras.

Nuestros primeros comentarios fueron acerca del impacto de esta novela en la fecha de su publicación, ¡aún existía la censura en España! y nos sorprende la calidad del censor al enjuiciar la novela y como anécdota, las consecuencias para Alfaguara de una desafortunada foto de portada.

Hay una coincidencia común en nuestro club de lectura: el tema en manos de un gran novelista como es Vargas Llosa, evita convertirse en una historia sórdida: en la selva de Iquitos los soldados asaltan continuamente a las mujeres, así que se decide proveer de Visitadoras a la tropa. Para ello encargan al perfecto militar, Pantaleón Pantoja que se encargue de esta tarea y la ejecuta de manera eficaz. En nuestros comentarios sobre su manera de proceder surgen muy pronto frases como obediencia debida, disciplina castrense e incluso nazismo. 

En la novela, y con el fin de crear una atmósfera real en la que sobresalga esta sátira sobre el ejército, Vargas Llosa ha creado una segunda trama: un grupo de iluminados se dedica a ir por la selva convirtiendo gente y también crucificando a algunos. En el intento de fundir ambas atmósferas, Vargas Llosa recurre a mezclar los diálogos sin distinguir cuándo corresponden a los fanáticos y cuándo al ordenado y eficaz mundo castrense del militar Panta. 

Esta forma de narrar es otro de nuestros nuevos recursos lectores que hemos adquirido en esta sesión: unos hechos pueden ser narrados no sólo de manera lineal, también mediante una técnica parecida a un puzzle, un collage de informes militares sobre el servicio de Visitadoras, diálogos, sueños, recuerdos, cartas, habla popular reproducida casi literal. Esto plantea una dificultad para nosotros como lectores que en ocasiones hemos de volver sobre el texto para asegurarnos quién está diciendo qué.

Sin embargo, cuando la novela, finalmente renuncia a este tipo de mezcla, nos preguntamos si no decae en interés o incluso en calidad. Es un reconocimiento tácito de que la dificultad planteada al lector logró la intención del novelista: fundir el estilo fragmentado casi hasta la locura con una trama y una segunda trama que rozan el delirio.

Otra de las cuestiones que se plantea en nuestra reunión es si el enfoque de la prostitución está respaldado por el machismo del autor. Esta pregunta también nos la hacemos en referencia a los creyentes fanáticos: ¿entonces, Mario Vargas LLosa, al escribir sobre un grupo de individuos que crucifica a otros, es un creyente? Como lectores charlamos acerca de cuándo vemos o creemos ver al escritor, a la persona, detrás de lo que escribe. Es nuestro segundo criterio lector enriquecido en esta sesión. 

Mario Vargas Llosa 
Para cerrar esta sesión con un poema, leemos a Luis Rosales. que fue una petición que se hizo el primer día de reunión. Después de leerlo, comentamos que nuestra magnífica Casa Encendida debe su nombre a un poema del poeta.

Todas las cosas que te recuerdan
como queda la luz, siendo calor aún entre
las ramas del naranjo,
cuando llega la noche
todas las cosas que fueron nuestras
durante algún momento de vida necesaria,
se juntan hoy al escribirte como el agua se agolpa
al pasar bajo el puente,
se juntan hoy para reunirme el alma.



Sinuhé, Egipto en Madrid y un poema del desierto

El inconveniente con libros que parecen haber sido leídos por todos y que forman parte de un puñado de títulos que todos conocen, al menos de oído, como es el caso de Sinuhé el egipcio es que han de ser abordados con un nuevo interés para motivar su lectura.

Un lector suele estar mucho más interesado en leer algo actual que en volver a un libro que parece viejo. Ya no es posible abordar una obra que lleva publicándose décadas más que con añadidos de nuestro propio tiempo. Sinuhé ha de leerse desde lo novedoso y una posibilidad es abordarla también como un fenómeno de nuestros tiempos de globalización: por qué continuamos comprando y leyendo algunos títulos en diferentes países. Esto es, vamos a leerla también para dar pie a una reflexión sobre el fenómeno de los long-seller.

En esta idea, comenzamos con algunos datos sorprendentes: las aventuras de este médico egipcio se mantuvieron durante cuarenta años como la novela extranjera de mayor venta en Estados Unidos hasta la publicación de El nombre de la rosa. Y aquí, en España, echamos un vistazo a las sucesivas ediciones del libro que entre nosotros continúan sin descanso desde los años 60.

Además, echamos mano del libro Código Best Seller de Sergio Vila-San Juan y las cifras de ventas de los libros más vendidos en todo el mundo. Algunos títulos nos sorprenden. En la Fundación Juan March se llegó a celebrar unas jornadas sobre este tema: cuál es el motivo por el que un libro gusta generación tras generación y abre su propio camino, al margen de la crítica especializada, en el corazón de los lectores.

Una vez que situamos la lectura aquí, nos zambullimos en este espléndido vistazo que la novela proporciona sobre la gran civilización egipcia. Hablamos de Mika Waltari, el escritor finlandés más conocido de su país hasta el punto de que apenas podemos citar a alguien más que su compatriota, la escritora Sofi Oksanen. 

Sofi Oksanen

"También las golondrinas y las grullas regresan cada invierno a Egipto porque no se encuentran bien en otra parte".

Esta novela llena de personajes y situaciones memorables apenas necesita preguntas para dinamizar el diálogo:  el carácter de los sirios, la espléndida descripción de la batalla contra los hititas, la opulencia de la vida de los faraones, la medicina egipcia, la casta de los sacerdotes, las trepanaciones o los soldados a los que se les premia según las manos cortadas del enemigo que consigan.

Aún así, estas son las que propongo:
-Qué papel juega Muti en la novela.
-Cómo se usa el arte para mostrar los cambios de los tiempos.
-La muerte de Mineoa o Merit: cuál afecta más profundamente a Sinuhé. ¿Podría haber estado casado con cualquiera?
-Qué propósito tiene la ejecución de Aziru y su familia.
-Qué dice la ejecución de Aziru de los personajes principales.
-Es su criado más que un cómico. A qué se puede atribuir su éxito.
-Cómo se usa el Nilo en la novela.

En nuestra reunión se forman satélites en torno a la lectura: artículos sobre el botiquín de una momia, un mapa de National Geographic en donde se despliega la cronología del Antiguo Egipto y que demuestra cómo civilizaciones esplendorosas desaparecen por completo. También propongo, para ampliar la lectura,  ya que tenemos la suerte de vivir en Madrid hacer salidas para ver escarabajos sagrados, momias o figurillas con esa postura de respeto de los egipcios:

El Templo de Debod, el Museo Arqueológico Nacional y el Instituto de Cultura Egipcio.


Aún nos quedan algunos comentarios al hilo de la novela y es el tema que atormenta de una u otra manera a las letras egipcias, cómo es posible que una civilización como ésta no haya sido capaz de engendrar una forma de vida digna a las sucesivas generaciones desde su hundimiento. Este tema subyace en buena parte de la obra de su Premio Nobel, Naguib Mahfuz.

Para finalizar, como es habitual en nuestras reuniones, llevé un fragmento de poema de un poeta contemporáneo. Ahmed Abdel Muti Hijazi  أحمد عبد المعطي حجازي

Cantemos por el camino

Junto a la puerta sur le esperábamos.
Permanecíamos cogidos del brazo a lo ancho del camino
y, cuando llegó, envolviendo el valle con su relincho, le asimos
y le domamos tras los muros de la cerca.

Campesinos somos aquí... sin tierra y sin hijos
caminamos en grupo bajo el sol;
nuestras sombras se acortan y alargan, nuestras sombras se acortan y alargan,
y nosotros caminamos por esos mundos de Dios en busca de una patria
donde dormir a la sombra de una mezquita
y beber té a la puerta de su café,
y partir con las azadas al hombro desde la cuna hasta la sepultura.

Nos multiplicamos bajo el Sol y con nosotros se llena el desierto.
¿Acaso todas las gentes son campesinos forasteros
sin tierra y sin hijos?

¿Acaso todas las gentes esperan que lleguen noticias del Sudán?
El eco que traen los pliegues del viento
y que relincha en el ancho horizonte, busca su camino,
y corre con la grupa y los hombros agitados
al viento, su pelo lavado por la tempestad,
y hiere con los cascos el rostro de las cosas.


Sostiene Pereira, los escritores perseguidos y la poesía nórdica 
4 de mayo
Una reunión en torno a este libro, Sostiene Pereira de Antonio Tabucchi es una puesta en común que comienza muy bien: por una parte, es la mejor novela de su autor y eso proporciona un buen texto sobre el que debatir y además, es una pequeña obra escrita por así decir, en estado de gracia. Todo encaja y fluye desde el inicio. El Señor Pereira es inolvidable desde el comienzo, el paisaje es espléndido aunque al viejo periodista le haga resoplar de calor y beber limonadas con demasiado azúcar cada dos por tres y los personajes secundarios: la portera, el médico o la novia del malogrado Monteiro Rossi soportan muy bien la trama.

Una buena medida del éxito de este libro es que hemos acudido a la reunión con el texto leído por todos, nadie lo ha abandonado por árido o difícil; es más, para algunos debería ser un texto más amplio y extender su trama hasta saber qué ocurre después con Pereira, ¿qué fue de él?

Foto: El Mundo
La entrevista que en esta ocasión leímos durante diez minutos antes de comenzar el texto, y aunque del año 2009 era muy interesante porque Tabucchi, que ambientó Sostiene Pereira durante la dictadura de Salazar, fue un escritor comprometido que participó activamente en el Parlamento de Escritores. En el compendio de entrevistas que se habían publicado en la prensa española a lo largo de unos diez años también había alguna información interesante aunque no del interés de ésta.

Y aquí tuvimos nuestra primera ocasión para reflexionar sobre nuestros criterios como lectores porque buena parte de ellas estaban malogradas por la insistencia en preguntarle sobre la situación política de su país. Mientras que estos políticos son olvidados, la obra de Tabucchi permanece y como lectores que buscamos completar con datos externos una lectura, cuando el escritor  ha fallecido y hay nuevos políticos en su cargos; releemos estos textos periodísticos y caemos en la cuenta de la oportunidad perdida de tantos medios de comunicación para añadir algo significativo sobre ese autor y su obra. La importancia de los periodistas formados, de los periódicos de calidad y de no usar a los entrevistados para los propios y alicortos fines.

Nuestra segundo criterio lector enriquecido en esta reunión fue un ejemplo práctico de cómo Leer como un escritor fijándonos en la manera en la que Tabucchi presenta al joven Monteiro en la obra. En primer lugar, hace suspirar a Pereira por un hijo que nunca tuvo y de esta manera, incorpora al personaje a la vida del protagonista que en contra de toda su anodina y pasiva conducta anterior, ahora es activa y en buena medida sorprendente incluso para él. Tabucchi tiene el acierto de reforzar este cambio radical del personaje que en una obra tan breve es un gran reto, con un doctor y una teoría psicológica: la confabulación de las almas.

Algunas de preguntas planteadas en nuestra reunión para dinamizarla fueron, en esta ocasión, las siguientes:

-Quién es Pereira.
-¿Por qué se le acusa varias veces de que no se entera de nada
-Qué opinamos de esa teoría sobre la confabulación de las almas.
-Pereira habla con el retrato de su mujer fallecida, ¿por qué?
-Quién es Monteiro Rossi, ¿su compromiso político es una convicción propia o es sólo por amor a una mujer?
-Implicarse o no, ¿qué es mejor?
-¿Os ha gustado?, ¿lo recomendaríais?

Durante nuestra reunión también se habló de la adaptación al cine de esta novela, protagonizada por Marcelo Mastroiani. Ambos, novela y libro, coincidimos, merecen la pena.



En la novela hay referencias de autores portugueses: Fernando Pessoa, Camoens... y fue la oportunidad de lleva un pequeño poema de Pessoa. Hablamos sobre los heterónimos que usaba para escribir y lo difícil que era, para algunos de nosotros, acceder a su obra. Este poema con el que cerramos el encuentro sobre Tabucchi corresponde al heterónimo de Ricardo Reis.

Para ser grande, sé entero: nada
tuyo exageres o excluyas.

Sé todo en cada cosa. Pon cuanto eres
en lo mínimo que hagas

Por eso la luna brilla toda
en cada lago, porque alta vive.


Horses in the rain-KrisTaylor

En esta ocasión, el cierre de nuestra reunión fue con un poema de una autora nóruega. La poesía nórdica no es demasiado conocida, aunque desde la concesión del Premio Nobel al poeta sueco Tomas Tranströmer quizá haya servido para llamar la atención de los lectores en todo el mundo que eso sí, conocen mucho mejor a los autores de novela negra Camila Lackberg o Stieg Larsson.

Caballos bajo la lluvia 

Cuando mi mente está llena de sueños,
más oscuros, más remotos
que lo que puede explicar mi pensamiento,
más salvajes, más ardientes
que lo que puede comprender mi corazón,
quiero sólo quedarme bajo la lluvia
como los caballos permanecen bajo la lluvia
en una llanura extensa y jugosa
entre pesadas montañas, como las de aquí

Estar inmóvil y sentir que el cuerpo mama
este frescor, esta fuerza, esta humedad,
que en torrentes impetuosos me chorrea
por la cara, el pelo y las manos.
Parecerme al bosque que mama,
Como un niño, los pechos del cielo.
Parecerme a la planicie, desbordante de dulzura,
palpitante de píos deseos.

Como están los caballos bajo la lluvia
inclinados, con los flancos mojados,
dejando que el olor a tierra y humedad
les recorra con fuerza y dulzura la mente,
y dejar que caiga la llovizna del cielo,
hasta que el pensamiento libre ya de fiebre
lleve los sueños a la claridad
en una calma resistente y silenciosa.


El Mayor Pettigrew y la Señora Ali, Gloria Fuertes y La Noche de los libros
20 de abril
Comienza nuestro Club de Lectura con la lectura de la novela El Mayor Pettigrew se enamora y acudimos a este primer encuentro con la satisfacción de que había sido leído por todo el grupo ya que en nuestras reuniones se trata de que el libro pase por nosotros y no de que nosotros pasemos por el libro sin captar algo significativo. Que se trata de leer con gusto e interés no por obligación y que, si se nos cae de las manos por aburrido, al venir a nuestros encuentros quizá al escuchar a otros compañeros, le demos una nueva oportunidad. Así que nos lanzamos al texto con algunas pinceladas de asombro por las circunstancias de su escritura. La autora, Helen Simonson, nacida en Reino Unido pero afincada en Estados Unidos, escribió este libro acudiendo a un taller de escritura. Había tenido gemelos y acudía al taller para aliviar lo intenso que era la crianza de sus hijos. Esta fue su primera novela, la publicó con 46 años y fue un éxito mundial. (¡Vaya!, no está nada mal).


La novela nos proporcionaba muchos de temas para debatir y usamos algunas preguntas para dinamizar el diálogo:

-El Mayor Pettigrew y la Señora Ali se conocía de antes, ¿por qué se enamora de ella "ahora"?
-¿Cómo es él? ¿Es un típico ciudadano inglés?
-¿Qué rasgos comparten ambos personajes sobre los que Simonson basa su mutua atracción?
-Qué os parecen los prejuicios del pueblo contra la Señora Ali
-Las diferencias entre padre e hijo, entre el Mayor Pettigrew y Roger, ¿son de carácter o generacional?
-Cómo se retrata a los americanos en la novela.
-Las familias del Mayor y la Señora Ali, ¿cómo estás descritas? 
-¿El libro sería diferente si se ambientara fuera de Reino Unido, en otro contexto?
-¿Os ha gustado?
-¿Lo recomendaríais? 

Cerramos nuestro debate con una afirmación unánime, recomendaríamos este libro a otros lectores. Así que hemos comenzado con un acierto, una novela que nos ha entretenido y también nos ha hecho reflexionar sobre otros temas: la integración de la inmigración, el sustrato de prejuicios al extranjero que subyace en muchas comunidades y si esto se ha utilizado en el debate sobre el Brexit, el amor de madurez diferente al de juventud, la valentía de usar a un autor como Kipling para unir a un inglés y una mujer de orígenes paquistanís...

Hubo también dos temas sobre los que debatimos a propósito de escenas creíbles o no en el texto y cómo es posible que una trama en un pueblo inglés sea un éxito mundial. Fue la oportunidad de incrementar con dos criterios literarios nuestro enriquecimiento como lectores:

-La llamada Suspensión de la incredulidad de la que podemos leer una definición exacta aquí.
Hubo diferentes opiniones acerca del uso, por ejemplo, de encontrar por casualidad a un personaje esencial en la trama, el pequeño George, en un parque junto a su madre.

-La aparente contradicción en escribir cuanto más Local para ser más Universal. Una frase que se había escuchado en una entrevista radiofónica a Eduardo Mendoza, el recién premiado Premio Cervantes pero que también suscriben otros muchos autores: Amos Oz  o Fernando Vara.

Gloria Fuertes

En esta ocasión, cerramos nuestra reunión con dos poemas de Gloria Fuertes ahora que Madrid se ha volcado en la celebración de su centenario con charlas y encuentros por toda la ciudad y una extraordinaria exposición en el Centro Fernán Gómez, de la que llevé un folleto para cada asistente; y el catálogo del que disponía de un ejemplar al haber estado en la rueda de prensa de la inauguración.




La gente corre tanto

La gente corre tanto
porque no sabe dónde va,
el que sabe dónde va
va despacio
para paladear
el “ir llegando”.

Autobiografía

Soy Gloria Fuertes.
Nací en Madrid.
A los tres años ya sabía leer.
A los cuatro años ya sabía escribir.
A los seis ya sabía mis labores.
Yo era buena y delgada,
alta y algo enferma.
A los nueve años me pilló un carro.
A los catorce me pilló la guerra.
A los quince se murió mi madre (se
fue cuando más falta me hacía).
Quise ir a la guerra, para pararla,
me detuvieron a mitad del camino.
Luego me salió una oficina, donde
trabajo como si fuera tonta,
pero Dios y el botones saben que no lo soy.
He tenido anginas y algunos Premios.
También he sido profesora de Literatura
en la Universidad de Bucknell-Pensilvania (USA).
Ahora sólo escribo libros.

La Noche de los Libros y la Agenda Cultural de Madrid 

Nuestra reunión se celebró el jueves 20 de abril y al día siguiente se celebraba La Noche de los Libros, un gran evento cultural para celebrar la alegría de leer. Mi sugerencia fue que se fijaran en las instituciones de los diferentes países que este día se volcarían en hacer visibles sus escritores y sus obras: desde Japón a Corea, el Instituto Polaco de Cultura o la Alianza Francesa, la Pizzateca o los espectáculos teatrales.

Y de cierre, llevé un ejemplar del magazine Esmadrid que puede recogerse en las diferentes oficinas de turismo madrileñas... si es que con la intensa agenda cultural y de ocio de Alcobendas no era suficiente.




Un relato, 6 palabras y la alegría de un poema irreverente
6 de abril, Primera reunión

Maribel Orgaz - info@leerenmadrid.com
Me incorporo a este maravilloso Club de Lectura como coordinadora y antes de la reunión, hemos tomado en préstamo nuestra próxima lectura: El Mayor Pettigrew se enamora de Helen Simmonson, Editorial Salamandra. Así, cuando acabemos, no colapsaremos el mostrador de préstamo para recoger nuestro libro todos a la vez.
El Mayor Pettigrew es una novela repleta de humor y que nos servirá, además, para hablar del Brexit. Al comenzar he comentado que un Club de Lectura no son clases de literatura, hablaremos sobre el texto, dialogaremos entre nosotros y aprenderemos cosas nuevas pero lo importante para nuestras reuniones es la "cantidad de vida que un libro puede atraer. Lo importante es convertirnos en lectores con un criterio propio, curiosos y apasionados". Eso significa dejarnos cautivar por la belleza y complejidad de las palabras que un escritor puede desplegar sobre todo lo que nos rodea.

Durante esta primera reunión  nos hemos presentado y para romper el hielo hemos comentado el último libro que más nos ha gustado. Aunque entre risas, algunos han dicho que el último libro que habían leído no les había gustado pero lo iban a decir de todos modos ya que todas las aportaciones son siempre bienvenidas en nuestras reuniones.

Y después, para seguir disfrutando y aprovechar nuestra primera reunión sin lectura que comentar, nos hemos lanzado a escribir. Así, sin más. La excusa era un artículo que he llevado acerca de un desafío propuesto a varios escritores: escribir un cuento de seis palabras. Claro, primero ha habido que leer el más que elogiado cuento de Hemingway, Colinas como elefantes blancos  (porque estaba citado varias veces en ese artículo) y comentar de qué hablaba en realidad este, aparentemente, simple relato acerca de una pareja que espera un tren. Nos apetecía leerlo en alto y eso hicimos. Empecé yo y después dos más se animaron, una hoja por persona, que así variamos las voces. La biblioteca tiene siempre la amabilidad de hacer una copia en papel para cada miembro del club de lectura.

Después de leerlo, charlamos acerca de cuál era en realidad el tema del cuento. De qué estaban hablando los personajes, qué estaban decidiendo sin que en ningún momento lo nombraran en una conversación aparentemente anodina.

Una vez que ya sabíamos cómo se estructuraba esta narración, pasamos al artículo de Página 12 que trataba de las cualidades que debía tener un microrrelato y que nosotros podríamos tener en cuenta para escribir el nuestro. Este artículo era un poco largo y optamos por leerlo en silencio durante unos diez minutos.

Y entonces, sí, nos lanzamos a las seis palabras y descubrimos con asombro que con las pautas que se daban en el texto y teniendo en cuenta a Hemingway éramos ¡pero que muy capaces de hacerlo!. Y algunos incluso se animaron a hacer dos minicuentos. ¡Estupendo!

De cierre, un poema

En las reuniones de clubes de lectura que coordino siempre cierro con un poema por varios motivos. En primer lugar, porque la poesía es para las palabras su jardín del edén, no hay un sitio mejor en el que contemplarlas y en segundo lugar, porque las prácticas escolares arruinan a la inmensa mayoría de las personas disfrutar de la poesía. Para que sepamos cómo una palabra puede serlo todo necesitamos recuperar la atención de contemplar los poemas sin temer no comprender qué significan, sin temer no entenderlos, disfrutando de su musicalidad y su ambigüedad y lo haremos poco a poco, casi sin darnos cuenta.

Con un poema en cada reunión recuperaremos el interés y la fascinación por la exactitud de la expresión de nuestro lenguaje, ese que usamos para saber qué sentimos o para analizar qué ocurre a nuestro alrededor.

Es habitual que en la primera reunión de un club de lectura en la que explico que cerraremos siempre con un poema se enarquen cejas y se escuchen expresiones de sorpresa y con sinceridad, no precisamente de entusiasmo. Después, cuando ya es un habitual en nuestras reuniones, si se incorpora gente nueva al grupo que exclama con agobio en su primera asistencia: "a mi no me gusta la poesía", le contesten: "a nosotros tampoco pero las que trae Maribel, sí". 

Y en esta primera reunión, leímos en alto Codos de Minnie Bruce Pratt
Las risas al acabar de leerlo cerraron con alegría nuestro primer encuentro.

Foto: MB
Codos

Cúbrete los brazos.
No dejes que tus codos
se vean.
Eso es lo que mis vecinos
allá en Alabama dicen
a sus hijas
para que ningún codo
relleno o delgado
moreno o rosado
incite a otros
a la pasión.

Pero si pensara
que mis flacos, bicolores
codos fueran a atraerte
si pensara
que mis enjutos, huesudos
codos pudieran retenerte
agitaría los brazos
como un pollo
como un pavo real
como una gallina de guinea
cuando volviera a verte
tesoro
me subiría
las mangas y
pecaría
pecaría
pecaría.

Minnie Bruce Pratt

 Alabama, 1946. Profesora y Poeta. 




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