martes, 10 de enero de 2017

Huérfanos de paciencia, enfermos del alma - Rosa María García Díaz


Maribel Orgaz - info@leerenmadrid.com 
Rosa María García Díaz escribe de nuevo. Su primer poemario, La mujer anillada editado por Incaya comenzó la visibilización de su reposado quehacer poético. 
Profesora de hebreo, cree que Internet es la gran oportunidad para que pueda expresarse la pasión y abrir las ventanas del mundo interior.

En una lectura poética reciente, un asistente al evento preguntó qué es la poesía. Desde la mesa se le contestó que ritmo, intensidad y Voz. 

Rosa María García Díaz, poetisa. Desde mi punto de vista Voz es el seudónimo que utiliza el sujeto poético o sujeto lírico. Resulta un término menos técnico y más inmediato que estos, más directo y transparente. La Voz cuenta, describe, canta o llora, aquello que el autor quiere transmitir. Ella se desnuda cuando la impulsa un flujo de conciencia imparable, y sin embargo, digamos así, interpreta cuando nace de una voluntad de construcción deliberada y concreta -a modo de personaje- por parte del autor.

La poesía parece resurgir: festivales, encuentros poéticos.

En efecto, y además este auge que mencionas no es privativo de la poesía, está produciéndose en el mundo de las artes en general, en todos aquellos ámbitos que tienen que ver con la comunicación humana y con el crecimiento personal. Creo que lo que viene teniendo lugar en los últimos años es una suerte de universalización o socialización de las artes en el contexto de un mundo globalizado. El papel de internet y de las nuevas tecnologías a la hora de valorar este fenómeno resulta absolutamente fundamental. Han aparecido nuevos soportes que conviven con el papel, y proliferan las publicaciones telemáticas relacionadas con la literatura, el arte, la música, la danza o el deporte. 

Se contribuye así a la difusión de todo tipo de actividades y a la materialización cada vez más definida de un deseo, de una voluntad de canalizar la pasión y el interés por la literatura en corrientes inmediatas de propuesta y respuesta. Cada día más, la cultura, y muy en especial la literatura, se afianzan como bien común universal de todos, no exclusivo de unas minorías privilegiadas con acceso a los medios de difusión tradicionales. 

Me gustaría mencionar la irrupción del blog casi como un formato nuevo, entre lo literario, la columna de opinión y cierto tipo de publicaciones periódicasque abre miles de ventanas a miles de mundos interiores a los cuales se nos invita a asomarnos con toda la libertad y toda la curiosidad que deseemos.

La poesía, esa cosa a menudo opaca, nómada e indescifrable en ocasiones, ingenua y luminosa pero también turbadora en otras, se está beneficiando de esta eclosión, de este vuelco que hemos experimentado con la sociedad de la información. De hecho, aún continuamos bailando la ola...



Su libro La mujer anillada parece sugerir marcada o atrapada…

Muy acertada la observación. El anillo no solo es adorno, sino que su significado y función pueden resultar muy a menudo inquietantes y asfixiantes puesto que representa también uno de los rostros del control, una manera de inmovilizar, de sujetar. Sin embargo, el anillo también puede verse con una forma de crecimiento, de avance, igual que los anillos concéntricos del tronco de un árbol indican su edad al tiempo que aumentan su diámetro y el grosor de la corteza.

Anillar también indica una acción similar a agarrar y atraer, enlazar y atraer, por ejemplo en el modo en que un látigo a cámara lenta lo haría.


Cuáles son sus poetas o poetisas de referencia.

Federico García Lorca, Dámaso Alonso, Blanca Andreu, Alfonsina Storni, Rimbaud y la poeta israelí Yonah Wollaj entre otros. Además de ellos, el rey de la prosa poética, Francisco Umbral.


Cuando alguien se acerca a la poesía qué estaría buscando. 

Esta pregunta me resulta especialmente interesante y da para un auténtico debate abierto. Creo que existen diversos motivos, también distintos objetivos, por los que las personas se acercan a la poesía. 

Cada uno venimos de un lugar distinto, aunque es bien cierto que en muchas ocasiones lo que deseamos es llegar a lugares comunes. Hay personas que no entienden la poesía sin declamación, sin lectura en alto, porque buscan en efecto escuchar  en la voz lo que el otro siente al recitar. Sin embargo, hay quien se turba ante la lectura. 

Hay quien busca enfrentarse al sentimiento desnudo, a la palabra sin recovecos, pero también hay quien desea encontrar en la belleza inmutable, a veces veleidosa, del poema, significados ocultos que se le brindan y huyen a la vez, en un juego constante de mostrar y no dejar ver. 

Otro aspecto que no puedo dejar de mencionar es el poder taumatúrgico, sanador y de catarsis que entraña la poesía, muchas personas vienen a ella buscando una cura, ansiando el alivio de un enfermedad del alma o del cuerpo.    


Cuál cree que es el mayor reto para un poeta hoy en día.

La vida tan vertiginosa que llevamos nos lanza sin piedad y sin tregua en busca de sensaciones y resultados inmediatos, absolutamente todo parece estar al alcance de nuestra mano, ser adquirible, reemplazable, amortizable y renovable,a golpe de demanda. Vivimos en un mundo que nos ha dejado huérfanos de paciencia, nadie apuesta ni tan siquiera por el medio plazo. 

La poesía lleva otro pulso, avanza con otro ritmo, y el gran reto del poeta está en ajustar ese fluir de lo lírico, que es antiguo como el hombre, al paso enloquecido que marca la sociedad al habitante de este siglo.



Mujer anillada

Mujer anillada de mil
formas distintas, ovillada,
dormida late,
shtruddel de manzana caliente,
shtruddel de pecado con canela,
las manos tridimensionales de
la memoria
ordenan, enturbian las transparencias del
recuerdo en un plano, en un mapa sin
mares, quebradizo, lupanar enlodado de
vientres ofrecidos en oblación,
mi cerebro entrecerrado se deleita con
el sabor de las circunvoluciones invadidas,
dejándose invadir aún más, de
palabras,
mi cerebro es un puré de
manzana ácida, refulge
de pura luz semántica, muestra a mi sosiego sus charquitos de
gris, sus cielos marengo de perla barroca pensante,

hay, sí, mil formas de anillar a una mujer,
y otras mil hay en las que puede anillarse ella sola.

Anillarse los pies,
anillarse dedos o muñecas o
nudillos,

se anilla el tronco de dentro a-f-u-e-r-a,
con presupuestos teológicos,
con puntales paramétricos,
con tacones catedralicios,
con ombligos umbilicales de acero quirúrgico,
con hulahops sinérgicos,

se anilla la edad como la cola de una cascabel,

ay, palpitan mis mofletones, tan calientes, que podría tener
dos años, que podría tener nueve meses,
pero no, dos años no,
tengo treinta y ocho,
y al anillar un día y otro día mi útero de corteza concéntrica,
de certeza centrífuga,

me
voy
con
vir
tien
do
en

Artemisia Gentilleschi,
  
voy, pues, a cortar tu cabeza.

Y brillarán mis ojos transfigurados
por la velocidad de la hoja,
por el vértigo del músculo tenso,
por el olor rojizo y nauseabundo de la guillotina,
destellarán mis labios con el jugo azucarado del shtruddel,

mas yo no podré evitar después
seguir anillándome en torno al llanto
que pudre la fruta y la redención
de dentro a-f-u-e-r-a
por los siglos de los siglos

3 comentarios:

  1. Da gusto leer entrevistas como esta. Y resulta igualmente placentero saber que la poesía es aún hoy motivo de reunión de interés y de inspiración para personas cómo Rosa. Maravilloso poema que te anilla a sus versos nada más empezar a leer...
    Mil gracias

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  2. Preciosa entrevista como preciosa es Rosa y su gran obra... gracias por regalarnos tu alma a tus lectores

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  3. Maravillosa entrevista, llena de sensibilidad dónde se nos acerca más a la lectura de la poesía tan necesaria para nutrir nuestra alma de sentimientos y compartirlos.

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