El Club de Lectura Parque Conde de Orgaz abre temporada en mayo y junio con un grupo de mañana.
El horario de la mañana es de 10h. a 12h. El grupo está completo
El grupo de tarde retomará temporada en septiembre -Infómarte aquí.
Puedes leer aquí un resumen de todas las reuniones del grupo de mañana
Puede leer aquí un resumen de todas las reuniones del grupo de tarde
Cerramos nuestra temporada del club de lectura con un libro que fue todo un acontecimiento editorial. Helen Simonson, su autora, se dio a conocer a través de un taller de literatura con esta historia acerca de un militar jubilado de 68 años que vive en un pequeño pueblo inglés.
En su momento, El Mayor Pettigrew se enamora fue traducida a 16 idiomas, encabezó la lista de los más vendidos durante semanas y ahora, años después de su lanzamiento, coincidimos, conserva el mismo encanto, suave melancolía y sentido del humor que tanto atrajo y atrae a los lectores.
El Mayor Pettigrew se enamora nos ha parecido, y no todos la hemos terminado, una lectura amena y muy apropiada para el verano que acaba de comenzar y que nos da pie a reflexionar acerca del límite en el que conservar las tradiciones da sentido a nuestra vida cotidiana o es mejor desecharlas porque sólo suponen inmovilismo y miedo a los cambios; cómo ha desarrollarse un amor en la madurez, la valentía de nuestros pequeños actos, el humor como forma de quitar hierro a casi todos nuestros asuntos.
Leemos en voz alta algunos párrafos que nos gustan especialmente como por ejemplo cuando el Mayor invita a su casa a tomar el té a la señora Ali, de origen paquistaní, y que es la dueña de la única tienda de comestibles del pueblo y contemplar las tazas de porcelana le trae hermosos recuerdos acerca de su difunta esposa.
El señor Pettigrew, con su cortesía y amabilidad, comentamos, es un ejemplo típico de un educado inglés rural y ella, la señora Ali, de los desafíos que la inmigración plantea en una sociedad. De manera recurrente, ella ha de explicar que ha nacido en Inglaterra y que ni tan siquiera conoce el lugar del que proceden sus padres.
Diferentes tramas atraviesan la trama principal: la construcción de un centro comercial que destruirá en buena parte el pueblo, el noviazgo del hijo del protagonista, la venta de las pistolas que el Mayor recibió como herencia, la libertad de la señora Ali cuya familia pretende encerrarla en casa y no permitirle que use su carnet de biblioteca.
Algunas de las situaciones nos parecen cómicas y a menudo el texto nos ha provocado carcajadas.
Para finalizar leemos un poema del Premio Nobel de Literatura Rudyard Kipling, cuya lectura simboliza en nuestra novela, un puente de entendimiento entre ambos mundos: el inglés y el paquistaní.
Todas las cosas
I
Todas
las cosas
que
me entristecen,
todas
las cosas
que
me hicieron sufrir,
brillan
ahora transformadas
en
este rayo de sol
II
Una
oscuridad tranquila
recibe
a la vela
que
se apaga.
Una
luz tranquila
acoge
al
hombre que se va.
26 de mayo - Sostiene Pereira de Antonio Tabucchi y un poema de Fernando Pessoa
En nuestra última reunión de mayo del club de lectura Parque Conde de Orgaz ponemos en común Sostiene Pereira, la novela que dio a conocer mundialmente al escritor italiano Antonio Tabucchi, enamorado "visceralmente" de Portugal y su cultura, como han publicado la crítica.
Algunos de los asistentes la habían leído con anterioridad y esta relectura ha mejorado aún más la opinión que tenían de esta pequeña obra maestra.
Pereira, el protagonista, es un periodista enfermo del corazón y con sobrepeso, nos parece un personaje cuya descripción física no corresponde a la simpatía que despierta en nosotros como lectores. Sus dudas, sus diálogos con el retrato de su mujer fallecida y la parsimonia con la que vive el día a día, sus monótonas comidas y su debilidad por la limonada demasiado azucarada perfilan a un hombre que intenta llevar adelante con dignidad su trabajo en un periódico lisboeta bajo la dictadura salazarista.
Coincidimos en que la presentación del joven que trastocará su vida, cantando una alegre canción italiana, es una forma singular de presentar el contraste de la vida nueva que se abre al futuro con la existencia de Pereira, que casi en soledad, cree que todo lo que mereció la pena ha sido dejado atrás.
Releemos algunos párrafos acerca de la teoría de la configuración de las almas o cómo no vivir en el pasado y poner la mirada en el futuro.
Algunos detalles como la dama alemana a la que Pereira invita a comer en el tren, la disculpa que da el autor a la colaboración de la portera con el régimen, una mujer con un montón de hijos y un marido comisario al que tiene que guisar mucha comida o ese doctor al que se encuentra en una clínica, fluyen en la narración y nos parecen con la extensión justa en una novela de menos de doscientas páginas.
Nos preguntamos acerca de los diálogos, que quizá visualmente hacen del texto algo mucho más compacto que si hubieran estado escritos de manera tradicional, entre guiones, pero la destreza de Tabucchi hace que el lector nunca se pierda en ellos e identifique a los hablantes sin dificultad.
Para finalizar leemos un poema de Fernando Pessoa de quien Tabucchi era su mejor traductor al italiano.
El guardador de rebaños
Entro y cierro la ventana.
traen el candelero y me dan las buenas noches.
Y mi voz, contenta, da las buenas noches también.
Ojalá mi vida sea siempre esto:
el día lleno de sol, o suave de lluvia,
o tempestuoso como si se fuera a acabar el mundo,
la tarde suave y los jornaleros que pasan
observados con interés desde la ventana,
una última mirada amiga hacia el sosiego de los árboles
y después, cerrada la ventana, el candelero ardiendo,
sin leer nada, sin pensar en nada, ni dormir.
Sentir la vida correr por mí como un río por su lecho,
y allá fuera un gran silencio como un dios durmiendo.
5 de mayo- La dama del perrito de Anton Chejov y Tres rosas amarillas de Raymond Carver. Felicidad de R. Carver.
El club de lectura Parque Conde de Orgaz comienza su temporada de mayo y junio con una serie de lecturas sobre el origen del cuento moderno que los expertos asignan al autor ruso Anton Chejov y de entre toda su obra cuentística elegimos La dama del perrito.
En nuestra reunión, este cuento ha ocupado casi todo nuestro encuentro. Charlamos acerca de si el protagonista es un galán o un hombre que busca fuera de su matrimonio lo que no le satisface en él. Coincidimos en que, al contrario de lo ocurrido con sus anteriores conquistas, en esta ocasión y de manera inesperada para él mismo, se enamora de una mujer que si bien al principio le parece singular, la ama aún más cuando se da cuenta de que en realidad no tiene nada especial: es una dama de provincias de bonitos ojos grises.
Leemos algunos párrafos en los que Chejov en ese estilo parsimonioso y sin grandes efectos ni sorpresas, narra la evolución de una relación que comienza para él como una más de sus conquistas y para ella como algo pecaminoso y con el transcurrir del tiempo se transforma en lo más importante de sus vidas.
Nos preguntamos por algunas expresiones como la referida a la ciudad de Granada, y también si en realidad entre los protagonistas no hay más que pasión. El escritor ¿ejerce un juicio moral sobre los protagonistas? Creemos que no y tampoco sobre el adulterio. Compresión e incluso compasión, sí.
Chejov también contradice la idea de que un cuento al ser una narración comprimida o breve tiene que tener todos sus detalles significativos. Aunque se titula la Dama del perrito quizá podría haber sido la dama del paraguas porque el perro que ella tiene en el balneario, en el que ambos se conocen, sólo da pie a la primera conversación entre ellos. Y para conversar serviría cualquier otra excusa.
Con respecto al final, que el autor deja por así decir, en abierto, podría parecer esperanzador para ambos, ya que se plantean al cabo del tiempo que tienen que lograr vivir juntos, y repasamos algunas frases que dan idea de la tragedia en la que ambos viven.
Finalizamos nuestra reunión con un breve comentario, porque apenas hay tiempo para más, sobre Tres rosas amarillas de Raymond Carver, el llamado chejov americano, que describe las últimas horas del autor ruso muerto de tuberculosis con poco más de 50 años.
Para cerrar el encuentro, leemos un poema de Raymond Carver.
Felicidad - Raymond Carver
Felicidad - Raymond Carver
Tan temprano que casi está oscuro todavía.
Me acerco a la ventana con una taza de café
y el atasco de siempre a estas horas de la mañana
en la cabeza.
Veo entonces al chico y a su amigo
calle arriba
repartiendo el periódico.
Llevan gorras y sudaderas,
uno de ellos con una bolsa al hombro.
Son tan felices
que no se dicen nada, estos chicos.
Creo que si pudieran, se cogerían
del brazo.
Es temprano por la mañana
y están haciendo esto juntos.
Se acercan, despacio.
El cielo empieza a cubrirse de luz,
aunque todavía cuelga pálida la luna sobre el agua.
Tanta belleza que, durante un instante,
la muerte o la ambición, incluso el amor,
no tienen cabida aquí.
Felicidad. Llega
de forma inesperada. Y sigue su camino, realmente.
Cualquier madrugada te lo dice.
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