miércoles, 16 de diciembre de 2020

La extraña belleza de los guardianes del mar - Breve atlas de los faros del fin del mundo: Un pasaporte para viajeros románticos - Gonzalez Macías, Ediciones Menguantes

"Hay algo hermoso y salvaje en estas arquitecturas imposibles", afirma José Luis González Macías autor de un libro cautivador, Breve atlas de los faros del fin del mundo de Ediciones Menguantes. Esta pequeña editorial conforma poco a poco, un catálogo exquisito con joyas como Iceberg Nations que reseñé también en esta página.

"Para este trabajo se requieren nervios de acero", advertía un anuncio para reclutar fareros en Grip en el Mar de Noruega. "La vida de todos ellos, explicaba González Macías en una entrevista, ha sido intensa y está repleta de historias curiosas". Durante más de dos años, este escritor y diseñador recopiló decenas de historias, datos e imágenes: "fui tropezando con ellos en mi trabajo", para elaborar "un libro que es un pasaporte para viajeros románticos". Fue difícil decidir qué dejaba fuera y fue difícil encontrar información sobre algunos faros, los de África y Asia porque su historia está poco documentada, añade.

Hubo un esfuerzo consciente por encontrar mujeres fareras y por aunar una ilustración evocadora de estos seres agonizantes: los barcos no necesitan ya de su luz para orientarse; con un texto dramático y una serie de datos simples como la altura, el tipo de luz o el año de construcción.

Los faros gustan a la gente, emiten luz, te guían, son un símbolo de esperanza y de que alguien te cuida. 

Bell Rock, el faro más antiguo levantado sobre mar abierto que permanece en pie, puede leerse en Breve atlas de los faros del fin del mundo es fruto del empeño de Robert Stevenson, el abuelo del escritor, Robert Louis Stevenson. Aquel hombre logró sacarlo adelante con una seguridad casi arrogante, escribe González Macías. Los trabajos fueron extenuantes y peligrosos. En la última fase, más de dos mil quinientas piedras fueron talladas como un rompecabezas y sentaron la base de una edificación que se inspiró en otra anterior levantada en la costa Sur de Inglaterra: John Smeaton dibujó su estructura tras presenciar como un viejo roble permanecía erguido, sin doblegarse en mitad de una fuerte tormenta.

Este libro extraordinario, que bien merece un premio a su cuidada edición, es con toda probabilidad una de los proyectos editoriales más significativos de este año singular que es 2020.  


3 comentarios:

  1. Gracias por tu reseña y por tus comentarios, Maribel. Un placer compartir contigo y con tus lectores nuestro libro.

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  2. Gracias a vosotros, es un libro maravilloso y espero que muchos lectores lo disfruten tanto como lo he hecho yo. Un fuerte abrazo, Maribel

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