martes, 27 de mayo de 2025

12 junio - Feria del Libro de Madrid. Se nos ha dado tanta belleza, Maribel Orgaz - Tundra Ediciones - Distrifer Libros

 



El pasado 12 de junio firmé, Se  nos ha dado tanta belleza (Tundra Ediciones) en la Caseta 17, Distrifer Libros, en la Feria del Libro de Madrid.

La editorial Tundra me encargó escribir acerca de mi paseo favorito para una colección que el editor, Víctor Hernández comenzó a publicar hace un año. 

Tundra no acude a la Feria del Libro de Madrid pero está presente a través de esta gran distribuidora, y en su caseta es en donde algunos autores de la editorial firmamos. 




martes, 20 de mayo de 2025

Hacer de la poesía algo colectivo y vivo, perseguir lo bello a pesar de todo - Una lancha motora. Seli Ka, poeta. Editorial Cuadernos del Laberinto

 


Seli Ka ha publicado su segundo poemario, Una lancha motora (Ed. Cuadernos del Laberinto) tras Si yo fuera una asesina (2018). Es también autora de la dramaturgia Hasta agotar existencias (Editorial Inflamavle). Codirectora de la compañía de teatro contemporáneo, La Vértigo Teatro, forma parte de los dúos de hip-hop El no de las niñas y Las moscas. Aunque, "soy más fiel a la poesía que al rap", decía en una entrevista. Ganadora del Poetry Slam Móstoles especial Federico García Lorca con Flores, cree que la poesía es misterio y gracia y también un oasis de encantamiento en tiempos de desesperación. 

Cómo es tu quehacer poético. 

Mi manera de escribir no es lineal ni tengo un hábito, lo he intentado pero no me funciona, lo siento algo forzado. Suelo encontrar una frase que me hace gracia de la que sigo tirando. Lo cierto es que he abandonado el cuaderno y escribo en las notas del móvil. Esto me da pena pero me consuelo pensando que solo soy hija de mi generación. También cojo muchas frases que escucho por la calle, de fiesta, en conversaciones. Robo perlas que la gente anónima suelta por la boca. He vivido muchos años lejos de muchos sitios y he escrito mucho en el bus y en el metro. Escribo cuando estoy tranquila, de vacaciones, cuando tengo tiempo de tener una buena pausa de esas que te dejan mirando la nada. Después llega el momento de pulir, cuando noto que eso que escribo puede ser un poema. A veces se lo enseño a alguien de confianza y dejo que lo intervenga para darle aire a esas palabras.


Ser caballo en la próxima vida, decías con humor, ¿y mientras, en ésta?

Mientras: no dejarme arrollar por el trabajo. Esa es mi máxima pero casi nunca puedo cumplirla. Lo más problemático para mí es pararme a pensar que regalamos casi todo nuestro tiempo a tareas que no deseamos para gente que no conocemos. En este marco del que es difícil escapar busco misterio y belleza, hacer cosas que no sirvan para nada, cosas que me recuerden cuál es mi motivo aquí. Supongo que el propósito es vivir buscando todo lo amable y placentero que hay en la vida, cuidarme y cuidar, reírme, pisar la hierba y acariciar caballos… esas cosas. 




Si la poesía es intensidad, ritmo y voz. En tu opinión, qué es la voz.

Es una especie de identidad invisible que no te deja en paz y que huele muy bien. Creo que la poesía también es misterio y gracia, objetos que se lanzan al cielo y no vuelven, como los globos de los cumpleaños. No sé muy bien cómo se hace esto de definir la poesía, es como pintar un cuadrado con una tiza: ¿es un cuadrado? Sí, y no. No puedo escapar de definiciones metafóricas: cuando trato de decir qué es la poesía es como cuando trato de contar un sueño recién soñado y según lo voy diciendo, desaparece.


Qué hemos redescubierto con el éxito de los Poetry Slam. 

Quizás que queremos juntarnos para compartir las cosas que nos gustan. Hacer de la poesía algo colectivo y vivo, saber que hay más gente absurda como tú que todavía lee poesía. Quizás porque las poetas queremos ser vistas y ponernos en un escenario con un micrófono y murmurar nuestros conjuros frente a la gente porque lo que nos gusta es lo que le gusta a todo el mundo: que nos miren, que nos escuchen, que nos hagan caso.



Cuáles son tus poetas de referencia.

Jana Putrle, Eileen Myles, Alejandra Pizarnik, Angélica Liddell.


La poesía parece estar en  un buen momento, a qué crees que se debe en un tiempo que no parece precisamente poético.

La poesía puede ser un oasis de encantamiento en tiempos de desesperación. Supongo que hoy también perseguimos lo bello a pesar de todo. La poesía no pide nada: está ahí, intacta, y tú solo tienes que ir hacia ella. En un momento como el actual en el que estamos inevitablemente condenados a vivir el dolor del mundo acudimos a la poesía porque nos consuela y desahoga, porque nos hace bien. Prefiero pensar eso a pensar que está de moda. 

 

DÓNDE quedamos los inciertos 
las desviadas 
las problemáticas
los fraudes
sino en películas exóticas 
muros de Facebook 
diálogos condescendientes 
o féretros.

Dónde vuestras promesas, 
nuestras promesas.

Mi casa con jardín
mi perro vacunado
dónde mi crucero
dónde mis vacaciones 
dónde Nueva York.

Decidme
por qué este sofá comprende mi forma
mejor que mi propio cuerpo
por qué mi sombra huye
y las cafeterías me sirven café 
sin yo haber hablado siquiera.

Dónde está mi marido
mi embarazo joven y envidiable
mi salud
mis patrocinios 
dónde Latinoamérica 
dónde mis músculos 
dónde el yoga
y el vino 
y el pedo 
y el lunes
y las risas vacilonas 
porque vaya finde.
Dónde el fin del deambular.

¿A dónde se llega donde decido yo?
¿Y dónde que no sea fuera de aquí?
Que no me quiero ir,
no me quiero ir.
¿Dónde vamos los que no queremos irnos?


Una lancha motora, Seli Ka. Editorial Cuadernos del Laberinto






domingo, 4 de mayo de 2025

Escribiendo desde el sublime azar - Norma enrevesada. Anne Carson, poeta

 


La poeta canadiense Anne Carson ha publicado en español Norma enrevesada en la editorial Vaso Roto: "una obra que reúne textos diversos sobre temas tan dispares como la nieve, la pobreza o una noche de sábado, Guantánamo, Sócrates y la medicina forense". 

En 1965, Anne Carson entró a una librería de un centro comercial de Ontario y allí encontró una edición bilingüe de Safo, "el griego a la izquierda y el inglés a la derecha. Me pareció tan fascinante que pensé que debía aprenderlo", ha contado en una entrevista. Carson tenía 15 años. Cuando la familia se mudó a Ontario, fue a una escuela secundaria donde la profesora de latín sabía griego. Como vio que le interesaba se ofreció a darle clases durante la hora de la comida. "A ella le debo mi carrera y mi felicidad". El latín era materia optativa. 

"Creo que un escritor tiene que buscar su herencia con la que identificarse y no tiene que estar sujeto a una tradición que se le imponga. La mejor herencia es la que llega sin imponer condiciones", afirmó emocionado Horacio Castellanos Moya  en una conferencia en Madrid sobre su experiencia. "Rara es la ruta por la que un escritor descubre su destino", la tituló. Castellanos Moya abandonó Honduras para instalarse en Canadá y eligió admirar el siglo XVIII francés en su literatura menor: cartas, diarios, opúsculos, tratados.

Los poetas, los escritores "quizá por la tentación del fracaso como ruptura o el inconformismo" en ocasiones buscan con audacia otras expresiones, otros caminos, otros lugares y épocas.

Al lector europeo, a un poeta europeo, que crece sumergido en Homero y Virgilio, Hölderlin, Goethe, Góngora o Pushkin, Fray Luis de León o Dante; han de atraerle necesariamente lo que escritores como Castellanos y Carson han logrado amalgamar. El sincretismo entre sus orígenes y lo que decidieron abrazar. 



"El griego", ha dicho Anne Carson "es como resolver un crucigrama interminable, un rompecabezas y esa mentalidad de rompecabezas es lo mejor".

"Los textos de este libro atraviesan distintos géneros, adoptando en ocasiones la forma de prosa poética o incluso de prosa pura, en donde en algunas páginas tienen la apariencia de un collage, fragmentos de texto recortados, notas, apuntes e incluso pedazos con escritos que aparecen borrosos y difíciles de leer", Vaso Roto sobre Norma Enrevesada. "Piezas sueltas, aparentemente sin conexión entre ellas".

Carson cita, en su primer texto sobre la natación, a John Cage, el músico cuyos experimentos de estructura rítmica se denominaron indeterminación: piezas construidas de tal manera que no hay dos interpretaciones iguales. 

Estos recursos, la fragmentación y la aparente dispersión sirven a la poeta para intensificar la forma única en la que cada lector abordará Norma enrevesada. 

En un mundo digital, afirmaba la escritora Lola López, las vidas no son capaces de darse significado a través de narrativas, pueden dar cuenta de lo que hacen pero no establecen sentido entre todo lo que les acontece.

Escribe Carson, en este mundo en el que somos incapaces de crear nuestros relatos:


"Dame el método Eddy. ¿Para sonetos? No hay sonetos en mí. No sonetos, me refiero al mundo, a la maldad, a tu trabajo diario, a la sangre en las paredes, a la gente devastada, ¿cómo te las arreglas con esto? Defino la tarea y llevo a cabo la tarea. Si se trata de analizar sangre, analizo sangre, si es arreglar la puerta de la nevera en el laboratorio, arreglo la puerta de la nevera. Definir la tarea y llevar a cabo la tarea". Norma enrevesada, Anne Carson. 

 

Cage intentó para componer, ampliar la imaginación, prescindir de los gustos propios y el ego a través del azar, usando el I Ching, echando mano de lo aleatorio. Atenuar lo consciente y confiar en la escucha, en el estado anímico del oyente. 


"Tienes que saber lo que quieres, saber lo que piensas, saber adónde ir. Nueva York, de hecho. Aquí estamos. Pasan camiones. Los camiones son más ruidosos cuando llueve ¿o era la fila de puertas azotadas por los dioses? Están empapados, los dioses, han metido la punta de los pies sobre sus tronos como si no supieran por qué sucede esto. Pobres viejos vanidosos". Norma enrevesada, Anne Carson.

 

Sólo podemos, parece proponer Carson, aspirar a crear pequeños fragmentos de orden en el caos, a elaborar fractales. Que el todo se refleje en estas pequeñas partes. 

Que mantengas una pregunta en cualquier circunstancia: cómo avanzar en el agua (1=1), cómo continuar tu camino (Eddy) o que no olvides la presencia de los otros y ahí están Conferencia sobre la historia de la escritura aérea o Pobreza Remix.   


Mi corazón está nadando en el tiempo.

Esta frase me parece un ejemplo de precisión.

Anne Carson


Anne Carson nació en Toronto (Canadá) en 1950, y se dedica a la enseñanza de griego antiguo. En 2020, la autora recibió el Premio Princesa de Asturias de las Letras. Ha publicado varios volúmenes misceláneos de poemas y ensayos, como Cristal, ironía y Dios y Decreación, la obra de teatro en verso Norma Jeane Baker de Troya, el ensayo Economía de lo que no se pierde, el diario de viaje Tipos de agua, sus anotaciones sobre la lectura de En busca del tiempo perdido (Marcel Proust) y recopiladas bajo el título Albertine, su traducción de Safo en Si no, el invierno y el libro-objeto NOX, todos ellos publicados por Vaso Roto.


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viernes, 25 de abril de 2025

En el corazón oscuro del bosque - José Luis Alonso de Santos, dramaturgo e investigador teatral

 

"De vez en cuando", comienza esta apasionada clase de escritura del dramaturgo José Luis Alonso de Santos en la Fundación Juan March, "algunos amores, algunas religiones, algunos misterios, algunas obras de arte y hasta algunas enfermedades nos permiten adentrarnos en el oscuro corazón del bosque, en el oscuro territorio en donde todos los mapas son falsos".

Porque de eso se trata, ya que vivimos en una porción de la isla que conocemos dando vueltas y vueltas.

Al público hay que darle los problemas resueltos, hay que no comunicarles toda tu angustia, toda tu ansiedad, todo tu misterio de vivir porque entonces les vuelves locos. Creo que, como todo creador, cuando te sientas a escribir lo quieres contar todo y no es posible y tienes que ir eliminando y para esto lo primero que tienes que hacer es la deconstrucción de yo. Es decir, quitar tu orgullo, quitar tu vanidad, tu ansia de demostrar a los demás lo listo que eres. 

Creo que todos los escritores, no sólo los de teatro, escribimos para responder a los problemas, para responder a las crisis, para responder al misterio porque de los lagos en calma no se puede hablar. 

Es decir, hablamos del sufrimiento, de las contradicciones a las que nos tenemos que acostumbrar en la vida con un gran desgarro cuando descubrimos que hay cosas que no tienen solución y que tenemos que vivir con ellas.

De esos desgarros y crisis habla la literatura, el teatro. 

Creo que el teatro siempre es, si es que merece la pena, o es grito frente al muro o reflexión frente a la existencia o es jardín para el espíritu. Si no es ninguna de estas cosas es entretenimiento para pasar la tarde.

Cuando escribo o grito o reflexiono o me meto yo y los que me acompañen en un jardín de armonía en donde huelen las rosas, un lugar de belleza en donde cantan los ruiseñores.

A veces hay obras que lo tienen todo, grito, reflexión y jardín pero con que tenga una de ellas está bien.

Crear es limitarse. Cuando escribo lo que hago es aislar un problema, y cuanto más me interese a mí, más interesará al público porque si a mí no me interesa, por qué iba a interesar a los demás. 

El punto clave de la literatura, y del teatro, es el enorme atractivo que tiene vivir y lo difícil que es. Lo difícil que es el amor, la dignidad, no tener un yo que te aplaste, querer hacer cosas para ayudar a los demás, el sentido del prójimo. 

Soñamos cuando notamos la resistencia terrible de la vida que volaríamos mejor sin resistencia pero no volaríamos. Nosotros contamos la feroz lucha de nuestros personajes con la resistencia en las alas y esa lucha es lo que les hace ser personajes. Son por cómo se enfrentan al viento, por cómo vuelan contra el viento, por cómo disfrutan volando contra viento, destrozándose contra el viento.

Empiezan a vivir y notan la tempestad, el fuego que les aplasta. Todo personaje grande se enfrenta a ese muro y si no puede vencerle, canta, grita, hace poesía, ama, responde ante el muro.

Una obra de teatro es un no. Alguien dice no y alguien dice, ¡lo veremos! Y el público se pone a ver el desarrollo del no y a partir de ahí se ha despertado la curiosidad. A partir de ahí, el imaginario humano empieza a inventar caminos.

Toda esa peripecia humana conduce a sentimientos, nos interesa porque surge lo emocional. Y en la emoción es cuando nos sentimos vivos. 

Los escritores sabemos que tenemos que buscar las fórmulas mágicas. Hay palabras que son mágicas, palabras que mueven las piedras y encuentran el tesoro, las que llegan al corazón. 

Qué queremos los escritores, pues como las de las religiones para los creyentes, que tengan trascendencia, que tengan contacto con algo, con el más allá, con las viejas verdades, con el espíritu. Que sean semillas de las que salgan plantas o flores.

Entonces, los escritores buscamos con nuestras obsesiones, con nuestra convicción y nuestra formación encontrar las palabras mágicas que nos permitan relacionarnos, hablar con sinceridad con los otros y encontrar el camino a ese oscuro corazón del bosque, a lo auténtico.

Y todo eso recordando que el arte tiene su propio ámbito, que es diferente al de la vida normal. Lo que sirve para la vida normal no sirve para el teatro, al margen de que sea realismo o simbolismo. Las cosas representan a otras cosas. 

Un beso en el escenario, es el beso que resume todos los besos de la Tierra, la emoción que encarna la de todos los seres humanos que han besado en la Tierra. Que represente todo el amor, o toda la soledad o toda la melancolía. El sentido de la representación en la escena de la mayoría de las cosas encarnadas en el signo escénico. 

Ese intento de recepción, ese intento desesperado de acercarnos al prójimo, al espectador. Como un cocinero que ha preparado una inmensa comida no para comérsela él, porque cada vez que un creador dice que lo hace para si mismo, miente. 

Hay que decidirse si va uno a una colinita o va uno a las altas cumbres en donde será terrible la escalada. Será duro, solitario, confuso, tarea de toda una vida y generalmente, la única recompensa es que cuando estás arriba, hay que bajar. Ese ansia de perfección tan difícil de explicar que el que lo tiene ya no le deja vivir.

Hay quien está toda la vida cuidando su tierra, y trabaja toda tu su vida con paciencia y rigor para cuidar su pequeña porción de tierra. Lo que sembramos en ese territorio es lo que recogemos. Si no se plantan rosas cómo se van a recoger rosas, toda nuestra vida es plantar y recoger como buenos labradores.

Cuando mis alumnos me dicen qué hago para escribir bien, le diría mete buenas semillas y quita las hierbas salvajes que salen con facilidad. Lo espontáneo, lo natural hay que tener cuidado con ello. Por eso, los seres humanos hemos inventado la cultura porque sospechamos de la naturaleza.

¡Yo no, lo que me sale del alma! ¿Pero qué te va a salir del alma? Qué es eso. Hay cosechas de corto plazo y cosechas de largo plazo. Hay que ir descubriendo en la vida qué sembramos para recoger mañana y qué sembramos para recoger toda la vida. 

Leer, eso que parece tan fácil y es tan difícil. Me piden escritores jóvenes que lea su obra y les pregunto si han leído a Shakespeare, ¿no?, lo lees y luego vuelves.   

Errores, crisis, la dificultad de vivir, pelear lo de dentro y lo de fuera. Los personajes y las personas nos hacemos en función de nuestro lenguaje, somos lo que hablamos. Hamlet descubre que es Hamlet cuando se oye hablar.

Tus palabras te crean, te construyen, te transforman. Cuando eliges un lenguaje, eliges un traje, son las palabras las que construyen nuestra personalidad no al revés. 

¿Por qué hacer algo que los demás no quieren? y responden: es que yo soy de minoría. Sí, pero ¿de cuánta minoría? ¿De tu familia? ¿Para quién hago mi comida? 

Entonces, dónde está el límite en el creador de hago lo que yo quiero y voy contra el mundo... ¿qué significa lo que yo quiero? Vamos a pensar en quienes pintan muy bien, escriben muy bien y lo tienen todo en un baúl. El mejor cocinero del mundo que tiene las mejores comidas escondidas en un cuarto. ¿Para qué? Todo eso ¿qué es? No basta hacer el bien, como decía San Agustín, es hacer el bien para los demás. Es tal tontería pensar que alguien lo puede hacer para sí mismo que sólo se puede creer que es patología, ingenuidad o tópico.

Entonces, cómo hacerlo. Esa es la dificultad, cómo llegar a los demás, ser útil para los demás. 

El verdadero problema de los creadores, que es al que me enfrento cada día, es cómo domar y canalizar el pensamiento; por que en sí mismo el pensamiento no es nada, "estoy pensando", ¿y quién no? ¿Quién no siente mucho? ¿Quién no tiene sensibilidad?

Lo importante no es tener sensibilidad, es darlo cuando quieres. Esa es la gran tarea humana, el pensamiento es agua desorganizada y con nuestro estudio, nuestro esfuerzo, nuestra búsqueda hay que canalizarlo en un grifo para que sea útil por que si no, no vale para nada. 

Para que el artista comunique cosas misteriosas, metamos el pensamiento, el misterio, la creación en pequeños tubos canalizables que vayan a grifos que nos permitan utilizarlos cuando queramos. 






miércoles, 23 de abril de 2025

El tiempo, el camino - Antología personal. Emilio Coco, poeta. Vaso Roto Poesía

 


El hispanista Emilio Coco, distinguido con numerosos galardones: premio Alfonso X el Sabio, Premio Caput Gauri, Medalla de plata del Colegio de México, entre otros, ha publicado en la Editorial Vaso Roto, Antología personal (2008-2023). Él mismo es el traductor al español desde su lengua materna, el italiano, en el que fueron escritos.

Coco ha traducido durante décadas autores emblemáticos de la poesía española al italiano como Federico García Lorca o José Hierro, aunque ahora, su atención se ha dirigido a la poesía hispanoamericana. En este sentido, codirige junto a Walter Raffaelli una colección llamada Iberoamericana que ha traducido más de cuarenta autores. "Son libros impecables, preciosos. Yo sólo traduzco a los buenos poetas y a los que me gustan cómo escriben”, ha afirmado.

Esta labor de traducción a la lengua española, según el también poeta y traductor mexicano Marco Antonio Campos, "es asombrosa en la recuperación de los ritmos y sentidos originales".  

"Escribo poesía cuando me canso de traducir", decía en una entrevista.  Poeta tardío, publicó su primer libro con 50 años, Profanaciones. "Mi relación con la poesía es conflictiva", zanjaba. 

Desde este primer poemario, Emilio Coco ha publicado nueve títulos y varias antologías entre los que cabe citar, La memoria del vuelo, Contra desilusiones y tormentas o Vuelva pronto el verano y Del amor y otros duelos. Su obra se ha traducido a una docena de lenguas.

Esta Antología personal que acaba de ver la luz en lengua española, se abre con una selección de sonetos pertenecientes a El amor tardío que a menudo provocan una sonrisa. El lector siente cómo su esposa trajina entre comidas y quehaceres y él contempla asombrado y envejecido su vitalidad y alegría sin sombras.

Justa venganza

Si llegamos los dos a noventa años,
yo medio dislocado y alelado,
y tú sana del cuerpo y de la mente,
derecha como un huso, ello se debe,
me dirás con orgullo, a tantas horas
de gimnasio y a largas caminatas,
mientras yo alimentaba el alma mía
con poesía y otras pendejadas,
te pregunto, si juntos alcanzamos,
yo hecho migas y tú como una rosa,
los noventa malditos en cuestión,
si por no haber seguido tus consejos
de mí te tomarás justa venganza,
encantada de todos mis achaques.


Qué hago yo aquí sentado a la olivetti
en el rodillo puesto el folio en blanco
en posición exacta a doble espacio
las letras estampadas en las teclas
que arden bajo el peso de los dedos
y menos mal que está lista la cena.

"En mis poemas hablo de cosas cotidianas, de temas aparentemente menudos. Pero, en el fondo, lo que estoy deletreando son las poquísimas palabras que de verdad interesan al hombre: el amor, el deseo, la magia del recuerdo, el jardín de la infancia".


Si algún día me llamas para decirme
que quiere venir a mi pueblo,
no te lo prohibiré. Pero si insistes,
que sepas que aquí a nadie
le interesa lo que tu escribes,
es el pueblo de bares y pizzerías,
están en cada esquina
y los jóvenes, los pocos que se quedan,
sólo hablan si sujetan la Pepsi o la cerveza
a veces casi ni hablan
por tener el gusto de abrirlas
y tenerlas pegadas a los labios. [fragmento]

Emilio Coco vive en el mismo pueblo que le vio nacer, San Marco in Lamis, que según el poeta es perfecto para trabajar ya que lo único que puede hacer al terminar es pasear con sus amigos por la alameda. 

Vivir al margen de la vida cultural es vivir en la tranquilidad, algo que no existe en las grandes ciudades, en donde, reconoce, los escritores se ven obligados a mudarse para estar en contacto con el mundillo literario e intelectual. 

Éste es mi pueblo, con la biblioteca
y el teatro siempre vacíos
u ocupados por analfabetos (...)
Te lo ruego, no vengas,
es un país de muertos donde vivo.


Una corriente vertebra muchos de sus poemas recogidos en esta antología, una contención que resalta la propia vulnerabilidad y la amargura, la melancolía de los años, de tanta vejez. 


Podrías ser una persona corriente
me lo reprocha siempre mi mujer
llevar una vida como cualquiera,
despertarse sin esas ansias
de encender el ordenador, saborear el café,
que, recién levantada, antes de ir al baño,
te hago con cariño y tú con prisas
malditas, cómo me iba a imaginar
que gastarías tus mejores años
persiguiendo afanoso tus fantasmas,
algo que no existe, que no se toca
pero que te trastorna, te afecta al corazón.
Podrías ser notario,
ser un gran político, un científico,
has preferido amargarte la vida
con tus versos, dudas e incertidumbres
y apartaste tus sueños de grandeza
todo aquello que tu inteligencia
te ha brindado en demasía 
para perderte en un mundo de nada.
Ven a la cocina, ven a ayudarme,
hoy es tu santo y lo has olvidado
quería darte una sorpresa
pero se me quitan las ganas si te veo
con la mirada perdida. No me oyes,
Emilio, no me oyes. A tus inútiles 
poetas me gustaría matarlos,
por el balcón tirarte con tus libros
que Dios me perdone.




miércoles, 16 de abril de 2025

Escribo un diario para no desmayar y desaparecer - Tu corazón es un bombo, Alessio Brandolini, poeta. Editorial Vaso Roto

 


La editorial Vaso Roto ha publicado el último poemario de Alessio Brandolini, Tu corazón es un bombo, en cuidada edición bilingüe y traducción de Jeannette L. Clariond. La editorial ha tenido la amabilidad de hacérmelo llegar. 

Brandolini, afincado en Roma, es autor de más de una decena de poemarios, apenas traducidos al español que han recibido numerosos premios. Tu corazón es un bombo sería el tercero en lengua española tras En la mirada del lobo y Mapas colombianos

Es interesante referenciar algunas opiniones que se han ido publicando del trabajo poético de Brandolini para interesar al lector español. 

Si Divisori orientali (2002, Premio Alfonso Gatto) era, en palabras de Giovanna Zoboli, "una crónica de territorios y lugares que negamos apresurados no haber visto ni visitado, y aún menos en viajes organizados"; el poemario, En la mirada del lobo, (México 2018) se ocupaba de los "seres con quienes compartimos la existencia y, aunque tratemos de ignorarlos, nuestro propio sentido de la vida", J.A. Amador.

Martha L. Canfield, traductora del poemario Mapas colombianos, lo definió en el prólogo del que también era autora, como una "delicada y profunda travesía (...) de las ciudades, los lugares, los escenarios, Bogotá, Medellín, Tunja, Villa de Leyva, las calles de la Candelaria, los personajes y los lugares emblemáticos que se detienen ante la mirada del poeta".

Tu corazón es un bombo se presenta prologado por el también escritor Francesco Tarquini, que había detallado en un artículo sobre la obra de Brandolini que podía sintetizarse como una búsqueda, "una tendencia a un pensamiento calmo y puro" y que ahora califica este nuevo conjunto de poemas como "un libro de corazón y de afectos": 

Sobre el volcán columnas de nubes cargadas
de ceniza, por eso permanecemos atrincherados
en casa. Suela el teléfono: -Hola, ¿qué tal?
-No tan mal, un poco hacia atrás.
-¿Yo? Bien: terminé mi novela. ¿Y tu?
-Borro bastante de lo que había escrito. 

Tu corazón es un bombo se compone de cuatro partes cerradas sobre un grupo de poemas en prosa en donde el lector confirma que el proceso creativo de Brandolini parece surgir de la misma espontaneidad que la escritura automática. 

Tarquini definía esta cualidad como uno de los aspectos más interesantes del poeta, su apertura al inconsciente y no programática, liberadora de imágenes.

El laberinto es mi casa y aún así me pierdo
sufro por la falta de aire y luz.
Reclusos en invernaderos desde que
extraviamos incluso la memoria de sanas 
palabras más felices de haber sobrevivido
[fragmento, El amor desmedido]



Y alaba el arco de voltaje, la tensión, de contenida violencia, entre oscuridad, aceptación y calma que recorre cada poema. "El itinerario del conocimiento del poeta coincide con una lenta travesía por la Sombra". F. Tarquini. 

Hace meses hablamos sobre la paz de la cual sabemos
muy poco. Entre espinas, la alta hierba, hormigas
y un bosque en llamas. El hecho de haber 
dormido mal me expone a ideas 
peligrosas. Paso sin mirar el color de las hojas,
el atardecer, el vuelo alegre de las golondrinas. 




El poeta y escritor Alessio Brandolini vive en Roma. Ha recibido numerosos premios. Su obra ha sido antologada en Colombia, México, Estados Unidos, Costa Rica, Argentina y en Rumania. En 2013 publicó el libro de relatos Un bosco nel muro. Traduce del español y desde 2006 coordina la revista Fili d’aquilone. En 2011 fundó la editorial Edizioni Fili d’Aquilone.



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viernes, 11 de abril de 2025

La novela negra es el género más dúctil que existe - Amoniaco, Carlos Augusto Casas. Ediciones B

 


Maribel Orgaz - @leerenmadrid
Los lectores de la última novela de Carlos Augusto Casas, Amoniaco (Ediciones B), dudan entre calificar a su protagonista, una asistenta llamada Isabel, de asesina o considerarla una persona corriente que un día decide impartir justicia. Augusto Casas, premio Cartagena Negra 2024 por su anterior novela: La ley del padre, ha sido periodista de investigación en TVE, Antena 3 o la Sexta, entre otras cadenas. Su primer libro, Ya no quedan junglas adonde regresar fue galardonado con algunos de los premios de novela negra más importantes del país: el Premio Wilkie Collins, el Premio Tuber Melanosporum, el Premio Novelpol, el Premio Ciudad de Santa Cruz y el Premio Tormo Negro. Llevada al cine por Luis Gabriel Beristáin fue protagonizada por Ron Perlman. El ministerio de la verdad y Leones en invierno son sus otras dos obras. 


Amoniaco es tu quinta novela, ¿hay un “universo” Carlos Augusto Casas? 

Me parece muy pretencioso decir que existe un universo Carlos Augusto Casas. Creo que eso le corresponde señalarlo a los lectores o a los críticos. Es cierto que en mis novelas se repiten una serie de temas que me interesan y de los que no me puedo desprender, como son la violencia, la venganza, la vejez, la derrota o la crítica social. Mis personajes suelen ser perdedores que se rebelan contra su condición y destino. La rebeldía salvaje frente a una sociedad que les quiere dóciles, mansos, conformistas, resignados. También me interesa reflejar los vasos comunicantes entre las altas esferas y los bajos fondos. Cuento lo que ocurre en la calle, no en Tiktok ni tampoco lo que nos dicen los telediarios.


¿La novela negra es el refugio de la narrativa, ahora que el lector busca alternativas a la ficción tradicional?

La novela negra es el género más dúctil que existe. En ella, si se hace con sentido, cabe todo. 

El lector se puede indignar, aterrar, enamorar, reflexionar, conmover… Es patente que la muerte es el tema central de la literatura, igual que en el género negro.



Isabel, la protagonista de Amoniaco es una robinhood de las asistentas o una psicópata simple y llanamente.

Ambas cosas. El hecho de robar la felicidad a los que más tienen para equilibrar un poco el mundo es la justificación que se da a sí misma para aceptar lo que hace. Pero, en realidad, a ella le encanta matar. Le hace sentirse importante por primera vez en su vida, y no está dispuesta a renunciar a ese placer por nada en el mundo. Ha descubierto quién es en realidad.


Además de escritor eres editor de novela negra. ¿Sobre qué se está escribiendo? ¿Qué les interesa a los escritores?

Lo que viene siendo habitual: muchos thrillers y pocas novelas negras. 

Los escritores que empiezan, lo que más desean es vender y tener éxito. Y los bestseller suelen ser thrillers, no novelas negras. Y es una pena. 

Son dos géneros totalmente distintos. En uno lo que prima es el misterio, la intriga, la sorpresa o el entretenimiento. Mientras que la novela negra pura es más ambiciosa ya que  pretende mostrarnos cómo es el ser humano, cómo es la sociedad donde vivimos, enseñarnos las zonas en penumbra, las que no queremos ver, las que siempre evitamos cuando caminamos por la calle.


Las series sobre true crimen han llevado a espectadores a ser lectores, o son públicos totalmente diferentes?

Es posible que en el subgénero del true crimen algo de eso haya sucedido. Lo cual es una buena noticia porque cuando alguien abre un libro hay un tonto menos en el mundo. Pero creo que los aficionados a las series o el cine negro son distintos a los lectores del género. Si penamos en las cinco mejores series de la historia fácilmente nos salen cuatro del género negro (The Wire, Los Soprano, Breaking Bad, The Shield, Black Bird, The Night Of…) En cambio, entre los lectores hay una predilección por los thrillers antes que por la novela negra, como he dicho antes. Lo que significa que el público que ve series negras no lee novela negra.


Nuestra Costa del Sol, ¿no merece un subgénero propio dentro del género negro?

Creo que sufrimos una epidemia de subgéneros dentro del mundo negrocriminal (domestic noir, rural noir, Euskal noir, Galician noir…) que en realidad, me parece que tienen más que ver con marcas comerciales para monetizar las obras de un grupo de escritores que realmente de géneros en sí mismos. No me extrañaría que aparecieran dos o tres novelas ambientadas en la Costa del Sol y algún iluminado acuñara el término Costa noir. Lo que sí tiene la Costa del Sol son muchas cosas que contar. Por todo lo que se da allí, (tráfico de droga, paro, inmigración, corrupción, violencia) es un marco espectacular para escribir novelas negras.