Escribe "desde siempre" y cree que la vida nos arrastra en su frenesí hasta impedirnos reflexionar y sentir. La periodista y locutora Marta Ferrer ha publicado su primer libro, Parando el mundo en la editorial Cuadernos del Laberinto. Es importante publicar en papel, explica en esta entrevista, para que la lectura sea un paréntesis en lo cotidiano, para lograr la calma y conectar con nosotros mismos y nuestras emociones. "Hay vivencias mías en esta colección de relatos", decía en Radio Eiberoamérica, "pero creo que lo importante es la fuerza que transmiten a quien los lea".
En un mundo digital, por qué seguir escribiendo y publicando libros.
En el mundo en el que vivimos es más necesario que nunca seguir escribiendo y seguir tocando los libros, pasando sus páginas… Hay cosas que no deben perderse, aunque el mundo digital nos haya facilitado la vida en muchos ámbitos. Parando el mundo, en sus orígenes, empezó siendo un blog digital, un espacio en el que yo iba publicando mis reflexiones. Pero pronto me di cuenta de que el blog me exigía publicar con regularidad, a unas horas concretas, tener unas interacciones determinadas… y eso confrontaba totalmente con la esencia de Parando el mundo, que era la calma, poder fluir sin prisa, sin exigencia. Y para eso, lo mejor es el papel, poder coger el libro cuando a ti te apetezca, buscar tu espacio físico para ponerte a leer, sin una pantalla de por medio. Hay todo un ritual. Sin duda, este Parando el mundo tenía que ser en papel y qué suerte tuve que la editorial Cuadernos del Laberinto pensó lo mismo.
Qué vertebra esta colección de microrrelatos.
Al final es una colección de reflexiones vitales y muy personales. Todos los relatos tienen en común que orbitan alrededor de algo tan humano y universal como las emociones. En el libro se habla de amor, de desamor, de los celos, de la frustración, también del miedo, del dolor. Esa es la columna vertebral de Parando el mundo. La obra surge de una necesidad vital de escribir para poder comprenderme mejor a mí misma. Y es que estamos demasiado acostumbrados a silenciar emociones que no nos gustan, que nos incomodan, pero que están ahí y que, como un río, siempre terminan buscando su cauce para poder salir… porque terminan saliendo. Esto es así. Y qué mejor manera de canalizarlas que poniéndoles nombre, sintiéndolas, escuchándolas y dibujándolas con palabras.
Paramos el mundo, ¿y después?
Después lo reiniciamos, pero con más consciencia. Se trata de volver a reconectar con uno mismo para poder seguir en la rueda, porque el mundo no para y hay que subirse a él siempre porque es maravilloso. Pero el objetivo es ir buscando nuestros espacios, nuestros silencios, nuestros momentos para conectar con nuestra esencia porque yo tengo la sensación de que en los últimos tiempos pasamos por lo verdaderamente importante de puntillas, sin tiempo… porque no lo tenemos, la vida nos come. Y ¿qué hay más esencial que nuestras emociones? A esta vida hemos venido a sentir y por eso tenemos que escucharnos más y hacernos más caso a nosotros mismos.
Qué escritores o poetas tienes como referencia.
He leído a muchos escritores a lo largo de mi vida pero quizá hay dos nombres que me vienen a la mente porque me han marcado en momentos muy clave Uno de ellos es Isabel Allende. Siendo muy jovencita, estaba en el instituto, cayó en mis manos Paula, el diario que escribió estando su hija enferma en el hospital. Recuerdo no poder parar de leer y de llorar al leerlo, porque el relato era conmovedor. No hace mucho vi una entrevista que le hacían a Allende en la que hablaba precisamente de ese libro y de ese capítulo de su vida. Decía algo así como que la escritura le había ayudado a sobrevivir y a sobrellevar la enfermedad y posterior muerte de su hija, que había sido algo terapéutico. Y esto es algo que yo comparto al cien por cien. La escritura puede ser muy terapéutica y a mí, salvando las distancias con Allende, obviamente, escribir Parando el mundo también me ayudó muchísimo en su momento
Otro de los autores que te diría que tengo como “referencia” es Mario Benedetti. Creo que tiene un don para llegar al corazón con sus versos.
Cuál ha sido el comentario de lector más inesperado.
El más inesperado y, casualmente, repetido, es lo mucho que han conectado con algunos de los relatos. Y es que, como te comentaba antes, se habla de emociones universales, que todo el mundo siente o ha sentido en un momento dado. Creo que el lector puede hacer suyos los relatos y esto me resulta maravilloso porque era algo que nunca imaginé mientras escribía, que alguien se pueda emocionarse con ellos es muy gratificante.
Has hablado de tu reconciliación con Formentera, el lugar de tu infancia y adolescencia. Como escritora, en qué cadena de lecturas te has formado.
He sido lectora empedernida desde que tengo uso de razón y he ido leyendo todo lo que caía en mis manos. Me ha gustado además variar de estilos, de autores, ahí está la riqueza. Hay tanto por leer… además, aunque pienses que un estilo no te va, siempre hay que darle una oportunidad porque puedes sorprenderte.
Parando el mundo, Marta Ferrer - Editorial Cuadernos del Laberinto
