miércoles, 5 de junio de 2019

A veces somos compactos y fuertes, otras permeables y débiles - Clara Andreu, poeta

Maribel Orgaz - info@leerenmadrid.com
En los minerales existe una forma de clasificación basada en la facilidad con la que pueden marcarse. En el mundo del profesor Mohs, que así se apellidaba el minerólogo alemán que la ideó, todo se clasifica en una escala de dureza del uno al diez. El diamante raya a los otros nueve, el talco es incapaz de dañar a otros. Clara Andreu ha titulado su primer libro de poemas, Escala de Mohs y responde en esta entrevista acerca del lugar que ocuparía en ella, la exfoliación y la fractura del tejido del corazón.
El próximo 8 de junio firmará ejemplares en la Feria del Libro, Caseta 287.

Publica su primer poemario, Escala de Mohs, Editorial Cuadernos del Laberinto. De escribir en la intimidad a tenerlo editado en las manos, cuál es primera sorpresa sobre lo que se siente.

En mi caso, la impresión inicial es vértigo a la exposición. El orden de nuestras palabras nos define y exhibe nuestro orden mental. Más allá del orgullo de firmar una obra existe el miedo a ofrecer una imagen que nos concreta en un estado determinado de las cosas, obras inmutables que durarán en el tiempo y nos acompañarán en nuestra historia personal. Que otros lean el poemario no es trascendente en mi proceso creativo pero, después de pasar por la imprenta, cobra importancia la lectura que pueda hacer el público, la interpretación, sobretodo, de los corazones que tengo más cerca.

Entre el diamante y el talco, en qué escala situaría el corazón humano.

El latido es diferente en cada cuerpo, en cada momento vital. Hay estímulos que iluminan el corazón y otros que lo fracturan. En este viaje cualquier persona asume en su recorrido, de una forma metafórica, las consistencias definidas en los minerales. A veces somos compactos y fuertes, otras permeables y débiles.


Este poemario se abre con una cita de San Juan de la Cruz. Un poeta que parece recuperar un lugar especial en las lecturas de los poetas en estos tiempos. ¿A qué cree que se debe?

A una incipiente búsqueda de lo espiritual en los libros y las experiencias. La actualidad tecnológica está instalada desde hace largo en la rutina de los poetas jóvenes de hoy; el materialismo comunicativo es un estímulo manido. Creo que regresa a nosotros una necesidad de la comprensión del yo como un sistema anímico, que prima por encima de los envoltorios plásticos .

La poesía parece estar de moda, al menos en Madrid. Se llenan teatros e incluso se paga por escucharla. 

Quizá porque hoy se empieza a asimilar que hay que celebrar todas las artes. Se asumen mejor los tabúes sociales, se revelan y se les ofrece pávulo. La más mínima e íntima creación artística merece estudio y merece escucha. La gente está perdiendo el miedo a oír su propia voz y también se concede el lujo de apreciar la voz de otros. La poesía siempre se presenta con un traje de misterio que incita e increpa, ofrece un telón dramático distinto al habitual, crea una quinta pared. Y el público entregado sabe celebrarla.


Cuáles son las principales amenazas hoy en día para la labor poética.

La peor amenaza es aceptar estar más horas dormido que despierto. Las obligaciones rutinarias y el flujo de los días nos llevan a veces a un uso automático de nuestros sentidos, hacemos las cosas de manera sistemática sin pensar en lo que representan. Es importante cultivar una comunicación sensible con nuestro entorno a fin de que podamos nutrirnos de él.

Si la poesía es intimidad, ritmo y voz. ¿Qué sería la Voz?

La voz podría ser el eco terrenal de nuestro propio pensamiento. La identidad que viste el pulso comunicativo y configura nuestra realidad. La voz es poema en sí misma sin necesidad de ripio, es la piel de las palabras.



ORTOSA

II

Acepta el falso suelo de la gruta
y echa a andar, hija del pretérito 
hermana de los puntos suspensivos

razonable convicción de piel más dura 
de un martirio aliviado esmalte vivo

hoy no te derrumba 
la anécdota fatal del verbo corrosivo 

la veta roja de tu pecho estalla
transcribe el metal con línea clara



8 de junio, 20.30h. a 21.30h
Caseta 287 - Cuadernos del Laberinto

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