viernes, 5 de diciembre de 2025

A esta vida hemos venido a sentir - Parando el mundo - Marta Ferrer, periodista y locutora - Editorial Cuadernos del Laberinto

 

Maribel Orgaz @leerenmadrid
Escribe "desde siempre" y cree que la vida nos arrastra en su frenesí hasta impedirnos reflexionar y sentir. La periodista y locutora Marta Ferrer ha publicado su primer libro, Parando el mundo en la editorial Cuadernos del Laberinto. Es importante publicar en papel, explica en esta entrevista, para que la lectura sea un paréntesis en lo cotidiano, para lograr la calma y conectar con nosotros mismos y nuestras emociones. "Hay vivencias mías en esta colección de relatos", decía en Radio Eiberoamérica, "pero creo que lo importante es la fuerza que transmiten a quien los lea". 


En un mundo digital, por qué seguir escribiendo y publicando libros. 

En el mundo en el que vivimos es más necesario que nunca seguir escribiendo y seguir tocando los libros, pasando sus páginas… Hay cosas que no deben perderse, aunque el mundo digital nos haya facilitado la vida en muchos ámbitos. Parando el mundo, en sus orígenes, empezó siendo un blog digital, un espacio en el que yo iba publicando mis reflexiones. Pero pronto me di cuenta de que el blog me exigía publicar con regularidad, a unas horas concretas, tener unas interacciones determinadas… y eso confrontaba totalmente con la esencia de Parando el mundo, que era la calma, poder fluir sin prisa, sin exigencia. Y para eso, lo mejor es el papel, poder coger el libro cuando a ti te apetezca, buscar tu espacio físico para ponerte a leer, sin una pantalla de por medio. Hay todo un ritual. Sin duda, este Parando el mundo tenía que ser en papel y qué suerte tuve que la editorial Cuadernos del Laberinto pensó lo mismo.


Qué vertebra esta colección de microrrelatos.

 Al final es una colección de reflexiones vitales y muy personales. Todos los relatos tienen en común que orbitan alrededor de algo tan humano y universal como las emociones. En el libro se habla de amor, de desamor, de los celos, de la frustración, también del miedo, del dolor. Esa es la columna vertebral de Parando el mundo. La obra surge de una necesidad vital de escribir para poder comprenderme mejor a mí misma. Y es que estamos demasiado acostumbrados a silenciar emociones que no nos gustan, que nos incomodan, pero que están ahí y que, como un río, siempre terminan buscando su cauce para poder salir… porque terminan saliendo. Esto es así. Y qué mejor manera de canalizarlas que poniéndoles nombre, sintiéndolas, escuchándolas y dibujándolas con palabras.

 



Paramos el mundo, ¿y después?

 Después lo reiniciamos, pero con más consciencia. Se trata de volver a reconectar con uno mismo para poder seguir en la rueda, porque el mundo no para y hay que subirse a él siempre porque es maravilloso. Pero el objetivo es ir buscando nuestros espacios, nuestros silencios, nuestros momentos para conectar con nuestra esencia porque yo tengo la sensación de que en los últimos tiempos pasamos por lo verdaderamente importante de puntillas, sin tiempo… porque no lo tenemos, la vida nos come. Y ¿qué hay más esencial que nuestras emociones? A esta vida hemos venido a sentir y por eso tenemos que escucharnos más y hacernos más caso a nosotros mismos.

 

Qué escritores o poetas tienes como referencia.

He leído a muchos escritores a lo largo de mi vida pero quizá hay dos nombres que me vienen a la mente porque me han marcado en momentos muy clave Uno de ellos es Isabel Allende. Siendo muy jovencita, estaba en el instituto, cayó en mis manos Paula, el diario que escribió estando su hija enferma en el hospital. Recuerdo no poder parar de leer y de llorar al leerlo, porque el relato era conmovedor. No hace mucho vi una entrevista que le hacían a Allende en la que hablaba precisamente de ese libro y de ese capítulo de su vida. Decía algo así como que la escritura le había ayudado a sobrevivir y a sobrellevar la enfermedad y posterior muerte de su hija, que había sido algo terapéutico. Y esto es algo que yo comparto al cien por cien. La escritura puede ser muy terapéutica y a mí, salvando las distancias con Allende, obviamente, escribir Parando el mundo también me ayudó muchísimo en su momento

Otro de los autores que te diría que tengo como “referencia” es Mario Benedetti. Creo que tiene un don para llegar al corazón con sus versos.


 

Cuál ha sido el comentario de lector más inesperado. 

El más inesperado y, casualmente, repetido, es lo mucho que han conectado con algunos de los relatos. Y es que, como te comentaba antes, se habla de emociones universales, que todo el mundo siente o ha sentido en un momento dado. Creo que el lector puede hacer suyos los relatos y esto me resulta maravilloso porque era algo que nunca imaginé mientras escribía, que alguien se pueda emocionarse con ellos es muy gratificante.

 

Has hablado de tu reconciliación con Formentera, el lugar de tu infancia y adolescencia. Como escritora, en qué cadena de lecturas te has formado. 

He sido lectora empedernida desde que tengo uso de razón y he ido leyendo todo lo que caía en mis manos. Me ha gustado además variar de estilos, de autores, ahí está la riqueza. Hay tanto por leer… además, aunque pienses que un estilo no te va, siempre hay que darle una oportunidad porque puedes sorprenderte. 


Parando el mundo, Marta Ferrer - Editorial Cuadernos del Laberinto




sábado, 22 de noviembre de 2025

La colección Paseos de Tundra En Capital Radio

 


El pasado jueves, nuestra compañera Isabel López-Rivadulla, directora de Comunicación de Signus Ecovalor nos entrevistó a Rafa Ruiz, también compañero de la Asociación de Periodistas de Información Ambiental y a mí, en su programa sobre sostenibilidad Movilidad sobre ruedas.

El motivo, nuestros paseos publicados en Tundra Editorial.

El de Rafa Ruiz se titula De Fontibre a la playa de Doñana es el número 19 de la colección. El mío Se nos ha dado tanta belleza y es el número 2.

Mi paseo es un recorrido al pie de Manzanares el Real, bordeando el embalse de Santilla pero el de Rafael es más ambicioso:

"Otoño en Fontibre, en el nacimiento del Ebro, Cantabria. Invierno en Andalucía, en la solitaria playa de Doñana. Primavera en torno a la ciudad más verde de España, Vitoria-Gasteiz. Y verano cruzando praderas y bosques en Las Merindades, Burgos. Cuatro paseos, cuatro estaciones, cuatro comunidades autónomas, cuatro ecosistemas: río, mar, periferia urbana, ambiente rural de montaña. Y cuatro estados de ánimo, pues las cuatro rutas están íntimamente ligadas a la biografía del autor. “Aprovecho cigüeñas y chorlitejos, fresnos, hierbas y dunas para escribir de infancia y amistad, de amor y desamor, de soledad, del tiempo que transcurre tan rápido, de ilusiones y decepciones, de la necesidad de señas de identidad”.

Durante la entrevista hablamos de cómo reconectar con la naturaleza, de nuestro turboestilo de vida que hace tan difícil salir a la naturaleza y disfrutar de los paisajes. 

Rafa también mencionó los otros paseos que van publicando algunos compañeros de APIA: Rafael Serra, Marta del Riego Anta, Miguel Ángel Ruiz y Javier Morales. Echa un vistazo en la página de Tundra. 

Y el próximo 20 de enero, haremos presentación conjunta en la Librería Alberti de Madrid. 


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Se nos ha dado tanta belleza


 








sábado, 15 de noviembre de 2025

Crear historias es crear mundos - El desacoplamiento creativo



Maribel Orgaz @leerenmadrid
Hace unas semanas se clausuró la Feria del Libro de Frankfurt y su director, Juergen Boos explicaba en una entrevista que esta edición estaba dedicada a Filipinas, "un país rico y diverso, con más de 130 idiomas y 6.000 islas, repleto de millones de historias".  

A nadie se le escapa que los editores llevan tiempo con la mirada puesta en Asia y que la concesión en 2024 del Premio Nobel de Literatura a la escritora surcoreana Han Kang no hizo más que confirmarlo.

Si editores y académicos bucean más allá de nuestros mercados habituales, los lectores, por su parte, han recibido con entusiasmo los éxitos japoneses y surcoreanos del nuevo género literario denominado feelgood

Es una buena señal para que la industria continúe buscando otros relatos de mundos cada vez más alejados. 

El fenómeno es, con todo, de más calado que el de las artes por que lectores y también espectadores vivimos inmersos en la transformación del dominio de una sola cultura emitida desde un único foco a una fragmentación con otros emisores y sus visiones. Es imposible obviar la presencia de relatos del nuevo mundo tripolar o multipolar si se prefiere. 

Filipinas, Corea del Sur y Japón con su gran impronta de cultura occidental, son refrescantes, son novedosos pero no extraños. La buena acogida de sus literaturas, música, películas y series en qué medida se debe a que tienen la dosis justa de diferencia.

Vito Sinopoli escribía en la revista TIVU que se ha producido un desacoplamiento creativo. Las películas y series estadounidenses han sufrido una caída en su demanda del 30% "los principales servicios de streaming están trasladando su inversión a Europa Occidental y la región Asia Pacífico". Y añadía, se acabó el tiempo de las producciones colosales y la megalomanía visual. 

Para descender a lo micro, y dejar cifras al margen, en los comentarios de algunos espectadores al drama Songs Within (Filmin), uno de ellos lo sintetizaba así: "realmente excelente, ideal para descansar del mundo anglosajón".

La escritora Fátima Bhutto en su libro, Los nuevos reyes del mundo afirmaba: "la cultura popular estadounidense no resultaba atractiva universalmente pero durante muchas décadas fue la única cultura global disponible".

Parece que el lector y espectador sienten, de manera cada vez más frecuente un déjà vu en los temas y la manera de enfocar lo que nos cuentan. 

Al terremoto, y la industria apenas lo menciona, han contribuido el teléfono móvil y la guerrilla youtube subiendo grabaciones sobre la vida diaria en Kuala Lumpur, el mejor pan de Pakistán, los bailes masculinos en las bodas de Yemen o cómo resisten los vecinos el clima de Yakutia. Un material inmenso de miles de microhistorias desde tantos y tantos lugares del mundo que han carcomido el mainstream: demasiado relamido, demasiado lento... demasiado unidireccional. 

El director de cine, Jaime Rosales lo diagnosticaba así "crisis de estandarización y crisis de aburrimiento (...) crisis de diversidad ligada a una sobreabundancia productiva con un estrecho margen expresivo"la escritora Chimamanda Adichie lo advirtió hace tiempo "el peligro de la historia única".

La tendencia también señala a diferentes disciplinas artísticas que "llevan años mirando a otras geografías de forma significativa", explicaba Alex Vicente en un artículo, "la geografía del arte continúa desplazándose hacia el Golfo con proyectos como el nuevo Guggenheim de Abudi Dabi, pero también la antena que Art Basel abrirá en Qatar en febrero".

En general, las industrias culturales están intentando asumir este cambio tectónico. 

Los editores no lo tienen fácil ya que se enfrentan al desafío de investigar, seleccionar y traducir de una inmensa producción literaria en una gran variedad de lenguas: "Filipinas, 130 lenguas", ya lo advertía Boos. 

Es una incógnita hasta qué punto vamos a ser capaces de ampliar nuestro interés, de subirnos a ese tren pero "es imperioso", afirmaba el escritor de ciencia ficción argentino Michel Nieva "contar el futuro desde perspectivas que no sean Silicon Valley como centro de poder".

En la reciente Feria del Libro de Sharjah (EAU), el director de Publishnews, Lorenzo Herrero escribía en su crónica Entrando a un nuevo mundo que el único editor español presente en la feria fue Quique Olmos, del Grupo Editorial Sargantana [editores de mi libro, Mujeres en la Historia de Madrid].  

Países como España, Holanda y Dinamarca, se lamentaba Luis Pegenaute Rodríguez en una ponencia sobre la traducción de obras literarias foráneas a lenguas nacionales "la preponderancia del inglés, repito, es impresionante".

"Una de las grandes fortalezas de la literatura contemporánea es precisamente esas nuevas historias y voces que se escuchan y valoran, justamente aquellas que antes eran ignoradas", Beatrice Salvioni.


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Y entonces, apareció Galdós






 



sábado, 8 de noviembre de 2025

Este libro es mío - Biblioteca Histórica Marqués de Valdecilla. Universidad Complutense de Madrid

 



Maribel Orgaz @leerenmadrid
Hasta el 20 de febrero y en acceso libre, se puede visitar en la Biblioteca Histórica Marqués de Valdecilla (Universidad Complutense de Madrid) la exposición Este libro es mío, la heráldica en el libro antiguo.

"La heráldica es un lenguaje no verbal que permite identificar los libros del Duque de Alba, de un caballero de la Orden de Santiago o saber que ha estudiado en la Universidad Complutense”, Tribuna Complutense, que permite datar con exactitud el ejemplar y saber a quién perteneció con total certeza. 

La muestra se compone de 120 ejemplares, de los 500 analizados por sus comisarios, José María de Francisco Olmos y Antonio Carpallo Bautista; todos ellos publicados en el tiempo de los Austria. 

Hay tratados de veterinaria, obras religiosas como el Libro de la suavidad de Dios de Alonso de Orozco "la experiencia del alma cuando Dios la asiste con el don del consuelo" o manuales médicos como Diez privilegios para mujeres preñadas de Luis Martínez Grande (1606) y afanes enciclopédicos como las Relaciones universales del mundo de Juan Botero Benes. 



El túmulo imperial
, el único ejemplar que se conserva completo y que perteneció al virrey de México, Luis de Velasco o Lágrimas de la nobleza de María Luisa Padilla (1639), una obra curiosa, de la que se ha hecho recientemente una tesis doctoral

"Luisa de Padilla (1590-1646), perteneciente a una importante familia aristocrática castellana, al contraer temprano matrimonio con el V Conde de Aranda conformaría un matrimonio unido y de erudición notable, entregados los dos al mecenazgo, la creación literaria, la investigación histórica y arqueológica, y cultivando la amistad de algunos importantes próceres y dignatarios de la época. La Condesa escribió un hermoso tratado didáctico-moral haciendo una encendida defensa de la nobleza virtuosa y alertando sobre los peligros que acechan a quienes se apartan de las obligaciones de su clase, y lo hace condensando en doce lágrimas". 

De las veinte vitrinas, "catorce de ellas están centradas en mujeres, incluidas las de la Casa Real, otras que aparecen solas, otras con sus maridos y algunas invisibilizadas".

Para los interesados se han organizado visitas guiadas también gratuitas que pueden consultarse aquí y se colgará, en acceso libre, el catálago en la web de la Biblioteca. 




Sigue leyendo otras exposiciones anteriores de la UCM

Libros para dar compañía a un español - Julián Marías, Biblioteca de la UCM



viernes, 31 de octubre de 2025

Recuerdos olvidados. Entre Páginas, librerías solidarias Aida Books - Exposición Biblioteca Pedro de Lorenzo, Soto del Real (Madrid)

 


Maribel Orgaz @leerenmadrid
En la Biblioteca municipal Pedro de Lorenzo de Soto del Real (Madrid) se ha clausurado ayer una exposición con las postales, poemas de amor, entradas de cine y teatro, listas de la compra y pequeños papeles de todo tipo que los lectores olvidaron en los libros que habían donado a las librerías solidarias AIDA Books&Moore, Entre Páginas. 

Hay muchas estampas religiosas con las que se han compuesto retablos, árboles formados con entradas de espectáculos y cartelas cuyos comentarios son tan interesantes como lo expuesto: "las personas escriben de lo mismo que leen, historias de amor, cuentas de la cena, dedicatorias, confesiones secretas", Amelie Die.

Rosa Martínez explicaba "que si lo ves en un anuncio se te olvida aunque te interese comprarlo" pero si te dan un folleto por la calle "o lo dejan en el buzón de casa, entonces lo guardo. Aunque poco después también lo olvido".


"Viví en este hotel, tomé este autobús, dejé aquí el coche", detallan Beatriz García y Remedios Becerra. Lo olvidado en los libros es a veces, nostálgico, a veces íntimo: "con los sentimientos", puede leerse en una hoja de un hotel, "suele pasar a veces como con los idiomas extranjeros, ni los sabes ni los comprendes".

Becerra ha elaborado un álbum con los poemas "que se suelen guardar en los libros por que nos dan un poco de vergüenza pero aquí salen a la luz para demostrar que cualquier persona es capaz de ser poeta". 


Concha Jiménez Fernández, bibliotecaria, escribió un artículo para la revista Mi Biblioteca acerca de la colección de objetos que va reuniendo a lo largo de los años encontrados en los libros, "trozos de vida olvidados en las páginas". Las flores secas son habituales, los calendarios, los envoltorios de bombones, trozos de papel con nombres misteriosos y números de teléfono pero Jiménez destaca entre todos "las fotografías amarillentas de lectores invisibles, de historias que jamás serán contadas".

















sábado, 25 de octubre de 2025

María Moliner en postales - Día de las Bibliotecas - Biblioteca Municipal Pedro de Lorenzo - Soto del Real, Madrid

 


Maribel Orgaz @leerenmadrid
El Día de las Bibliotecas se celebró en Soto del Real con un homenaje a María Moliner, bibliotecaria y lexicógrafa, ya que su nieta, la arquitecta Marcela Ramón reside en este municipio.

En el encuentro estuvieron presentes también María Pilar Benítez, investigadora, y Juan Sobrino, bibliotecario.

La herencia de una colección de postales ha permitido sintetizar la vida de María Moliner, "un material original que reconstruye de manera esquemática sus destinos, sus viajes y sus descansos veraniegos en familia", explicaba Benítez.

Hija de un médico, estudió durante unos años en la Institución Libre de Enseñanza, en Madrid, hasta que el abandono del padre para irse a Argentina la obligó junto a su familia a regresar a su pueblo natal en Aragón.

En las postales que Marcela Ramón posee también figuraban las que intercambió Moliner con su futuro marido, el Catedrático de Física Fernando Ramón, "se conocieron en Murcia y se trasladaron por motivos laborales a Valencia".

Moliner, madre de cuatro hijos, colaboró activamente en las Misiones Pedagógicas, escribió manuales para la organización de bibliotecas rurales "que se han utilizado hasta hace unas décadas", creó la Biblioteca Escuela, asistió a congresos. "Yo no sé", explicaba admirado Juan Sobrino, "de dónde sacaba el tiempo". 

Como otros funcionarios, tras la guerra civil se la sometió a ella y a su marido a expedientes de depuración aunque pudo volver a trabajar pero no así Fernando Ramón que fue apartado durante un tiempo de su cátedra.

"Tras el expediente María Moliner fue destinada a la biblioteca de la Escuela de Ingenieros que no era el sitio adecuado para alguien como ella pero fue entonces cuando emprendió su gran obra, el diccionario", explicaba María Pilar Benítez. 




viernes, 17 de octubre de 2025

Postales, fugas temporales

 



Maribel Orgaz @leerenmadrid
Envío, de vez en cuando, a mis amistades de fuera de España postales bizarras que encuentro en las tiendas de recuerdos turísticos. En Segovia, unos burros cargados con serones de esparto y el mar al fondo; en Madrid, dos gatos posando frente al Palacio de Cristal del Parque de El Retiro. 

En mi última visita a Segovia, un cochinillo yacía tostado y despanzurrado sobre un plato, eché un vistazo y le comenté al dependiente "esto es demasiado" y riéndose contestó que sí, "lo sé, sobre todo para enviarla a los extranjeros". Y me llevé los burros. 

Mis bizarras favoritas son las que he encontrado en la costa, playas repletas de gente y sombrillas, mujeres tomando el sol maquilladas de colores. 

Mi amiga desde Australia me contestó por whatsapp con emoticones de risas a mi último envío por las traducciones al inglés en el reverso: "typical stamps" ya que los editores confudieron sellos (stamps) con postal (postcard). 

Estas postales fueron imágenes tomadas quizá en los años sesenta o incluso los cincuenta y continúan reproduciéndose igual, no son restos de almacén en liquidación. Esto es lo curioso.

Cecilia Fuentes, autora de un trabajo acerca de los recuerdos turísticos que adquirimos cuando visitamos las ciudades, ha denominado a estas imágenes, fugas temporales y yo me pregunto en esta vuelta a la ropa ochentera, el tocadiscos y la máquina de escribir, si estamos enviando de nuevo postales o el problema es lo engorroso del proceso, una vez que las encuentras, tras escribirlas en modo tuit y buscar un estanco para franquearlas hay que echarlas a un buzón. No siempre quien vende postales da al completo este laborioso y vintage servicio de envío. El estudio de 2011 de Mariana López Hurtado parece confirmarlo cuando sus encuestados aducen pereza como principal motivo para no enviarlas en sus viajes.

El análisis de Fuentes, basado en la antropóloga Elizabeth Edward, aventura que se reproducen imágenes de monumentos, plazas o museos inamovibles que representan típicamente, un lugar. Lo que hay que ver si estamos por allí y eso no cambia: la puerta del Sol, el palacio Real, la puerta de Alcalá. Es probable que este tópico promocional sea lo más aburrido de los expositores de postales y esté a punto de desaparecer si es que no lo ha hecho, ante la competencia de las redes sociales y nuestras fotografías con el móvil enviadas por mensajería instantánea. Aquí va otro dato, cada segundo se suben más de mil fotos a Instagram.

Mi selección de postales bizarras duda, por ejemplo, ante las que incluyen varias tomas en una sola postal, esas divisiones en cuadritos que delatan nuestra moderna manera de viajar: el caso es ver mucho en el menor tiempo posible. Pero esto es una crítica y yo no busco eso. 

Sólo quiero compartir un instante divertido, una mirada chocante que provoque una sonrisa al recuperar un tiempo en el que sombrillas hasta el borde del mar y cientos de personas disfrutando en bañador en poco espacio eran envidiables, la garantía del mejor plan para unas vacaciones en la playa o que una recua de burros posando en un acantilado invitaban a veranear allí.  

No todo es imagen de archivo rescatado y reimpreso en las postales. Hay también propuestas nuevas y se diferencian de inmediato en los expositores. Según afirma Fuentes, la renovación del catálogo corresponde a capturas que parecen tomadas al vuelo, casi de paso, con efecto polaroid que buscan transmitir la imagen de una ciudad ágil y dinámica. 

En cierto sentido, es lo contrario a mis bizarras, un guiño a una época y su estética y a lo que apreciábamos en ella. La playa sigue ahí, el Retiro también pero una forma de enorgullecerse al habitarlos, en compañía de otros muchos y hasta en sus detalles más chocarreros ha desaparecido para siempre. 

"Recibir una postal física", dice el anuncio de una web, en una era donde la comunicación electrónica es dominante, puede ser una grata sorpresa que crea una conexión más profunda y tangible entre el remitente y el destinatario. Enviar una postal demuestra que alguien se tomó el tiempo de seleccionar, escribir y enviar un mensaje afectuoso, haciendo que el destinatario se sienta valorado y apreciado".


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