jueves, 16 de septiembre de 2021

Esta plenitud de amor y suave viento - Dieciocho sonetos y un madrigal, Gratia Plena - Luis García Arés

 

                                            

¡Ay, corazón herido!,
flechado sí, mas nunca dividido.
L. García Arés


"El poeta Luis García Arés", prologa el también poeta Luis Alberto de Cuenca, canta a su esposa, Beatriz, desde el gozoso abismo del amor, esa plácida hondura donde es posible la redención (...)".

Arés escribió para la que fue su esposa durante más de cincuenta años, dieciocho sonetos y un madrigal que es también, una canción de amor. Padre de cuatro hijos, políglota, gran conocedor de la poesía clásica, fundó en 2006 la editorial Cuadernos del Laberinto y a su fallecimiento, su hija Alicia se hizo cargo del proyecto y presenta, ahora, en la Feria del Libro de Madrid una reedición en un hermoso ejemplar ilustrado por Bartolomé Liarte, de unos versos que cantaron la fidelidad de un corazón. 

Son versos para ti, esposa mía,
son razones de amor, luz de una hoguera (...)

Admirador de la poesía de Petrarca y Bécquer, "salvando las distancias" , reflexiona Arés con humor en el prefacio, "a Beatriz, no le cabe la suerte de disponer de un cantor como ellos", ejerció su labor como traductor de Edgar Allan Poe y la poesía de Alfred Tennysson. 

"Algunas veces, y esta es una de ellas, ese país áspero y desabrido con frecuencia, puede llegar a convertirse en un lugar iluminado por la serenidad y la esperanza", alaba Luis Alberto de Cuenca.

Nosotros dos, Beatriz, sabemos dónde
la clara fuente del amor se esconde (...)

Autor de los poemarios, Sonetos interiores, El Santo Rosario en sonetos, Versos para Navidad, Atenea pensativa y Gratia plena, además de una novela, Do ut des, entre otros títulos, en su faceta de bibliófilo rescató y dio a conocer el libreto de zarzuela que Gustavo Adolfo Bécquer escribió junto a Luis García Luna, La cruz del valle.


Cae la nieve en mi campo y ya hace frío;
(...)
Más, ¡qué importa! La dama, el amor mío (...)
Porque la tierra es madre y la brisa es dulzura,
porque es muy clara el agua y la llama es ardor (...)



Nacido en Ávila en 1934, "formó una valiosa biblioteca de muchos miles de ejemplares. Le gustaban las antigüedades, el arte, la astronomía y la ciencia, pues poseía un delicado espíritu renacentista (...) Otra de sus inquietudes fue el bienestar de los animales, fundando en 1994 con su hija Alicia, con Concha Pedrosa, Gabriel Téllez y Concha Macho la Asociación Protectora que sigue existiendo todavía hoy en esta provincia", Adolfo Yáñez, amigo y poeta.



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