lunes, 10 de mayo de 2021

He escrito contra viento y marea hasta lograr la belleza - Noemí Valiente, escritora

Noemí Valiente publica nueva novela que sale hoy mismo a la venta, El mismo azul. La historia de una amistad a través del tiempo, de los errores que marcan la infancia y de las obsesiones que sirven como brújula vital. Su primera novela publicada Encuentros con la casualidad  y el cuento infantil María coletas marcaron un antes y un después en su trayectoria como escritora. "Reconozco", explicaba en una entrevista, "que mi obsesión es la escritura". 

Publicas nueva novela, El mismo azul ambientada en Lisboa.

La novela tomó forma en un viaje a Lisboa. Había una idea ya previa de la historia desde el año 2009 y sobre todo tenía claro los temas de los que quería hablar. Fue en este viaje a Lisboa, en febrero de 2011, cuando la historia cogió alas. La atmósfera de Lisboa era perfecta para narrar el reencuentro de Poly y Guiomar. El marco idóneo para esas “travesuras” de adultas que suponen una buena parte de la novela. 

Doy mucha importancia al lugar donde transcurre la acción porque marca la atmósfera, que es fundamental para envolver al lector y atraparle dentro de la historia. En El mismo azul además, contamos con las fotografías de Manuel Mata, que contribuyen en gran medida a transportar al lector a esta ciudad y dentro de la propia historia. Manuel ha recreado con sus fotografías una Lisboa incluso más hermosa y envolvente que la real. Creo que estas fotos convierten al libro en algo más que una novela, en un objeto artístico y valioso con el que deleitarse estéticamente.

De dónde partió la novela, ¿de una imagen? ¿de querer hablar de una relación de amistad en el tiempo?

Yo quería contar una historia sobre lo vulnerable de la infancia. Los sucesos que ocurren en la niñez, cuando aún no tenemos las herramientas para asumirlos y superarlos, pueden condicionar toda una vida. Es el caso de Poly, la protagonista, que ha pasado toda su vida atrapada en una travesura de la infancia que tuvo consecuencias muy duras para toda la familia y que ella no ha conseguido superar. El título El mismo azul es la metáfora de su obsesión. Lleva veintiún años buscando un tono de azul que quedó anclado en su memoria. De adulta vuelve a encontrar ese mismo azul en los ojos de Guiomar, su antagonista en la novela que con una personalidad totalmente diferente, ha asumido aquella travesura de infancia de otro modo, menos reflexivo y más práctico. Esto es algo que me interesa mucho: cómo un mismo hecho puede afrontarse y vivirse de formas tan diferentes. Creo que es algo a tener en cuenta en nuestra propia vida, por eso la lectura de novelas como esta puede servir de entrenamiento.

También quería hacer reflexionar al lector sobre cuánto de convencional es la vida que vivimos, adaptada a un orden social en el que todos hacemos casi lo mismo. Planteo la pregunta de si no nos estaremos perdiendo demasiadas cosas. Esa forma de vida convencional, representada por Poly, la contrapongo a la de Guiomar, que vive al margen de la sociedad, obsesionada con disfrutar a toda costa. Hay una conversación entre estos dos personajes en el que Giomar le dice a Poly: “Te hablo de la búsqueda de sensaciones. De no pensar tanto y vivir una vida jugosa. Si es que estás dispuesta a divertirte”, que condensa esta idea. Poly representa el orden establecido y Guiomar la rebeldía, la aventura, la transgresión. Poly se va a dejar arrastrar de nuevo por la personalidad de Guiomar y porque vive anclada en su propia obsesión. Eso va a llevar, a Poly pero también a los lectores, a vivir experiencias para las que no todos estamos preparados.

Escribes transitando el público infantil y el adulto. ¿Es la historia quien decide a qué publico dirigirse?

Me gusta tu forma de plantearlo: sí es la historia la que decide. La experiencia literaria va muy unida a la experiencia vital. Mi conexión con mis hijos y con sus intereses es muy fuerte y por eso desde hace unos años escribo sobre todo historias infantiles, como es el caso de María Coletas, que vio la luz en 2019, y otros libros para niños que espero que pronto vean la luz. 

 El mismo azul es una novela para adultos y nada apta para el público infantil. Su germen es anterior a mi primera maternidad. Llevo más de diez años reescribiendo y corrigiendo esta historia porque no podía dejarla a un lado. La historia tenía mucha fuerza en mí, y no me ha abandonado en todo este tiempo. La he escrito contra viento y marea: dos hijos, dos cambios de trabajo… Se sucedían los días dedicada a otras tareas y no tenía apenas tiempo. Sacarla adelante ha sido un ejercicio de fuerza de voluntad, pero creo que es una novela que merecía la pena publicar. Además, cuando una historia persiste tanto en tu cabeza, tienes que contarla, dejarla salir para que deje de ser tuya y pase a ser de los lectores. Ha sido para mí una forma de liberación.

Crees que la promoción es ahora parte fundamental de la escritura, a diferencia de antes que era lograr publicar.

La promoción es fundamental. Se publica mucho y las novelas “caducan” en muy pocos meses, casi semanas. En este caso, además, hay un trabajo magnífico de fotografía y una edición de una calidad impresionante que hace que éste no sea un libro de “usar y tirar”. Porque además de la lectura de una historia que atrapa y engancha, el afortunado propietario de este libro puede volver siempre que quiera para deleitarse y recrearse en las maravillosas fotos de Manuel. Cada foto es un disfrute para los sentidos. Sensaciones que van más allá de la propia experiencia lectora. Hay libros que, de un modo especial, merece la pena tenerlos en papel y a mano en la estantería. Éste es uno de ellos.

En tu trayectoria como escritora, cuáles serían los temas que van predominando, tu universo de escritura.

Hay una serie de características que definen mi literatura, o que yo persigo al escribir. La primera es la búsqueda de originalidad: historias que sorprendan o que estén contadas de un modo novedoso. Creo que, como lectores, nos aburre leer siempre lo mismo y valoramos la capacidad de conmocionar y sorprender de la literatura. 

La segunda característica es hacer participara al lector, involucrarle en la historia de un modo activo, no pasivo, para que la experiencia lectora sea más rica. En esa participación a la que yo invito a mis lectores, intento hacerles reflexionar, hacerles preguntas. Hay distintas técnicas de lograr esta participación. En el caso de El mismo azul me he servido mucho de un narrador en primera persona a través de un personaje que es inseguro, indeciso y que va a arrastrar al lector a plantearse ciertas cuestiones y decisiones. Creo que no está en la misión del escritor transmitir una u otra ideología, si no dejar que cada lector busque la suya, la que más vaya con él y para eso intento plantear cuestiones o disyuntivas y reflejar una misma situación desde distintos puntos de vista.

Ya por último mencionaré mi intención de lograr una prosa bella, que difumine las fronteras con la poesía. Trato de narrar con un lenguaje evocador, buscar la belleza en la palabra escrita; es mi humilde intento de mejorar la realidad a través de la literatura.

Qué escritores consideras tus maestros o cuáles serían tu referencia.

Primero citaré a dos autores que son referentes por la forma que tienen de afrontar el oficio de escritor. El primero es Enrique Vila-Matas, lo que escribe conecta siempre con el momento que estoy viviendo. Parece que escribiera para mí. La segunda es Virginia Woolf. Cuando abro uno de sus diarios, ensayos o novelas, tengo que dejar de leer porque me entran unas irrefrenables ganas de escribir.

También quiero mencionar a Espido Freire, que me parece una narradora extraordinaria capaz de llegar a todo tipo de lectores. Además, es una gran maestra. Hice un taller con ella que resultó un punto de inflexión para mí. Ahí descubrí que lograr un buen libro es posible con esfuerzo y constancia. Con ella aprendí a buscar mi propio método de trabajo. Por último, citaré a tres autores contemporáneos que por distintas circunstancias influyen en mi vida, como lectora, como escritora y como persona: Pilar Adón escritora brillante y una gran persona, Antonio Pascual, porque cuando entras en un libro de Antonio ya no quieres volver a la realidad, y Clara Martín, cuya ópera prima Varios disparates y un capricho es una de las novelas más maravillosas que he leído en los últimos años.


Noemí Valiente
 Fotografía, Manuel Mata 
Editorial Cuadernos del Laberinto
 

3 comentarios:

  1. Maravillosa novela de Noemí Valiente. No os la perdáis.

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  2. Gracias Clara, seguro que tendrá muchos lectores. Un cordial saludo, Maribel Orgaz

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  3. Muy buena la novela con la fusión de las fotografías de Manuel mata. Enhorabuena.

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