Lola Martínez Cerrada, periodista, necesita escribir poesía. Autora de dos novelas, María la serrana y Ambientes; Vivencias es su primer libro de poemas, aunque ya había participado en diferentes antologías. Para la autora, un hecho decisivo para este libro fue asistir a los talleres de creación poética de Jesús Urceloy. En la fotografía: Jesús Urceloy, Lola Martínez Cerrada y Alicia Ares, editora de Cuadernos del Laberinto.
Acaba de publicar un nuevo poemario, ¿cómo está siendo la recepción por parte del público?
Lola Martínez Cerrada - La aceptación del público está siendo muy buena, destacan sobre todo la intensidad de los poemas.
Lola Martínez Cerrada - La aceptación del público está siendo muy buena, destacan sobre todo la intensidad de los poemas.
Qué es la poesía, qué aporta a su vida.
En mi opinión la poesía es la expresión de un sentimiento; en mi vida diaria me sirve de catarsis, de terapia.
¿A qué cree que es debido el auge de la poesía en tiempos nada poéticos?
Creo que como todas las artes florece en tiempos de crisis, cuando surgen todo tipo de movimientos sociales alternativos...
Pero esta misma crisis evita que se publiquen buenos poemarios que podrían ser disfrutados, en otra circunstancia, por los amantes de este arte.
Si la poesía es intensidad, ritmo y Voz. En su opinión, ¿qué es la Voz?
Pero esta misma crisis evita que se publiquen buenos poemarios que podrían ser disfrutados, en otra circunstancia, por los amantes de este arte.
Si la poesía es intensidad, ritmo y Voz. En su opinión, ¿qué es la Voz?
La Voz sería la ilusión, la inspiración, la expresión del poema.
Qué poetas de los que lee, citaría.
De los poetas vivos que leo, resaltaría sobre todo a Jesús Urceloy y Luis Alberto de Cuenca, aunque luego hay cientos que llaman mi atención.
No distinguir entre locos y cuerdos.
No saber cuál es la verdad.
Abrir una sonrisa a los que no nos entienden.
Saber enjugar las lágrimas y la incomprensión
con un poquito de amor.
Sentirnos libres para amarnos pese a estar locos.
Comprender que si no estuviésemos locos
no podríamos ser tan felices.
Y nada sería tan vivo ni tan satisfactorio.
En definitiva,
dar gracias a Dios por haber perdido la cordura.
No hay comentarios:
Publicar un comentario